El crudo vuelve a los umbrales de su récord histórico pese a experimentar ligeras bajadas

El precio del petróleo alcanzó la última semana del año los umbrales de su récord histórico, acercándose a la barrera psicológica de los 100 dólares en los mercados de futuros de Nueva York y Londres, pese a las ligeras bajas a última hora del viernes. El encarecimiento anual se sitúa así en torno al 60 por ciento, pues hacia el final del año pasado el barril de crudo se vendía en torno a los 60 dólares.

El temor a que la oferta de crudo sea demasiado ajustada en el futuro se agudizó esta semana al conocerse que las reservas almacenadas de esa materia prima en Estados Unidos descendieron más de lo esperado.

El conflicto armado en la frontera turco-iraquí, una explosión en un oleoducto de Nigeria y el asesinato de la líder opositora paquistaní Benazir Bhutto se conjugaron para formar cóctel de incertidumbres geopolíticas, que atizaron aún más las preocupaciones de los mercados.

El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), de referencia en Estados Unidos, terminó la sesión de la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) a 96 dólares por barril, lo que constituye un moderado descenso, ya que los contratos para entrega en febrero retrocedieron 62 centavos respecto a la sesión anterior, pero habían tocado un precio de 97,92 dólares.

El barril de WTI batió su último récord el pasado 21 de noviembre, cuando llegó a venderse a 99,29 dólares, si bien el récord al cierre de una sesión está en los 98,18 dólares, a los que acabó dos días más tarde.

La cotización del crudo Brent, el referente para Europa, cerró también a la baja en el mercado de futuros de Londres, donde el barril para entrega en febrero acabó en los 93,88 dólares, 90 centavos menos que al cierre de la jornada anterior, pero había subido desde los 92,46 dólares del viernes precedente.

Y el precio de la «canasta-OPEP«, un barril calculado en base a once calidades de crudo, subió 2,89 dólares -un 3,3 por ciento- en una semana, hasta situarse el jueves a 90,39 dólares, acortando la distancia que lo separa de su máximo histórico, de 91,91 dólares.

La sostenida subida de los precios del petróleo «está aumentando la presión sobre los gobiernos para reducir subsidios, sobre todo en los países en desarrollo de Asia«, destacó esta semana la consultora especializada PVM en un análisis del mercado energético.

Los expertos destacan que en China, cuyo crecimiento económico y hambre de energía han sido uno de los factores determinantes de la escalada del precio del crudo desde 2003, la tasa de inflación ha aumentado hasta el nivel más alto en los últimos 11 años. En consecuencia, el gobierno ha aumentado los precios de los combustibles y ofrece subsidios a las refinerías para cubrir las pérdidas, pero «persisten escaseces debido a que hay poco incentivo para que las refinerías produzcan más gasolina y diesel».

Así, en un contexto de ajustada relación entre la oferta y la demanda a nivel global, las noticias sobre conflictos que pueden afectar los suministros de crudo tienen de inmediato un fuerte impacto en los precios. La tensión se agudizó esta semana con las noticias cada vez más frecuentes de incursiones del Ejército turco en el norte de Irak para combatir supuestas posiciones del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

El temor a interrupciones en el flujo de suministros de crudo desde el norte iraquí influyen en la escalada de los precios desde octubre, cuando el Parlamento de Ankara dio luz verde para operaciones transfronterizas del Ejército y con los bombardeos de las zonas del norte iraquí por los aviones de combate turcos.

Sin embargo, de momento no ha habido noticias de que los ataques hayan afectado las importantes ventas petroleras de Irak, como tampoco el brutal asesinato de Bhutto en Pakistán el pasado jueves afecta a ningún suministro de crudo, lo cual no impidió que los «petro-precios» reaccionaran claramente al alza a esta noticia.

Las reacciones son un reflejo del nerviosismo, pero también del ánimo especulador, de los operadores del mercado frente a la evolución futura de las cotizaciones ante un ambiente de incertidumbre geopolítica a nivel mundial.

Así, incluso el accidente ocurrido en la noche del martes al miércoles al explotar un conducto de combustible en las afueras de Lagos, en Nigeria -país miembros de la OPEP y primer productor africano de petróleo- tuvo también su impacto en los precios. A pesar de que el siniestro, en el que murieron al menos 42 personas, fue un accidente y no un atentado, recordó al mundo la precaria situación en la que se encuentra la industria petrolera en el Delta del Níger debido a los frecuentes ataques de grupos guerrilleros de la región.

El petróleo vivió una semana de volatilidad antes del receso navideño

Los precios internacionales del petróleo vivieron una semana de volatilidad en víspera del receso navideño debido al descenso de las reservas de crudo almacenado en Estados Unidos y otros datos económicos emitidos en ese país, el principal consumidor energético del planeta.

La noticia clave fue el miércoles la publicación del nivel de reservas de crudo de EEUU, que se encuentran un 8,7 por ciento por debajo de lo registrado en la misma fecha del año pasado, o sea, el nivel más bajo desde febrero de 2005. Las reservas disminuyeron en 7,6 millones de barriles durante la última semana, situándose en los 296,9 millones, una caída muy por encima de las expectativas.

