El barril de petróleo se aleja de los 100 dólares en vísperas de reunión OPEP

El precio del petróleo ha reinvertido y se ha alejado esta semana de la barrera de los 100 dólares, que llegó a rozar la semana anterior, entre otras razones, ante la creciente expectativa de que la OPEP decida el próximo día 5 aumentar su oferta.

También ha contribuido al abaratamiento del «oro negro» el que el dólar haya recuperado parte del terreno perdido frente al euro, así como los temores a una recesión en Estados Unidos y su consiguiente freno en el consumo energético.

El valor del crudo de Texas (WTI, la referencia en EEUU) para entrega en enero, cayó en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) hasta los 88,71 dólares, 2,30 dólares menos que el jueves.

Fue la primera vez desde el 25 de octubre que el barril del WTI cerró la sesión a menos de 90 dólares, pero destaca sobre todo lo abrupta de la caída: desde el máximo de 98,18 dólares del viernes anterior perdió sólo en una semana 9,47 dólares, un 9,6 por ciento.
Aunque existen factores que justifican el abaratamiento, lo cierto es que también persisten muchos de los elementos que habrían determinado la escalada de los precios en las semanas anteriores, como conflictos en torno a Irán, Irak y Nigeria, o los cuellos de botella en el refino y la llegada del invierno al norte del Planeta. Pero la enorme volatilidad evidencia, sobre todo, una gran actividad especulativa en los mercados de futuros.

También en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, el barril del crudo Brent, la referencia para Europa, se abarató considerablemente esta semana y cayó hasta los 88,26 dólares, desde los 95,76 dólares con los que cerró la semana precedente.

La cotización del crudo que usa la OPEP como referencia, una mezcla de doce calidades de petróleo, descendió hasta los 87,78 dólares/barril el jueves, alejándose del récord de 91,91 dólares que batió una semana antes.

Las noticias sobre un descenso de los inventarios de crudo en EEUU, inferior a lo que se esperaba, y el aumento en el ritmo de actividad de las refinerías estadounidenses contribuyeron en los últimos días a fortalecer la tendencia bajista. Asimismo, datos que reflejan un freno en la demanda de gasolina en Estados Unidos, de lejos el mercado de mayor consumo mundial de crudo, y otros indicios que despiertan el temor de que la crisis hipotecaria en ese país lleve a una recesión, favorecieron la retirada de especuladores que se habían refugiado en el «oro negro». El movimiento coincidió con una ligera revalorización del dólar frente al euro y otras divisas.

Además, se ha despertado la esperanza de que la OPEP decida aumentar sus suministros en la reunión del próximo día 5 en Abu Dhabi, a pesar de que persisten serias dudas de que los trece países miembros alcancen un consenso al respecto. Desde París, el director de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Nobuo Tanaka, reiteró el jueves, por enésima vez, su llamamiento a la OPEP para que aumente la producción. «Es necesaria una producción adicional» de la OPEP, dijo Tanaka ante la prensa, aunque no precisó en qué cantidad debe ser el incremento de los suministros.

Algunas declaraciones de los ministros del sector de países de la OPEP, entre ellos Arabia Saudí, Indonesia e Irán han dejado la puerta abierta a un eventual aumento del bombeo, mientras que otros se mantienen contrarios a tal medida. En lo que todos parecen coincidir ahora es en que el mercado está bien abastecido.

El titular saudí de Petróleo, Ali I. Naimi, dijo en Doha que el movimiento de los precios en las últimas semanas «no tiene nada que ver con los fundamentos del mercado», pero no manifestó una oposición abierta a aumentar los suministros. «Eso habrá que verlo», dijo a la prensa.

Su homólogo ecuatoriano, Galo Chiriboga, había manifestado unos días antes, en Pekín, que «los elevados precios del petróleo no se deben al mercado, sino a la mayor incertidumbre en ciertos asuntos internacionales que generan una gran presión». «No creo que en Abu Dhabi vaya a proponerse aumentar o bajar la producción. Creo que se dejará que siga operando el mercado», dijo el ministro de Ecuador, un país que acaba de reingresar en la OPEP.

El ministerio de Petróleo de Venezuela atribuyó la caída de los precios esta semana «a la preocupación por una posible desaceleración del crecimiento económico de Estados Unidos y las ventas especulativas en los mercados a futuro de petróleo».

Desoladora subasta en la CNE para la financiación del déficit tarifario ex ante

El proceso de subastas del déficit tarifario ha arrojado los peores resultados que podían preverse dada la situación de partida. En ese sentido, ha tenido que quedarse desierto por fuerza. De las siete entidades que habían cualificado para tomar parte en la subasta, finalmente solo dos presentaron sus ofertas. Ofertas por un importe muy inferior al que se subastaba en total, las dos ofertas sumaban un máximo de 400 millones de euros (lo subastado eran 1.500 millones de euros correspondientes a los déficit ex antes de dos trimestres de este año) y con unas ofertas en tipos de interés de vértigo, EURIBOR más 60 y 75 puntos básicos, respectivamente.

Es preciso tener en cuenta que, por ejemplo, la Deuda Pública española, sitúa sus tipos en el entorno del EURIBOR y una horquilla de menos 25 a menos 30 puntos básicos. Quiere decirse que las ofertas recibidas encarecerían fuertemente la financiación del déficit tarifario ex ante. Por tanto, es uno de los peores escenarios posibles, dado que situarse por encima del EURIBOR (EURIBOR+ X) ya era un umbral que determinaba un fracaso absoluto.

La apertura de ofertas, que tuvo lugar ayer y que fue tratado por el Consejo de Administración de la CNE en su Convocatoria Extraordinaria, no pudo encerrar un resultado más amargo para esta primera ocasión, en que este procedimiento encargado por la Secretaría General de Energía a la CNE se realizaba. Además, tiene otras concuencias, como es que aventura nuevos procesos más difíciles dado que supondrá una nueva desconfianza en el sistema, la del abandono.

