Poco y caro

La subasta de déficit tarfario que hizo ayer la Comisión Nacional de Energía arrojó unos resultados desalentadores, cuya lectura más . De los 2.700 millones de euros que entraban en la subasta correspondiente al déficit tarifario 2007 y 2008, sólo se lograron colocar entre las entidades financieras, algo menos de la mitad. Y, ello, a un tipo de interés alto, con un diferencial de Euribor + 0,65. Hay que tener en cuenta que ese diferencial en términos de tipo de interés se pagará en la tarifa, en el período que dura la amortización de este ‘préstamo’ que es el déficit tarifario.

El mecanismo de la subasta es sencillo. Cada entidad ofertaba la cantidad que estaba dispuesto a financiar a un tipo de interés concreto. Se ordenarían las ofertas de financiación (millones /tipo de interés) y dónde se produjera el “punto de corte” (en términos de tipo de interés, lo que aquí sería el precio) por parte de la mesa de la subasta, se fijaba el tipo de interés resultante para todos hasta ese nivel (inclusive los que hubieran ofertado tipos inferiores. Es decir, el marginalismo puro de oliva en su esencia más clásica (algo que por cierto fue criticado por el organismo y por la propia Dirección de Regulación que participó en esta subasta, gracias al informe difundido en modalidad de acogimiento).

Lecturas y conclusiones de esta subasta. En primer lugar, quiere decirse que el organismo seguramente tenía ofertas para financiar este activo con diferenciales mayores de tipo de interés (con más costes), pero tuvo que cortar ahí. Consecuentemente, el problema se va encareciendo y las condiciones financieras derivadas de los aplazamientos políticos son cada vez peores.

La segunda lectura es que lo que se ‘colocó’ ha sido poco con respecto a lo previsto y caro (hasta el momento los diferenciales en tipos de interés eran de 20-30 puntos básicos para activos que deberían tener un respaldo público mayor, pero que no ha llegado. La tercera es la necesidad de la CNE de justificar estos precios, algo que hace en su nota de prensa, efectuando una comparativa que se unce a la situación de los mercados financieros, procurando no hacer muchas ligazones con dos cuestiones, la ausencia de respaldo público al activo y la prima de riesgo derivada de la inestabilidad regulatoria que ha trasladado este organismo a los mercados. Ultima lectura, es que esto si que es una tarifa (en términos de tipo de interés) de último recurso: urgidos por la cantidad de déficit que se acumula de forma galopante pendiente de resolver con las empresas, la CNE no podía esperar más por lo menos a dejar financiado (aunque con precios altos), el déficit de 2007.

Lo que es evidente es que no se ha logrado que algo que es tan social y tan público (para que el déficit público sea resultado de las decisiones políticas acumuladas de no trasladar el coste de la energía a la sociedad es que será social y público), obtenga respaldos financieros y garantías desde la Administración, que tenga menos coste en términos de capital regulatorio, más allá de la retórica de la hipóteca que fue como se empezó a difundir demagógicamente para conseguir unos resultados mejores que en la subasta de noviembre. La ultima lectura es que la capacidad y la integración del problema del déficit tarifario, con la política económica, entre las instituciones y órganos de la Administración, con los modelos de comportamiento de los mercados e instituciones financieras, han brillado por su ausencia.

Ya tenemos parte de la electricidad hipotecada.

El precio del crudo se dispara como nunca y roza los 140 dólares

Tras varios días de clara moderación, los precios del petróleo cerraron la semana con la mayor alza de su historia al dispararse el viernes hasta el umbral de los 140 dólares por barril, subiendo casi 11 dólares en una sola jornada.

A la cabeza de la escalada se situó, como es habitual, el barril del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), de referencia para EEUU, que tras llegar a venderse puntualmente a 139,01 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), pulverizando su anterior récord de 135,08 dólares (del 22 de mayo), terminó la sesión a 138,54 dólares. Ese valor superó en 10,75 dólares al precio del cierre del jueves y en 11,19 dólares al del viernes anterior, registrando un encarecimiento semanal del 8,7 por ciento.

Pero además, la subida del viernes se sumó a la de más de 5 dólares del jueves, con lo que el barril se encareció en más de 15 dólares, o cerca de un 13 por ciento, tan sólo en dos días.

De forma similar al WTI se comportó el barril del Brent, la referencia en Europa, en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, pues también subió el viernes más de 10 dólares y quedó en 137,69 dólares, después de sobrepasar los 138 dólares.

Un salto como el que dieron las cotizaciones del «oro negro» no se había sido visto nunca en la historia de estos mercados y parece confirmar a quienes acusan a la especulación financiera de potenciar la volatilidad de los precios, sin que se divisen medidas para limitar este fenómeno.