Tras una semana de varias bajadas, el barril de petróleo de Texas (WTI) se encareció el viernes un 2,5 por ciento, para situarse nuevamente por encima de la marca de los 93 dólares por barril, con una cotización final de 93,31 dólares. Según los analistas, esa última subida se debió a los datos de consumo privado, divulgados en EEUU y que sugieren que la demanda de combustibles podría mantenerse elevada.

El precio del petróleo WTI terminó la semana en unos niveles que no alcanzaba desde el pasado día 12 y modificaba así la tendencia, en general bajista, que ha mostrado en las últimas semanas. El aumento coincidió con las subidas registradas en la Bolsa de Wall Street y la difusión de datos que indicaron que el consumo privado en EEUU subió en noviembre por encima de lo que se esperaba.

Los datos infundieron cierto optimismo a los inversores y también en los mercados petroleros, después de que las perspectivas de crecimiento de la economía estadounidense aparezcan más sombrías en los últimos meses, debido a la crisis crediticia y en el sector de la vivienda, entre otros factores.

Algunos analistas mencionaron también que en estos días previos a las festividades navideñas desciende el volumen de contratación en la Bolsa neoyorquina, lo que suele influir a veces en oscilaciones más acusadas de los precios.

El fuerte encarecimiento del petróleo y de los combustibles ocurre al final de una semana en la que predominó un ambiente de volatilidad y el precio del crudo lograba a duras penas mantenerse en torno a 91 dólares.

Por su parte, en el mercado europeo el petróleo del Mar del Norte (Brent), vivió una semana similar a la del WTI, con un cierre el viernes en 92,46 dólares, un 1,7 por ciento más que el día anterior. En sus cinco días de cotización el Brent no experimentó una tendencia clara, con bajadas lunes, martes y jueves, y subidas miércoles y viernes, lo que demuestra la sensibilidad e inestabilidad del mercado ante las informaciones que llegan y afectan al sector.

También protagonizó la semana la IV cumbre de Petrocaribe, inaugurada el viernes en Cuba, en presencia del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. El líder venezolano informó de que el volumen financiado del suministro de crudo y derivados en el marco de Petrocaribe, organismo que integran 16 países de la región, asciende a 1.166 millones de dólares y afirmó que en 2010 llegará a 4.566 millones.

Mientras, el crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tuvo una semana tranquila, con apenas volatilidad al oscilar el precio de su cesta de 12 tipos de crudo entre los 87,28 y los 87,50 dólares por barril.

Sonatrach marca el paso del sector gasista español en 2007

La negociación de los contratos de gas entre Argelia y Gas Natural, el conflicto entre la gasista y Repsol YPF con Sonatrach por la rescisión del contrato de Gassi Touil y la entrada de la empresa argelina en el mercado español han sido los ejes sobre los que ha girado el sector durante el año.

Al mismo tiempo, el consorcio Medgaz ha anunciado el inicio, en el segundo semestre de 2008, de las obras del futuro gasoducto que unirá España y Argelia con una nueva composición accionarial liderada por Sonatrach (36 por ciento) y con la incógnita de si finalmente Gas Natural se incorporará al proyecto. A pesar de que se trata de asuntos distintos, la presencia de la empresa estatal argelina Sonatrach actúa de nexo y añade un componente político que afecta a las relaciones entre España y Argelia y que supera las cuestiones empresariales.

Los movimientos de la empresa argelina en España han ido este año por dos caminos: lograr la autorización de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) para elevar del 20 al 36 por ciento su participación en Medgaz y conseguir la licencia que le permitiera comercializar hasta 3 bcm (3.000 millones de metros cúbicos) de gas en España. En ambos casos ha alcanzado sus objetivos a la segunda.

El 6 de marzo el Ministerio de Industria le concedió licencia para comercializar hasta 1 bcm de gas natural al año en el mercado español.
Cinco meses después, el 25 de julio, y tras la visita a Madrid del ministro argelino de Energía, Chakib Jelil, Industria levantó esta limitación aunque con el compromiso por parte de Sonatrach de no vender más de 2 bcm.

En cuanto a su participación en Medgaz, Sonatrach conseguía el 8 de mayo la autorización con duras condiciones de la CNE para elevar del 20 al 36 por ciento su participación, permiso que la empresa estatal argelina recurrió un mes después ante Industria. La solución a este asunto llegó también en julio. Industria decidió estimar parcialmente el recurso de alzada de la empresa argelina y eliminó cinco de las siete condiciones impuestas por la CNE. Ambas decisiones le valieron a Industria críticas desde la oposición que acusó al Gobierno de «dinamitar» el sector.

A la vez, Sonatrach ha mantenido abierto este año otro frente de importancia clave para el mercado español: la negociación con Gas Natural para actualizar el precio del gas que suministra a través de dos contratos por el gasoducto del Magreb.

Argelia aporta en torno al 30 por ciento del gas natural que se consume en España, la mayoría mediante esta infraestructura (24 por ciento) y el resultado de los nuevos contratos podría servir de referencia para las importaciones de esta materia prima que vienen de otros mercados. La renegociación de los contratos ha terminado en un arbitraje internacional entre la compañía estatal argelina y la gasista.

Pero aún quedaba el enfrentamiento más agrio del año. El 3 de septiembre Sonatrach decidía rescindir el contrato firmado con Gas Natural y Repsol YPF en 2004 para desarrollar el proyecto de Gassi Touil, que preveía una inversión total de más de 5.100 millones de euros durante treinta años.

La empresa argelina alegó incumplimientos de las dos empresas en sus obligaciones que habían supuesto retrasos e incrementos de costes muy importantes en el desarrollo del proyecto. La ruptura del contrato provocó las protestas de las empresas adjudicatarias que exigen una compensación por los daños y perjuicios derivados del lucro cesante causado por lo que consideran una «apropiación» del proyecto gasista.

Tras la ruptura, el Gobierno expresó su «malestar» por la decisión y su intención de hacer todo lo que estuviera en su mano para solucionarlo mientras que el Partido Popular atribuyó la decisión de Sonatrach a la «pésima» política exterior del Ejecutivo.

Las partes han llevado el conflicto a un procedimiento de arbitraje internacional, cuya primera vista se celebró el pasado 25 de noviembre, y cuya resolución podría prolongarse varios meses.

La OPEP cierra 2007 ampliada y fortalecida, pese a la división por el dólar

Ampliada de once a trece países miembros, la OPEP cierra un nuevo año de fortalecimiento debido a la escalada del precio del petróleo, pero dividida entre los tradicionalistas y los que quieren abrir la puerta al divorcio del crudo y el dólar.

A partir de 2008, Angola y Ecuador se unen a la política de ajustes de la oferta conjunta del «oro negro» de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

En su última reunión, el 5 de diciembre en Abu Dhabi, la OPEP fijó cuotas de producción para ambos países, de 1,9 millones de barriles diarios (mbd) para Angola, y de 520.000 bd para Ecuador. Angola entró en la OPEP el 1 de enero de 2007, en lo que fue la primera ampliación de la organización en más de tres décadas, y Ecuador se reincorporó el 20 de octubre, tras 15 años de ausencia.

Así las cosas, este año ha sido el último de la llamada «OPEP-10«, el grupo de países participantes en los repartos de mercado de la organización, pues ya a partir de la próxima reunión, el 1 de febrero de 2008 en Viena, será sustituida por la «OPEP-12«, que suma hoy una cuota oficial de producción de 29,67 mbd. En ella se incluye el bombeo oficial de todos los miembros del cártel, salvo Irak.

La «OPEP-10» inició 2007 recortando su producción para apuntalar los precios de esa materia prima, que estaban entonces a la baja, aunque acababan de encadenar el quinto año consecutivo de fuertes alzas, y según advirtió en Abu Dhabi el ministro venezolano, Rafael Ramírez, es probable que en la primera reunión de 2008 se plantee también una limitación de la oferta de la «OPEP-12«.

El barril (de 159 litros) que utiliza como referencia se vendió en todo enero de 2007 a una media de 50,79 dólares, por debajo del promedio de todo 2006, que fue de 61,08 dólares.

El 1 de febrero, entró en vigor la reducción de la oferta en 500.000 barriles diarios pactada por la OPEP en diciembre, que se sumó al recorte de 1,7 millones de barriles diarios (mbd) vigente desde noviembre de 2006. En marzo, la organización que controla cerca del 40 por ciento de la producción mundial de crudo decidió mantener hasta septiembre la limitación de su oferta.

Desoyó de esta manera la petición de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) de incrementar los suministros, una política que contribuyó a la escalada paulatina de los precios, impulsados además por el fuerte consumo en China e India, así como por factores climáticos, geopolíticos y financieros.

Cuando la OPEP optó finalmente por abrir sus espitas y dar marcha atrás con los recortes del bombeo, fue el mercado el que hizo caso omiso de esta decisión: al día siguiente, el valor de crudo de Texas (WTI), el de referencia en EEUU, superó por primera vez la barrera de los 80 dólares. Y no ha vuelto desde entonces a cotizar por debajo de esa cifra, sino que ha fluctuado entre la misma y los 99 dólares en las últimas semanas, amenazando con romper la barrera de los 100 dólares.

De forma paralela han subido los demás crudos de referencia, como el Brent, la referencia para Europa, y el barril de la OPEP -calculado en base a una mezcla de doce calidades de crudo-, que batió el récord de 91,91 dólares el 21 de noviembre pasado. En lo que va de diciembre, su valor medio es de 85,05 dólares, un 34,26 por ciento más que en enero de este año.

Pero la OPEP se ha desentendido de esta última escalada y cerró su última reunión sin el aumento de la oferta que esperaban los mercados, advirtiendo de que los precios actuales están determinados por factores ajenos a su control, en especial por una febril actividad especulativa en los mercados financieros. Unos días antes, el 17 y el 18 de noviembre en Riad, los jefes de Estado de los trece países miembros, reunidos en la tercera cumbre de la historia de la OPEP -fundada en 1960 por cinco países-, expresaron su preocupación por el debilitamiento del dólar frente al euro y otras divisas, que merma el valor de sus ingresos, ya que el crudo cotiza en el billete verde.