Uno de los elementos clave era recibir respaldo institucional a la operación. Un marchamo que pudiera ser bien valorado por las entidades financieras interesadas en participar en la misma. En este sentido, hasta han existido dos líneas: la Dirección General de Seguros y el Banco de España por cuestiones diferentes. En primer lugar, la Dirección General de Seguros, a fin de que estos activos fueran recomendables a efectos de las coberturas de las reservas técnicas de las empresas aseguradoras. En segundo lugar, el Banco de España a fin de que las posiciones deudoras derivadas de estas operaciones no computen como capital regulatorio a efectos de coeficientes según las normativas de Basilea II. Al parecer ninguna de estas dos opciones ha resultado fructífera, pese a que en la mesa que gestionaba la subasta, estaba presente el Ministerio de Economía a través de la Dirección General del Tesoro.

En el comunicado oficial de la CNE, bastante lacónico, se recoge como ‘las ofertas presentadas pudieran no reflejar una valoración adecuada del derecho de cobro a largo plazo que se ha subastado’. Lo que parece cierto es que la lectura desde los mercados de capitales empieza a incorporar las actuaciones regulatorias que incluso han afectado a la forma de determinar los tipos de interés de referencia para estos activos. En consecuencia, la inseguridad jurídica y regulatoria, empiezan a cobrarse sus primeras víctimas en términos de prima riesgo y elevación de los tipos de interés.

Por otra parte, el escaso apoyo por parte del Estado a este activo, pone también en evidencia la capacidad desde el Ministerio de Industria para involucrar a la Administración económica en un proceso de estas características, y de tan amplío calado, y lo que es peor, lo dificulta para el futuro. Desde otro punto de vista, el organismo que dirige Maite Costa se lleva también la peor parte de este proceso: ha tenido que poner en marcha esta subasta, ha tenido cuatro sesiones con los agentes financieros y se encuentra en la soledad de explicar un resultado que también es consecuencia de actuaciones regulatorias que provienen del Ministerio (como el ya mencionado cambio en la fijación de criterios en los tipos de interés de referencia).

Si además tenemos en cuenta los mercados financieros, con fuerte aversión al riesgo y una situación de crisis de liquidez en los mercados importante desde este verano, el cóctel es explosivo. Ahora, ésa no puede ser la justificación oficial única, exclusiva y ¡externa! a esta cuestión, lo que impide identificar errores y responsabilidades. La crisis de los mercados financieros es, simplemente, uno de los datos que conforman el marco de referencia en que se han desarrollado esta subasta y las actuaciones paralelas no han facilitado que el producto sea atractivo.

Queda la solución de encomendarse a la porfía, decir (y conseguir) que este año el déficit tarifario será menor al final y rebañar la garantía de potencia. Como sea.

El crudo se encuentra en los umbrales de los 100 dólares tras batir nuevos récords

El precio del petróleo ha continuado su imparable escalada de récords y quedó a un mínimo paso de superar la barrera psicológica de los 100 dólares, impulsado, entre otros, por una febril especulación en torno a la fuerte depreciación del dólar.

A la cabeza de la tendencia alcista del «oro negro» se situó el barril (de 159 litros) del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), que concluyó la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) a 98,18 dólares, un nuevo precio récord de cierre. El encarecimiento es del 3,2 por ciento, o 3,08 dólares, respecto al cierre del viernes anterior (95,10 dólares/barril).

No obstante, aunque la jornada concluyó al alza, el barril del crudo de Texas, de referencia en Estados Unidos, no volvió a superar la cota inédita de 99,29 dólares a la que llegó a venderse puntualmente el miércoles.

En el mercado de futuros de Londres -el Intercontinental Exchange Futures (ICE)- el barril de Brent para entrega en enero, de referencia en Europa, acabó en 95,76 dólares, 1,26 dólares más que el jueves y más de 4 dólares por encima del cierre de la semana anterior (91,62 dólares).

La cotización del barril que usa la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) como referencia, una mezcla de doce calidades de crudo, subió de 87,01 a 91,41 dólares en una semana (de jueves a jueves), con lo que se encareció más de 40 dólares desde principios de año, cuando llegó a cotizar a menos de 50 dólares.

El «oro negro» inició la semana al alza ya el lunes, después de que el cártel concluyera su III Cumbre el domingo en Riad con un mensaje claramente alcista y sin indicios de que vaya a aumentar sus suministros al mercado para frenar la subida de los precios.

Ante las peticiones de Estados Unidos y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) para que la organización pacte un incremento de su oferta conjunta durante el invierno boreal, los ministros del grupo de doce países dijeron que estudiarán esa posibilidad el próximo 5 de diciembre, en Abu Dhabi. Mientras, en su discurso de apertura de la cumbre, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, calificó de «justas» las cotizaciones actuales y advirtió de que incluso pueden dispararse hasta los 200 dólares si Estados Unidos invade Irán.

El contencioso que enfrenta a EEUU y otras potencias occidentales con el régimen de Teherán por su controvertido programa nuclear es uno de los conflictos que ha contribuido en los últimos años a la escalada, ante el temor de que acabe por afectar los suministros de ese país, segundo productor mundial de crudo y cuarto de la OPEP.

Esta semana, EEUU y la Unión Europea volvieron a instar a Irán a cumplir las exigencias del Consejo de Seguridad, especialmente la suspensión del enriquecimiento de uranio, con el fin de dar garantías de que no intenta fabricar la bomba atómica, pero Teherán mantiene su postura de defender su derecho a la citada actividad, pues asegura que sólo persigue fines pacíficos.

