Hunosa cumple por primera vez todos los parámetros de su plan de empresa 2006-2012

Así, la sociedad pública cerrará este ejercicio con una plantilla de 2.042 trabajadores y una producción de 860.000 toneladas de carbón, lo que da cumplimiento en su integridad al acuerdo pactado en 2005 entre el accionista universal de la empresa, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), y los sindicatos.

En un conversación informal con periodistas el presidente de Hunosa, Juan Ramón García Secades, calificó de histórico este resultado para una empresa que en los últimos cinco años incrementó la productividad de su plantilla en un 60 por ciento y pasó de 1.500 a 2.400 kilos de carbón extraído por jornal.

En este periodo, ha recordado Secades, la empresa cumplió además con el compromiso de incorporar a 821 nuevos trabajadores para compensar las bajas causadas por las prejubilaciones, una cifra ligeramente inferior a la pactada como consecuencia de que se registraran menos salidas de las previstas inicialmente.

El vigente plan de empresa tenía como horizonte temporal para su primera fase el año 2010 al ser el último año de vigencia del reglamento de ayudas al carbón de la Unión Europea, que no ha sido renovado, y su desarrollo posterior hasta 2012 deberá adaptarse a las nuevas directrices comunitarias.

El reglamento no ha sido renovado y el Consejo Europeo aprobó el pasado 10 de diciembre la extensión de las ayudas públicas hasta el año 2018 para las explotaciones de carbón deficitarias aunque condicionadas a una reducción progresiva de subvenciones cifrada de cara al año 2013 en un 25 por ciento del subsidio que reciben.

Para el máximo responsable de Hunosa, que cuenta actualmente con unas reservas de carbón extraíbles de 15 millones de toneladas, con esta perspectiva la compañía estatal no debería tener problemas para garantizar su continuidad durante los dos próximos ejercicios.

No obstante, ha apuntado que, ya a finales de 2012 y de cara al recorte del 25 por ciento en las ayudas establecido para 2013, la compañía tendría que plantearse la posibilidad de cerrar dos de las explotaciones hulleras actualmente en funcionamiento.

Al margen de las dificultades del recorte de ayudas, Hunosa, de mantenerse el vigente sistema de prejubilaciones, perdería entre 300 y 350 trabajadores por año en 2011 y 2012 lo que dificultaría mantener el nivel de actividad dado que sería cuestionable si podrían seguir produciéndose incorporaciones a la plantilla de una empresa con fecha de caducidad en diciembre de 2018.

En caso de que se mantuviera el actual ritmo de altas en la empresa, Hunosa estima que alcanzaría la fecha fijada por Bruselas para el cierre de las compañías mineras deficitarias con unos 700 trabajadores que no habrían cumplido los requisitos para optar a la prejubilación.

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