Esta tradicional relación entre el «oro negro» y la moneda estadounidense fue puesta en entredicho por Irán y Venezuela, que pidieron en la cumbre estudiar la posibilidad de establecer una canasta de divisas para cotizar el petróleo. También Ecuador se sumó a esas voces y su presidente, Rafael Correa, insistió en que esta materia prima debía «transarse» en una «moneda dura». Pero Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo y por eso líder natural de la OPEP, así como sus aliados del Golfo Pérsico, se negaron a dar luz verde a tal propuesta y lograron finalmente imponerse en la cumbre.

Venezuela ha anunciado que seguirá planteando la cuestión en el seno de la organización, que pese a las diversas posturas al respecto, se muestra unida para defender el uso «limpio» del petróleo, frente a las crecientes políticas ecologistas destinadas a reducir la dependencia del mundo de los hidrocarburos.

La CNE debate el modelo regulador de los biocarburantes

El Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía aplazó el jueves pasado la solución a la propuesta de regulación que prepara el Ministerio de Industria para fomentar el consumo de los biocarburantes. Previsiblemente en esta semana, el órgano que preside Maite Costa tendrá que emitir finalmente su dictamen, superando y completando el debate que quedo abierto a finales de la semana pasada. Lo que parece evidente es que la cuestión ha suscitado debate en el seno de este organismo y, que no se sabe bien, a ciencia cierta, cuál será la posición final de este organismo.

En este sentido, la clave de las regulaciones en materia de biocarburantes estriba en las distintas fórmulas utilizadas por parte de la Administración para promover su uso y las diferencias en cuanto al tratamiento del bioetanol y el biodiésel. El hecho de diferenciar su tratamiento en el cómputo de los porcentajes para el cumplimiento de la cobertura de niveles de consumo de biocombustibles se puede considerar el elemento diferencial de las políticas que siguen los distintos países de las Unión Europea.

En primer lugar, y como fórmula más extendida en la Unión Europea figura que el cómputo del consumo de los biocarburantes sea indiferenciado, es decir que dé igual si para cumplir el objetivo éste se realiza gracias al consumo de biodiesel o del bioetanol. Otra alternativa, empleada por Francia, y que ya ha anunciado que va a ser cambiada, es la de diferenciar y establecer niveles diferentes para el bioetanol y para el biodiésel. La tercera vía, empleada por Alemania y los Países Bajos, es la de fijar un nivel mínimo en cada uno de estos dos tipos de biocombustibles y permitir llegar al objetivo, una vez garantizados los mínimos, a través del consumo de bioetanol o biodiésel indistintamente. Esta línea es la que parece que la Comisión Europea parece apoyar como línea de futuro.

En todo caso, son variables de entorno para la fijación de estos objetivos, la conformación de la industria de refino de cada país, así como el nivel de ‘dieselización’ que tiene el parque automovilístico. Recordemos que la formula que ha enviado el Ministerio de Industria, a través de la Secretaría General de Energía, a la Comisión, sigue el criterio de diferenciar los niveles de bioetanol y de biodiesel, estableciendo fórmulas de penalización para los puntos de servicio que no logren estos objetivos, cuyos costes son dobles en el caso de no cumplir los objetivos de bioetanol.

Desde varias instancias, estiman poco justificables la diferenciación en el consumo de los biocombustibles a la hora del cumplimiento de los objetivos en nuestro país. En primer lugar, por el déficit de refino de diesel, frente a la gasolina, consecuencia del segundo elemento, la dieselización creciente de nuestro parque. Por otra parte, los recientes estudios publicados por la OCDE ponen en tela de juicio la eficiencia energética de determinados tipos de biocarburantes de primera generación en función de cómo ser realiza su producción, dado que la utilización de determinadas materias primas y el transporte de las mismas en sí, hacen muy costosa su producción y poco eficiente energéticamente en lo que se refiere a efectos de la reducción de emisiones de carbono. En el caso del bioetanol, estos informes solo salvan la producción en Brasil a partir de la caña de azúcar, dado que a partir de otros cultivos, su consumo, incluso de agua, los hace poco eficientes, e incluso pueden afectar a los precios de las materias primas y los alimentos.

Tendremos que esperar a las conclusiones de la Comisión Nacional de Energía para valorar la configuración final de la propuesta que sobre esta regulación hace la CNE.

El crudo resiste en torno a los 92 dólares ante la incertidumbre política y económica

Los precios del petróleo concluyeron la semana en torno a los 92 dólares por barril en los mercados de futuros de Londres y Nueva York, en un ambiente de incertidumbre con diferentes pronósticos sobre la demanda de hidrocarburos.

Las cotizaciones petroleras experimentaron una gran volatilidad, con fuertes reacciones al cuarto descenso consecutivo de los tipos de interés fijado por la Reserva Federal de EEUU el martes y al acuerdo de esa entidad y otros bancos centrales de coordinar medidas para afrontar la crisis global de liquidez, anunciada el miércoles.

Estas noticias influyeron también en el valor del dólar estadounidense frente al euro y otras divisas, que cuando se debilita tiende a fortalecer la cotización del «oro negro», y si se aprecia debería facilitar el abaratamiento de esa materia prima.

Tras iniciar la semana a la baja, cayendo a menos de 87 dólares/barril el crudo de Texas (WTI), la referencia para Estados Unidos, y el barril de Brent -referente en Europa– hasta los 88 dólares, ambos subieron casi 2 dólares el martes y más de 4 dólares el miércoles, antes de retroceder de forma moderada. Y es que el jueves, al mercado petrolero volvieron las dudas de que el acuerdo anunciado por la Reserva Federal de EEUU, el Banco Central Europeo (BCE) y las entidades emisoras de Inglaterra, Canadá y Japón logren su objetivo de solucionar el problema de liquidez en el sector bancario, según destacó la consultora especializada PVM.

En consecuencia los precios perdieron más de la mitad de lo ganado el miércoles, y terminaron finalmente con tendencias mixtas en Londres (al alza) y en Nueva York (a la baja), a 92,69 y 91,27 dólares el barril de Brent y WTI, respectivamente (ambos en sus contratos para entrega en enero).

Así, el crudo de Texas se encareció un 3,4 por ciento frente al valor del cierre de la semana precedente (88,28 dólares), al tiempo que la subida semanal del Brent fue del 2,7 por ciento.

Mientras, la cotización del barril de crudo usado como referencia por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) avanzó un 4,6 por ciento -de 84,48 a 88,35 dólares- en siete días.

La incertidumbre sobre cómo evolucionará la economía mundial ante el impacto de la crisis crediticia y de la vivienda en Estados Unidos se refleja también en las cautelosas correcciones de los pronósticos sobre el crecimiento de la demanda energética.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la OPEP publicaron el mismo día sus nuevas previsiones para 2007 y 2008.

Según la AIE, el mundo requerirá en 2008 una media de 87,8 millones de barriles diarios (mbd), mientras la OPEP calcula que el consumo será menor en 700.000 bd, pues lo cifra en 87,1 mbd.

Esta diferencia justifica la diferencia prácticamente constante entre la AIE, defensora de los intereses energéticos de las naciones industrializadas, y la OPEP, en cuanto a las necesidades de más crudo: la primera insiste en pedir a la segunda un aumento de los suministros, y ésta afirma que el mercado está bien abastecido.

En consecuencia, los trece países miembros de la OPEP cerraron 2007 con la decisión, adoptada el pasado día 5 en Abu Dhabi, de no modificar por el momento su actual cuota de producción. En su informe, la organización cifra, en base a «fuentes secundarias», en 31,45 mbd su producción total en noviembre, y relaciona la decisión de Abu Dhabi al hecho de que en los mercados no hubo cambios fundamentales que justificaran los últimos abruptos movimientos de los precios, que en cambio atribuye a la especulación financiera.

«Sin embargo, a la luz de la considerable incertidumbre sobre el crecimiento de la demanda en los próximos trimestres, la conferencia acordó volver a reunirse el 1 de febrero (en Viena) para revisar la situación» del mercado nuevamente, se recuerda en el documento.

La OPEP cuenta con que «la mejora en la situación geopolítica y los pronósticos de ralentización de la economía» deberían aliviar la presión sobre los precios del petróleo. Sin nombrarlo expresamente, los expertos del grupo aluden así a una aparente distensión en torno al conflicto por el polémico programa nuclear de Irán y a la mejora de las exportaciones de crudo de Irak, dos países fundadores de esta organización que hoy controla más del 40 por ciento de la producción mundial de crudo.

California vive una nueva «fiebre del oro» con la energía solar

Es limpia, renovable y, al parecer, un buen negocio: la energía solar se ha convertido en la inversión de moda en California, un estado que se está situando a la cabeza mundial en producción de energías alternativas.

Según un estudio publicado esta semana, las firmas de capital-riesgo de EEUU invirtieron 2.604 millones de dólares en energías limpias en los primeros nueve meses de 2007, todo un récord histórico y casi mil millones más que en todo el 2006.

Este estudio de la consultora estadounidense Thomson Financial y la Asociación Nacional de firmas de Capital-Riesgo (NVCA) añade que el grueso de estas inversiones -casi 665 millones de dólares- fue para productoras de energía solar y que California fue el estado que más inversiones acaparó en EEUU.

«Los inversores tienen grandes oportunidades para remodelar el mercado energético mundial porque los gobiernos, los consumidores y las empresas están demandando innovación en este campo», afirmó Mark Heesen, presidente de la NVCA, en un comunicado.

California, un estado tradicionalmente muy concienciado con el medio ambiente y pionero en políticas ecológicas, se ha convertido en un importante productor mundial de energía solar con numerosas plantas instaladas sobre todo en el sur de la región. En el desierto de Mojave, una de las regiones de EEUU con mejores condiciones para la producción de energía solar, se proyecta la construcción 34 nuevas plantas que, de recibir el visto bueno de las autoridades, producirían electricidad para 18 millones de hogares.

Mientras, decenas de empresas, principalmente en Silicon Valley, están investigando e invirtiendo en tecnología puntera para la producción de energías alternativas.

Este es el caso de Google, una compañía no relacionada con el sector energético pero ya conocida por su interés en campos poco o nada relacionados con las búsquedas en Internet. Google anunció la pasada semana que el próximo año invertirá «decenas de miles de dólares en proyectos de investigación y desarrollo relacionados con las energías renovables». El objetivo, según Google, es lograr que producir un gigavatio con energías renovables sea más barato que hacerlo con carbón, lo que según Vinod Khosla, co-fundador de Sun Microsystems y veterano inversor del sector tecnológico, «se alcanzará en cinco años».

