La intensidad energética cambia de tendencia y caerá el 1,4% al año hasta 2016

La intensidad energética final, indicador muestra la relación entre la energía consumida y la producción de un bien económico o físico, descenderá en España el 1,4 por ciento al año hasta 2016 e invertirá su tendencia respecto al periodo 1990-2006, en el que creció el 0,1 por ciento anual.

De esta forma, la energía final consumida pasará de las 137,8 toneladas equivalentes de petróleo (tep) por cada millón de euros de de PIB (a precios de 2000) registradas el año pasado a 120 tep por cada millón en 2016, según la Planificación de los sectores de Electricidad y Gas 2007-2016 elaborado por el Ministerio de Industria.

El departamento que encabeza Joan Clos atribuye este descenso a la mejora de la eficiencia energética derivada de los planes de acción que se aplicarán en el periodo (hasta ahora el de 2005-2007 y el recientemente aprobado, que abarcará desde 2008 a 2012) y a la saturación de la demanda de algunos tipos de energía, como la electricidad.

En los próximos diez años la intensidad eléctrica final (consumo de electricidad partido por PIB) caerá un 4,5 por ciento, frente a un crecimiento del 21,7 por ciento entre 1990 y 2006, indica el documento de Planificación.

El consumo eléctrico por habitante crecerá a una media del 2,3 por ciento al año, frente a un 3,5 por ciento del periodo 1990-2006, hasta alcanzar en 2016 los 7.016 kilovatios hora (KWh).

En cuanto a la energía primaria (la que no se ha sometido a ningún proceso de conversión), su consumo crecerá en España a una tasa media anual del 1,3 por ciento hasta 2016, hasta alcanzar las 164,9 millones de tep en 2016, por debajo del de energía final.

La menor demanda de energía primaria se debe al mayor rendimiento de la estructura de generación eléctrica prevista, donde caen el carbón y la nuclear en detrimento del gas natural (los ciclos combinados serán la tecnología dominante) y las renovables (fundamentalmente la eólica).
Según las previsiones de Industria, el petróleo y el carbón descenderán respectivamente un 0,4 y un 5,2 por ciento al año entre 2011 y 2016, la nuclear un 0,4 por ciento, mientras que el gas natural aumentará el 3,7 por ciento y las renovables el 15,6 por ciento.

No obstante, el petróleo continuará representando el 42,2 por ciento de la energía primaria consumida en 2016 (69,6 millones de tep), muy por encima del gas natural (24,8 por ciento y 40,9 millones de tep.

La caída de la nuclear se debe a que su uso para generar electricidad continuará constante, por lo que su peso en el conjunto del total de energía primaria descenderá.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *