Estonia prohíbe las investigaciones en sus aguas para tender el Gasoducto del Norte

Estonia prohibió al consorcio operador Nord Stream llevar a cabo investigaciones en sus aguas territoriales con vistas al tendido del Gasoducto de Europa del Norte (NEGP), destinado a llevar gas ruso a Alemania y otros países.

El ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Urmas Paet, declaró que su país jamás permitirá a Rusia tender su gasoducto en las aguas territoriales estonias en el Mar Báltico, informó desde Tallin la agencia rusa Interfax.

«Teniendo en cuenta la soberanía de Estonia en sus aguas territoriales y sus intereses estatales en la zona económica del país, el Gobierno ha decidido declinar la petición de Nord Stream de conducir investigaciones», informó el Ejecutivo.

Una de las motivaciones de la decisión es que las investigaciones en el fondo del mar permitirían al consorcio operador, liderado por Rusia, obtener información sobre las reservas naturales de Estonia, explicó un portavoz del Gobierno.

«Hemos decidido hace tiempo que no autorizaremos esa construcción. En Estonia nunca hubo discrepancias sobre ese asunto: jamás permitiremos tender ese conducto en nuestras aguas», subrayó a su vez el jefe de la diplomacia en una entrevista a la televisión.

Nord Stream, que inició las obras en diciembre de 2005, pidió permiso en mayo pasado a Tallin para explorar una posible ruta estonia debido a la orografía sinuosa del lecho marítimo en las aguas de Finlandia, por donde inicialmente estaba trazado el trayecto.

En agosto, el consorcio anunció además que el gasoducto alterará su itinerario por cuestiones ecológicas y tendrá ocho kilómetros más de longitud ya que transcurrirá al norte y no al sur, como estaba previsto, de la isla danesa de Bornholm.

El lecho marino del Mar Báltico acoge desde la Segunda Guerra Mundial un gran número de armas químicas que, en caso de explotar, podrían causar una catástrofe ecológica de consecuencias irreversibles para la región.

Otra dificultad del proyecto radica en sincronizar el tendido de los dos tramos del gasoducto: el terrestre y el submarino.

El terrestre, de 917 kilómetros de largo, enlaza las ciudades rusas de Griazovets y Viborg (costa báltica), mientras el submarino, que tiene un ramal hasta Suecia, cruzará el Báltico hasta llegar al puerto alemán de Greifswald, tras recorrer 1.198 kilómetros.

Este tramo marítimo proseguirá después por tierra hasta Holanda y cruzará el Canal de La Mancha para abastecer con gas ruso al Reino Unido.

La capacidad inicial de este conducto es de 27.500 millones de metros cúbicos de gas natural anuales, y la corporación rusa Gazprom anunció que comenzará el bombeo de gas a finales de 2010.

Al tiempo, los países bálticos y Polonia han pedido a la Comisión Europea que presione para cambiar el trazado del NEGP, con el fin de que éste transcurra por tierra y no por el fondo del mar.

Esos países consideran que el tendido del NEGP -llamado a evitar que las exportaciones rusas dependan de las condiciones de tránsito por terceros países- es un «proyecto político», ya que no es rentable.

El NEGP permitirá a Rusia suministrar gas directamente a Europa sin depender para el tránsito de países como Ucrania, Polonia, Letonia, Lituania y Estonia, con los que Moscú mantiene relaciones tirantes.

Nord Stream AG, empresa con sede en Estocolmo, está integrada por Gazprom (51 por ciento), monopolista del sector del gas en Rusia, y las alemanas E.ON Ruhrgas y BASF, con un 24,5 por ciento, cada una.

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