Sin embargo, algunos expertos del sector como el propio Khosla, temen que California pueda perder su liderazgo en el área de energías limpias por las crecientes trabas administrativas y la falta de apoyo federal. En una reciente conferencia sobre energías alternativas celebrada en San Francisco, Khosla alertó de que algunas empresas de su cartera están sopesando trasladarse a otras regiones de EEUU donde sea posible abrir plantas más rápidamente.

Por su parte, la organización independiente Next 10, afirmó en su último estudio que California necesita más apoyo del gobierno federal para mantener su liderazgo y hacer frente a los retos del futuro.
«El gobierno de EEUU podría dar mucho más apoyo a la innovación verde», afirma el estudio, que asegura que California es un «líder mundial al abordar el calentamiento global».

La misma opinión comparte Nancy Hartsoch, responsable de Marketing del fabricante estadounidense de sistemas concentradores de energía fotovoltaica SolFocus. «El gobierno federal tiene que ser más activo en su apoyo a las energías renovables», dijo Hartsoch. «Se está invirtiendo, pero no al nivel necesario teniendo en cuenta la amenaza del calentamiento global».

SolFocus adquirió el pasado agosto al fabricante español de sistemas de seguimiento solar Inspira y está expandiendo sus actividades en Europa. «Europa aún es líder en la producción de energías renovables y España en particular es un líder en energía solar. Podemos adquirir mucha experiencia del mercado europeo», afirmó Hartsoch.

Un golpe de estado hecho con el BOE

El Real Decreto Ley es una herramienta legislativa para casos de urgencia en los que es imposible seguir un proceso regulatorio normalizado. Recordemos que la reforma laboral que hizo el Partido Popular se realizó por Real Decreto Ley, que le costó el puesto al entonces ministro Juan Carlos Aparicio, fue impugnada y, posteriormente, anulada por el Tribunal Constitucional al haber utilizado esta formula jurídica, al comprobar que no había motivos de urgencia derivados de una emergencia que justificasen tal reforma (lo que quiere decir que no se puede hacer una trapisonda legal, saltándose a la torera el ordenamiento político y las instituciones).

La utilización de esta herramienta legislativa en el ámbito de la energía ha sido muy habitual hasta el momento, regulando cosas por esta vía que luego tardaban años en ponerse en vigor o en desarrollar. Lo que pasa es que todavía no se había publicado la sentencia del Tribunal Constitucional en el caso anterior y parecería que un gobernante, debería ser más leído y prudente, a la vez que respetuoso con las instituciones del Estado, para no caer en semejante desprecio e incuria a las instituciones.

En una sociedad democrática regular cuestiones que no tienen carácter de urgencia derivadas de una emergencia manifiesta (las indemnizaciones que se derivan de una catástrofe, por ejemplo) al margen del Parlamento, de las instituciones públicas, del debate público y órganos reguladores es asimilable a un golpe de Estado, una especie de ‘chavismo’ (intervención + autoridad) con BOE en la mano, una subversión o perversión de la legalidad vigente.

Golpe de estado, significa que se trata de una norma que no está refrendada por los representantes de la soberanía popular (el Parlamento) y se hurta el debate político a sus representantes legítimos, sin alegaciones, sin agentes económicos intervinientes, sin nadie. Aquí la emergencia no está justificada en ningún punto: ni el coste de la energía en España en el mercado mayorista está por encima de la Unión Europea y tampoco crece por encima de lo que crecen los combustibles y el petróleo Otra cosa es que sea insoportable para los actuales ‘responsables de la política energética’ que en cuatro años no han hecho otra cosa que pastorear el coste de la energía y meter el problema debajo de las alfombras. ¿Para que gestionar si está el BOE? ¿Cómo ha podido pasar este ataque al mercado eléctrico por la Comisión Delegada para Asuntos Económicos? ¿Se ha hecho así, por la puerta de atrás, para saltarse también al Ministerio de Economía y a Solbes? ¿Cómo se ha pervertido el Plan Nacional de Asignaciones y al Ministerio de Medio Ambiente? ¿Para qué tal pantomima?.

Por lo visto, todo Secretario General de Energía que se precie tiene que hacer un Decreto Ley para seguir con la tradición y a Nieto se le acababa el tiempo. Nieto, en su particular ‘tour de force’ con las eléctricas ha ido más allá, ha metido por debajo de la puerta una bomba, en pleno puente de la Constitución, para intervenir el mercado eléctrico y sus precios de forma permanente, reducir el déficit tarifario por vía de la artimaña y distribuirlo conforme a intereses políticos para cuatro años en adelante (como ven, una urgencia derivada de una emergencia, claro). Con esta actuación culmina el asedio al mercado eléctrico y el sabotaje a la política medioambiental (¿para qué reparten los derechos de emisión en un segundo Plan Nacional de Asignaciones?), porque conviene más ‘esparcir’ el coste de los derechos de emisión, que gestionar el cambio hacia un modelo de generación más limpio, de forma que lo que se consigue es que pague más el que menos contamina (es decir que se le penalice). Por tanto, el que contamina cobra y cobra de los demás, que no lo hacen. Esa es la moraleja de este Real Decreto que acaba con el mensaje de ‘ser líderes en el cambio climático’. Con Rifkin delante, que barbaridad, que falta de decoro.

