Deriva monopolística en Seco

Así existen fuertes críticas al gobierno actual por haber elevado los impuestos nada más acceder al poder, siendo uno de los incumplimientos más flagrantes de su programa electoral. De hecho, desde los medios de comunicación más cercanos al propio Gobierno, se reclama sin ambages a Rajoy unos tipos impositivos bajos y rebajas de impuestos. Y, el Gobierno afirma que no puede hacer otra cosa, dada la situación de las finanzas públicas, además del sistema fiscal demoníaco que creó y sobre el que cabalga.

En el ámbito energético, recordemos que durante los primeros gobiernos populares se produjo la liberalización del sector eléctrico; un proceso que anticipó para nuestro país la implantación de las directivas comunitarias en materia de energía y que ha creado un sector eléctrico competitivo y muy eficiente. Han sido realmente las medidas de corte intervencionista (bien en los costes regulados o bien en la tarifa) las que han generado el déficit tarifario y los problemas asociados de las chapuzas ideadas para su resolución, sin que los ciudadanos se den cuenta.

También hay que tener en cuenta el hecho de los pocos expertos en materia de energía, economía y mercados que hay en los partidos políticos españoles (eso sí, en el espectro político hay muchos más expertos ideólogos en energía). Y, en especial, esta carencia trágica se da en el Partido Popular. Sólo así se puede entender que Marti Scharfhausen haya pasado por ello (él mismo se autodenomina Ingeniero de Minas) o que cuando se tiene que producir una renovación por el cese, salida o remoción, el grupo de candidatos a su cobertura es muy reducido. Y, los mejores eluden la asunción de responsabilidades serias a la vista de los comportamientos y del desgaste político que acarrea o porque no poseen el pedigrí que otorga el carné.

En ese marco, es en el que hay que situar el perfil de Andrés Seco, actual Director de Operaciones de Red Eléctrica de España. Hombre afín a FAES, carné del partido, no se puede decir que especialmente comprometido ideológicamente con la liberalización o el mercado y con poco respaldo como experto en términos de prestigio. Seco acaba de publicar un artículo en forma de cuento en el diario «El Economista» que corre como la pólvora en el sector eléctrico, defendiendo la integración del transportista único monopolista y el operador de transporte (en forma de TSO), infantilizando a los lectores y a la sociedad. Todo ello mediante la consideración del maximalismo «de la razón de Estado», expresada en los términos «o el monopolio o el caos».

Además, a Seco se le atribuyen propuestas expropiatorias relativas a la distribución eléctrica para que pasen a ser una especie de «outsourcing» obligatorio en manos de Red Eléctrica de España, a la vez que insinúa y reclama para sí (para REE) la integración del operador de mercado eléctrico (OMEL) y defiende la entrada de Red Eléctrica en la actividad de generación a través de obtener la titularidad de instalaciones de bombeo hidráulico. Franquismo económico sectorial (intervencionismo castizo) en estado puro.

En REE se ha provocado con la entrada del nuevo equipo popular una renovación casi por la vía del clonaje, dado que es una compañía pseudopública que, hasta el momento, se dirige desde la política en una democracia de turnos. Eso sí, bien remunerada e indemnizada. Una imagen casi especular del equipo anterior. Veámoslo por detalles en el análisis de sendas direcciones políticas. En primer lugar, el pasado reciente con el último PSOE: un presidente, como Luis Atienza con carné socialista, exministro, tendencia al ejercicio de las dotes de mando y buen rollo en las distancias cortas y autor de ripios y versos. Alberto Carbajo, convicciones retroprogresivas, y que de vez en cuando elaboraba estudios para los gobiernos malmetiendo a las empresas (restricciones horarias, pagos por capacidad). Por otro lado, su sustituto, José Folgado, exsecretario general de Energía, hombre tratado condescendientemente por su bonhomía. Y, como director de Operaciones, Andrés Seco, hombre de partido (de Partido Popular), en su ejecutoria más integrista, retroprogresivo y atrevido que el propio Jorge Fabra Utray y escritor de artículos en forma de cuentos. Y, en ambos casos, con socialistas y populares, REE sigue condicionando con comportamientos de monopolio, nada liberales, a sus sucesivos gobiernos.

Existe una fuerte inquietud por la deriva monopolística y bolchevique de la nueva dirección política de REE, con Andrés Seco como promotor, aunque sea en forma de cuentos, lo cual añade signos inequívocos de temeridad. Y, todo ello, en medio de la reforma energética in pectore. Al ver esta deriva, algunos de los miembros del Consejo de Administración de Red Eléctrica de España (que algunos existen), los más serios y avezados, ya toman sales en privado.

