Aquí no paga nadie

Toda la obra se desarrolla en un tono muy italiano y arrabalero, además de estar revestido por un punto histriónico. El premio Nobel, Darío Fo, cuyas cercanías políticas oscilan entre el comunismo y el anarquismo, sabía dar las dosis de esperpento necesarias para convertir la obra en una comedia bufa.

Si no fuera por la gravedad del trasfondo de la situación, esta comedia viene a colación de la situación desatada en varios Ayuntamientos, Administraciones Locales y Autonómicas concerniente a los cortes de suministro eléctrico debido a la falta de pago continuada en determinadas dependencias de los mismos. Algo que está causando una sorpresa inusitada y cierta agitación en los medios de comunicación, dado que existe una cierta tentación a pensar que los servicios y los suministros a las Administraciones deben recibir cheques en blanco respecto del uso que hacen de determinados bienes o suministros. Probablemente, esto sólo es posible en un país con un desarrollo institucional insuficiente y donde ha sido necesario regular (en vano) la obligación de pagar deudas en un plazo y donde se percibe con la más absoluta normalidad la morosidad, incluso directamente de la existencia de fallidos.

La primera sorpresa proviene de que se haya producido el hecho del corte de suministro eléctrico o el amago del mismo incluso en el despacho del presidente de la Generalitat Valenciana. Y segundo, porque se está produciendo en los medios de comunicación la sedición de las autoridades autonómicas y municipales concernidas. En realidad, esto no debería ser un asunto de opinión, porque los hechos se califican por sí mismos en una sociedad que funcione con seriedad. Lo que sí empiezan a reflejar las reacciones suscitadas es una cierta italianización de la vida pública, una sedición que parte de las autoridades autonómicas y municipales a cuenta de esta deuda y la forma de defender su existencia. Administraciones que son capaces de mantener sus aparatos de propaganda como televisiones autonómicas, por cierto, enormemente caras.

En principio, un servicio o suministro, cuando no se paga se pierde y tres años de impago de suministro eléctrico parece un tiempo más o menos suficiente, incluso paciente, para que se haya tomado una medida de estas características. Es más, incluso de manera mediática se da cobertura a estos comportamientos y no se comprende el alcance y corrosión social que produce el impago, ni el riesgo que genera en el funcionamiento de la economía, en la medida que su existencia se precipita sobre el resto de eslabones de la cadena en términos de necesidad de crédito, generación de costes financieros o generación de desempleo por cierre de las empresas que sufren en sus carnes el efecto de los morosos. Solución a eso: que las entidades financieras den más crédito para que el resto de operadores puedan soportar el impago.

Esta situación, incluso, es más condescendiente todavía con lo «publico», que parece que puede ostentar una patente de corso en lo que se refiere a los impagos. Si, además, el impago es a las grandes corporaciones, miel sobre hojuelas porque se puede escenificar un episodio de victimismo demagógico, como el que exhibió Rita Barberá en su versión de remedo de Hugo Chávez. El simplismo «las pérfidas empresas» contra los «servicios públicos» (mal gestionados, inflados en su tamaño, incluyendo chóferes, televisiones, etc…) es esgrimido de forma impúdica, como justificación de los impagos.

En el ámbito de lo municipal, si alguien conoce bien las ciudades de Europa, comprobará que los niveles de iluminación son muchos más bajos que en España tanto en vías públicas como en edificios. Y esto es así en nuestro país porque tradicionalmente hemos gozado de tarifas beneficiosas (que provocaban subsidios cruzados dado que eran financiados por el resto de consumidores en su recibo, que incorpora una presión fiscal encubierta). Ahora la solución es no pagar y desplegar la propaganda en lugar de una gestión más eficiente y razonable de los servicios públicos.

En realidad, se ha venido produciendo otra forma de intervencionismo, de corte semejante al del aparato institucional bolivariano, que va arraigando en una densa capa de instituciones y poderes que responden a la consigna de «para eso hemos ganado unas elecciones» y cuyo comportamiento no distingue el partido político. Empresas, grandes y pequeñas, y autónomos son elementos instrumentales en manos de poderes públicos que han actuado de forma discutible y que acaban no pudiendo pagar las facturas. El respeto por la economía de mercado, las empresas, la buena regulación y las reglas del juego en esos momentos brilla por su ausencia.