Una vez más, según los analistas, el debilitamiento del dólar frente al euro y otras divisas favoreció el masivo refugio de los especuladores en el petróleo y otras materias primas. La moneda europea subió ayer a más de 1,57 dólares, desde los 1,55 dólares del día anterior.

A su vez, la depreciación del dólar se produjo a raíz del empeoramiento del empleo en EEUU, donde en mayo se registró la pérdida de 49.000 puestos de trabajo.

Por otro lado, el ánimo comprador de los operadores en los mercados de futuro fue atizado por la advertencia de Ole Slorer, analista del banco de inversión Morgan Stanley, de que el barril de crudo podría alcanzar los 150 dólares hacia el 4 de julio.

Más alimento para la carrera alcista provino del plano geopolítico, con la advertencia de Israel de que atacará a Irán si Teherán continúa con su polémico programa nuclear. «Si Irán continúa con su programa para conseguir armas nucleares, le atacaremos», dijo el viceprimer ministro israelí, Shaul Mofaz, al diario Yediot Aharonot. Irán es el cuarto exportador mundial de crudo y segundo de la OPEP, por lo que los mercados reaccionan especialmente sensibles a cualquier posibilidad de un corte de sus suministros.

Sea como fuere, las alarmas han sonado en casi todos los países consumidores, en muchos de los cuales, como España, Chile o Italia, el encarecimiento de los combustibles ha sacado a las calles a pescadores, agricultores, transportistas y otros trabajadores fuertemente afectados por esta carestía.

Su «seria preocupación» manifestaron también los representantes de cinco de los países que más crudo consumen en el mundo, reunidos en Aomori (norte de Japón).

China, EEUU, Japón, Corea del Sur y la India -responsables juntos de casi la mitad de la demanda energético del Planeta- destacaron en un comunicado que «estos precios no tienen precedente y van en contra de los intereses de los consumidores y de los países productores».

De momento, la OPEP, que controla cerca del 40 por ciento de la producción mundial y dos tercios de las exportaciones mundial de crudo, no ha reaccionado a esta última subida, pero en días previos había reiterado una y otra vez que no ve razones para aumentar su oferta.

El grupo de trece países ha dejado claro que no tiene previsto reunirse antes del 9 de septiembre, cuando celebrará su próxima conferencia ordinaria. Sin embargo, se espera que la mayoría de los ministros y otros delegados coincidan en Madrid, donde del 29 de junio al 3 de julio se celebra el 19 Congreso Mundial del Petróleo, con la participación de jefes de Estado y otros representantes de Gobiernos, así como de los directivos de las más importantes empresas petroleras.

El bioetanol de Brasil se abre paso

Los biocombustibles brasileños, a pesar de las críticas recibidas recientemente que culpan al sector de propiciar el trabajo esclavo y de atentar contra el abastecimiento mundial de alimentos, ganan cada vez más espacio dentro del mercado del país suramericano.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en sus siglas en inglés), en asociación con la Facultad de Economía, Administración y Contabilidad de la pública Universidad de Sao Paulo (USP), acaba de presentar un informe sobre la expansión del sector.

El estudio hace un balance crítico sobre el tema, en el que destaca las «innegables virtudes» económicas y energéticas de los combustibles alternativos, pero aborda las «amenazas sociales» y, en algunos casos, ambientales de su producción.

En el estudio participaron el reconocido físico brasileño y ex ministro de Educación José Goldemberg; el sociólogo John Wilkinson, especialista en repercusiones sociales del mercado, y Luis Fernando Laranja, coordinador de Agricultura y Medio Ambiente de WWF Brasil.

Brasil lidera el mercado mundial de producción, exportación y consumo de etanol de caña de azúcar, alcohol carburante que es mezclado de manera obligatoria a la gasolina fósil en un 25 por ciento.

El país suramericano, además de los avances en materia tecnológica y legislativa del etanol, lidera también la producción y consumo de biodiesel a base de oleaginosas, como soja y girasol, entre otras, que es ahora mezclado en hasta un 2,0 por ciento de manera obligatoria al diesel convencional.

Las principales críticas contra los biocombustibles apuntan a «una falsa solución para los cambios climáticos» y «crimen contra la humanidad», con el argumento que en el proceso de colecta de caña de azúcar la maleza que rodea los tallos es quemada y, según los ambientalistas, los cultivos avanzan en dirección a la Amazonía.

Aunque en menor escala que el sector maderero y minero, la producción de biocombustibles ha sido objeto de denuncia de uso de mano de obra en condiciones infrahumanas. Algunos gobiernos culpan también a los países productores de biocombustibles como responsable del encarecimiento de los alimentos, argumento refutado por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva cuando es abordado sobre el tema.