Deriva monopolística en Seco

Así existen fuertes críticas al gobierno actual por haber elevado los impuestos nada más acceder al poder, siendo uno de los incumplimientos más flagrantes de su programa electoral. De hecho, desde los medios de comunicación más cercanos al propio Gobierno, se reclama sin ambages a Rajoy unos tipos impositivos bajos y rebajas de impuestos. Y, el Gobierno afirma que no puede hacer otra cosa, dada la situación de las finanzas públicas, además del sistema fiscal demoníaco que creó y sobre el que cabalga.

En el ámbito energético, recordemos que durante los primeros gobiernos populares se produjo la liberalización del sector eléctrico; un proceso que anticipó para nuestro país la implantación de las directivas comunitarias en materia de energía y que ha creado un sector eléctrico competitivo y muy eficiente. Han sido realmente las medidas de corte intervencionista (bien en los costes regulados o bien en la tarifa) las que han generado el déficit tarifario y los problemas asociados de las chapuzas ideadas para su resolución, sin que los ciudadanos se den cuenta.

También hay que tener en cuenta el hecho de los pocos expertos en materia de energía, economía y mercados que hay en los partidos políticos españoles (eso sí, en el espectro político hay muchos más expertos ideólogos en energía). Y, en especial, esta carencia trágica se da en el Partido Popular. Sólo así se puede entender que Marti Scharfhausen haya pasado por ello (él mismo se autodenomina Ingeniero de Minas) o que cuando se tiene que producir una renovación por el cese, salida o remoción, el grupo de candidatos a su cobertura es muy reducido. Y, los mejores eluden la asunción de responsabilidades serias a la vista de los comportamientos y del desgaste político que acarrea o porque no poseen el pedigrí que otorga el carné.

En ese marco, es en el que hay que situar el perfil de Andrés Seco, actual Director de Operaciones de Red Eléctrica de España. Hombre afín a FAES, carné del partido, no se puede decir que especialmente comprometido ideológicamente con la liberalización o el mercado y con poco respaldo como experto en términos de prestigio. Seco acaba de publicar un artículo en forma de cuento en el diario «El Economista» que corre como la pólvora en el sector eléctrico, defendiendo la integración del transportista único monopolista y el operador de transporte (en forma de TSO), infantilizando a los lectores y a la sociedad. Todo ello mediante la consideración del maximalismo «de la razón de Estado», expresada en los términos «o el monopolio o el caos».

Además, a Seco se le atribuyen propuestas expropiatorias relativas a la distribución eléctrica para que pasen a ser una especie de «outsourcing» obligatorio en manos de Red Eléctrica de España, a la vez que insinúa y reclama para sí (para REE) la integración del operador de mercado eléctrico (OMEL) y defiende la entrada de Red Eléctrica en la actividad de generación a través de obtener la titularidad de instalaciones de bombeo hidráulico. Franquismo económico sectorial (intervencionismo castizo) en estado puro.

En REE se ha provocado con la entrada del nuevo equipo popular una renovación casi por la vía del clonaje, dado que es una compañía pseudopública que, hasta el momento, se dirige desde la política en una democracia de turnos. Eso sí, bien remunerada e indemnizada. Una imagen casi especular del equipo anterior. Veámoslo por detalles en el análisis de sendas direcciones políticas. En primer lugar, el pasado reciente con el último PSOE: un presidente, como Luis Atienza con carné socialista, exministro, tendencia al ejercicio de las dotes de mando y buen rollo en las distancias cortas y autor de ripios y versos. Alberto Carbajo, convicciones retroprogresivas, y que de vez en cuando elaboraba estudios para los gobiernos malmetiendo a las empresas (restricciones horarias, pagos por capacidad). Por otro lado, su sustituto, José Folgado, exsecretario general de Energía, hombre tratado condescendientemente por su bonhomía. Y, como director de Operaciones, Andrés Seco, hombre de partido (de Partido Popular), en su ejecutoria más integrista, retroprogresivo y atrevido que el propio Jorge Fabra Utray y escritor de artículos en forma de cuentos. Y, en ambos casos, con socialistas y populares, REE sigue condicionando con comportamientos de monopolio, nada liberales, a sus sucesivos gobiernos.

Existe una fuerte inquietud por la deriva monopolística y bolchevique de la nueva dirección política de REE, con Andrés Seco como promotor, aunque sea en forma de cuentos, lo cual añade signos inequívocos de temeridad. Y, todo ello, en medio de la reforma energética in pectore. Al ver esta deriva, algunos de los miembros del Consejo de Administración de Red Eléctrica de España (que algunos existen), los más serios y avezados, ya toman sales en privado.

