Energías renovables y su potencial para la creación de empleo más cualificado

De esos diez sectores, los de construcción, turismo y transporte, son ramas productivas que actualmente tienen un gran peso en la economía española y que es imprescindible que continúen siendo puntales en los próximos años, pero reorientando y redimensionando sus productos y procesos productivos para lograr esa triple sostenibilidad.

Además de estos tres sectores que requieren cambios importantes, en el trabajo de IDEAS hemos seleccionado otros siete sectores de futuro, que entendemos tienen un alto potencial de crecimiento, tanto en términos de generación de empleo como de valor añadido. Esos siete sectores son: energías renovables, eco-industrias, tecnologías de la
información y la comunicación, biotecnología, industria aeroespacial, industrias culturales y servicios sociales
. Nuestro informe concluye que, en conjunto, estos diez sectores pueden generar hasta 2025 en torno a 3,1 millones de empleos nuevos.

Me ceñiré aquí al sector de las energías renovables. Éstas han experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años en todo el mundo y, en particular, en España. Sin embargo, si bien algunas tecnologías han alcanzado un elevado grado de desarrollo (eólica, solar, biocarburantes), otras aún se hallan en fases iniciales. En España, cuatro factores han contribuido de manera decisiva a ese despegue: el fuerte crecimiento del consumo energético a nivel mundial, el agotamiento de los recursos energéticos tradicionales, el cambio climático y la alta dependencia energética del exterior.

Aparte del ahorro y la eficiencia energética, la sustitución de fuentes energéticas convencionales por renovables es vital para lograr un mayor nivel de sostenibilidad. Nuestra propuesta es poner en marcha iniciativas inversoras y regulatorias para llegar a un modelo energético en 2050 donde el cien por cien de la producción proceda de energías renovables.

¿Cuáles son, en resumen, esas medidas?

A nivel internacional, establecer un fuerte compromiso político para que en 2020 el 50% de la producción eléctrica proceda de fuentes renovables, desarrollando de manera paralela el coche eléctrico y toda una red de puntos de recarga. Además, en relación con la lucha contra el cambio climático, Europa debería establecer un objetivo ambicioso y alcanzar el compromiso de un 30% de reducción de emisiones en 2020.

A nivel nacional, recomendamos:

Desarrollar un Sistema de Créditos Personales de Carbono, el cual funcionaría de forma similar al sistema de permisos de emisiones que opera ya en España para las empresas energéticas y las de determinadas actividades industriales. En resumen, se trata de aplicar el principio de «quien contamina, paga», pero perfeccionándolo con el principio de «quien no contamina, recibe». El sistema asignaría a cada hogar en España una cantidad de CO2 permitido por año, de forma que aquellas familias con consumos energéticos por encima de dicha asignación deberían comprar los derechos para ese exceso de emisiones contaminantes. Por el contrario, los que emitan por debajo de su asignación, percibirían ingresos en forma de devolución fiscal.

Reconocer un nuevo derecho de ciudadanía para generar y distribuir electricidad, para que todos los ciudadanos que lo deseen puedan generar su propia electricidad, y utilizarla o venderla a empresas de distribución, dentro de un nuevo modelo de negocio.

Crear Ámbitos Territoriales Libres de Emisiones, que, en resumen, es elegir un territorio de tamaño mediano/pequeño, preferentemente una isla, y declararlo espacio libre de emisiones, con un uso 100% energías renovables.

Promover la instalación de 700.00 techos solares entre 2010 y 2015 mediante subvenciones parciales del coste a la rehabilitación integral de los inmuebles con criterio de eficiencia energética.

Alcanzar el objetivo de dos millones de vehículos eléctricos en 2025, desarrollando al tiempo redes de recarga necesarias.

¿Cuántos empleos pueden generar las renovables aplicando estas medidas?

Un impulso decidido al desarrollo de las energías renovables puede llevar a este sector, que actualmente supone un 0,7% del PIB español, hasta un 2% en 2025. Esto conllevaría una importante creación de nuevos empleos netos que hemos cuantificado en el informe de la Fundación IDEAS.

Por un lado, hay que considerar que las energías renovables son en general más intensivas en mano de obra que las convencionales, en parte porque no han alcanzado aún el grado suficiente de eficiencia en costes y en parte porque, por ahora, la vida útil de las instalaciones de energías renovables es más corta que la de las convencionales. No obstante, al hacer un balance de impacto sobre el empleo, debe tenerse en cuenta que la transición hacia un sistema 100% renovable conllevará también la destrucción de empleo en sectores de energías convencionales, como así se ha considerado en nuestro trabajo.

