La «reforma laboral» de los órganos reguladores

Quedan pendientes por conocer los efectos relativos a los blindajes de altos cargos y directivos y las incompatibilidades de los consejeros de los órganos reguladores, de forma que desaparezcan los blindajes a los directivos y se mantengan los dos años de incompatibilidad para ejercer actividad profesional con sectores relacionados en el sector privado para los consejeros con el 80% de la retribución, tal y como establece la Ley de Economía Sostenible.

Hoy, además, el Consejo de Ministros abordará una limitación de las retribuciones al tope anual de 100.000 euros, cuyo alcance está todavía por conocer de la letra pequeña de lo que apruebe el Consejo de Ministros. Y, previsiblemente, dicho recorte retributivo y salarial también alcanzará al resto de escalas directivas de estos organismos, cuyos emolumentos son sustanciosos.

Las cosas se están moviendo y, como en los buenos programas estratégicos, se han colocado las bases para efectuar la ‘katarsis’ anunciada en los órganos reguladores actuales al menor coste. Prácticamente, el contenido de los Consejos de Ministros de cada viernes se ha convertido en un ‘sinvivir’ para los actuales altos cargos de estos organismos. Y, en el caso que nos concierne, en la Comisión Nacional de Energía, cuya polémica renovación (con Alberto Lafuente a la cabeza) tiene la proa puesta desde el 20 de noviembre, es creciente la sensación de interinidad.

Además, empiezan a ser incesantes las informaciones y globos sonda relativos a la reforma de estos órganos reguladores, su simplificación y limitación de funciones. Fuentes consultadas por Energía Diario aluden a la posibilidad de que el Gobierno no reduzca tanto el número de ellos, como el hecho de que se vaya a un modelo muy cercano al del consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores o del Banco de España con dedicación parcial de los consejeros. Es una de las posibilidades. En todo caso, parece evidente que la reducción de estructuras y equipos de estos reguladores está prácticamente descontada, y sigue abierta la posibilidad de un macrorregulador (la CNC) con supervisores sectoriales como instructorestanto . En medio de este debate, las posturas en el Gobierno son divergentes llegando incluso a cuestionar el modelo de independencia de los mismos para configurarlos como órganos asesores.

Ahora sí que empieza la reforma laboral en estos organismos.

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