Porque son dos las cuestiones, aparte del corte de suministro eléctrico y la tolerancia social en nuestro país respecto de la morosidad mirando hacia otro lado, las que suscita la airada respuesta de determinadas autoridades. La primera tiene que ver con el valor que se le otorga a la política en las sociedades latinas, en una visión cuasi bananera del término política. La política se sitúa por encima de la economía y de los mercados, se sitúa al margen de la ley, de las reglas contractuales, mecantiles y de las empresas. La política todo lo puede y, por tanto, puede ordenar a las empresas que mantengan el suministro a instalaciones morosas, por ejemplo. La política o el poder público puede obligar a los farmacéuticos a que sigan expendiendo productos farmacéuticos y no cobrar a riesgo de una sanción. Ahí aparece una respuesta a la búlgara.

La segunda cuestión sería la aparición de las denominadas excusas de mal pagador, construidas a bases de falacias, que además, fruto de esa cultura excipiente y tolerante con el impago, revelan la voz grave de Rita Barberá o las amenazas de Cospedal por el corte de suministro en determinadas instalaciones públicas en Albacete (y el temor en los municipios de la Comunidad Autónoma que mantienen deudas importantes por el suministro). Y entre las excusas de mal pagador, está la de intentar la maniobra de acusar a las empresas porque tienen «grandes beneficios», demediar el mercado eléctrico con sospechas continuadas sin respaldo, para acabar bramando contra el capitalismo, clamar en plan adolescente contra «el sistema», contra la financiación municipal o la Ley de Haciendas Locales. Esta lógica argumental también es la que persiguen los «retroprogresivos» cuando tratan de demediar el mercado eléctrico o la subastas y son condescendientes con la escalada de costes regulados decididos graciosamente en el ámbito polítco. En esta situación se subvierten los términos: quienes han prestado sus servicios y suministros no cobran y además son estigmatizados. Vean el comportamiento de Dolores de Cospedal con los farmacéuticos de su tierra. Parece decirles que su deber es financiar el aparato estatal castellano manchego y no crear problemas a la Administración recién nombrada. Es el mundo al revés.

El hecho es que Rajoy se encuentra ya con una situación endiablada, de la que debe tomar nota. Esta situación no requiere de personajes que echen mano de la demagogia o del intervencionismo o de quienes dar coartada al irresponsable, al incumplidor o al derrochador. Requiere de gestores ortodoxos, expertos, eficientes, que pongan a prueba el trabajo del esfuerzo, del ajuste, de la negociación, de los mecanismos que generan confianza en una economía y su funcionamiento.

Evidentemente la que se puede liar puede ser gorda. Porque ahora da la impresión de que todos son Berlusconi. Veremos.

Nuevos problemas para Del Rivero

La decisión del Consejo de Administración de Repsol de pedir que se deje sin efecto el acuerdo de accionistas entre Pemex y Sacyr Vallermoso, promoviendo la salida del consejo de Pemex por ser un competidor y la agitación dentro del propio consejo de Sacyr Vallermoso, no dejan de ser muy malas noticias para Luis Del Rivero en su pretensión de tomar el control de Repsol. De hecho, cualquier demora o duda para los intereses de Del Rivero se convierte en la actualidad en crítica y en un severo contratiempo, dada la necesidad de conseguir refinanciar la deuda de esta compañía antes del 21 de diciembre. Es una operación que se instrumenta a marchas forzadas en función de estos intereses menesterosos y que compromete su propia participación en Sacyr Vallermoso. El hecho del cambio de gobierno también era una situación que preocupaba al empresario murciano, muy identificado con el ejecutivo actual y especialmente con Sebastián.

Por su parte, la Comisión Nacional de Energía, sumida en un marasmo, hará pública la posición que ya tomó, al parecer, hace dos días respecto a la operación. El diario ABC ya avisó en su crónica: «un organismo del que se puede esperar cualquier cosa«. La CNE se parapeta en el argumento pueril de que cuando autorizó la participación de Pemex en Repsol no afectaba a las actividades reguladas. Pero hoy sí. La Comisión Nacional de Energía, al parecer, no hace lectura de que en el pacto de accionistas, sí que se alude al hecho de que afecta e implica a las participaciones en las empresas donde sí hay actividades reguladas.

Por tanto, es una operación que afectaría a Gas Natural Fenosa, en la que Repsol mantiene el 30% y que ha solicitado personarse en el proceso. El intento de convertir esto en un enfrentamiento entre los consejeros del organismo con lugar de residencia o nacimiento en Cataluña frente al resto es un desdoro en toda regla. El hecho es que una resolución en estos términos puede acabar con un proceso de recurso ante el propio organismo, que posteriormente puede irse al ámbito judicial, con solicitud de medidas cautelares. Con independencia del descrédito de la CNE, que Lafuente no podrá levantar, cualquiera que haga una lectura más escrupulosa del pacto de accionistas puede darse cuenta de que hay previsto un impacto para las actividades reguladas. Más problemas para Del Rivero y su lucha contra el tiempo.

Por otra parte, la batalla en los medios de comunicación empieza a ser más asfixiante. Tampoco el hecho de que se hayan transparentado los intereses de Pemex de una forma tan desnuda y descarnada es satisfactoria para Del Rivero, en la medida que en el seno del Partido Popular se está considerando la necesidad de posiciones más beligerantes respecto de la operación, en lugar del «lassez faire» que parecía que en inicio estaba practicando. Pemex es una empresa pública y extracomunitaria al asalto de una joya española adquirida al borde de la OPA a precios de saldo, conducida a merced de un ofrecimiento de la constructora que ha puesto la empresa en bandeja de plata.

Y, finalmente, el ministro de Industria que no supo salir a tiempo de la época de los contubernios en la Oficina Económica del Presidente, vuelve a dar su «plácet» a una operación apresurada y con muchos riesgos, en la que tiene en contra a más de la mitad y factótums en el propio Partido Socialista, al borde de unas elecciones, ofreciendo espectáculo.

Empieza a pintar mal.

El ministro Sebastián se mete en líos por la operación de Pemex y Sacyr en Repsol

En ellas, como recogen los medios de comunicación y agencias, nuevamente, recurrió a argumentos aritméticos para defender la «españolidad» de la compañía resultante, por la suma de las participaciones de las, en teoría, «empresas españolas», con lo que mete en el mismo saco a Sacyr y a la Caixa, aunque tengan intereses estratégicos contrapuestos o la alianza de Sacyr sea con la mexicana Pemex. Si bien es cierto que el margen de actuación del Gobierno es reducido, no es menos cierto que la operación no se puede abordar de una forma tan simplificada para allanar su camino.

Sebastián trató de desmarcarse de Luis del Rivero (cuyas prisas por resolver la cuestión antes de que se produzca la llegada del Partido Popular a la Moncloa son más que patentes dada su identificación pública con el actual Ejecutivo y porque el colaboracionismo para derribar a Francisco González todavía se recuerda en las filas populares), afirmando que había mantenido más conversaciones con Brufau.

Además, el mentís a Felipe González, de forma que se despachase a gusto con el mismo, tachándolo de no neutral por ser consejero de Gas Natural Fenosa, en el fondo, acaba reconociendo el posible impacto que pudiera tener esta operación sobre la empresa eléctrica y gasista, con sus actividades reguladas. Parece que la mejor defensa no es un ataque.

El hecho es que si pretendía quitarse de líos, a lo mejor, los ha creado y amplificado.

La producción de crudo libio se reanudará en un par de semanas

El presidente de la Compañía Nacional de Petróleo libia, Nuri Berruien, explicó desde Bengasi que «en estos momentos no hay producción, por lo que todos los esfuerzos están volcados en reanudarla».

«Estamos asegurando que los campos estén libres de minas y hemos visto que en su conjunto las instalaciones no están en muy mal estado, por lo que en dos o tres semanas la producción se reanudará«, afirmó Berruien en su despacho, en la capital de los revolucionarios.

El complejo petroquímico de Ras Lanuf, con una capacidad de producción de crudo de 220.000 barriles al día, se alza solitario en medio del desierto y frente al mar Mediterráneo.

El único atisbo de actividad es una chimenea de la que sale el humo causado por el etileno ardiendo, que, según los pocos trabajadores que hay en la planta, se quema para liberarlo y refrigerar el que hay almacenado.

Justo ahora comenzaba a desplegarse en el recinto un contingente de unos 200 combatientes rebeldes -la Brigada de los Mártires de Libia- pertrechados con recién estrenados vehículos todoterrenos, suministrados por Catar, explicó uno de los guerreros, Tarek Azube.

Todo ello para garantizar la seguridad en este complejo que tiene dos tanques de butano, que fueron objetivo de los proyectiles de las fuerzas gadafistas.

«Un equipo de las fuerzas de Gadafi lanzó cohetes contra los tanques durante el pasado mes de ramadán», subrayó Azube, vestido con uniforme militar, al tiempo que destacó que la zona ya ha sido limpiada de minas.

En la sala de control, Adel Shiji y Muhamad Ahmad limpian los cristales rotos causados por el impacto de otro proyectil en una torre de comunicaciones adyacente.

