El CSN no ha recibido la solicitud presentada por Nuclenor para la reapertura de la central de Garoña

El departamento de José Manuel Soria todavía no ha remitido al CSN la solicitud de reapertura de la planta para su valoración y posterior elaboración de un informe, según confirmaron fuentes del organismo.

No obstante, el CSN ya tiene conocimiento de dicha solicitud, puesto que, como suele hacerse en este tipo de procedimientos, la empresa ha enviado «por cortesía» una copia de la documentación.

El Consejo de Administración de Nuclenor, sociedad participada al 50% por Endesa e Iberdrola, solicitó el pasado martes la renovación de la autorización de explotación de Garoña, cuya actividad se encuentra paralizada desde 2012, para continuar en funcionamiento hasta el año 2031, cuando la planta alcanzaría los 60 años de antigüedad.

El ministro de Industria, José Manuel Soria, aseguró esta semana que el informe del CSN, que girará en torno a la seguridad de la central, no estará listo probablemente «antes de un año».

Por el momento, la solicitud está siendo estudiada por la Dirección General de Políticas y Minas, hasta que Industria lo envíe al CSN, que «debe hacer un informe muy exhaustivo», pues la reapertura o cierre de la central dependerá del cumplimiento de las condiciones de seguridad nuclear, apuntó Soria.

Garoña produce un 6% de la producción nuclear española

La electricidad producida en Garoña equivale al 6% de la producción nuclear española y unas 1.500 familias dependen directa o indirectamente del funcionamiento de la instalación, cuya actividad se encuentra paralizada desde diciembre de 2012.

El conjunto del impacto económico en los últimos diez años de la planta en su entorno se sitúa por encima de los 355,5 millones de euros destinados a compras, contrataciones, empleo, impuestos y tasas, y más de 1.500 familias dependen del funcionamiento de esta instalación, según informó el Foro de la Industria Nuclear Española.

El alcalde del Valle de Tobalina, municipio donde se ubica la central, Rafael González, señaló que la reapertura de la planta puede ser un «alivio» para las familias sin trabajo, si bien consideró «primordial» garantizar la seguridad y reclamó inversión en la zona.

El Foro Nuclear celebró la solicitud de renovación de la autorización de explotación de Garoña presentada por el Consejo de Administración de Nuclenor, sociedad titular de la planta y participada al 50% por Endesa e Iberdrola.

La solicitud se realiza para un periodo que finalizaría el 2 de marzo de 2031, fecha en la que la central nuclear cumpliría 60 años de explotación comercial, si bien por el momento está siendo estudiada por la Dirección General de Políticas y Minas, hasta que el Ministerio de Industria lo remita al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que emitirá un informe relativo a las condiciones de seguridad de Garoña.

Las centrales nucleares españolas aportaron el 20,86% de la electricidad en la cobertura de la demanda en la península en el pasado año, en concreto, con una potencia de 7.864 megavatios (MW), la energía nuclear supone el 7,27% de la potencia total instalada en España.

Parlamento de Navarra en contra

La Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra aprobó una declaración institucional por la que la Cámara foral vuelve a mostrar su «más profundo rechazo» a la «prolongación de la vida útil de la central nuclear de Garoña».

El texto fue presentado por Bildu y Aralar-NaBai y contó con los votos a favor de PSN, Bildu, Aralar-NaBai e I-E mientras que UPN y PPN lo han hecho en contra.

Según recoge la declaración, «el Parlamento de Navarra vuelve a mostrar su más profundo rechazo a la prolongación de la vida útil de la central nuclear de Garoña». Y advierte de que, en el supuesto caso de que los planes de Nuclenor se lleven adelante en lo relativo a la apertura de la central nuclear de Garoña, el Parlamento foral «actuará en consecuencia y animará a la ciudadanía y al conjunto de las instituciones navarras a romper toda relación contractual con Iberdrola y Endesa; y en su lugar, a contratar servicios eléctricos con otras compañías y otros proveedores que no estén relacionados con la central nuclear de Santa María de Garoña».

En declaraciones a los medios de comunicación, el socialista Juan José Lizarbe manifestó que «hace tiempo que esta cuestión debía estar solucionada» y opinó que «el futuro no pasa por tener abiertas viejas centrales, sino por apostar por otras fuentes de energía«.

Por su parte, la portavoz de Bildu Bakartxo Ruiz consideró una «temeridad» y un «atropello» prolongar la central y señaló que «Navarra no se puede abstraer porque puede afectar directamente a nuestros agricultores y a nuestra industria».

El parlamentario de I-E José Miguel Nuin mostró su desacuerdo con «la reapertura» de la central ya que «hay problemas de riesgo». «Es una central muy antigua y aquí no pueden primar los intereses de las grandes energéticas, sino la seguridad y otros elementos», añadió.

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