Durao Barroso pide un «esfuerzo» a Rusia y Ucrania para que acepten la propuesta que ofrece la UE

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, equiparó la trascendencia del conflicto entre Rusia y Ucrania con la caída del Muro de Berlín, por lo que reclamó un «esfuerzo» a ambos gobiernos para que acepten la propuesta de entendimiento ofrecida por Bruselas, después de que Moscú haya cortado el suministro de gas a los ucranianos. José Manuel Durao Barroso indicó que hace unos días mantuvo una reunión con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la que le explicó lo importante que sería que ambos países aceptaran la propuesta europea. «Pero es una decisión que tienen que tomar Ucrania y Rusia», añadió el presidente de la Comisión.

«La propuesta del Comisario europeo de Energía, Güther Oettinger, es buena y garantiza que Rusia pueda cobrar los pagos atrasados de Ucrania y que Ucrania pueda tener un gas a precio razonable, más cerca del mercado, y no a un coste exorbitante», aseguró Barroso. Por ello, insistió en que la Unión Europea está mediando entre ambos gobiernos y estableciendo contactos también con el consorcio gasista ruso Gazprom, a lo que añadió que le gustaría que todas las partes aceptaran el acuerdo que se les ofrece.

Moscú rechaza el último compromiso

Según la propuesta de Bruselas, Ucrania debía pagar a Gazprom este mismo lunes 1.000 millones de dólares. El resto de facturas atrasadas, entre 2.000 y 3.000 millones, se abonarían en seis tramos adicionales de aquí a final de año. Además, la Comisión había propuesto fijar un doble precio para el gas ruso enviado a Kiev: 385 dólares por 1.000 metros cúbicos en invierno y 300 dólares en verano. Ucrania estaba dispuesta a aceptar este compromiso, pero Rusia se ha negado de momento, según la versión del Ejecutivo comunitario. Moscú exige el pago inmediato de 1.900 millones de dólares y un precio único de 385 dólares.

«Esperamos que pronto podremos continuar con las consultas trilaterales», aseguró la portavoz de Energía de la Comisión, Sabine Berger. El Ejecutivo comunitario está dispuesto a «seguir actuando como mediador en este diálogo para facilitar un compromiso», aunque de momento no se ha fijado ninguna nueva fecha, apuntó. De momento, el suministro de gas ruso a la Unión Europea se mantiene «normal» y Rusia no ha activado el mecanismo de alerta temprana para avisar de posibles interrupciones. El nivel de almacenamiento de gas en Ucrania asciende a 13.500 millones de metros cúbicos. Bruselas considera que para garantizar la seguridad de suministro en la Unión Europea durante el invierno, este nivel debe subir durante el verano hasta 18.000-20.000 millones de metros cúbicos. El próximo viernes se reunirán en Bruselas los expertos en gas de los 28 para examinar los pasos a seguir.

«Rusia utiliza el gas contra Ucrania»

El comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, acusó a Rusia de utilizar el sector energético como arma política contra Ucrania, algo que consideró «inaceptable». «Tenemos que ser capaces de darnos cuenta de que Rusia utiliza la energía como arma, no contra la Unión Europea, pero sí decididamente contra Ucrania, y esto es inaceptable», señaló Oettinger en su discurso inaugural del noveno Foro Energético Europeo, que se celebra en Bratislava. La Unión Europea interpretó así en clave política el hecho de que Rusia cumpliera su amenaza y cortara por impago los suministros de gas a Ucrania. Rusia, según señaló Gazprom, esperan que dicha medida no afecte a los países comunitarios europeos que importan combustible ruso a través de los gasoductos ucranianos.

El eurocomisario alemán aseguró que se va a seguir «hablando de precios en el futuro, a pesar de que existen todavía algunas diferencias entre Ucrania y Rusia». Oettinger reconoció que «no sería nada bueno que se cortara el suministro en los próximos meses» e insistió en que, para evitarlo, se va a seguir negociando en las próximas semanas mediante tanteos bilaterales en los que se sondeará «si tiene sentido que ambos países vuelvan a sentarse en la mesa de negociación». Y también añadió: «A pesar de las dificultades políticas, en la esfera del gas creo que podemos llegar a un acuerdo y que quede fuera de las sanciones», en referencia a las sanciones impuestas por la Unión Europea a Moscú por la anexión de Crimea.

Oettinger insiste en alcanzar acuerdo

Günther Oettinger insistió en la necesidad alcanzar un compromiso entre Rusia y Ucrania e indicó que la falta de flexibilidad en las negociaciones impidió un acuerdo. «Con más flexibilidad sería posible un acuerdo. Sigo con la ambición de que se siga negociando. Si no llenamos ahora los depósitos de gas ucranianos, tendremos probablemente problemas en el invierno», aseveró el comisario. Por ello aseguró que habrá más negociaciones trilaterales en junio y que ahora hay que «analizar» la situación. «Quiero acercarme a ambas partes y presentar nuevas propuestas en la cumbre europea de la semana que viene», dijo el comisario. A su vez, expresó su «plena confianza» en el nuevo presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y destacó que Ucrania dice sentirse comprometida con todos los acuerdos internacionales para el tránsito de gas porque cobra tasas por ello.