«Estamos esperando a que venga un equipo para arreglar la torre, a lo mejor vienen mañana, o pasado, o quién sabe», indicó Shiji, que calculó que en la actualidad trabajan en la refinería unos veinte empleados en labores de evaluación de los daños y en limpieza.

A juicio de estos empleados, fue la OTAN la que bombardeó hace veinte días la torre para cortar las comunicaciones de los seguidores de Gadafi, cuando se encontraban por la zona.

Entretanto, en una sala contigua con máquinas, algunas de las cuales tienen cables arrancados, no para de sonar una alarma, que es ignorada por el impertérrito Shiji, que agrega que además están intentando inyectar vapor en la refinería para empezar la actividad.

Berruien señaló que en la actualidad otra de las mayores preocupaciones es limpiar las instalaciones que han sido objeto de vandalismo y de saqueos, y proporcionar alojamiento a los trabajadores, ya que los complejos residenciales donde solían acomodarse también han sido blanco de los gadafistas.

De hecho, «los trabajadores no pueden volver a las terminales en grandes números porque sus alojamientos no están listos», apuntó el presidente de la empresa petrolera nacional.

Y auguró que en Ras Lanuf es posible que se retome la actividad en dos o tres meses porque la planta «está en buena forma».

Con unas reservas estimadas de 22.000 millones de barriles, Libia producía antes de la revolución 1,6 millones al día, «una cifra que debería aumentar en el futuro», predijo el responsable petrolero.

«Esperamos recuperar el nivel de antes del inicio de la rebelión en los próximos quince meses», indicó.

En el complejo de Ras Lanuf se producen derivados del petróleo para su exportación y para el consumo interno. Mientras que la gasolina y el diesel producidos en este centro se destinan al consumo dentro de Libia; el queroseno, el nafta y el fuelóleo lo son para la exportación.

El petróleo para otros países sale del estado norteafricano de terminales como la de Es Sider, la principal de Libia, y a unos diez kilómetros de Ras Lanuf. Esta terminal ha quedado prácticamente inutilizable por los ataques de los fieles al depuesto dictador.

Tres de los diecinueve tanques de petróleo siguen ardiendo tras recibir el impacto de cohetes, el área de conexión de tuberías está completamente calcinada y la sala de control y laboratorios, saqueados.

Pese a estos destrozos y según Berruien, el mayor daño para el sector petrolero libio han sido los 42 años de régimen de Gadafi.

«Cuando reanudemos la actividad el siguiente paso será reparar los 40 años de Gadafi -apuntó el responsable-. El antiguo régimen solo cogió el dinero pero no lo devolvió en inversiones en infraestructuras«.

Los mercados confían en que vuelva a fluir el crudo libio, aunque lentamente

Según la asesora británica KBC, la cuestión es «cuánto y cuán rápido» se restaurará la producción petrolera de Libia, que alcanzaba los 1,6 millones de barriles diarios (mbd), cerca de un 2 % de la producción mundial, antes de desatarse en febrero la guerra civil entre los rebeldes opositores y las fuerzas de Gadafi.

«Esperamos que la producción de crudo de Libia, que cayó a menos de 100.000 barriles diarios (bd), tarde seis meses o más para alcanzar un nivel de entre 500.000 y 600.000 bd», ha indicado Ehsan Ul-Haq, analista de KBC, y recordó que «los rebeldes necesitan urgentemente dinero».

Pero aún así, añadió, para recuperar el nivel de bombeo anterior al conflicto, necesitará «al menos un año» y la ayuda de las petroleras extranjeras que abandonaron el país y retiraron a sus operadores.

La italiana Eni ya tenía hoy un equipo de técnicos trabajando para reactivar sus instalaciones en Libia, según aseguró el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, quien en declaraciones a la televisión pública de su país resaltó que el grupo italiano tendrá un rol de primer orden en el sector energético de Libia.

Eni producía unos 108.000 bd antes del conflicto, mientras que Italia es el primer destino de las exportaciones de hidrocarburos libias, con un 32 % del total, estima KBC.

«El régimen de Gadafi podría aún tener capacidad para causar daños en la infraestructura petrolera, pero la mayor parte de las instalaciones de producción de crudo de Libia, situadas en su mayoría en áreas remotas del desierto, parecen haberse salvado«, dijo Rafiq Latta, del MEES (Middle East Economic Survey), con sede en Chipre.

«Por otro lado, prácticamente no hay un solo campo o terminal de exportación que haya aguantado el período sin ninguna forma de interrupción, así que algunos retrasos serán inevitables«, añadió.