Tendremos que esperar a leer el texto completo de este Real Decreto, para ver la totalidad de cuestiones regulatorias que introduce, dada la capacidad del actual Secretario General de Energía para regular el gas cuando habla de mercado eléctrico, por vía de disposiciones, excepciones o cualquier otra forma alambicada que pueda incorporar en su articulado. Podrá fijar desde mecanismos para establecer la casación de ofertas como en el 3/2006 o cualquier otro tipo de atentado al mercado y de nuevo intervencionismo. Este es un paso que además, conllevará un nuevo elemento de judicialización del sector energético y de inseguridad jurídica, que alcanzará incluso fuera de las fronteras, algo insano desde todo punto de vista y en cualquier sector, además de ser conocidos por nuestra opereta en la Unión Europea.

Por otra parte, el Real Decreto Ley debe ser convalidado en el Parlamento y el Partido Socialista Obrero Español no puede, en virtud de la correlación de fuerzas parlamentarias, aprobarlo por sí solo. ¿Qué harán los grupos parlamentarios Izquierda Unida, y sobre todo, Convergencia i Unió (CiU) y Partido Naciolista Vasco (PNV) en este caso, dos grupos de tradición liberal en lo económico para aprobar este sabotaje al mercado? ¿Qué recibirán a cambio en las negociaciones finales del presupuesto? ¿Les asegurarán una plaza en la Comisión Nacional de Energía (CNE), ahora que toca renovación? ¿Asistiremos al vergonzante espectáculo del trapicheo parlamentario?.

Tengan cuidado estas Navidades y en Reyes, en cualquier puente o festividad. Un decreto ley les estará esperando. Gestionen en lugar de intervenir. Franco en verano inauguraba pantanos.

Una retribución a la medida

El proceso de modificación de la retribución de Red Eléctrica de España ha comenzado y, a falta de conocer más detalles del mismo, parece que tiene escandalizado a la mayor parte de los expertos, a las empresas. Y, la razón es que el diseño que ha enviado la Secretaria General de Energía a la CNE es calificado de ‘una pasada’ (la ‘tarifa goleada’) según las fuentes a las que ha tenido acceso Energía Diario y sobre todo, además, porque muchos estiman que las actividades de Red Eléctricas están ya, ‘retribuidas en exceso’. Prueba de ello, es el efecto en bolsa de su anuncio, con fuertes elevaciones en la acción del operador de transporte y monopolista único de transporte y operador de sistema.

A partir de este momento, en Energía Diario iremos analizando el contenido de esta propuesta y lo que va a suponer para los ingresos de Red Eléctrica, y al mismo tiempo, para el conjunto de la tarifa eléctrica, que pagan todos los consumidores la elevación de los ingresos y beneficios de la compañía que preside el ex Ministro, Luis Atienza.

Las crónicas oficiales ya se han apresurado a ofrecer como cifra mágica, la módica del 7,71 % de retribución de activos, a cuarenta años. Y estas mismas crónicas ya incorporan el victimismo del operador de sistema: todas las empresas acusan a Industria de trato de favor, “cuando en realidad se aplicará una fórmula muy semejante a la de Enagás”, aunque con un referente a la deuda pública mayor, obviamente. Todo ello, regado por la adjetivación ‘retribución semejante a la Europea’, ‘creciente enfrentamiento con las eléctricas’ para matizar las críticas, ‘modernización de la retribución’, que sería neutral. Estos días conoceremos los efectos finales de la retribución de REE.

Pero la mecánica, es mucho más intricada. Hasta el momento Red Eléctrica de España viene percibiendo sus ingresos por sus inversiones por lo que se denominan ‘costes reconocidos’. Método utilizado en el todo un clásico ‘Marco Legal Estable’. Es decir justificando costes ante el regulador. En este caso y según los expertos consultados, los activos de Red Eléctrica incorporados hasta uno de enero, sujetos hasta el momento a esta modalidad, mantendrían su forma de retribución hasta el momento, aunque aumentaría notablemente el valor sobre el que se calcula hasta en determinados activos, en un 30 por ciento. Lo que lleva aparejado directamente que aumente su retribución.

Para los nuevos activos, se aplicará lo que se denominan costes estándares, es decir la fijación de costes de referencia para cada tipo de activo, y a partir de los mismos se calcularía la retribución, en una clasificación muy prolija que alcanza hasta las reactancias. La retribución para determinados nuevos activos comparativamente crece hasta el 150 % en las inversiones y un 6,5 % en la operación.

Y, finalmente, la siguiente novedad, diseñada por financieros es que el sistema eléctrico se lo paga todo a Red Eléctrica en nueve meses. Es decir se lo anticipa el sistema eléctrico al transportista único En definitiva, una retribución a la medida de Red Eléctrica, en la que para cada activo y cada momento, se elige el mejor. Para eso, está negociada al más alto nivel desde la Secretaria General de Energía y el Presidente de Red Eléctrica. Incluso hay interpretaciones en las que destacan que el Secretario General de Energía, no ha mostrado su dureza habitual en esta ‘negociación’ en la que la defensa de los costes del sistema eléctrico, no ha sido su ‘prioridad’ como en otros conflictos sectoriales vividos o abiertos desde su nombramiento.

