Electricité de France acuerda con las grandes industrias,reunidas en el consorcio Exeltium, la venta de electricidad a largo plazo

Las empresas grandes consumidoras de energía implantadas en Francia, reunidas en el consorcio Exeltium, han llegado a un acuerdo con Electricité de France (EDF) sobre las condiciones de los contratos de compra de energía a largo plazo que les habían enfrentado en los últimos meses. El acuerdo debe ser finalizado en las próximas semanas entre las dos partes, así como con otros operadores asociados y con los bancos para que puedan aplicarse al abastecimiento durante el segundo trimestre de este año, explicaron hoy EDF y Exeltium en un comunicado común.

Las siete empresas del consorcio (Air Liquide, Alcan, Arcelor Mittal, Arkema, Rhodia, Solvay y UPM Kymmene) y el gigante eléctrico no precisaron las condiciones de este compromiso y se limitaron a indicar que establece «una asociación industrial y comercial a largo plazo, en particular en términos de volumen, de precios y de reparto de riesgos industriales». Según «Les Echos«, EDF y Exeltium han fijado un precio en torno a los 37 euros por megavatio hora para un volumen de electricidad que debería ser muy superior a la quincena de teravatios hora que se había comprometido a vender durante quince años la compañía eléctrica en la licitación lanzada por los grupos electro-intensivos la pasada primavera. En ese sentido, las partes recordaron que el acuerdo pone fin a la fase de negociaciones que se había abierto con las licitaciones lanzadas el pasado mes de mayo por Exeltium para que se manifestaran grupos generadores susceptibles de venderles electricidad a largo plazo.

Finalmente, los grupos industriales no recibieron ofertas más que de EDF por los citados 15 teravatios hora, y del belga Electrabel (filial de Suez), el italiano Enel y la asociación franco-austríaca formada por Poweo y Verbund, que juntos proponían únicamente tres teravatios hora.

Exeltium se creó con el visto bueno del Gobierno francés para hacer presión en común y obligar a EDF (de titularidad estatal) a aplicar precios «razonables» una vez que llegaban a término los contratos de aprovisionamiento de electricidad a largo plazo que tenían vinculados a los costos de producción del parque nuclear francés, que representa el 80% de la producción del país. Sin embargo, las nuevas condiciones del mercado -de las que no es ajena la apertura a la competencia prodigada por la Unión Europea– amenazaban con elevar muy fuertemente la factura para esas empresas grandes consumidoras de energía. Una de las cuestiones de este acuerdo, precisamente, será la reacción que puede provocar en la Comisión Europea.