La demanda global de la energía aumentará un 37% de aquí a 2040

Al presentar su informe anual «Perspectiva energética mundial 2014«, la AIE señaló que el crecimiento anual de la demanda energética pasará de más de un 2% en las dos últimas décadas a un 1% al año después de 2025.

Según la Agencia, esto se deberá a «los precios y las políticas» energéticas aplicadas por los diferentes países, así como a «un cambio estructural de la economía global hacia los servicios y sectores industriales más ligeros».

De acuerdo con sus previsiones, la distribución global de la demanda cambia de forma destacada en los próximos 25 años: permanece plana en Europa, Japón, Corea y Norteamérica mientras que aumenta en Asia (60% del total), África, Oriente Medio y América Latina.

Según el informe de la AIE, en 2030 China superará a Estados Unidos como principal consumidor de petróleo del mundo, al tiempo que este país reduce marcadamente su consumo, y otros en el sur de Asia, como India, Oriente Medio y el África subsahariana disparan su demanda.

En 2040, la oferta de energía para satisfacer la demanda global se divide casi en partes prácticamente iguales entre las fuentes de bajas emisiones (nuclear y renovables), el petróleo, el gas natural y el carbón, apuntó la Agencia.

En concreto, el escenario previsto por la agencia prevé que la demanda de carbón y petróleo se estancará en general para ese año, aunque en ambos casos este hecho enmascarará diferentes tendencias entre países.

Aunque el suministro de petróleo está garantizado a corto plazo, la AIE, que analiza el mercado para sus 29 países miembros, advirtió de que la dependencia de un pequeño número de productores en Oriente Medio «presentará desafíos en el futuro».

Entre otras cosas, preocupa la falta de inversión, que puede socavar la oferta a largo plazo, así como la persistente inestabilidad en la región, señaló la AIE.

Por su parte, las tecnologías de energías renovables ganarán terreno con rapidez, apoyadas por los descensos de los costes y los subsidios, que se estima fueron de 96.236 millones de euros.

En consecuencia, la Agencia prevé que la oferta energética mundial se divida en partes prácticamente iguales entre las fuentes de bajas emisiones (nuclear y renovables), el petróleo, el gas natural y el carbón.

Incertidumbres en el sector

Por otro lado, la AIE remarcó que los acontecimientos del último año incrementaron muchas de las incertidumbres a largo plazo a las que se enfrenta el sector energético global.

En esta línea, advirtió del riesgo de que estos eventos recientes distraigan la atención de los responsables de la política energética, que deberían «reconocer y hacer frente a las señales de estrés que están emergiendo en el sistema energético».

«A medida que nuestro sistema energético global crece y se transforma, siguen emergiendo señales de estrés. Sin embargo, está previsto que las renovables vayan viento en popa y es increíble que ahora podamos prever un momento donde se convertirán en la primera fuente de generación de electricidad en el mundo«, subrayó la directora ejecutiva de la AIE, Marie van der Hoeven.

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