La CNE admite a Unión Fenosa y a HC Energía como partes interesadas en el informe sobre la opa de Endesa

El consejo de administración de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) admitió ayer la personación de Unión Fenosa y HC Energía (antigua Hidrocantábrico) como partes interesadas en el expediente que realiza sobre la opa que Enel y Acciona han presentado por Endesa.

El consejero Luis Albentosa, ponente del informe sobre la opa, ha presentado al máximo órgano del regulador energético el índice del expediente y el plan de trabajo que se seguirá durante su análisis.

La CNE tiene previsto concluir el expediente a principios de julio.

La CNE ya ha admitido a Endesa e Iberdrola como partes interesadas, condición que les permitirá tener acceso al expediente, salvo a la información confidencial y limitada a terceros.

La presencia de las cuatro eléctricas en el informe sobre la opa se justifica porque comparten con Endesa la propiedad y gestión de varias centrales nucleares, activos considerados estratégicos por la normativa.

Iberdrola y Endesa son propietarias al 50 por ciento de la central de Santa María de Garoña (Burgos), instalación que controlan a través de Nuclenor.

Asimismo, la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán tiene una participación del 15 por ciento en Ascó II y del 28 por ciento en Vandellós II (85 por ciento y 78 por ciento de Endesa, respectivamente).

El capital de Almaraz (Cáceres) I y II está repartido entre Endesa (36 por ciento), Iberdrola (53 por ciento) y Unión Fenosa (11 por ciento), mientras que en Trillo I (Gaudalajara) están presentes las cuatro eléctricas.

El organismo debe analizar la operación de acuerdo con la función 14, que le faculta a autorizar, con o sin condiciones, la toma de cualquier participación significativa en una empresa que desarrolle actividades reguladas (transporte y distribución de gas y electricidad).

Enel y Acciona han presentado una opa para tomar el control de la compañía española, de la que ya poseen conjuntamente el 46 por ciento, y notificaron la operación a la CNE el pasado 3 de mayo.

Por otro lado, el máximo órgano del regulador decidió diseñar un nuevo modelo de la garantía de potencia, mecanismo por el que se retribuye a las centrales que son capaces de aportar electricidad al sistema de forma predecible y constante y, al funcionar pocas horas, están al margen del grueso de la producción diaria.

La reforma de la garantía de potencia es uno de los mandatos hechos a la CNE en el Real Decreto de tarifas para este año, que eliminó el cobro de este concepto por parte de las centrales nucleares.

Además, el organismo hará un estudio sobre la trasposición de las directivas europeas sobre medidas de salvaguarda de la seguridad del abastecimiento de electricidad y la inversión en infraestructura (2005/89) y sobre medidas para garantizar la seguridad de gas natural (2004/67).

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