La CNE trata, por fin, la propuesta de Industria de recortar la retribución a las renovables

Esta tarde, el Consejo de Administración de la CNE, habrá revisado, finalmente, la propuesta del Ministerio de industria, que pretende recortar la retribución a las energías renovables. El Ministerio considera -palabras de Montilla, cuando todavía estaba- que las eólicas «se están forrando», y propone, en consecuencia, recortar primas y otros ingresos. Veamos qué dice la CNE.Después de varios retrasos -estaba previsto que la propuesta de Industria de modificar el Real Decreto que 436/2004 se tratara antes de finalizar el año 2006-, la CNE tratará hoy por fin el tema. El asunto figuraba en el orden del día en varias reuniones precedentes del Consejo de Administración de la CNE, pero no pudo tratarse debido al hecho de que había otras cuestiones que corrían más prisa.

Posibilidades de éxito

Según pudo saber Energía Diario de fuentes del organismo que preside Dña. María Teresa Costa, la propuesta se va a encontrar muchas dificultades en la Comisión para salir adelante. No es probable que obtenga muchos votos en el seno del Consejo de la CNE, puesto que uno de los puntos más polémicos, la retroactividad, afecta de lleno a un pilar sagrado para el crecimiento económico, que es la seguridad jurídica.

¿Qué establece el Real Decreto 436/2004?

En el RD 436/2004 se dice bien claro: «El agua de nuestros ríos, la fuerza
del viento o el calor proveniente del sol son fuentes limpias e inagotables de producción de energía eléctrica que deben ser fomentadas por los estamentos públicos». La forma de fomentarlas es dotarlas de una cierta singularidad jurídica y económica frente al resto de instalaciones de producción, las de «régimen ordinario».

El Real Decreto comenta además que la producción de energía eléctrica en régimen especial se caracteriza por la posibilidad de que su régimen retributivo se complemente mediante la percepción de una prima, para cuya determinación pueden tenerse en cuenta diversos factores entre los que se cuentan la contribución efectiva a la mejora del medioambiente o los costes de inversión en los que se haya incurrido.

Entre otras cosas, el Real Decreto prevé que la retribución establecida en un principio para las energías en régimen especial pueda variar. Pero deja bien claro que esa retribución sólo será aplicable para las instalaciones que entren en funcionamiento a los dos años desde la aprobación de la revisión. Es decir, a partir de 2008.

¿Qué cambios contempla la propuesta de la Secretaría General de Energía?

La propuesta rompe con varios de los principios que establece el Real Decreto. El punto que más polémica genera es la retroactividad, es decir, no se respeta lo que se estableció en un principio, con lo cual el cambio en la retribución no afectaría sólo a las instalaciones que se pongan en marcha a partir del 1 de enero de 2008, sino también a las anteriores. Las instalaciones que se pongan en marcha a partir de 2008 serán estudiadas y diseñadas conforme a esa retribución. Pero las instalaciones que ya están en funcionamiento se diseñaron, y su viabilidad fue estudiada, en un entorno de precios que ahora cambia. Con lo cual, si hasta ahora eran bien rentables, a partir de este momento lo serán menos, y podría resultar que algunas de esas instalaciones que son viables ahora mismo dejen de serlo a partir de este momento.

Otra de las modificaciones que introduce la propuesta de la Secretaría General de Energía es la supresión del derecho a la percepción de la prima establecida para toda la vida del parque. Esto puede llegar a provocar graves perjuicios económicos en según qué instalaciones.

¿A quién afecta la propuesta?

El Real Decreto 436/2004 fue pensado para aquellas fuentes de generación que aprovechasen el agua de los ríos, la fuerza del viento o el calor procedente del sol, pero también a instalaciones que utilizan el biogás o la biomasa como energía primaria para generar electricidad o las instalaciones de autoproductores que utilizan la cogeneración de alta eficiencia energética. La propuesta de modificación del Real Decreto 436/2004 afecta, por tanto, a todas las instalaciones que se rijan por el denominado «régimen especial».

