España necesita siete veces más bosques para eliminar el CO2 que emite en un año
Así se pone de relieve en un informe elaborado por una Comisión de expertos del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) sobre la relación entre automóvil y medio ambiente, que propone una «descarbonización» del coche y medidas fiscales para reducir su impacto en el cambio climático y en la calidad del aire.
Las emisiones de CO2 procedentes del automóvil han aumentado en España cerca de un 90 por ciento entre 1990 y 2006 debido al incremento del parque automovilístico.
Este crecimiento es muy superior a la media del 50% y está también muy por encima del 15 por ciento que el Protocolo de Kioto establece para España en el horizonte del 2010.
Además, los coches generan gran parte de los gases que empeoran la calidad del aire en las ciudades, aunque sus emisiones se ha reducido de manera significativa en los últimos años.
A ello han contribuido, según el informe, las mejoras tecnológicas realizadas por los fabricantes, de forma que los coches que se venden actualmente en la Unión Europea (UE) contaminan hasta 30 veces menos por kilómetro recorrido que los fabricados hace 30 años.
El estudio incide también en la dependencia del petróleo y destaca que el 95 por ciento del transporte lo utiliza como fuente de propulsión y que copa prácticamente la mitad de la demanda de este combustible.
Las previsiones apuntan a que en 30 años se pasará de los 900 millones de vehículos actuales en el mundo a 1.800 millones, lo que repercutirá en un aumento importante de la demanda de petróleo que, sin embargo, verá limitada cada vez más su oferta y se traducirá, previsiblemente, en un fuerte incremento de los precios.
El RACC sostiene que el automóvil soporta un conjunto de impuestos importante, mediante los cuales las Administraciones públicas recaudan alrededor de 27.000 millones de euros anuales, lo que equivale a una carga media de 600 euros por habitante y año o 1.100 euros por conductor y año.
Por ello, el RACC defiende modificar la fiscalidad existente, sin aumentarla, ya que considera que hay margen suficiente para reequilibrar las figuras actuales. Así, propone una modificación del impuesto de circulación y una equiparación progresiva de la tributación específica del gasóleo y de la gasolina.
El informe plantea también por potenciar la I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) para desarrollar los vehículos híbridos, que pueden reducir el consumo en un 50 por ciento en 15 años, y apuesta sobre todo por el coche eléctrico, que puede disminuir las emisiones de CO2 en un 70 por ciento.
También aboga por promover el uso del transporte público, la moto, la bici o por caminar, por la elección responsable a la hora de comprar un vehículo, pues no todos contaminan lo mismo, y por incorporar el aprendizaje de las técnicas de Ecodriving (conducción eficiente) en la formación de los conductores.


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