Latta calcula que, «con un manejo adecuado, sería posible el regreso de un millón de barriles diarios en un plazo de unos seis meses. Las áreas bajo los rebeldes que tenían su base en Bengasi, en el oeste, tendrían que ser las primeras en poder recuperar la actividad». Y «hay cerca de 90.000 bd de producción en los campos de Jurf y Bouri operados por Total y Eni, respectivamente, donde las instalaciones no han sido tocadas por los luchadores y una reanudación rápida es viable«.

También la española Repsol, «que tiene campos importantes, por un total (en condiciones idóneas) de cerca de 360.000 bd en la Cuenca de Murzuq, en el suroeste, podría ser un contribuyente al renacimiento del hidrocarburo libio», considera Latta.

Los rebeldes sabotearon el equipo de bombeo del principal oleoducto de Repsol, pero las instalaciones del campo de producción y el oleoducto en sí mismo no habían sufrido daños al menos hasta fines de junio, según la información del MEES.

La entrada de los rebeldes libios en Trípoli impulsaba este lunes al alza a las acciones de las petroleras que tuvieron que abandonar Libia en febrero, al tiempo que presionaba a la baja al precio del crudo Brent, el de referencia para Europa, efectos que, sin embargo, los analistas ven por ahora momentáneos. «El WTI (el crudo de Texas, referente en EEUU) subió, las bolsas están relativamente fuertes, el dólar relativamente bajo», factores todos que tienden a presionar al alza sobre los «petroprecios».

Además, en Libia hay aún mucha incertidumbre y las petroleras extranjeras se mostraron hoy en su mayoría cautas, a la espera de ver cómo se evoluciona la situación. «Total vigila la situación para evaluar cuándo será posible retomar las operaciones en Libia», señaló la compañía.

«De momento es demasiado pronto para decir cuándo, cómo y bajo qué condiciones se puede reiniciar» la extracción de gas y petróleo, comunicó la alemana Wintershall, filial de BASF.

Pronunciada bajada del crudo por los temores a una nueva recesión

La consultora JBC Energy llegó a decir que el mercado sufrió «un shock» el jueves, 4 de agosto, cuando las bolsas internacionales cayeron en picado y con ello el precio del crudo, que bajó más del 5% en sus principales marcas de referencia, tanto en Estados Unidos como en Europa.

Tras haber aparentemente superado la crisis de la deuda en EEUU el fin de semana pasado, los mercados volvieron a observar de cerca al comienzo de la semana la situación en Europa, donde preocupa principalmente la de Italia y España.

La espiral a la baja que está causando la crisis de la deuda pone en riesgo la recuperación de toda la economía, lo que hace que muchos operadores teman una bajada de la demanda energética, que no podrá ser contrarrestada ni siquiera por China.

En todo caso, los analistas de JBC no consideran que estos factores sean los únicos responsables de la fuerte caída del petróleo esta semana.

«Similar a la caída de 10 dólares en mayo (de la que el petróleo de Texas WTI no se ha recuperado) no se puede identificar una razón sola que podría causar una bajada de ese tipo», escribieron el viernes los expertos de la consultora.

JBC señala incluso que cierta responsabilidad recae sobre los programas de algoritmos de los operadores que causaron ventas masivas esta semana, lo que impulsó más el pánico en los mercados.

Tras la jornada negra del jueves, los mercados miraron con nerviosismo hacia Estados Unidos, donde se anunciaron los más recientes datos de empleo. Con la creación de unos 117.000 nuevos empleados, la tasa de paro oficial bajó en una décima hasta el 9,1%, un datos mejor del esperado, lo que dio cierto alivio a los mercados.

Pero el buen recibimiento que tuvieron entre los operadores esos datos se vio rebajado cuando se conoció que una explosión afectó a un oleoducto en el suroeste de Irán, cuarto mayor productor mundial de crudo con más de 3,5 millones de barriles diarios.

Así las cosas, la semana cerró en EEUU con una leve subida del 0,3%, mientras que en Europa, el mercado londinense registró un ascenso más pronunciado, con cerca del 2%.

Pero los mercados reaccionarán con toda seguridad al anuncio el viernes por la noche, tras el cierre de sus actividades, de la rebaja del «rating» de deuda soberana de Estados Unidos por parte de la agencia Standard & Poor’s. Por primera vez desde 1941, la deuda estadounidense deja de tener la nota AAA, según esa agencia, que la colocó en AA+, acompañado por una perspectiva negativa.