Difícilmente se podrá convencer a nadie de que el sistema es ‘neutro’ tras esta tranquilizadora campaña y tras esta reacción en la bolsa. Lo que quiere decir es que con los precios de la energía para el año que viene anticipando fuertes subidas (entre octubre y noviembre han crecido un 30 por ciento) y la tarifa en el IPC, está claro, vienen los recortes.

Tacita a tacita, vamos, ¡a por Enagás!. ¿Quién paga la fiesta? El consumidor o el déficit. ¿Quién lo sabe?

La OPEP se reúne dividida sobre un posible aumento de la oferta

La OPEP se reúne en Abu Dhabi dividida entre quienes quieren aumentar los suministros de crudo en al menos 500.000 barriles diarios (bd) y los que prefieren dejar todo como está ante la incertidumbre sobre la economía mundial y la gran volatilidad de los precios actuales.

En vísperas de la 146 conferencia ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la situación recuerda la de la última reunión del grupo, el 11 de septiembre en Viena, cuando Arabia Saudí se impuso al resto de sus socios con su propuesta de incrementar la cuota oficial de producción de 25,8 a 27,5 millones de barriles diarios (mbd) a partir de noviembre.

El aumento real del bombeo fue menor, de 500.000 bd, puesto que los miembros del grupo ya estaban produciendo por encima de la cuota conjunta de producción de diez de los países miembros (todos menos Irak y Angola).

Según un cálculo publicado por la consultora especializada PVM, en noviembre ese grupo bombeó 27,27 mbd, mientras que con las extracciones de Angola, Irak y Ecuador (éste último se reintegró en la OPEP en octubre, tras 15 años de ausencia), la producción total de la organización alcanzó los 31,88 mbd.

Los comentarios de los ministros de los países miembros que llegaban a Abu Dhabi han sido casi idénticos a los de entonces: no hay escasez de crudo, la oferta es abundante, los altos precios se deben a factores ajenos a la oferta y la demanda. La diferencia es que la cotización del barril de crudo estaba entonces a menos de 80 dólares por barril y ahora ronda los 90 dólares, después de haber batido el récord de 99,29 dólares -el crudo de Texas (WTI), de referencia en EEUU– el 21 de noviembre.

Pero la OPEP se ha desentendido de esta escalada de los precios, relacionándola con una gran actividad de los especuladores en los mercados de futuros desencadenada por la fuerte depreciación del dólar y los conflictos en torno a Irán, Irak o Nigeria, así como la incertidumbre generada por la crisis hipotecaria en Estados Unidos.

«No tenemos nada que ver con los precios», dijo el ministro saudí de Petróleo, Ali I. Naimi, a su llegada, pero según fuentes oficiosas Arabia Saudí, líder del grupo como mayor exportador mundial de crudo, aboga por volver a abrir las espitas para contribuir a bajar el valor del petróleo y frenar la inflación en los países consumidores, que podría afectar a la demanda energética.

Un delegado que pidió el anonimato dijo a los periodistas que en las negociaciones se discutían dos opciones: dejar las cosas como están hasta la próxima reunión o elevar la producción en 500.000 bd como medida política, «sólo para evitar que la OPEP sea acusada de ser la responsable del aumento de los precios (del crudo)».

Naimi dijo que «todas las opciones están abiertas» y que sólo, tras el estudio de los últimos datos del mercado, se conocerá el resultado de la reunión.

«Vamos a ver las cosas con cuidado porque creemos que hay bastante petróleo en el mercado», señaló el ministro venezolano de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, y añadió que «el precio (del crudo) cayó un 11 por ciento en pocos días. Es una clara indicación de la especulación». Venezuela -junto a Argelia, Ecuador, Qatar, Irán y Libia– integra el grupo de países que han expresado su oposición a subir la oferta. El delegado libio, Shokri Ghanem, estimó que actualmente el mercado está equilibrado y no requiere barriles adicionales, aunque reconoció que esa visión no abarca la situación futura y destacó que «si el mercado necesita petróleo, le daremos petróleo».

También los observadores del sector estaban divididos entre los que vaticinaban que la OPEP dejará todo como está y quienes aseguraban que no tiene otra opción que elevar su bombeo, ante las presiones de las naciones consumidoras y la temporada de alto consumo de crudo que se avecina con el invierno boreal.

«Dudaría que realmente haya una decisión de incremento (de la producción), y si la hay no va a ser exagerada», dijo el analista mexicano Raúl Cardoso, asesor de la estatal mexicana Pemex.

Su compatriota Alejandro Barbajosa, del semanario especializado Argus Media, apostó por que la OPEP incremente la oferta en 500.000 barriles diarios como medida política.

«Nadie sabe cómo va a evolucionar la economía en los próximos dos meses y sería prematuro hacer algo ahora», opinó el analista independiente Kamel Al-Harami, mientras que su colega John Hall dijo esperar «un anuncio de que la producción subirá un millón de barriles diarios», pues de lo contrario los precios romperán la barrera de los 100 dólares por barril.