Según nuestras estimaciones, una transformación del actual sistema energético español a uno basado en 100% renovables supondría la creación de 560.700 empleos directos y 638.000 indirectos en 2050. Considerando factible al menos el 40% de ese objetivo en 2025, entendemos que, partiendo de los 85.000 empleos directos actuales, podríamos llegar hasta 337.000 empleos, lo que supondría la creación, en 15 años, de 252.000 empleos adicionales. De estos nuevos empleos, el perfil de formación que se requerirá es un 32% de trabajadores con estudios superiores, 43% con estudios medios y 25% con estudios primarios.

En conclusión, las cifras sobre creación neta de puestos de trabajo directos en el sector energético muestran que este es un sector estratégico que debemos impulsar, aunque únicamente sea por las oportunidades de creación de empleo para la próxima década. Si a esto le añadimos otras dimensiones, como la diversificación del tejido industrial vinculado a las renovables, la independencia de fuentes de suministro energético, y la contribución a la reducción de emisiones, las energías renovables son una apuesta de futuro para España. Ahora se requiere el esfuerzo de todos para avanzar en ese dirección y consolidar nuestro liderazgo en un área de creciente competencia mundial.

Energías renovables y su potencial para la creación de empleo más cualificado

De esos diez sectores, los de construcción, turismo y transporte, son ramas productivas que actualmente tienen un gran peso en la economía española y que es imprescindible que continúen siendo puntales en los próximos años, pero reorientando y redimensionando sus productos y procesos productivos para lograr esa triple sostenibilidad.

Además de estos tres sectores que requieren cambios importantes, en el trabajo de IDEAS hemos seleccionado otros siete sectores de futuro, que entendemos tienen un alto potencial de crecimiento, tanto en términos de generación de empleo como de valor añadido. Esos siete sectores son: energías renovables, eco-industrias, tecnologías de la
información y la comunicación, biotecnología, industria aeroespacial, industrias culturales y servicios sociales
. Nuestro informe concluye que, en conjunto, estos diez sectores pueden generar hasta 2025 en torno a 3,1 millones de empleos nuevos.

Me ceñiré aquí al sector de las energías renovables. Éstas han experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años en todo el mundo y, en particular, en España. Sin embargo, si bien algunas tecnologías han alcanzado un elevado grado de desarrollo (eólica, solar, biocarburantes), otras aún se hallan en fases iniciales. En España, cuatro factores han contribuido de manera decisiva a ese despegue: el fuerte crecimiento del consumo energético a nivel mundial, el agotamiento de los recursos energéticos tradicionales, el cambio climático y la alta dependencia energética del exterior.

Aparte del ahorro y la eficiencia energética, la sustitución de fuentes energéticas convencionales por renovables es vital para lograr un mayor nivel de sostenibilidad. Nuestra propuesta es poner en marcha iniciativas inversoras y regulatorias para llegar a un modelo energético en 2050 donde el cien por cien de la producción proceda de energías renovables.

¿Cuáles son, en resumen, esas medidas?

A nivel internacional, establecer un fuerte compromiso político para que en 2020 el 50% de la producción eléctrica proceda de fuentes renovables, desarrollando de manera paralela el coche eléctrico y toda una red de puntos de recarga. Además, en relación con la lucha contra el cambio climático, Europa debería establecer un objetivo ambicioso y alcanzar el compromiso de un 30% de reducción de emisiones en 2020.

A nivel nacional, recomendamos:

Desarrollar un Sistema de Créditos Personales de Carbono, el cual funcionaría de forma similar al sistema de permisos de emisiones que opera ya en España para las empresas energéticas y las de determinadas actividades industriales. En resumen, se trata de aplicar el principio de «quien contamina, paga», pero perfeccionándolo con el principio de «quien no contamina, recibe». El sistema asignaría a cada hogar en España una cantidad de CO2 permitido por año, de forma que aquellas familias con consumos energéticos por encima de dicha asignación deberían comprar los derechos para ese exceso de emisiones contaminantes. Por el contrario, los que emitan por debajo de su asignación, percibirían ingresos en forma de devolución fiscal.