Deriva monopolística en Seco

Así existen fuertes críticas al gobierno actual por haber elevado los impuestos nada más acceder al poder, siendo uno de los incumplimientos más flagrantes de su programa electoral. De hecho, desde los medios de comunicación más cercanos al propio Gobierno, se reclama sin ambages a Rajoy unos tipos impositivos bajos y rebajas de impuestos. Y, el Gobierno afirma que no puede hacer otra cosa, dada la situación de las finanzas públicas, además del sistema fiscal demoníaco que creó y sobre el que cabalga.

En el ámbito energético, recordemos que durante los primeros gobiernos populares se produjo la liberalización del sector eléctrico; un proceso que anticipó para nuestro país la implantación de las directivas comunitarias en materia de energía y que ha creado un sector eléctrico competitivo y muy eficiente. Han sido realmente las medidas de corte intervencionista (bien en los costes regulados o bien en la tarifa) las que han generado el déficit tarifario y los problemas asociados de las chapuzas ideadas para su resolución, sin que los ciudadanos se den cuenta.

También hay que tener en cuenta el hecho de los pocos expertos en materia de energía, economía y mercados que hay en los partidos políticos españoles (eso sí, en el espectro político hay muchos más expertos ideólogos en energía). Y, en especial, esta carencia trágica se da en el Partido Popular. Sólo así se puede entender que Marti Scharfhausen haya pasado por ello (él mismo se autodenomina Ingeniero de Minas) o que cuando se tiene que producir una renovación por el cese, salida o remoción, el grupo de candidatos a su cobertura es muy reducido. Y, los mejores eluden la asunción de responsabilidades serias a la vista de los comportamientos y del desgaste político que acarrea o porque no poseen el pedigrí que otorga el carné.

En ese marco, es en el que hay que situar el perfil de Andrés Seco, actual Director de Operaciones de Red Eléctrica de España. Hombre afín a FAES, carné del partido, no se puede decir que especialmente comprometido ideológicamente con la liberalización o el mercado y con poco respaldo como experto en términos de prestigio. Seco acaba de publicar un artículo en forma de cuento en el diario «El Economista» que corre como la pólvora en el sector eléctrico, defendiendo la integración del transportista único monopolista y el operador de transporte (en forma de TSO), infantilizando a los lectores y a la sociedad. Todo ello mediante la consideración del maximalismo «de la razón de Estado», expresada en los términos «o el monopolio o el caos».

Además, a Seco se le atribuyen propuestas expropiatorias relativas a la distribución eléctrica para que pasen a ser una especie de «outsourcing» obligatorio en manos de Red Eléctrica de España, a la vez que insinúa y reclama para sí (para REE) la integración del operador de mercado eléctrico (OMEL) y defiende la entrada de Red Eléctrica en la actividad de generación a través de obtener la titularidad de instalaciones de bombeo hidráulico. Franquismo económico sectorial (intervencionismo castizo) en estado puro.

En REE se ha provocado con la entrada del nuevo equipo popular una renovación casi por la vía del clonaje, dado que es una compañía pseudopública que, hasta el momento, se dirige desde la política en una democracia de turnos. Eso sí, bien remunerada e indemnizada. Una imagen casi especular del equipo anterior. Veámoslo por detalles en el análisis de sendas direcciones políticas. En primer lugar, el pasado reciente con el último PSOE: un presidente, como Luis Atienza con carné socialista, exministro, tendencia al ejercicio de las dotes de mando y buen rollo en las distancias cortas y autor de ripios y versos. Alberto Carbajo, convicciones retroprogresivas, y que de vez en cuando elaboraba estudios para los gobiernos malmetiendo a las empresas (restricciones horarias, pagos por capacidad). Por otro lado, su sustituto, José Folgado, exsecretario general de Energía, hombre tratado condescendientemente por su bonhomía. Y, como director de Operaciones, Andrés Seco, hombre de partido (de Partido Popular), en su ejecutoria más integrista, retroprogresivo y atrevido que el propio Jorge Fabra Utray y escritor de artículos en forma de cuentos. Y, en ambos casos, con socialistas y populares, REE sigue condicionando con comportamientos de monopolio, nada liberales, a sus sucesivos gobiernos.

Existe una fuerte inquietud por la deriva monopolística y bolchevique de la nueva dirección política de REE, con Andrés Seco como promotor, aunque sea en forma de cuentos, lo cual añade signos inequívocos de temeridad. Y, todo ello, en medio de la reforma energética in pectore. Al ver esta deriva, algunos de los miembros del Consejo de Administración de Red Eléctrica de España (que algunos existen), los más serios y avezados, ya toman sales en privado.

2 comentarios
  1. Marcelos Walas
    Marcelos Walas Dice:

    Y si a esto le sumamos que independientemente del gobierno de turno que exista, el regulador que debe supervisar las labores del Operador del Sistema no puede ejercer las mismas por incapacidad o por falta de voluntad,…

    Responder

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