Así las cosas, el petróleo referente para EEUU, el Intermedio de Texas (WTI), cerró su semana a 86,88 dólares por barril, un 9,5% menos que el viernes pasado. Mientras, el Brent, referente para Europa, terminó su semana a 109,37 dólares por barril, un 6,4% menos que la semana anterior.

Menos fuertes fueron los movimientos del petróleo OPEP, calculado como promedio de doce tipos de crudo, que cerró su semana el jueves a 107,48 dólares por barril, un 4,3% por debajo del viernes pasado.

Una nueva faena de la CNE: ahora machaca al OMEL

Existe una anécdota en la que se dice que había un torero tan malo, tan malo, tan malo, que no hacía faenas, sino escabechinas. Ayer se publicó el dictamen de la Comisión Nacional de Energía respecto de la operación que requería el Operador de Mercado Eléctrico (OMEL) para adquirir el 50% del capital social del Operador do Mercado Ibérico de Energía Polo Português, Sociedade Gestora do Mercado Regulamentado SGMR (OMIP). También se conoció el voto del consejero Luis Albentosa respecto de esta resolución que resulta más esclarecedor que el propio informe. La conclusión que se puede sacar de la lectura de los dos informes es que la CNE hace una escabechina y una faena al OMEL en el momento en que se produce la configuración de un operador de mercado ibérico único.

Aunque se trata de un tema de un corte muy financiero (o precisamente por ello), vale la pena esclarecerlo por dos motivos: primero, porque a la CNE no le duelen prendas en maltratar al OMEL en esta operación (uno de sus muñecos de vudú al mantener posiciones antimercado tan marcadas desde el organismo de la calle Alcalá), y, segundo, porque hay que analizar en qué manos regulatorias está el sector desde el punto de vista financiero y jurídico, de cara al análisis de este tipo de operaciones, que requieren mayor capacidad en este terreno.

El objetivo de la operación es la configuración societaria del Operador de Mercado Ibérico OMI, para lo cual se deben producir intercambios en la estructura accionarial de los dos operadores español y portugués (OMIP y OMEL). El resultado final de la misma será esta sociedad OMI, que se estructurará en dos sociedades OMIP y OMEL, con sus respectivas sociedades tenedoras de acciones y sus respectivas gestoras del mercado regulado, OMIP para el mercado a plazo y OMIE para el mercado diario e intradiario de las ofertas de electricidad. Dichas operaciones son consecuencia del acuerdo suscrito entre los gobiernos español y portugués en Braga el 18 de enero de 2008.

De facto, la CNE ha tenido que autorizar y revisar dos operaciones: una, la ampliación del capital de OMIE, que queda suscrita por OMEL mediante la aportación no dineraria de la rama de actividad de la operación de mercado (es decir de activos, pasivos, derechos y obligaciones afectos). La segunda operación, que se realizaría tras la primera, consiste en el intercambio entre las sociedades tenedoras de acciones (portuguesa y española) del 50% de sus respectivas filiales (OMIP SGMR y OMIE SGMR), con un complemento de un pago en efectivo de 7,43 millones de euros a OMEL por la diferencia existente en el momento de la valoración.

La resolución y el destrozo de la CNE

La CNE aprueba las operaciones con tres condiciones: primera, que OMEL traslade a OMIE la totalidad del incremento del valor de los activos y pasivos producido desde el 30 de septiembre de 2010 (momento en que se elaboró el balance de escisión); segunda, que OMEL traspase al OMIE toda la caja existente en la fecha de formalización de la escisión, no pudiendo retener el exceso de caja existente en la fecha de la operación de la escisión y, tercera, que OMEL retenga una pate en efectivo que reciba en compensación del intercambio del 50% de las acciones de OMIP con el importe suficiente para asumir posibles pérdidas potenciales de OMIP ante una evolución desfavorable del negocio.

En conjunto, esta resolución perjudica notablemente al OMEL de cara a este proceso societario de integración, «levantándole» la caja y determinando el destino de los resultados de la empresa regulada por encima de la decisión de sus accionistas, de forma que la CNE se erige en el máximo dirigente del OMI, con funciones y potestades que van más allá de la legalidad vigente, al fijar el destino de los resultados de la sociedad. De hecho, resulta evidente que, con esta resolución de la CNE, existe una transferencia de renta en el intercambio de acciones, perjudica al OMEL, de forma que aporta más que el valor que obtiene.

