Energía en la sombra

Se trata de una figura que, en el fútbol, tendría su símil en el sistema defensivo de «marcaje al hombre» o «por zonas», en lo que se refiere a las áreas de responsabilidad del actual Ejecutivo. En este sentido, la pregunta es quién sería el responsable en ese gobierno en la sombra en el PSOE del marcaje de la energía y, en el caso del sistema de marcaje al hombre, del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria.

A este anuncio, hay que unir dos hechos relevantes que trazan los primeros pasos en la andadura de Pedro Sánchez: por un lado, la requisitoria para que se revise el papel de la energía nuclear en España, el ejercicio de presentación de forma explícita de las líneas ideológicas en energía que seguirá Sánchez (incluyendo su posición antimercado y antiliberalización en el sector energético inspirado en los sectores más retroprogresivos del PSOE) y, por otro lado, el voto de los eurodiputados socialistas españoles contrario a la elección de Jean Claude Juncker, más la justificación de la decisión por parte del propio Sánchez en la lectura que él mismo ha realizado de la opinión de las bases socialistas (¿?).

Algo que nos lleva a plantearnos si esta nueva legislatura europea va a suponer que los eurodiputados españoles socialistas van a abandonar los criterios de la formación europea con la que concurrían en las elecciones, siempre que las bases patrias del Partido Socialista Obrero Español tengan una opinión respecto a algo, o el secretario general del Partido y su Ejecutiva infieran que tienen una reunión respecto a algo. El ejercicio acuciante de la aparición de la nueva formación política Podemos, con el nombre de Pablo Iglesias a la cabeza como catalizador de la brújula de Pedro Sánchez, acaba conformando una versión casticista del socialismo europeo con la coartada de la opinión ciudadana y de las redes.

Quiere decirse que si el Partido Socialista Obrero Español se ha podido inclinar por votar en contra del candidato de consenso de su propia formación, también podría intentar desplegar sus movimientos contra las directivas europeas sobre energía, liberalización sectorial, separación de actividades energéticas y sobre la integración de mercados de la energía en el continente.

Así las cosas, estas primeras señales nos pueden llevar a tener en cuenta a nombres para esa cartera en forma de «alter ego» de José Manuel Soria, como Cristina Narbona, Alberto Carbajo, Antonio Fernández Segura o Ignasi Nieto. Incluso, Pedro Sánchez nos puede plantear como «novedad» que, de cara a plantear ese relevo generacional en esta área, la energía en ese gobierno en la sombra sea conducida por el propio Hugo Morán. En cualquiera de las alternativas, siempre con el asesoramiento de Jorge y Natalia Fabra o Pedro Marín. ¿Quién sabe?

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