Oettinger reclamó a Rusia más reflexión sobre la propuesta europea. «Por eso, mi llamamiento a Rusia a investigar si después de notables acercamientos nuestra propuesta, con algunos cambios, no sería aceptable para ellos y para su intereses», manifestó el comisario europeo, que pidió a Moscú que valore que Ucrania habría aceptado la propuesta europea de pagar a partir de ahora siempre por adelantado por el gas natural que reciba del gigante ruso Gazprom.»Esto fue difícil pero aceptable para Ucrania, pero no aceptable para Rusia. Con más flexibilidad y voluntad para alcanzar un acuerdo, podríamos seguir con esta base y llegar a un entendimiento en las próximas semanas», aseguró Oettinger. «Creo que para Rusia sería mejor tener mañana mil millones y el resto en seis meses, además de la garantía de un pago puntual a un precio justo», agregó el comisario.

Según el comisario europeo, el peligro real de los próximos meses es que Ucrania se suministre con el gas almacenado para el invierno, lo que no es ilegal según los acuerdos suscritos. En ese caso, los almacenes destinados al mercado europeo se irían vaciando de cara al invierno, lo que podría causar un corte de suministro justo en la temporada de mayor consumo y necesidad de gas, advirtió el comisario europeo.

El suministro alemán, sin peligro

El Gobierno alemán no cree que la crisis entre Ucrania y Rusia afecte el suministro de gas a Alemania, pese que las negociaciones entre Kiev y Moscú, con la mediación de la Unión Europea, no llegaran a un acuerdo y Rusia interrumpiera sus suministros a Ucrania. «No vemos ningún peligro para el suministro de gas a Alemania», manifestó Tobias Dünov, portavoz del ministerio de Economía. Además, Alemania no considera las negociaciones definitivamente suspendidas, sino tan sólo interrumpidas provisionalmente sin resultado.

«No vemos que las negociaciones hayan fracasado, sencillamente no se llegó todavía a un acuerdo», dijo el viceportavoz del Gobierno germano, Georg Streiter, que recordó que Oettinger quiere relanzar las negociaciones lo más pronto posible. Actualmente, los depósitos de gas alemán están un 75% llenos, lo que significa que el país tendría reservas para varios meses. La mitad de las exportaciones de gas de Rusia hacia Europa pasan por gasoductos ucranianos. En 2013, un 38% de las importaciones de gas alemanas y un 30% de las europeas provinieron de Rusia.

EEUU insta a Rusia a retomar las negociaciones

Por su parte, el gobierno estadounidense instó a Rusia a «regresar» a la mesa de negociaciones con Ucrania tras el corte de suministro de gas natural anunciado por Moscú.

«Instamos a Rusia a regresar a las negociaciones con Ucrania sobre el suministro de gas natural que han sido coordinadas por la Unión Europea», afirmó Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado.

Psaki señaló que las autoridades europeas «están trabajando con ambas partes para alcanzar un compromiso competitivo que asuma el precio de mercado y los pagos».

La funcionaria estadounidense apuntó que la propuesta europea que Ucrania ha aceptado «es justa y razonable» por lo que, agregó, «urgimos a Rusia» a que se vuelva a involucrar en estas negociaciones.

«Creemos que una conclusión de estas conversaciones y una reanudación de las mismas son un paso necesario para avanzar», reiteró Psaki.

Sin consecuencia alguna para España

La Asociación Española del Gas (Sedigas) recordó que el corte de suministro de gas ruso a Ucrania no afecta «en absoluto» a España, al no recibir gas de Rusia y al estar «muy bien provista», recibiendo gas durante el año pasado de 11 países diferentes y contando además con seis plantas de regasificación en funcionamiento.

En España, aproximadamente el 54% del gas natural que llega al país lo hace a través de gasoducto, en su mayor parte de origen argelino, mientras que el 46% restante lo hace mediante el gas natural licuado (GNL), a través de buques metaneros que utilizan una de las regasificadoras que hay en la costa de España. Éstas se localizan en Sagunto (Comunidad Valenciana), Huelva, Cartagena (Murcia), Barcelona, Bilbao y Mugardos (A Coruña), y serían siete con la de El Musel (Asturias), que se encuentra en estos momentos en hibernación, del total de 22 de Europa.

Además, desde Sedigas destacaron que España tiene en la actualidad capacidad de interconexión para circular 5,4 bcm (mil millones de metros cúbicos), si bien con la ampliación del gaseoducto por Irún podría aumentarla hasta los 7,1 bcm. De igual forma, si finalmente avanza el proyecto Midcat, la conexión por Cataluña entre el Magreb y Francia, la capacidad con Europa podría duplicarse, hasta contar con un total de 14 bcm en España, cuyo consumo ascendió a 28,5 bcm en 2013. «España tiene capacidad de vehicular gas a Europa», destacaron desde Sedigas.

Algunos de los países que se verán afectados por el corte de suministro de gas a Rusia son Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania y Eslovaquia, al recibir el 100% del gas desde Rusia. En una situación similar se encontrarían Bulgaria y Hungría, con una dependencia del 90%, mientras que otros países, como Alemania, Turquía e Italia, reciben grandes cantidades de gas ruso pero no dependen de su paso por Ucrania. En Europa, el 27% del consumo procede de Rusia, un 23% de Noruega y el 33% restante es de producción propia.

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