Por otro lado, la subida del precio del petróleo está evidentemente ligada a la especulación en torno a la depreciación del dólar frente al euro y al yen, que continuó esta semana hasta nuevos mínimos y preocupa especialmente a los exportadores de crudo, ya que esa materia prima cotiza en la moneda estadounidense. En su cambio frente al billete verde, el euro batió ayer un nuevo récord y superó por primera vez la marca de 1,49 dólares.

Irán, que se niega a utilizar la divisa estadounidense en sus operaciones de comercio exterior, pidió a la OPEP estudiar el efecto del debilitamiento del dólar en las economías de los países miembros y Venezuela propuso crear una canasta de divisas para cotizar el crudo, pero esas ideas no prosperaron en la cumbre debido principalmente al rechazo de Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de petróleo.

Pese a ello, la debilidad del billete verde marcó el encuentro de la OPEP, donde Chávez vaticinó que el dólar seguirá cayendo y su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, abogó por «transar» el crudo «en una moneda dura».

El crudo cierra al alza la semana de récords en vísperas de la III Cumbre de la OPEP

El petróleo ha encadenado una nueva semana de volatilidad y récords históricos, manteniendo su amenaza de romper la barrera de los 100 dólares justo en vísperas de la tercera cumbre de Jefes de Estado que celebra la OPEP en su historia.

Entre los crudos de referencia, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI) lideró una vez más la carrera alcista y llegó a venderse a 98,62 dólares/barril a mitad de la semana, aunque luego se moderó y terminó el viernes en Nueva York a 96,32 dólares por barril, apenas 0,39 dólares más que al cierre de la semana precedente.

El movimiento de los contratos de futuro de más próximo vencimiento (para entrega en diciembre) del WTI, el crudo de referencia para Estados Unidos, fue paralelo al barril de Brent, referencia en Europa, que tras superar los 95 dólares concluyó ayer a 93,18 dólares en Londres.

Mientras, el barril referencial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), una mezcla de doce calidades de crudo, encadenó tres récords consecutivos esta semana y superó por primera vez los 90 dólares el miércoles, situándose tanto ese día como el siguiente, en los 90,71 dólares. Con ello, avanzó 3,10 dólares en una semana, lo que supone un encarecimiento del 3,5 por ciento.

En lo que va de noviembre, su valor promedia los 88,98 dólares, más del 12 por ciento por encima de la media de octubre (79,36 dólares), mientras que frente al promedio del primer mes de este año (50,79 dólares), el encarecimiento supera ya el 75 por ciento. No obstante, si se observa el promedio anual, la subida es mucho más moderada, pues va de 61,08 dólares en todo 2006 a 66,04 dólares en lo que va de 2007, y aún menor si se calcula su valor en euros u otras monedas fortalecidas frente al dólar.

Por otro lado, la fuerte depreciación del dólar no sólo mitiga el impacto de la subida para los consumidores en países con monedas desligadas del billete verde, también reduce la capacidad adquisitiva de los ingresos que perciben los exportadores de crudo.

Con todo, el mundo está cada vez más preocupado por la imparable subida de los precios del «oro negro», paralela a la del oro «amarillo» y otros metales y materias primas, y los mercados centrarán esta semana su atención en Riad, donde se han dado cita los Jefes de Estado de los trece países miembros la OPEP.

Se trata de la tercera cumbre de Jefes de Estado que celebra la organización desde que fue fundada por cinco países en 1960 en Bagdad, pues la primera reunión de este tipo tuvo lugar en Argelia en 1975 y la segunda en Venezuela, en 2000. En principio, la agenda de la reunión convocada para el 17 y 18 de noviembre, no prevé tratar eventuales reajustes de la producción, un asunto reservado a las conferencias de ministros de Petróleo y Energía, como la prevista para el 5 de diciembre en Abu Dhabi.

No obstante, en el sector no se descarta que el problema del precio del crudo y su relación con el dólar, así como con otros factores que lo determinan, sea tratado en la reunión preparatoria de ministros de Exteriores, Petróleo (y Energía) y Finanzas de los países participantes, que se celebrará en Riad previa a la cumbre.

En vísperas a esta cita han aumentado las presiones de las naciones consumidoras, principalmente Estados Unidos y la Unión Europea, para que el grupo abra sus espitas lo antes posible. Sin embargo, el último aumento de la producción conjunta de la OPEP, de 500.000 barriles diarios, entró en vigor el pasado día 1 sin lograr su objetivo de frenar la carrera alcista de los precios.

La OPEP, que según los datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE) controla cerca del 42 por ciento de la producción mundial de crudo, asegura que en el mercado no hace falta más crudo.

«Los mercados están bien abastecidos de crudo, el alto precio no tiene nada que ver con una escasez de petróleo», dijo el secretario secretario general de la organización, el libio Abdalá El-Badri.

Al hacer esa declaración al diario vienés «Der Standard«, El-Badri atribuyó el actual descontrol de los precios a los especuladores financieros en los mercados de futuros e instó a Occidente a tomar medidas para frenarlos. «Son necesarios controles más estrictos, hay que poner un freno a los especuladores», dijo El-Badri.

Un petróleo distante desata la euforia en torno a la brasileña Petrobras

Un enorme yacimiento de hidrocarburos en Brasil podría abrir una nueva era para este décimo mayor consumidor de energía del mundo, pese a que aún es temprano para contar los pollos antes de nacer.

La estatal petrolera Petrobras confirmó un reservorio con entre 5.000 y 8.000 millones de barriles de petróleo y gas natural, en un nuevo horizonte geológico en el fondo del Atlántico. La euforia de estos anuncios agita la bolsa de valores de Sao Paulo, donde las acciones de la petrolera acumulaban un avance del 25 por ciento en dos días y concentraban la mitad del dinero negociado.

