¿Cómo sacar de una vez por todas a la eólica del mercado eléctrico?

Los servicios de la Comisión Nacional de Energía valoran de forma no positiva el sistema retributivo previsto en la propuesta de Real Decreto, en la medida que desincentiva que las empresas eólicas accedan al mercado y perciban únicamente la tarifa regulada. La salida de las eólicas del mercado eléctrico puede aumentar entre 1.200 y 1.800 millones de euros el déficit tarifario. Del mismo modo las patronales eólicas estiman una menor rentabilidad de los procesos si acuden al mercado, comparativamente con acogerse al mecanismo de retribución previsto a tarifa regulada.

Continuando con los aspectos que se recogen en el informe de los servicios de la Comisión Nacional de Energía, sobre el proyecto de reforma del marco regulatorio de las renovables, hoy abordamos una consecuencia relacionada con la capacidad de promover el acceso de los agentes al mercado. En este sentido el informe que mañana debatirá la CNE es inequívocamente claro: se trata de una herramienta desincentivadora para que estas instalaciones acudan al mercado, dado que preferirán directamente percibir la tarifa regulada.

En el mismo sentido, las patronales eólicas ya han elaborado las primeras estimaciones, de forma que existiría una pérdida de rentabilidad de alrededor de 1,7 y 2 puntos, en el caso de que las empresas decidan percibir la tarifa regulada con respecto a si acuden al mercado. Las cifras de rentabilidad para 2007, sitúan la opción regulada en un 6,4% de rentabilidad obtenida mediante la sujeción a la tarifa y de un 4,7 % en el caso de acudir al mercado, bajo el supuesto de un precio anual de 55 Euros/MWh.

Parece que el objetivo es convertir a los titulares de estas instalaciones en rentistas y evitar que puedan operar en el mercado como el resto de agentes, algo inaudito en la medida que con menor asunción de riesgos, se garantiza una mayor retribución.

La propuesta pretende reducir su retribución, disminuyendo las primas «considerablemente» a medida que vaya incrementándose el número de años de explotación de la instalación. Esto se aplicará a las instalaciones que acudan a la opción de tarifa regulada. Al resto, a las que acudan al mercado, se les aplicará un sistema de ‘cap y floor’ con el que se limitarán los ingresos máximos, y se les asegurarán unos mínimos.

Adiós a la reducción del precio de MW por la participación de las eólicas en el mercado.

Además y en la rebaja de primas que se esboza en la propuesta de Real Decreto, sin embargo no se han tenido, suficientemente en cuenta, algunos «efectos beneficiosos» del importante crecimiento de las energías renovables y más en concreto de la eólica. Las patronales cifran el ahorro por reducción del precio de mercado debido a la entrada de la eólica entre 1.200 MM de euros y 1.800 MM de euros. Un ahorro que, incide en todo el mercado y que se perdería de articularse este cambio retributivo.

La creciente participación de la eólica en el mercado mayorista (pool) ha provocado una disminución del precio medio que se acaba formando en el mismo, respecto al que se habría alcanzado sin su participación en un proceso de expulsión de las tecnologías más caras de generación. Esto habría afectado al precio pagado por el kilovatio de todas las tecnologías, independientemente de su coste, al ser el pool un mercado «marginalista», es decir en el que se paga igual a todas las tecnologías que acuden al mercado. Este precio al que se les retribuye no es otro que al que casa la última oferta, es decir la mas cara. Por ello, la consecuencia directa de la participación de la energía eólica en el mercado ha sido la de expulsar a las tecnologías más caras, bajando el precio en el mercado y disminuyendo así la cantidad total a pagar.

Comparando el ahorro provocado por la disminución de los precios del pool con los costes derivados del pago de primas por parte de la Administración a la energía eólica, el balance es favorable para la eólica. Con datos de 2005 y una producción eólica de 19.300 MWh, el coste de las primas recibidas resultó de unos 700 millones de euros. Por otro lado, se estima que en 2005, la no participación de la eólica en el pool habría mantenido los precios aproximadamente unos 6 euros megavatio hora más altos, lo que teniendo en cuenta la demanda total en el mercado en 2005, 230.000 MWh, supuso un ahorro de unos 1.400 millones de euros. El resultado final de ambas cifras es un «ahorro» de unos 700 millones de euros.

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