Enresa asume la titularidad de Zorita para desmantelarla
Según explicó el director del desmantelamiento de José Cabrera, Manuel Rodríguez Silva, se trata del primer desmantelamiento «total» que se realiza en España, quedando el lugar limpio radiológicamente hablando en el año 2016.
La caracterización de los distintos materiales, las tareas de desmontaje, las demoliciones y la restauración de los terrenos serán algunas de las principales actividades de este proceso, en el que se generarán un total de 104.000 toneladas de materiales: 95.300 toneladas corresponderán a escombros y hormigón tradicionales, 4.700 toneladas serán chatarras convencionales y un 4%, es decir, 4.000 toneladas, serán residuos radiactivos de baja y media actividad.
Por otro lado, 218 toneladas corresponden al combustible gastado y los componentes del reactor que permanecen en el almacén temporal individualizado con el que cuenta la central.
Más del 90% del personal con el que cuenta actualmente la planta continuará trabajando durante el proceso de desmantelamiento. Además, Enresa ha subcontratado servicios con 18 empresas que ya dan trabajo a 140 personas, esperándose picos de 250 trabajadores.
El presupuesto de las obras de desmantelamiento, de acuerdo con el plan aprobado en 2003, es de 135 millones de euros.
Según Manuel Rodríguez, «la seguridad, la transparencia y el empleo» constituyen elementos fundamentales del proyecto.
Por su parte, el director de operaciones de Enresa, Alejandro Rodríguez, indicó que el desmantelamiento en España es una actividad industrial «consolidada», cuyos métodos y tecnología constituyen un «referente internacional».
De hecho, Enresa ha acometido ya desmantelamientos como el de la central nuclear de Vandellós I (Tarragona), que actualmente está en periodo de latencia; el de la Fábrica de Uranio de Andújar (Jaén), el de instalaciones obsoletas del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Madrid); así como otras restauraciones ambientales en antiguas minas de uranio.
La transferencia de titularidad que se ha producido, explicó Alejandro Rodríguez, supone el «comienzo oficial» de un proyecto en el que Enresa lleva trabajando desde el año 2002. Se culmina así, dijo, un complejo proceso administrativo en el que se han coordinado distintos organismos como la Comisión Europea, el Consejo de Seguridad Nuclear, el Ministerio de Industria Turismo y Comercio, el Ministerio de Medio Ambiente Medio Rural y Marino, la Junta de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Almonacid de Zorita.
Posibles ventajas de Yebra para albergar el ATC
Sobre si beneficiará a este proceso de desmantelamiento que el Almacén Temporal Centralizado (ATC) pueda estar en Yebra (Guadalajara), una de las poblaciones que se ha presentado como candidata, el director de Operaciones de Enresa indicó que «lo que es necesario es que haya un ATC operativo sin importar si está cerca o lejos».
Respecto a los residuos que se quedarán en Zorita, dijo que el almacén de la central nuclear tiene para cincuenta años y «por mucho que nos retrasemos (en el ATC) no llegaremos a ese tiempo».
No obstante, aclaró que los municipios del entorno de Zorita seguirán recibiendo compensaciones económicas mientras parte de los residuos que se van a retirar se tengan que quedar en el almacén de la central alcarreña.


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