La OPEP sube ligeramente el crecimiento mundial de la demanda de crudo

La OPEP vaticinó que la demanda mundial de crudo crecerá este año en 1,28 millones de barriles diarios (mbd), el 1,52 por ciento más que en 2006, y aumentará en otros 1,35 mbd (1,57 por ciento) en 2008, hasta mediar los 87,06 mbd.

Estas cifras, publicadas por la OPEP en su Informe Mensual sobre el Mercado del Petróleo, son ligeramente superiores a las del mes anterior, cuando el grupo de doce países había previsto un crecimiento de la demanda de 1,26 y 1,34 mbd respectivamente para 2007 y 2008.

No obstante, las recientes crisis bursátiles y las señales de una ralentización de la economía estadounidense, mayor de la prevista, pueden dar paso a una retracción del consumo energético, por lo que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) considera que deberá seguir observando «muy de cerca» estos desarrollos.

El grupo, que tiene previsto reunirse el 11 de septiembre en Viena para estudiar un posible reajuste de su oferta conjunta de crudo, considera de momento que «los inventarios (reservas almacenadas) de crudo parecen suficientes (junto con los suministros actuales) para satisfacer la demanda prevista», pues su nivel supera la media de los últimos cinco años.

Sin embargo, «crecientes incertidumbres enturbian las previsiones para la demanda de crudo», subrayan los expertos de esta organización que controla cerca del 40 por ciento de la producción mundial de petróleo, y recuerdan la extrema volatilidad que vienen experimentando los precios del «oro negro» en las últimas semanas.

Especialmente el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), el de referencia en Estados Unidos, «exhibió una volatilidad extrema»: batió el récord de 78,16 dólares por barril el 31 de julio, en coincidencia con un aumento, también récord, de las compras especulativas en los mercados de futuros.

Luego, a principios de agosto, cayó abruptamente en 7 dólares -un 9 por ciento-, mientras que el barril (de 159 litros) usado por la OPEP como referencia marcó la cota inédita de 73,67 dólares el 20 de julio, y descendió hasta los 68,27 dólares ayer.

«La caída fue atribuida a las preocupaciones sobre un posible freno de la economía estadounidense en la segunda mitad de 2007, tras publicarse datos que revelaron una evolución decepcionante en el sector de servicios y un descenso en la creación de empleos, lo que aumentó el paro en julio», añaden.

Además, la tendencia a la baja fue también propiciada por los problemas en el sector inmobiliario que han desencadenado «una corrección en los mercados financieros de EEUU, Europa y Asia«.

Otros factores que quitaron presión sobre los precios fueron un aumento de la actividad en las refinerías y la aproximación del fin del verano boreal, la época de mayor consumo mundial de gasolina.

Pese a las incertidumbres, la OPEP mantiene su previsión sobre el crecimiento de la economía mundial sin cambios, en un 5 por ciento, para 2007, tasa idéntica a la que espera en 2008, y eleva también sus pronósticos sobre el aumento de la demanda de crudo en el tercer y cuarto trimestre del presente año.

El informe precisa que la corrección al alza para 2007 «refleja las necesidades adicionales de crudo para las plantas generadoras de energía del Japón«, país cuyas importaciones netas de crudo subieron en 246.000 bd en julio a raíz del fuerte terremoto que, entre otros, conllevó el cierre de una central nuclear.

Por otro lado, el mes pasado los precios del crudo batieron nuevos récords, «en coincidencia» con un masivo aumento de compras especulativas en los mercados de futuros, al tiempo que la demanda «siguió la pauta típica de la estación estival», con el consumo más alto de combustible en el transporte, la agricultura y las plantas de generación de electricidad.

En julio, Iraq y Nigeria aumentaron su bombeo, con lo cual el conjunto de la OPEP, que tiene previsto celebrar el 11 de septiembre una reunión para estudiar un posible reajuste de su oferta, produjo una media de 30,4 mbd, 241.700 mbd más que en junio.

La oferta total de esta organización, que controla cerca del 40 por ciento de la producción mundial, se situó así por debajo de la llamada «demanda de crudo de la OPEP«, la diferencia entre la demanda mundial y los suministros ajenos al grupo, calculada para el actual trimestre en 31,14 mbd, y en 31,47 mbd en el último trimestre de 2007.

El informe no permite prever si el Consejo de Ministros decidirá el próximo mes elevar su oferta conjunta, tras decidir mantenerla recortada oficialmente en 1,7 mbd desde febrero pasado.

«Los inventarios (reservas almacenadas) de crudo parecen suficientes para satisfacer la demanda prevista», pues su nivel supera la media de los últimos cinco años, se señala en el informe. Además, «no cabe duda» de que hay «crecientes incertidumbres enturbiando las previsiones sobre el crecimiento de la demanda», añade el informe, y recuerda que el precio del barril usado por la OPEP como referencia fue de una media de 71,75 dólares en todo julio, valor récord que superó un 7,5 por ciento el promedio de junio.

El barril de la OPEP alcanzó también en su cotización diaria un máximo histórico de 73,67 dólares, el 20 de julio, pero cayó luego de forma abrupta y pronunciada, y ayer se vendió a 68,27 dólares.

Especialmente el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), de referencia en Estados Unidos, «exhibió una volatilidad extrema», destaca la OPEP, y señala que ese crudo batió el récord de 78,16 dólares por barril el 31 de julio, en coincidencia con una cota inédita de compras especulativas en los mercados de futuros.

A principios de agosto, el WTI cayó abruptamente en 7 dólares -un 9 por ciento-, y un desarrollo parecido ha experimentado el crudo Brent, de referencia para Europa.

El informe explica que la reciente «caída fue atribuida a las preocupaciones sobre un posible freno de la economía estadounidense en la segunda mitad de 2007, tras publicarse datos que revelaron una evolución decepcionante en el sector de servicios y un descenso en la creación de empleos, lo que aumentó el paro en julio».

La tendencia a la baja fue además propiciada por los problemas en el sector inmobiliario que han desencadenado «una corrección en los mercados financieros de EEUU, Europa y Asia«, así como por un aumento de la actividad en las refinerías y la aproximación del fin del verano boreal, la época de mayor consumo mundial de gasolina.

Como resultado de la incierta situación actual, el informe considera que «será necesario una vigilancia cuidadosa de estos desarrollos para determinar las necesidades reales del mercado en los próximos meses».

Mientras, la OPEP mantiene a pesar de las actuales inquietudes su visión de un vigoroso crecimiento de la economía mundial: deja sin cambios su pronóstico de crecimiento en 2007 y lo revisa ligeramente al alza para 2008, al vaticinarlo en un 5 por ciento para cada año.

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