En el mercado de Nueva York Petrobras fue la octava empresa más negociada, con 2.852 millones de dólares, según cálculos de la consultora Economática. En Brasil y Nueva York Petrobras movió 5.847 millones de dólares, el mayor volumen de su historia bursátil. Estos números ilustran el furor tras un anuncio que fue de inmediato capitalizado políticamente por los principales ministros del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Además de esas reservas, que por sí solas elevará en un 50 por ciento las existencias probadas de todo Brasil, la empresa también dijo que existen en ese horizonte -de 800 kilómetros de longitud por 200 de ancho- reservas probables como para elevar este país al selecto club de los 10 grandes productores y exportadores mundiales.

El yacimiento Tupi, fue encontrado en el bloque BM-S-11 – con unos 100 kilómetros cuadrados- que es operado por Petrobras (65 por ciento) junto con la portuguesa Galp Energía (10 por ciento) y la británica BG Group (25 por ciento). Este consorcio se lo adjudicó en 2000, durante una subasta organizada por la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) al pagar un bono de 15 millones de reales (unos 8,6 millones de dólares).

El gobierno, por orden de Lula, retiró 41 bloques ubicados en el nuevo horizonte geológico de una nueva subasta programada para finales de noviembre, invocando la necesidad de resguardar el interés nacional. La decisión fue interpretada por analistas petroleros y empresarios como un monopolio de Petrobras sobre este área que se supone que será una de las más ricas fronteras petroleras mundiales de los próximos años. Esto ayuda a explicar el furor con los papeles de Petrobras, en típicos movimientos especulativos basados en eventos futuros.

Hace tiempo datos de Petrobras vislumbraban estas reservas probables y habían servido para elevar las ahora frustradas expectativas sobre la nueva subasta de la ANP.

El optimismo no se ha amilanado pese a las advertencias de que habrán de pasar entre cinco y seis años para declarar la comerciabilidad del primer yacimiento probado, ubicado hasta a 7.000 metros desde la superficie del Atlántico.

Brasil es un gigante sediento de energía con uno de los mayores planes de expansión en la industria petrolera mundial y Petrobras sola invertirá 112.000 millones de dólares en los próximos cuatro años, sin contar el nuevo escenario. A medio plazo el país pretende duplicar su actual producción de 2,0 millones de barriles por día (bpd) de crudo y gas.

El petróleo de Tupí es liviano, de alto valor comercial, pero está en un horizonte donde nunca antes nadie ha llegado, más allá de una cama de sal de unos 2 kilómetros de espesor que lo separa de las cuencas tradicionales del país.

El director de Exploración y Producción de Petrobras, Guilherme Estrella, afirmó que «no hay barreras tecnológicas objetivas» para la empresa en Tupi pero solamente entre 2010 y 2011 el verdadero potencial del yacimiento será probado con una estructura que deberá producir unos 100.000 barriles por día y costaría unos 4.500 millones de dólares.

«Desde el punto de vista político han hecho un carnaval, pero todavía es muy temprano para eso», dijo el geólogo Giuseppe Baccocoli, consultor petrolero de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

Refutó los extremos de comparar a Brasil con potencias petroleras como Venezuela y los países árabes. «Pero sin duda el descubrimiento tendrá reflejos mundiales. Hasta ahora sólo hay petróleo abundante, con excepción del Mar del Norte y Canadá, en lugares poco amigables», para los grandes consumidores occidentales, destacó Baccocoli.

Baccocoli calcula que el costo total de producción por barril sumando los costos exploratorios y financieros en Tupi no deben salir por menos de 30 dólares el barril en la primera fase. «El petróleo tendría que caer por debajo de 40 dólares para hacer inviable este esfuerzo», señaló.

Todos los análisis indican que en el mediano y largo plazo el precio del crudo se mantendrá alto, en nuevos niveles de referencia.

El precio del crudo continúa con su trepidante escalada hacia los 100 dólares

Los precios del petróleo en los principales mercados internacionales volvieron a batir récords históricos en una trepidante escalada que ha hecho disparar las alarmas sobre la posibilidad de que se llegue a los cien dólares por barril.

En Nueva York, el barril de petróleo de Texas, utilizado de referencia en Estados Unidos, acabó en el precio histórico de 96,7 dólares, tras subir en un sólo día 2,72 dólares (un 2,89 por ciento) respecto al cierre anterior. Así la sexta sesión de las últimas nueve en que los contratos de más temprano vencimiento del crudo de Texas acaba en un máximo histórico. Además, durante la jornada, el crudo estadounidense llegó a cambiarse a 97,1 dólares por barril, otra cifra jamás vista en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX).

La escalada de estos días ha conseguido que en lo que va de año el crudo de Texas se haya encarecido en más de un 58,4 por ciento y que sólo haya que mirar dos años y medio atrás para encontrar un barril a la mitad del precio que el actual.

En Londres el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cerró a 93,26 dólares (2,77 más que al cierre del lunes), aunque durante la sesión llegó a cambiarse por 93,56 dólares en el Intercontinental Exchange Futures (ICE), también un precio nunca visto para el petróleo del Mar del Norte.

Los analistas creen que la fiebre alcista del ‘oro negro’, que abrió la semana concediendo una ligera tregua (con un descenso de casi dos dólares), se reavivó ante el temor a una nueva reducción en sus reservas de crudo por tercera semana consecutiva. Algunos expertos cifran en más de 1,6 millones de barriles la reducción de las reservas que podría anunciar mañana el Departamento de Energía estadounidense, que cada miércoles da cuenta de la evolución de los inventarios de crudo y carburantes.

En cambio, creen que el inventario de gasolina podría ser 200.000 barriles superior al de hace un año, mientras que los de destilados habrían caído en 800.000 barriles.

Esos descensos se deberían tanto a los retrasos producidos la semana pasada por las fuertes tormentas en el Golfo de México como por el alza de precios de las refinerías, que se alistan para la temporada de invierno. En Londres el Brent también se vio afectado por el anuncio de ConocoPhillips y la petrolera BP del cierre de varias plataformas petrolíferas del Mar del Norte, debido a una tormenta prevista para esta semana.