Reconocer un nuevo derecho de ciudadanía para generar y distribuir electricidad, para que todos los ciudadanos que lo deseen puedan generar su propia electricidad, y utilizarla o venderla a empresas de distribución, dentro de un nuevo modelo de negocio.

Crear Ámbitos Territoriales Libres de Emisiones, que, en resumen, es elegir un territorio de tamaño mediano/pequeño, preferentemente una isla, y declararlo espacio libre de emisiones, con un uso 100% energías renovables.

Promover la instalación de 700.00 techos solares entre 2010 y 2015 mediante subvenciones parciales del coste a la rehabilitación integral de los inmuebles con criterio de eficiencia energética.

Alcanzar el objetivo de dos millones de vehículos eléctricos en 2025, desarrollando al tiempo redes de recarga necesarias.

¿Cuántos empleos pueden generar las renovables aplicando estas medidas?

Un impulso decidido al desarrollo de las energías renovables puede llevar a este sector, que actualmente supone un 0,7% del PIB español, hasta un 2% en 2025. Esto conllevaría una importante creación de nuevos empleos netos que hemos cuantificado en el informe de la Fundación IDEAS.

Por un lado, hay que considerar que las energías renovables son en general más intensivas en mano de obra que las convencionales, en parte porque no han alcanzado aún el grado suficiente de eficiencia en costes y en parte porque, por ahora, la vida útil de las instalaciones de energías renovables es más corta que la de las convencionales. No obstante, al hacer un balance de impacto sobre el empleo, debe tenerse en cuenta que la transición hacia un sistema 100% renovable conllevará también la destrucción de empleo en sectores de energías convencionales, como así se ha considerado en nuestro trabajo.

Según nuestras estimaciones, una transformación del actual sistema energético español a uno basado en 100% renovables supondría la creación de 560.700 empleos directos y 638.000 indirectos en 2050. Considerando factible al menos el 40% de ese objetivo en 2025, entendemos que, partiendo de los 85.000 empleos directos actuales, podríamos llegar hasta 337.000 empleos, lo que supondría la creación, en 15 años, de 252.000 empleos adicionales. De estos nuevos empleos, el perfil de formación que se requerirá es un 32% de trabajadores con estudios superiores, 43% con estudios medios y 25% con estudios primarios.

En conclusión, las cifras sobre creación neta de puestos de trabajo directos en el sector energético muestran que este es un sector estratégico que debemos impulsar, aunque únicamente sea por las oportunidades de creación de empleo para la próxima década. Si a esto le añadimos otras dimensiones, como la diversificación del tejido industrial vinculado a las renovables, la independencia de fuentes de suministro energético, y la contribución a la reducción de emisiones, las energías renovables son una apuesta de futuro para España. Ahora se requiere el esfuerzo de todos para avanzar en ese dirección y consolidar nuestro liderazgo en un área de creciente competencia mundial.

Energías renovables y su potencial para la creación de empleo más cualificado

De esos diez sectores, los de construcción, turismo y transporte, son ramas productivas que actualmente tienen un gran peso en la economía española y que es imprescindible que continúen siendo puntales en los próximos años, pero reorientando y redimensionando sus productos y procesos productivos para lograr esa triple sostenibilidad.

Además de estos tres sectores que requieren cambios importantes, en el trabajo de IDEAS hemos seleccionado otros siete sectores de futuro, que entendemos tienen un alto potencial de crecimiento, tanto en términos de generación de empleo como de valor añadido. Esos siete sectores son: energías renovables, eco-industrias, tecnologías de la
información y la comunicación, biotecnología, industria aeroespacial, industrias culturales y servicios sociales
. Nuestro informe concluye que, en conjunto, estos diez sectores pueden generar hasta 2025 en torno a 3,1 millones de empleos nuevos.

Me ceñiré aquí al sector de las energías renovables. Éstas han experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años en todo el mundo y, en particular, en España. Sin embargo, si bien algunas tecnologías han alcanzado un elevado grado de desarrollo (eólica, solar, biocarburantes), otras aún se hallan en fases iniciales. En España, cuatro factores han contribuido de manera decisiva a ese despegue: el fuerte crecimiento del consumo energético a nivel mundial, el agotamiento de los recursos energéticos tradicionales, el cambio climático y la alta dependencia energética del exterior.

