Dos universidades españolas determinan el método idóneo para conducir de una manera eficiente

La conducción eficiente consiste en adquirir una serie de hábitos al volante que permiten reducir el consumo de combustible. En el caso del transporte público, estas medidas resultan especialmente relevantes porque permiten disminuir el impacto ambiental generado por las emisiones contaminantes de CO2 y reducir los costes vinculados al combustible, cuyo incremento en el precio normalmente repercute en el ciudadano a través de un aumento en las tarifas del servicio.

Investigadores de la Universidad de Oviedo y de la UNED, junto a la empresa ADN Mobile Solutions, han desarrollado un sistema de aprendizaje para reducir el consumo energético mediante técnicas de conducción eficientes. La novedad de la metodología presentada consiste en combinar sesiones presenciales con una plataforma virtual de apoyo y con un dispositivo a bordo del vehículo para alcanzar una eficacia a largo plazo.

Para evaluar el sistema, 34 conductores de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos de Gijón se sometieron, durante un año, a este novedoso programa. En primer lugar estos 34 conductores asistieron a un seminario donde se expusieron los fundamentos de la conducción eficiente. Acto seguido se instaló un dispositivo a bordo de diez autobuses de la empresa para registrar datos.

Los autobuses hicieron una primera ronda donde únicamente se recogieron datos relativos a la conducción, mientras que a partir del segundo trayecto el dispositivo se activó para emitir alarmas y recomendaciones en función de la conducción. En las primeras sesiones un experto acompañaba a los conductores, indicándoles cómo implementar las técnicas aconsejadas. Tras esta tutorización inicial, se habilitó una plataforma de aprendizaje virtual en la que los conductores tuvieron acceso a datos registrados durante los trayectos así como a las distintas notificaciones que el dispositivo proporcionaba. Tras un año de formación, el consumo de combustible se redujo en un 7%.

El dispositivo ubicado a bordo es el elemento central de este sistema. Las alarmas y recomendaciones, a tiempo real, permiten corregir sobre la marcha las viejas prácticas y adoptar nuevos hábitos. Más allá de enseñar determinadas técnicas de conducción eficiente, el éxito de la formación consiste en hacer que estos hábitos perduren y sean efectivos a largo plazo. Según el investigador de la UNED y coautor del estudio, Gabriel Díaz, «esto se consigue asociando estos hábitos con mecanismos de recompensa en la empresa». Su próximo paso será evaluar el sistema en otro tipo de vehículos.

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