En el Mar del Norte se produjeron durante el año pasado 4,4 millones de barriles diarios, más que Irán, el cuarto exportador del mundo y el segundo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). A esos posibles problemas de reservas se suma la tensión generada por los problemas geopolíticos que pueden minar el abastecimiento de crudo, como la amenaza de Turquía de emprender una operación militar contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en el norte de Irak.

Otro factor catalizador del ascenso del crudo es la debilidad del dólar, cuyo cambio con el euro alcanzó un nuevo mínimo histórico, lo que abarata la compra de las materias primas que se negocian en moneda estadounidense, entre ellas el petróleo. Ocurre lo mismo con el oro, que, como el petróleo, se encuentra estos días en máximos históricos, negociándose por más de 800 dólares la onza para los contratos de futuros con vencimiento en diciembre, un precio que no se alcanzaba desde 1980.

Los contratos de futuro del oro alcanzaron un precio de 823,4 dólares por onza, tras subir en una sola sesión más de un quince por ciento, lo que también supone un máximo histórico. Ante los avances de los últimos días, los inversores de ambos lados del Atlántico especulan con la idea de que a corto plazo se rompa la temida barrera de los cien dólares por barril, al menos en el caso del utilizado de referencia en EE.UU.

Aunque no coinciden en el plazo en que podría superarse esa barrera -una posibilidad que hace unos meses era impensable-, sí lo hacen en destacar los enormes beneficios que reportaría a las grandes petroleras, que han visto cómo el precio del crudo se ha cuadruplicado en los últimos cuatro años.

La financiación del déficit tarifario se complica

El proceso de titulización del déficit tarifario parece que está durando más de lo que estaba previsto inicialmente. Con la de mañana, serán cuatro reuniones las que responsables de la CNE tendrán con los agentes implicados. No se sabe, si por error, este fin de semana se difundía que la reunión de mañana iba a ser en realidad la subasta definitiva. El hecho es que la de mañana no será la subasta definitiva, que tendrá lugar alrededor del día 27 de noviembre, es decir al final de mes. Hacemos un repaso de todas las claves de este proceso.

1.500 millones de euros de déficit tarifario ex ante. Lo que en estos momentos se está subastando es el déficit tarifario ex ante del ejercicio 2007, y más concreto, el devengado en los dos primeros trimestres del año (750 millones en cada trimestre). En total, si se cubriera totalmente se alcanzarían los 1.500 millones de euros. Un proceso que parece que cuando se deba repetir para acometer el déficit de la segunda parte del año, puede tener unas cifras más abultadas, dada la situación metereológica del otoño y los elevados precios del petróleo. En referencia al déficit de 2006, todavía no se tiene noticia ni de su importe, ni de su cantidad final, por lo que no tiene que ver su titulización con esta primera subasta que organiza la CNE.

Tipos de interés y crisis de liquidez. El escenario de tipos de interés creciente y la situación de crisis de liquidez en los mercados internacionales derivado de la crisis de las ‘subprime’, parece que puede afectar al proceso de subastas, en términos de que se pueda producir una elevación del coste de esta financiación (entiéndase elevación de los tipos de interés, es decir del coste de esta financiación).

Apoyo por parte del Estado. En un escenario de elevación de tipos de interés parece que esta operación precisa de un apoyo más o menos del Estado, máxime cuando se trata de una fórmula para solventar la decisión política de no elevar las tarifas. En este sentido, se ha venido trabajando en dos líneas: la Dirección General de Seguros y el Banco de España por cuestiones diferentes. En primer lugar, la Dirección General de Seguros, a fin de que estos activos sean recomendables a efectos de las coberturas de las reservas técnicas de las empresas aseguradoras. En segundo lugar, el Banco de España a fin de que las posiciones deudoras derivadas de estas operaciones no computen como capital regulatorio a efectos de coeficientes según las normativas de Basilea II. Al parecer, según fuentes financieras, ninguna de estas dos actuaciones parece que tenga visos de fructificar.

El hecho es que esta situación unida a la crisis de liquidez, puede elevar las primas de riesgo de esta financiación y subir los costes de esta financiación. El temor llega hasta el hecho de insinuar a los responsables de la subasta la posibilidad de que finalmente no se cubran los 1.500 millones de euros previstos lo que, en el fondo, alteraría las condiciones iniciales de la propia subasta (una posibilidad que se recoge en el artículo 8 de la Orden Ministerial del 6 de julio).

La Orden del 6 de Julio y su corrección de errores. El Ministerio de Industria publicó una corrección de errores a finales de octubre, referida a la orden del 6 de julio, por la que amplía el plazo de cuatro a cinco meses para realizar la primera subasta (además de corregir dos errores en el articulado). Más de tres meses parece mucho tiempo para identificar ese tipo de ‘errores’, a los que parece que nos está acostumbrando a la Administración energética y que tanto desquician a los servicios jurídicos.

Papel de la CNE. La Comisión Nacional de Energía ha sido la responsable de organizar el procedimiento de subasta, con una supervisión lejana en la sombra por parte del Ministerio de Industria. De hecho, en la primera reunión estuvo presente Pablo Gasós. Los asistentes recogieron con cierto asombro el mensaje de una tutela en la sombra: si las cosas no salen como Industria espera, se transparentaba que podría intervenir en el proceso. De las dos reuniones que tenían las empresas y grupos financieros parece que ha sido preciso ampliar y realizar dos reuniones más informativas para aclarar ‘flecos pendientes’, formas en que se van a realizar los pagos, garantías, volumen a subastar, referencias, inclusive el coste a las distribuidoras por la demora en el ingreso de los plazos que incurre en un diferencial sobre el tipo de interés oficial del dinero, etc… Si incluimos la declaración que realizó públicamente un responsable de la CNE “con cierta simpatía”, en el sentido de que no se cobrarían los cafés a los asistentes a la reunión, parece que la cosa, no empezó con ninguna gracia.