El voto particular de Albentosa: “la CNE arrasa con el derecho societario”

Por su parte, el voto de Albentosa es demoledor al recoger con una precisión casi quirúrgica la descripción de la operación, los perjuicios para el OMEL y los defectos en el ámbito financiero y jurídico en los que incurre la CNE en ella. Denuncia, por su parte, que la resolución de la CNE incorpora errores graves, impropios de un organismo regulador, arrasando con el derecho mercantil y societario y desconociendo los rasgos y características de una actividad regulada. Una decisión colegiada que es financieramente insoportable y jurídicamente ilegal por un órgano de estas características.

Queda un pequeño detalle que ha sido borrado en la versión pública de la resolución de la CNE, pero que es denunciado por Albentosa en su voto particular: la existencia de dos párrafos contradictorios referidos a la incorporación o no de la caja en el precio de la transacción negociado por las partes, tras la valoración de los bancos de negocio. Interesante.

Previsiblemente, el OMEL tendrá que acudir a los tribunales para defender sus intereses en vía judicial de una resolución de este cariz. Y el previsible bochorno de la Comisión Nacional de Energía en su etapa de transición no habrá hecho más que empezar.

Leer el voto particular de Albentosa, además de estar cargado de razones, lógica económico-financiera y jurídica, produce escalofríos sobre el funcionamiento de los servicios y el Consejo de «nuestra» CNE. Malos tiempos en los que es preciso luchar por lo evidente.

La cruenta separación jurídica y funcional de REE

Parece que la trasposición del tercer bloque de la normativa europea ha traído una batalla cruenta en el Gobierno a cuenta de la estructura societaria del holding Red Eléctrica de España. La separación jurídica y funcional de los dos operadores en dos sociedades dentro del mismo holding es un asunto que se va constituyendo en un serial de importantes proporciones, narrado de manera diferente por quien vaya metiendo un gol a cada una de las partes. Lo cierto es que Red Eléctrica de España ha puesto toda la carne en el asador para evitar esta separación jurídica y funcional.

El viernes pasado teníamos en el diario «Cinco Días» una crónica que inclinaba la balanza a favor de Luis Atienza frente a Miguel Sebastián. Atienza habría conseguido apoyos en el ejecutivo, sobre todo gracias al Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino (a través de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, con Teresa Ribera a la cabeza) y del Partido Socialista. En la crónica se mencionaba también a Ramón Jaúregui y al propio Rubalcaba.

Se habrían impuesto estas tesis, en primera instancia, a la posición conjunta del Ministerio de Industria y del Ministerio de Economía, que siempre han mantenido una posición favorable, conjunta y unitaria con respecto a esta separación. ¿Cómo habrá conseguido el ex Ministro de Agricultura granjearse estos apoyos para evitar, al menos por el momento, esta separación y con qué argumentos?

Aunque en este medio, de facto, se daba por ganada la batalla por el hecho de que el Gobierno haya tramitado estos Proyectos de Ley así al Parlamento, en pos de los intereses de Atienza. En todo caso, sería despreciar al Parlamento el dar en estos momentos la batalla por cerrada, pero en su momento ya Atienza consiguió por vía parlamentaria convertir a REE en «trust» de transporte y monopolista de sistema único. Lo que sí está claro es que desde La Moraleja se han desplegado todas las huestes para evitar daños a lo que es el centro del interés de sus gestores políticos: el centro de operaciones de la determinación de la retribución de las actividades reguladas.

De hecho, no faltan en estas crónicas triunfalistas las dos líneas argumentales de defensa de esta empresa privada ante su separación jurídica y funcional, aunque manteniendo su unidad en un holding.

Primero: Red Eléctrica de España, separados jurídicamente y funcionalmente el operador de transporte y del operador de sistema, sería el resultado de las presiones de las empresas eléctrica presentando todo el proceso como un conflicto de intereses (para evitar presentar el conflicto entre estas dos actividades y su capacidad de autoregulación y autorretribución). La última herramienta es el control de las energías renovables.

Segundo: aunque las directivas europeas promueven el ISO y que en los TSO las separaciones sean mucho más nítidas entre sus funciones (incluyendo el modelo sociedad holding con separación), Atienza se amarra a la situación más lenta en la liberalización y separación de actividades dentro de la Unión Europea.

Permanezcan atentos a la pantalla.

Deshojando la margarita: ¿subida o no de la luz?

El hecho es que, en la actualidad, el déficit tarifario proviene de los costes regulados, o lo que es lo mismo, de las Tarifas de Acceso. Industria ya advirtió de que era necesaria una subida del 10% anual de estas tarifas para lograr el reequilibrio tarifario. Sin embargo, las subastas CESUR cada vez tienen más vendedores y los resultados del precio de la energía siguen una línea de correlación muy exacta con los precios en el mercado mayorista y en el resto de mercados europeos. Por tanto, la apelación que queda ahora pendiente es nuevamente a la intervención de precios y el cálculo político, es decir, deshojar la margarita y decidir si hay subida o no, por su efecto en la opinión pública. Se admiten apuestas.