Aparte del ahorro y la eficiencia energética, la sustitución de fuentes energéticas convencionales por renovables es vital para lograr un mayor nivel de sostenibilidad. Nuestra propuesta es poner en marcha iniciativas inversoras y regulatorias para llegar a un modelo energético en 2050 donde el cien por cien de la producción proceda de energías renovables.

¿Cuáles son, en resumen, esas medidas?

A nivel internacional, establecer un fuerte compromiso político para que en 2020 el 50% de la producción eléctrica proceda de fuentes renovables, desarrollando de manera paralela el coche eléctrico y toda una red de puntos de recarga. Además, en relación con la lucha contra el cambio climático, Europa debería establecer un objetivo ambicioso y alcanzar el compromiso de un 30% de reducción de emisiones en 2020.

A nivel nacional, recomendamos:

Desarrollar un Sistema de Créditos Personales de Carbono, el cual funcionaría de forma similar al sistema de permisos de emisiones que opera ya en España para las empresas energéticas y las de determinadas actividades industriales. En resumen, se trata de aplicar el principio de «quien contamina, paga», pero perfeccionándolo con el principio de «quien no contamina, recibe». El sistema asignaría a cada hogar en España una cantidad de CO2 permitido por año, de forma que aquellas familias con consumos energéticos por encima de dicha asignación deberían comprar los derechos para ese exceso de emisiones contaminantes. Por el contrario, los que emitan por debajo de su asignación, percibirían ingresos en forma de devolución fiscal.

Reconocer un nuevo derecho de ciudadanía para generar y distribuir electricidad, para que todos los ciudadanos que lo deseen puedan generar su propia electricidad, y utilizarla o venderla a empresas de distribución, dentro de un nuevo modelo de negocio.

Crear Ámbitos Territoriales Libres de Emisiones, que, en resumen, es elegir un territorio de tamaño mediano/pequeño, preferentemente una isla, y declararlo espacio libre de emisiones, con un uso 100% energías renovables.

Promover la instalación de 700.00 techos solares entre 2010 y 2015 mediante subvenciones parciales del coste a la rehabilitación integral de los inmuebles con criterio de eficiencia energética.

Alcanzar el objetivo de dos millones de vehículos eléctricos en 2025, desarrollando al tiempo redes de recarga necesarias.

¿Cuántos empleos pueden generar las renovables aplicando estas medidas?

Un impulso decidido al desarrollo de las energías renovables puede llevar a este sector, que actualmente supone un 0,7% del PIB español, hasta un 2% en 2025. Esto conllevaría una importante creación de nuevos empleos netos que hemos cuantificado en el informe de la Fundación IDEAS.

Por un lado, hay que considerar que las energías renovables son en general más intensivas en mano de obra que las convencionales, en parte porque no han alcanzado aún el grado suficiente de eficiencia en costes y en parte porque, por ahora, la vida útil de las instalaciones de energías renovables es más corta que la de las convencionales. No obstante, al hacer un balance de impacto sobre el empleo, debe tenerse en cuenta que la transición hacia un sistema 100% renovable conllevará también la destrucción de empleo en sectores de energías convencionales, como así se ha considerado en nuestro trabajo.

Según nuestras estimaciones, una transformación del actual sistema energético español a uno basado en 100% renovables supondría la creación de 560.700 empleos directos y 638.000 indirectos en 2050. Considerando factible al menos el 40% de ese objetivo en 2025, entendemos que, partiendo de los 85.000 empleos directos actuales, podríamos llegar hasta 337.000 empleos, lo que supondría la creación, en 15 años, de 252.000 empleos adicionales. De estos nuevos empleos, el perfil de formación que se requerirá es un 32% de trabajadores con estudios superiores, 43% con estudios medios y 25% con estudios primarios.

En conclusión, las cifras sobre creación neta de puestos de trabajo directos en el sector energético muestran que este es un sector estratégico que debemos impulsar, aunque únicamente sea por las oportunidades de creación de empleo para la próxima década. Si a esto le añadimos otras dimensiones, como la diversificación del tejido industrial vinculado a las renovables, la independencia de fuentes de suministro energético, y la contribución a la reducción de emisiones, las energías renovables son una apuesta de futuro para España. Ahora se requiere el esfuerzo de todos para avanzar en ese dirección y consolidar nuestro liderazgo en un área de creciente competencia mundial.

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