En privado, se reconocen todavía muchas dudas a este proceso. La cuestión sigue abierta.

Biocombustibles y cambio climático: una relación conflictiva

Aunque muchos países han seguido el camino de Brasil, y se han preparado para invertir y ayudar a los biocombustibles a despegar, el panorama global no es tan atractivo. En casi todo el mundo, a diferencia de Brasil, los biocombustibles no pueden competir en precio con los derivados del petróleo: requieren grandes superficies de tierra cultivada y eso añade presión a los precios de alimentos y agua.

Según la Agencia Internacional de la energía, en el año 2005 todo el biocombustible producido alcanzó el 1% del consumo de petróleo para transporte por carretera (643.000 barriles por día). El 85% de esta cantidad procedió del etanol.

El potencial global de biocombustibles convencionales está limitado por la disponibilidad de tierra adecuada para cultivo, además del alto coste de la mayoría de las tecnologías convencionales, por lo que existe un amplio interés tanto en buscar formas de utilizar mayor porcentaje de las plantas usadas para producción de combustible como en encontrar una gama más amplia de materias primas. En este sentido, la Jatropha es una opción en estudio, pues no necesita una gestión tan intensiva ni unos suelos de una calidad especial. Por ello, hay gran expectación sobre los combustibles de segunda generación.

El desafío técnico que se perfila en el centro de esta estrategia es encontrar formas de convertir celulosa en azúcares susceptibles de ser transformados en etanol. La celulosa se encuentra en muchas materias primas vegetales, entre ellas hierbas silvestres o árboles, e incluso desechos de papel. Una importante ventaja de esta fuente de producción es que las plantas se podrían cultivar en terrenos marginales o degradados, inadecuados para la producción de plantas alimenticias; además, los propios residuos de la planta, no aptos para el consumo humano, también pueden ser utilizados.

Pero todavía quedan barreras técnicas para la producción de etanol a partir de residuos lignocelulósicos a gran escala: romper las moléculas de celulosa para conseguir azúcares fermentables, y hacerlo a bajo coste, es el mayor reto.

Los intentos de producir biodiésel de segunda generación proporcionarían otra ruta, pues son tecnologías totalmente distintas del proceso de transesterificación. El primero implica la gasificación de biomasa y la transformación de ese gas en líquido, un proceso que puede convertir madera, paja u otros recursos de biomasa en un gas y permite utilizar toda la planta, a diferencia de la producción de biodiésel a partir de semillas oleaginosas. La mayor barrera para el biodiésel es actualmente su mayor coste de producción comparado con el etanol, y no hay muchas perspectivas en el horizonte de bajar sus costes significativamente.

Rendimiento

El informe de la OCDE destaca que los biocombustibles procedentes de biomasa tienen un bajo poder y densidad energética. La densidad energética es la cantidad de producción de energía que se puede producir por unidad de tierra, y se expresa en vatios por metro cuadrado (W/m2). La densidad de la biomasa varía entre 0,01W/m2 (combustión de madera) y un máximo de 1,2 W/m2 (plantación intensiva de bosques). Los combustibles fósiles varían entre 1.000 y 10.000 W/m2, por lo que pequeñas extensiones de terreno pueden proporcionar enormes flujos energéticos. De todas las renovables, apunta el informe, la densidad energética de la biomasa vía fotosíntesis ofrece es la menor, y por tanto la que más espacio requiere. La captación de luz para producir electricidad, por ejemplo, ya es una magnitud más eficiente (10W/m2).

En suma, para reemplazar 1 unidad de combustible fósil son necesarias 1,5 unidades de biocombustible, con el espacio, coste e infraestructura que eso implica. El poder energético y la densidad energética son limitaciones constantes para el potencial de los biocombustibles para reemplazar a los tradicionales.

Por ello, surgen preguntas fundamentales. Por ejemplo,

¿Qué cantidad de tierra podría dedicarse a la biomasa energética, teniendo en cuenta las crecientes necesidades alimentarias?

Según un estudio del Instituto para el Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), el máximo de tierra que podría utilizarse para cultivos de secano es menos de la cuarta parte de la superficie mundial. El resto es demasiado frío, seco, inclinado o de calidad inapropiada para cultivos. El resultado son 0,7 Gigahectáreas (Gha), algo que el estudio de la OCDE considera excesivamente optimista. La mayor parte de esa extensión se utiliza como pasto para ganado.

En cualquier caso, el informe considera que, debido a los modelos utilizados para calcular disponibilidad de tierra, que tienden a sobrestimar la tierra disponible y subestimar la tierra ya utilizada entre un 10 y un 20%, la superficie total disponible para cultivos en 2050 sería de 0,44 Gha, concentradas en África y América Central y del Sur. En algunos países no existen infraestructuras adecuadas para poder sacar partido a esas tierras.

Biomasa procedente de residuos

Aparte de cultivos dedicados, los biocombustibles también se pueden obtener a partir de biomasa de desechos orgánicos de animales y vegetales. Sin embargo, donde la producción es extensiva, los desechos se reutilizan como nutrientes para mantener la fertilidad del suelo, y sólo entre un 25 y un 33% se puede emplear para biocombustibles de una forma sostenible. En las zonas donde los bosques se gestionan de forma sostenible, la mayoría de los residuos forestales se dejan en el terreno para proteger el suelo de la erosión, enriquecerlo y proporcionar hábitat para la fauna.

Por otra parte, el coste de la recogida de residuos es el elemento económico más importante en este tipo de biomasas. Además son necesarias cantidades masivas de material. Todo ello hace que la biomasa de residuos tenga su aplicación ideal en nichos de mercado en los que el consumo esté muy cerca de la producción.