Lula afirma que el alza en los precios internacionales del petróleo y el subsidio de los países desarrollados a la producción agrícola son los causantes de la escasez y encarecimiento de los alimentos, cuya demanda aumentó por el crecimiento del poder adquisitivo de la población pobre de países como Brasil.

El ex ministro brasileño de Agricultura y codirector de la Comisión Interamericana de Etanol, Roberto Rodrigues, comentó a la Agencia Efe que uno de sus propósitos es difundir y promover ese combustible en diferentes escenarios internacionales, para «esclarecer las dudas» que surgen reiteradamente sobre su uso.

Rodrigues señaló que el mes pasado estuvo en la ciudad estadounidense de Nueva York para dar detalles a representantes de las Naciones Unidas sobre el etanol brasileño.

La Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP) niega que la producción del etanol atente contra la de otros alimentos, pues según su presidente Paulo Skaf, los cultivos de caña ocupan apenas el 1,0 por ciento de las áreas disponibles para la agricultura en el país.

El informe de mayo de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea) indicó que las ventas de automóviles «flex», que permiten la combustión en un mismo tanque de abastecimiento de gasolina, etanol o la combinación de ambos, creció el 20 por ciento comparada a la del mismo mes de 2007.

El 87 por ciento de los nuevos automóviles livianos en Brasil, según datos de mayo, sale de fábrica con la tecnología «flex».

Sin kilowatios no hay paraíso

El Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero declaró ayer a la Cadena Ser que la tarifa subirá en el entorno del IPC, lo que considera razonable, más que las propuestas de la Comisión Nacional de Energía en la que se equilibra el déficit tarifario del ejercicio inicial con el devengado hasta el momento (el 11,3 %). Por tanto, siembra fuertes dudas de la como va a abordar el proceso de liberalización, que en la legislatura anterior se fue postergando poco a poco, en paralelo a la debilidad política de otros acontecimientos que no vienen al caso.

Esta claro que el Presidente del Gobierno, cuya voluntad puede ser la de que los españoles que están viviendo una desaceleración intensa, que nadie sabe donde nos llevara, no lo pasen peor por el alza de los precios (y las decisiones no tomadas en su momento, de forma mas inteligente), no ajusten sus comportamientos de consumo, no sean eficientes en sus decisiones de utilización de energía. Por ejemplo, esa también es la propuesta de los grandes consumidores que se uncen a este modelo de energía subvencionada por no se sabe quien, pero que sea “competitiva”, es decir, un sinónimo de barata aunque, no lo sea en realidad. En todo caso, todos los analistas internacionales coinciden en que las economías que no ajusten sus comportamientos y políticas a esta situación energética, o que lo demoren, tendrán consecuencias no positivas en el medio plazo.

En este caso, ha pasado lo que tenia que pasar, lo que ya aventuramos en Energía Diario. Que la opera no termina hasta que no canta la gorda. Y en este caso, el do de pecho lo ha pronunciado el Presidente del Gobierno, cuando en otras ocasiones había servido el bocinazo de la propia Vicepresidenta, Fernández de la Vega, para evitar las posibles subidas testimoniales.

En España hemos vivido probablemente desde el ano 1994, de las reformas hechas en los primeros anos de la democracia. De la liberalización general de sectores que había definido el denominado ‘milagro español’. De que los gestores de la cosa pública, lo pasaran mal, pusieran a este país en un marco homologable a nivel europeo, con convicciones de libertad y mercado. Y, por ello, tuvieran que tomar decisiones impopulares y necesarias (y de que los agentes económicos, como racionales que son ajustasen sus comportamientos). A cambio de eso, la opción es pensar por los ciudadanos, someterles a la adormidera de los precios regulados ‘friendly’, a la energía por nivel de renta.

Esta claro, que nuestros gestores actuales no van a tomar medidas impopulares en lo económico, salvo el carne por puntos. Estos últimos anos la palabra gestión ha perdido alcance y no parece que se vayan a emplear a fondo. Solo tendremos caras amables (mientras que esto sea posible) y, lo demás, es la adhesión de grupos intelectuales que den coartada ideológica a esta toma de decisiones. El problema es el medio plazo y la credibilidad de una economía, es un intangible que no se mide en la encuesta del CIS de este trimestre.

En cambio, cuando las cosas empiezan a ‘ponerse difíciles’ ocurre lo contrario. Se da cancha al intervencionismo, a la minoría creativa, a la intervención en los mercados, a la vuelta a la famosa e ineficiente retribución por costes (en la que el que crea el coste, lo engorda o hace coste innecesario, para que aumente la retribución). Y lo que es peor, agrede a conceptos como inversión o garantía de suministro. Esperemos que el plan de Miguel Sebastián para abordar el déficit tarifario, al menos no caiga en actuaciones, y se abra un debate con participación de todos los agentes, para abordar esta cuestión con visión de medio plazo, sin deteriorar el mercado, como mecanismo más eficiente de funcionamiento, asignación de recursos y generación de inversión futura. Con convicción de que es uno de los mejores modelos de toda Europa, por sus resultados en inversión y salto cualitativo que ha dado nuestro país desde el comienzo de funcionamiento del mercado.