Sin embargo, por su fuerte implantación y su grado de desarrollo, el sector que se verá más afectado es el eólico. España es una de las primeras potencias del mundo en energía eólica, y la generación ha llegado a cubrir niveles muy altos de la demanda eléctrica en momentos determinados.

¿Cuál es la postura de las renovables?

La postura de los generadores de energía mediante fuentes renovables es, lógicamente -pues sus ingresos se verían recortados-, contraria a la puesta en marcha de este Real Decreto. Las asociaciones más representativas del sector, APPA (Asociación de Productores de Energías Renovables) y AEE (Asociación Empresarial Eólica), hacen gran hincapié en que imponer un recorte retroactivo significa incumplir la palabra dada anteriormente, y ello crearía una inseguridad jurídica que restará confianza a los futuros inversores. Y éste es un punto que no sólo defienden los afectados.

Por otra parte, la Asociación Empresarial Eólica considera que la propuesta de la Secretaría General de Energía discrimina a las energías renovables frente a otras tecnologías del régimen especial y del régimen ordinario, al limitar la percepción de los precios casados en el mercado. Sostiene también que la propuesta suprime el incentivo por acudir al mercado de 7,7 euros por MegaWatio/hora. Por último, señala AEE que la propuesta elimina el cobro de la garantía de potencia y mantiene la penalización por desvíos.

¿Cuáles van a ser las consecuencias últimas si sale adelante?

No es difícil hacerse una idea de qué es lo que pasará si la propuesta se pone en marcha. Cuestión, como decíamos al principio, poco probable si se tiene en cuenta que entre los propios consejeros, la propuesta de Industria no despierta grandes simpatías.

El tema es complejo, tanto como lo es el mercado. Pero es indudable que la consecuencia inmediata, y más general, es que los ingresos de las eléctricas que generen en régimen especial se van a ver mermados, y esto supone una reducción de su rentabilidad. Dependiendo de los casos, la rentabilidad se reducirá más o menos pero, si son ciertas las advertencias de APPA y AEE, esa caída en la rentabilidad desviará la atención de grandes inversores que tenían la mirada puesta en sectores como la eólica.

Hay que tener en cuenta, además, que en el sector eólico, los primeros parques que se han construido son los más rentables en términos de horas de funcionamiento. Al estar libres los terrenos, por decirlo de alguna manera, se han podido elegir los mejores emplazamientos, es decir, los mejores corredores de viento. A medida que se van construyendo más parques, los terrenos que van quedando disponibles son menos atractivos, y así sucesivamente. Con lo cual, la rentabilidad de los nuevos parques se vería doblemente recortada: una, por la reducción de la retribución; y dos, por la capacidad productiva.

¿Estarán en peligro los objetivos del PER si sale adelante la propuesta?

En teoría, sí. El Plan de Energías Renovables establece que para el año 2010, el porcentaje de energía primaria que sea abastecido por las renovables sea del 12,1%.

Por el momento no estamos cerca de conseguir ese 12,1%, y es necesario invertir en nuevas instalaciones de distintos tipos para aumentar la capacidad de generación eléctrica mediante fuentes renovables.

Un recorte en la retribución siempre echa atrás, si no a todos, sí a algunos inversores, cuanto menos. No es lo mismo invertir 100 y sacar 10 a cambio que invertir 100 y sacar 5. No se trata de la misma relación inversión-beneficio, pero sí se produciría un recorte significativo que afectaría a la construcción de nuevas centrales.

En el caso de la eólica, el PER prevé que se duplique la potencia instalada de aquí a 2010, y las asociaciones ya han advertido que al ritmo actual, y bajo las condiciones actuales, no es previsible que se alcancen los 20.000 MW de potencia instalada. Si bajo estas condiciones no se espera alcanzar esos objetivos, es difícil pensar que si se empeora la rentabilidad podremos mejorar el ritmo de implantación de potencia eólica.

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