La primera refinería construida por la brasileña Petrobras en 34 años inicia sus operaciones

La petrolera estatal brasileña comunicó que comenzó a producir derivados de petróleo en la Refinería Abreu e Lima, ubicada en el estado de Pernambuco. «La primera carga de petróleo generó gas licuado de petróleo (GLP), nafta, diesel y residuo atmosférico», señaló Petrobras, que indicó que también produjo el gas utilizado para alimentar la propia refinería. Los derivados fueron producidos en el primero de los dos parques que compondrán la refinería de Petrobras, cada uno de ellos con capacidad para procesar 115.000 barriles diarios de petróleo.

Petrobras recibió en noviembre autorización de la Agencia Nacional de Petróleo para poner en operación todo su primer parque, incluyendo las unidades de destilación atmosférica, producción de coque, tratamiento cáustico, hidrotratamiento de diesel, hidrotratamiento de nafta, generación de hidrógeno y tratamiento de aguas ácidas. En su primera etapa, la producción del primer parque estará limitada a 11.765 metros cúbicos diarios de combustibles, el 64% de su capacidad, hasta que la petrolera cumpla todos los requisitos exigidos por las autoridades ambientales.

Petrobras prevé que la refinería estará en operación completa en mayo de 2015, cuando el segundo parque comenzará a refinar petróleo y la producción de derivados podrá llegar a la capacidad total de 230.000 barriles diarios. Además de ser una de las mayores refinerías de Petrobras, que tiene 11 y no construía una nueva desde 1980, la Abreu e Lima es la que más tiene capacidad para producir diesel, hasta un 17% del consumo brasileño.

La refinería Abreu e Lima pertenece exclusivamente a Petrobras si bien el proyecto inicial era construir una refinería entre Brasil y Venezuela. La mayor empresa de Brasil anunció en 2013 que terminaría en solitario la construcción de la refinería debido al fracaso de las negociaciones con PDVSA para que la venezolana tuviera una participación en la unidad; la alianza se truncó por divergencias en los avales presentados por PDVSA, que el banco brasileño responsable por la financiación no consideró adecuados.

Debido a estos problemas, Petrobras inició las obras en solitario en 2007 con recursos propios e invirtió cerca de 18.000 millones de dólares, cuando el coste proyectado inicialmente era de 2.500 millones de dólares. Las inversiones en la refinería son investigadas actualmente por la Policía, la Fiscalía y el Congreso debido a las sospechas de que las obras fueron facturadas por valores superiores y los recursos desviados para financiar campañas de partidos aliados al oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

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