La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, aboga por fomentar los biocombustibles sin perjudicar al sector ganadero

La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, abogó hoy por fomentar y potenciar el consumo y producción de biocombustibles analizando su influencia en la alimentación animal buscando el necesario equilibrio entre los sectores implicados para no perjudicar al ganadero.
Así lo indicó durante su intervención en las Jornadas sobre «Biocombustibles y Alimentación Animal» que se celebran hoy en Madrid, dónde además anunció que el Gobierno no descarta liberalizar las tierras de barbecho para potenciar la ampliación de las superficies dedicadas a cultivo de uso energético.

Explicó que el objetivo del Ejecutivo es sustituir el 5,75 por ciento de los combustibles tradicionales por biocombustibles en 2010 y elevar hasta el 10% el porcentaje hacia 2015. Resaltó el incremento de la superficie destinada a cultivos energéticos en los últimos dos años, que ha pasado de 5.000 hectáreas en 2004 a las 220.000 hectáreas cultivadas el año pasado y apuntó que sería necesario alcanzar el millón de hectáreas para cubrir la demanda de la industria de biocombustibles con materia prima nacional.

Explicó que actualmente el Gobierno trabaja en el desarrollo de la normativa que regule las mezclas y en el acuerdo marco que regule la relación contractual entre agricultores e industria transformadora en lo que a duración de contratos y mecanismos de fijación de precios se refiere. Insistió en la necesidad de abordar en profundidad los efectos que esta política tendrá en el sector ganadero, cuya rentabilidad depende en gran medida de los precios de la alimentación animal que entrará en competencia con la industria de biocombustibles a la hora de adquirir la materia prima y reiteró la necesidad de mantener un equilibrio de estos cultivos energéticos como alternativa de futuro para el agricultor sin amenazar la rentabilidad de un sector tan dinámico y de fuerte vocación exportadora por el ganadero.

El director general de Ganadería, Carlos Escribano, apuntó que el uso de coproductos de cereal obtenidos a partir de la elaboración de biocombustibles, en la alimentación animal es un factor a tener en cuenta, ya que lejos de ser un competidor en el mercado de materias primas la industria bioenergética puede convertirse en un suministrador de ingredientes de calidad para la fabricación de piensos. Añadió que la ganadería tendrá que afrontar este reto, pero que debe hacerlo con optimismo porque es un sector muy dinámico y con gran vocación exportadora que ha sabido adaptarse a otros cambios sin perder rentabilidad.

El presidente de la Confederación de Fabricantes de Piensos Compuestos (Cesfac), Enrique Ulloa, apuntó la apuesta internacional por los biocombustibles ya está suponiendo un incremento importante del precio de los cereales en los mercados internacionales que está empujando los precios de los piensos al alza.

En cuanto al uso de los coproductos de la industria de bioethanol, fundamentalmente, desde Cesfac apuntan que su utilización nunca suplirá totalmente a las materias primas originarias.

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