Gas Natural y Sedigas critican que el decreto del carbón «romperá» el libre mercado y generará inseguridad jurídica

El grupo Gas Natural-Unión Fenosa considera que la puesta en marcha del real decreto para incentivar el uso de carbón nacional por parte de las compañías eléctricas supondrá una «ruptura del mercado libre» porque primará unas tecnologías por encima de otras.

Fuentes de la compañía energética expresaron su «preocupación» por la modificación que el Ministerio de Industria va a introducir en el real de decreto del carbón y que ya ha sido comunicada a la Comisión Nacional de Energía (CNE).

Industria realizará esta modificación tras recibir la opinión de la Comisión Europea, que ha dado el visto bueno al mecanismo de incentivos al carbón recogido en el real decreto, pero ha pedido que se supriman las compensaciones por lucro cesante para las centrales eléctricas que utilizan gas, fuel o carbón importado, y que se vean afectadas en el sistema de generación eléctrico.

Según las fuentes consultadas, el nuevo real decreto «perjudicaría gravemente la tecnología de generación que hoy en día es la única que puede garantizar la seguridad del sistema», en referencia a los ciclos combinados (gas), por la función de respaldo que realizan en los momentos de repunte de la demanda o de caída de la producción renovable.

La compañía, que estudiará «con detenimiento» la nueva norma para poder valorarla con mayor profundidad, pide que se defina un modelo energético que aporte estabilidad jurídica y permita evitar las «distorsiones que sufre el sector».

Las mismas fuentes advirtieron de que no es posible contar con un modelo «aparentemente liberalizado pero con aspectos fuertemente regulados que distorsionan el buen funcionamiento del libre mercado».

Sedigas denuncia distorsiones e inseguridad jurídica

Por su parte, la Asociación Española del Gas (Sedigas) manifestó su «preocupación» por las distorsiones de mercado y la «inseguridad jurídica» que introducirá el decreto de ayudas al carbón nacional.

La patronal reaccionó así tras conocer la intención del Ministerio de Industria de modificar el real decreto del carbón, aprobado el pasado 12 de febrero, para suprimir las compensaciones a las centrales eléctricas que se vean desplazadas por las ayudas al mineral nacional.

Sedigas recordó que la mayor parte de centrales de ciclo combinado -las que funcionan con gas natural- son de reciente construcción, de modo que «cualquier cambio importante en su previsión de funcionamiento distorsiona su estabilidad económica y también la seguridad de suministro».

El presidente de la patronal, Antoni Peris, criticó que «se pueda llegar a imponer, en un mercado aparentemente liberalizado, una tecnología en prejuicio de otras en base a subvenciones».

Según cálculos de la patronal, la puesta en marcha de las ayudas del carbón implicará que el precio medio de la electricidad generada con energía no subvencionada se encarezca casi un 33 por ciento, hasta el nivel de los 56,3 euros por megavatio hora (MWh).

Peris añadió que la sustitución de centrales de ciclo combinado por térmicas de carbón tendrá un «importante impacto ambiental», ya que sus emisiones por unidad de energía eléctrica son tres veces superiores a las generadas por las plantas de gas.

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