En cuanto a la energía disponible en la biomasa, dependerá de la eficiencia con la que pueda ser convertida, y esto, a su vez, en la tecnología que se utilice. Por ello, el informe de la OCDE defiende el uso de biorefinerías de alta eficiencia y uso de plantas eléctricas a partir de biocombustible de alta eficiencia.

No toda la biomasa disponible se utilizará en la producción de combustibles líquidos. En EEUU ya se está viendo la competencia por la biomasa. En junio de este año, la empresa Green Energy Resources anunció que había obtenido derechos por más de un millón de toneladas de madera y que tenía opciones sobre madera dañada por huracanes futuros. Madera que no se destinaría a la producción de etanol, sino a centrales térmicas de madera planificadas para 2010. Según las predicciones de Green Energy Resources, el precio podría elevarse a mediados de 2008 hasta los 50 dólares por tonelada frente a los 29 dólares actuales.

Potencial de los biocombustibles para mitigar el cambio climático

Es necesario analizar el ciclo completo de vida para poder conocer el potencial real de los biocombustibles para evitar el efecto invernadero. Los análisis sobre estas cuestiones progresan pero están lejos de dar conclusiones fiables: en algunos casos, las emisiones netas pueden llegar a ser mayores que las de los combustibles fósiles; en otros, reducen sustancialmente las emisiones.

La complejidad en ese estudio se debe a la variabilidad de los elementos que hay que analizar: el tipo de cultivo, la cantidad y tipo de energía inmersa en el fertilizante, la cantidad de agua utilizada, las emisiones de la producción del fertilizante, etcétera. Sin embargo, es claro que el más eficiente es el etanol producido a partir de la caña de azúcar en Brasil, que reduce las emisiones en hasta un 90%. El etanol a partir de grano en EEUU reduce las emisiones en un 30%.

Red Eléctrica por la función 14

Estos días pasados tuvimos noticia del interés de Red Eléctrica de España por adquirir más activos de transporte en Brasil. Hasta el momento Red Eléctrica de España, ha mantenido lo que denomina su desarrollo internacional, centrado en América Latina, Europa del Este y países del arco mediterráneo, invirtiendo en la adquisición de activos de transporte en estos ámbitos geográficos. Ese es el caso de Bolivia, Perú y ahora sería el caso de Brasil. Red Eléctrica, en la actualidad está inmersa en un caudal de noticias, fruto de su responsabilidad en el apagón de Barcelona, la ‘intentona’ de recuperar el proceso de integración de REE y Enagás, el crecimiento de sus resultados en un 19,5 %, las operaciones internacionales o el enfrentamiento frontal y abierto que mantiene con todo el sector.

En primer lugar, es preciso considerar la naturaleza de Red Eléctrica como empresa y sus peculiaridades. Es una empresa que fue pública, si bien ahora está privatizada, aunque la SEPI todavía tiene un 20 % de la titularidad de REE (esto permite que las condiciones salariales y blindajes de sus cúpula directiva sean de empresa privada, y que el nombramiento de presidente sea un acto diseñado desde los poderes públicos y que muchos de ellos tengan carné o participen en la elaboración del programa del gobierno). Por otra parte, Red Eléctrica de España en la actualidad es el operador de transporte y operador de sistema eléctrico español (dos actividades no separadas actualmente), una unión que razonablemente debe desligarse. En ese sentido, además actúa como transportista monopolista y único, en la medida de que, además, la configuración de las redes que ha introducido la reforma de la Ley del Sector Eléctrico, ha consagrado esta figura ‘de facto’. Tiene por tanto, un papel en la ordenación del sector eléctrico muy importante, que además se ve acrecentado por las nuevas atribuciones que entrega el Ministerio de Industria a la empresa que dirige el ex Ministro Luis Atienza en las nuevas regulaciones de la garantía de potencia (pagos de capacidad), definición de los criterios de acceso a la red, etc… De hecho, se reconoce la capacidad de influencia de esta compañía en la regulación energética que está realizando la Secretaria General de Energía, desde que el ramo está dirigido por Clos e Ignasi Nieto.

Función 14 ampliada

El gobierno, por su parte, modificó con motivo del anuncio de la OPA de E.ON sobre Endesa, el contenido de la denominada función 14 de forma preventiva para que la CNE fuese un elemento adicional de revisión a las operaciones mercantiles sobre empresas españolas por parte de compañías foráneas. Se extendió el alcance de esta función para que más operaciones estuviesen supeditadas a esta revisión. La función 14 es un mecanismo de revisión por parte de la Comisión Nacional de Energía, que consiste en la emisión de un informe (vinculante) por parte de este órgano regulador, que valora si una operación concreta determinada afecta a la seguridad de suministro de nuestro país. Esta función se aplica a cuando una empresa adquiere otra, se modifica la propiedad o la participación de las empresas, o en situaciones análogas. Es previa a los dictámenes consultivos que este organismo emite en materia de competencia y que remite a la Comisión Nacional de Competencia.

La función 14 habilita al regulador energético, la CNE, a autorizar o denegar operaciones si éstas afectan o perjudican a las actividades reguladas –es decir, el transporte y distribución de gas y electricidad- y alterar, en su caso, el funcionamiento del sector eléctrico. Esta función da a la CNE dos opciones: prohibir la operación (otorga a la CNE poder para vetarla) o bien ponerle condiciones. La puesta en marcha de la función 14, ante cualquier operación societaria, es un trámite obligatorio y previo.