Por otra parte, ayer mismo se hacía público un informe de Eurostat relativo a los precios del suministro de la energía (electricidad y gas) con dos vectores argumentales. El primero, trataba la relación existente entre el precio del suministro de la energía (electricidad y gas) en términos del mismo poder de compra de los españoles (es decir, de algo muy semejante a la renta). Y según Eurostat, esta relación precio de la electricidad-poder de compra ya se empieza a situar por encima de la media europea, coincidente con la caída de rentas de los ciudadanos españoles, con nuestra crisis económica y nuestros niveles de paro, más que con el precio del suministro de la energía en la factura (que sigue su propia lógica y dinámica).

En todo caso, evidentemente, los precios del suministro de la energía no dependen del poder de compra, sino del proceso de formación de precios y el comportamiento de la oferta, la demanda y de los factores que participan en el mismo. Imagínense que el precio del pan en la panadería dependiera de la declaración de la renta.

El segundo vector del estudio de Eurostat consigna que la evolución de los precios del suministro de la energía (eléctrica y gasista) está siendo más rápida en su elevación en España que en Europa. ¿Cómo es posible esta subida global del precio del suministro, si los precios en el mercado de generación son más bajos o iguales que en Europa? Por dos cuestiones, primera: la tendencia creciente de las tarifas de acceso, incluyendo componentes que no deberían estar dentro de las mismas, así como el importante crecimiento de las primas a las renovables incluidas en el precio del suministro. Segundo, por la necesidad de actualización de las tarifas, ya que no subieron en su momento, absorbiendo el déficit pasado derivado de decisiones de intervención en los precios (precisamente, cuando había más poder de compra en España en la expansión). Ahora hay que recuperar el terreno perdido.

La historia no falla y las facturas llegan.

Apurando la separación de funciones: la transposición que mejora la competencia en los sectores energéticos

La Comisión Nacional de Competencia acaba de publicar dos informes relativos a la transposición del tercer paquete comunitario a la normativa española y también ha terciado, aunque con mucha menos virulencia que en el caso de la Comisión Nacional de Energía, en el tema clave de la separación jurídica y funcional del operador de transporte y de sistema en Red Eléctrica de España. La CNC considera que esta transposición de la Directiva 2009/73/CE en los dos anteproyectos de Ley mejora, en general, la regulación vigente desde el punto de vista de defensa de la competencia.

La CNC recuerda las opciones que establece la Directiva 2009/73 para la articulación del operador de transporte y de sistema: la primera (y la más adecuada desde un punto de vista estricto de competencia, aunque tampoco se haya recogido en los países de nuestro entorno) consiste en un modelo de separación jurídica y patrimonial total. Una segunda posibilidad que brinda la Directiva es el modelo de Gestor Independiente del Sistema (modelo ISO), en el que una entidad independiente se ocupa de gestionar las instalaciones de transporte de otros operadores. El tercer modelo el TSO requiere una serie de controles y limitaciones que impidan la influencia, control y conflictos de interés entre las funciones del operador de transporte sobre el de sistema.

En ese contexto, la CNC reconoce que la transposición en el sector eléctrico propone una separación de funciones más exigente entre el Operador del sistema y el Gestor de la Red de transporte.

Por otra parte, la CNC destaca la función relativa a la elaboración de metodologías de cálculo de los peajes de acceso en la parte correspondiente a los costes de transporte y distribución, atribuida a la Comisión Nacional de Energía (las primeras, actividades realizadas por Red Eléctrica de España y las segundas, por las distribuidoras).

La separación de actividades: clave en el éxito de la liberalización

En la misma línea, la CNC también apura el principio de separación de actividades (unbundling). Según el regulador de competencia, el Anteporyecto de Ley introduce mejoras dirigidas a garantizar la separación efectiva entre las actividades de red y las actividades de generación y suministro, derivadas de la transposición de la Directiva, que se centran en el establecimiento de limitaciones al ejercicio del control simultáneo en empresas generadoras o comercializadoras y en el operador del sistema.

En este sentido, la CNC resalta la fundamental importancia que para la competencia en este sector, y por tanto para el éxito de la liberalización llevada a cabo, tiene el que la separación funcional entre las actividades reguladas y no reguladas sea efectiva.