El sector fotovoltaico sale a la calle y protesta contra la reforma energética
La marcha, que transcurrió en Madrid desde la Plaza de Lima hasta Cuzco, donde se encuentra el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, fue convocada por la Asociación Nacional de Productores e Inversores de Energía Renovable (ANPIER) para que se respeten los «legítimos derechos» del sector.
El pasado 6 de junio el Gobierno aprobó el cambio retributivo del régimen especial (renovables, cogeneración y residuos) que sustituye el sistema de primas por una rentabilidad razonable a lo largo de la vida útil de la planta, con lo que prevé ahorrar anualmente 1.700 millones de euros. El sector advirtió de que ese Real Decreto sobre renovables, cogeneración y residuos ahonda en la inseguridad jurídica.
«Reclamamos la seguridad jurídica que ha sido mancillada por el PP tras una reforma injusta y arbitraria, que perjudica a 62.000 familias» que invirtieron sus ahorros en el desarrollo y generación de energía solar fotovoltaica, según explicó el presidente de ANPIER, Miguel Ángel Martínez-Aroca, que reveló que la situación es «dramática» para estas familias que «ven cómo no pueden hacer nada frente a las obligaciones contraídas con la banca» y que se sienten «engañados por el propio Estado».
Ramón Rosell, uno de estos afectados por las medidas del Gobierno, explicó que en el año 2008, cuando su familia invirtió en una planta renovable sí podían hacer frente a las condiciones pactadas con el banco a la hora de financiar la explotación, pero ahora «gracias a las condiciones impuestas por el Gobierno» están «a punto de perderlo todo».
A la marcha asistieron algunos representantes del partido Equo, entre ellos su dirigente Juan López de Uralde, quien criticó que «el Gobierno beneficie con sus políticas a los intereses de las eléctricas y más aún cuando las energías renovables suponen para España empleo, futuro y respeto al medio ambiente».
Al término de la protesta, a la que acudieron pequeños productores de energía renovable de toda España, se guardó un minuto de silencio frente al Ministerio de Industria contra la reforma, además de la lectura de un manifiesto contra las medidas del ministro de Industria, José Manuel Soria.
Martínez-Aroca, que leyó dicho manifiesto, reclamó que la política energética de España «pase a ser una verdadera política de Estado y no la imposición caprichosa de unas pocas personas, que no cuentan ni siquiera con el consenso de su propio partido y sí con el beneplácito de un reducido grupo de empresas».
Además, solicitó «que se tomen medidas efectivas para que la generación eléctrica no sea exclusivamente una actividad del ámbito de media docena de grandísimas empresas y que se democratice su participación y competencia».
Los reales decretos que regulan estas inversiones «se convirtieron en papel mojado» al ser «un rosario interminable de normas retroactivas» que han mermado los retornos garantizados por el Estado hasta en un 50%, indicó Martínez-Aroca.
Los manifestantes, ataviados con camisetas amarillas, colapsaron el carril lateral del Paseo de la Castellana portando pancartas en contra de la nueva legislación y lanzando gritos en contra del ministro Soria, además de ir acompañados por una banda de música que interpretaba marchas fúnebres.

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