Déficit de inversiones

De forma añadida, existe un consenso por parte de los expertos de que existe un déficit de inversión en infraestructuras de transporte eléctrico en España. Señalan que no han crecido estas inversiones al compás de cómo ha aumentado la demanda eléctrica por parte de los usuarios y la inversión en generación eléctrica por parte de las empresas eléctricas de acuerdo con los mecanismos de mercado. De hecho, desde la situación de las redes de transporte en Catalunya, a la existente en varias zonas del país dónde la red es insuficiente para evacuar la energía generada, a la que no llega la red de transporte o no se ha modernizado suficientemente. ¿Se imaginan ustedes que el ADIF, responsable de las infraestructuras ferroviarias, con el follón existente hoy en Catalunya, se fuese a invertir fuera de España?

Por eso, es razonable y necesario, que las operaciones de adquisición de activos o compañías en otros países que se realice por parte de Red Eléctrica de España (y si lo hiciera Enagás, también, lógicamente), transportista monopolista único, gracias al crecimiento de sus ingresos de las actividades reguladas en España, en una situación de insuficiencia de inversiones y de redes a nivel interno, pasen por el ‘fidelato’ de los órganos reguladores españoles, con una “función 14” específica o mecanismo análogo para cuando realizan estas operaciones. Que garanticen el cumplimiento de la planificación energética y que ésta recoja las necesidades de crecimiento de redes que se acompasan a las necesidades de la generación y del consumo dentro del país. Por salvaguardar la seguridad de suministro y el interés nacional. De verdad.

El petróleo supera los 90 dólares en vísperas del invierno boreal

La extrema inestabilidad causada por los conflictos en Oriente Medio y la incertidumbre sobre los efectos de un debilitamiento de la economía en Estados Unidos han dado un nuevo impulso a los precios del petróleo, que continuaron esta semana con su imparable escalada de récords históricos.

El barril del crudo Brent para entrega en diciembre, la referencia en Europa, marcó ayer un nuevo máximo histórico de 89,30 dólares, antes de concluir la sesión en el Intercontinental Exchange Futures de Londres a 88,69 dólares. Esa cota inédita en el valor del cierre superó en 1,21 dólares al valor del jueves y en 7,55 dólares al del viernes anterior, lo que supone un aumento del 9,3 por ciento en la semana.

Paralelamente, el crudo de Texas para entrega en diciembre, referente en EEUU, superó ayer por primera vez los 92 dólares, antes de terminar en 91,86 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York. Así, este crudo de alta calidad encadenó también un nuevo récord en su precio de cierre, con una subida de 1,40 dólares respecto al de la jornada anterior y de 3,26 dólares frente al viernes precedente, un alza semanal del 3,7 por ciento que se suma al 9,2 por ciento de la semana anterior.

El precio del barril de crudo que usa la OPEP como referencia se mantuvo toda la semana por encima de los 80 dólares y va en camino a cerrar este mes con una media de 78 dólares, cuando empezó el año en los 50,79 dólares como promedio mensual en enero.

Los observadores destacan cada vez más el paralelismo de la escalada de los precios del petróleo y de otras materias primas con la subida del valor del euro frente al dólar, que ayer tocó también un nuevo máximo de 1,4394 dólares, impulsado por las expectativas de que bajen los tipos de interés en Estados Unidos.

Si se mira la evolución en los últimos años, es evidente que el precio del petróleo prácticamente no ha hecho otra cosa que escalar desde que el euro comenzó a funcionar como divisa internacional, tras ser introducido el 1 de enero de 2002. Refleja ese movimiento la gráfica publicada en la página web de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sobre el desarrollo del precio, que muestra una curva continua al alza.

La cotización media del crudo del barril de la OPEP fue en todo 2002 de 24,36 dólares, subió a los 28,10 dólares en 2003, a 36,05 dólares en 2004, a 50,64 dólares en 2005 y a 61,08 dólares en 2006, mientras que en lo que va de 2007 se sitúa en los 64,94 dólares. Pero el impacto de la subida está mitigado para los consumidores en los países con monedas apreciadas frente al billete verde, como el euro y el yen, mientras que en varias economías asiáticas los productos petroleros están subvencionados por el Estado.

Ambos elementos explican en parte que la demanda mundial de «oro negro» se mantenga vigorosa a pesar del sostenido encarecimiento de esa materia prima

Para la consultora vienesa PVM, además de la especulación, son varios los factores que esta semana conjugaron para impulsar los precios, empezando por un considerable e inesperado descenso de los inventarios de crudo en Estados Unidos, el mayor mercado de consumo petrolero en el mundo. A ello se añaden los problemas geopolíticos en Oriente Medio y en Nigeria que pueden afectar al suministro en momentos en que se teme ya que la oferta sea muy ajustada durante el invierno boreal, cuando aumenta la demanda de crudo debido al mayor consumo de combustible para calefacción en el norte del planeta.

La amenaza de Turquía de desplegar una masiva incursión militar en el norte de Irak para combatir a los guerrilleros del separatista Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK) no sólo puede afectar a los suministros de crudo iraquíes que salen del conflictivo país árabe por la frontera con Turquía. El temor que despierta este conflicto es que pueda desestabilizar aún más la ya delicada situación en Oriente Medio, región de donde procede un tercio del abastecimiento petrolero del planeta.

Otro factor alcista es la decisión de Estados Unidos, anunciada el jueves, de imponer nuevas sanciones económicas contra Irán, cuarto exportador mundial de crudo, que afectarán a las empresas de diversos países que comercian con el país.

A ello se añadió esta semana el cierre de puertos de exportación de México debido al mal tiempo, causante de uno de los peores accidentes en las plataformas petroleras de la empresa estatal Pemex, con 21 muertos.

Con este panorama y la perspectiva de que la demanda energética seguirá creciendo con fuerza a nivel mundial, el aumento de la oferta de la OPEP de 500.000 barriles diarios pactado en septiembre y que entrará en vigor el 1 de noviembre es percibido en los mercados como demasiado poco para aliviar las presiones alcistas.