España tiene el enclave idóneo para convertirse en el «hub» gasista del sur de Europa, según dice el IESE

Una de las conclusiones de este estudio, que lleva por título «Impacto del sector del gas en la competitividad y el empleo« y cuyos autores fueron José Ramón Pin, profesor del IESE, y Esperanza Suárez, colaboradora del IESE, responde a la máxima de que «el mix energético nacional no puede prescindir del gas» por ser una tecnología «clave» que, en poco más de 40 años de existencia en España, «genera puestos de trabajo de calidad, reduce las emisiones de CO2 y reduce los costes energéticos y, en consecuencia, mejora la competitividad de las empresas».

Según las cifras ofrecidas en el informe, el sector del gas aporta el 0,5% del PIB, más de 90.000 puestos de trabajo (directos e indirectos), factura 18.000 millones de euros entre su rama principal (regasificación, almacenamiento, transporte y distribución, y comercialización de gas natural) y los sectores de transformación primaria del gas (centrales de ciclo combinado y cogeneración a gas) y obtiene un Valor Añadido Bruto de entre 7.000 y 8.500 millones de euros entre estas dos actividades. Si sólo se tiene en cuenta la rama principal, el Valor Añadido Bruto supondría 5.000 millones de euros.

Además, el sector gasista tiene una capacidad de inversión de más de 1.000 millones de euros anuales, que se van sumando a los 13.163 millones de euros ahorrados desde el año 2000. De hecho, con estas inversiones, no sólo se mejoró el sector del gas, sino que también se impactó en el sector de la construcción, por estar involucrado en el despliegue de nuevas redes.

Asimismo, según se desprende del estudio de la escuela de negocios, el sector está liberalizado y es eficiente. Muestra de ello son sus precios en el sector industrial, un 15% más bajos que la media de los países de la Unión Europea. En concreto, España se sitúa como el tercer país europeo con el precio más competitivo, por detrás de Holanda y el Reino Unido.

En lo que a sectores de transformación se refiere, la facturación fue de 6.256 millones de euros en 2011, con un Valor Añadido Bruto de casi 1.000 millones de euros. Estas cifras llegaron a 9.736 millones de euros y 2.655 millones de euros respectivamente en 2008, antes de que la crisis económica se agravase.

Reto pendiente: convertir a España en el «hub» del sur de Europa

Además, recalcaron en IESE Business School que uno de los desafíos pendientes del sector es la oportunidad de negocio de nuestro país de convertirse en la puerta de entrada del gas hacia el resto de países de Europa, es decir, la posibilidad de que España sera el «hub» del gas del sur del Viejo Continente, aprovechando la amplia seguridad de suministro nacional.

Según el informe del IESE, para lograrlo sería necesario crear un mercado sin restricciones físicas ni logísticas, por lo que el incremento de las interconexiones contribuirá muy positivamente a la consecución de los objetivos energéticos de la Unión Europea, como es disminuir la dependencia de Rusia, al tiempo que sería un elemento prioritario para la integración de las energías renovables, debido a la flexibilidad que aportan las infraestructuras de GNL.

España, primer país europeo en GNL

Otro de los puntos clave que destacó el informe de la IESE Business School es que «el gas español cubre la demanda en todo momento» y supone «un factor clave cuando la dependencia energética en nuestro país alcanza el 80%».

Esto es así debido a que, en la actualidad, España es el principal país europeo en gas natural licuado (GNL) y el tercero a nivel mundial en número de terminales de regasificación (por detrás de Japón y EEUU), según los datos de la CNE, elemento que lo convierte en el país más diversificado y seguro de Europa.

Además, y según datos de 2010, el gas natural se posicionó como segunda fuente de energía primaria en España (23,6%), por detrás del petróleo (47,4%). En tercer lugar se encuentra la energía nuclear (11,7%), las renovables (11,4%) y el carbón (6,4%).

El estudio también planteó la necesidad de conseguir un marco legal estable donde los sectores puedan desarrollarse, así como adoptar la regulación europea, que tiene como fin la creación de un mercado único de la energía para Europa.

El acto, que fue presentado en la Cátedra José Felipe Bertrán de Gobierno y Liderazgo en la Administración Pública del IESE Business School, contó con las intervenciones de Guillermo Mariscal, portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Comisión de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Segura, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Comisión de Industria, Energía y Turismo y Antoni Peris, presidente de Sedigas.

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