Por eso, parece que el papel heredado por la energía eléctrica como objeto de decisión del gobierno para atajar la inflación, en lugar de reformar aquellos ámbitos de la economía que requieren reformas (ni siquiera otros usos energéticos, cuentan con esa visión tardofranquista de estar sometidos a una intervención intensa en materia de precios). Queremos, por tanto, una crisis energética de gratis total, sin enterarnos, como en tiempos del Caudillo.

Finalmente, la debilidad de la expresión del plan anticrisis de Zapatero, la velocidad con que se agota el superávit presupuestario, el optimismo antropológico del presidente y, la realidad de como se aborda una cuestión como la de la energía, no dejan de sembrar dudas, en lo más importante ahora para los españoles: la situación económica.

Por eso, lo que esta claro es que sin kilowatios baratos no hay paraíso.

El frenazo del consumo aleja al pétróleo de su récord histórico

Los precios del petróleo se alejaron esta semana de los récords históricos de hace diez días, ante las señales de que su sostenida y fuerte escalada ha frenado ya el consumo de combustibles en Estados Unidos y otros países.

El valor del barril de Brent -el de referencia para Europa- para entrega en julio terminó ayer a 127,78 dólares en el Intercontinental Exchange de Londres (ICE), casi un 3 por ciento menos que el viernes anterior (131,57 dólares), con una clara distancia de su máximo histórico de 135,14 dólares.

De forma similar, en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) el precio del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente para EEUU, terminó a 127,35 dólares, frente a los 132,19 dólares del cierre de la semana anterior.

Y según informó el secretariado de la OPEP, el crudo referencial de la organización se vendió el jueves a 124,27 dólares por barril, un 2,6 por ciento menos que el récord histórico de 127,59 dólares batido el día 23 de mayo.

A este alivio han contribuido los más recientes datos sobre la demanda de combustibles en Estados Unidos, de lejos el mercado de mayor consumo energético a nivel mundial, que reflejaron un retroceso en el consumo debido a los elevados precios de la gasolina y otros productos, así como por la ralentización de la economía.

El Departamento de Energía de EEUU informó de que en las últimas cuatro semanas el volumen de combustibles suministrados al mercado fue un 0,7 por ciento menos que el pasado año en la misma época.

Además, según la misma autoridad, el consumo total de crudo en EEUU cayó en marzo al nivel más bajo de los últimos cinco años, cerca de 800.000 barriles diarios menos que en marzo de 2007, y la consultora especializada JBC Energy vaticinó que en 2008 la demanda de productos petrolíferos en la primera potencia mundial retrocederá en 270.000 bd respecto al año pasado. «Los altos precios del petróleo continúan golpeando los bolsillos de los consumidores», destacó la asesora en uno de sus análisis.

Estos datos y una apreciación del dólar frente al euro favorecieron la moderación de los precios del «oro negro» y se impusieron sobre otras noticias alcistas, como una inesperada y fuerte caída del nivel de los inventarios de crudo en EEUU, debida principalmente a una menor importación de esa materia.

No obstante, los precios siguen en un nivel extremadamente elevado, que ha hecho sonar las alarmas de los consumidores, y los analistas coinciden en destacar a la especulación financiera en los mercados de futuros como el factor más determinante de su comportamiento volátil e impredecible.

Fuentes cercanas a la OPEP explicaron que se calcula en cerca de 40 dólares la prima por especulación que tiene actualmente el precio del barril, puesto que su valor estrictamente ligado a los fundamentos físicos del mercado (oferta, demanda y reservas) debería situarse actualmente entre 80 y 85 dólares.

Reflejo de la elevada especulación es el hecho de que para julio se han vendido ya 300 millones de barriles diarios (mbd), cuando la demanda mundial se calcula en 86 mbd, por lo que más de 200 mbd son «papeles» de especuladores financieros e inversores que refugian su capital en los contratos de futuros del petróleo.

Ante este ambiente, los mercados se ven influidos por factores psicológicos, entre ellos la insistencia de la OPEP en no incrementar su oferta para frenar la subida del precio.

Y si la semana pasada impactaron pronósticos de que los precios seguirán la escalada hasta los 140 e incluso 200 dólares por barril, la reinversión de la tendencia alcista se produjo esta semana después de que el magnate financiero George Soros advertiese de que el espectacular alza del petróleo tiene todos los visos de una burbuja especulativa, que podrá estallar cuando EEUU y el Reino Unido entren en una recesión.

La OPEP perderá su presencia en Extremo Oriente con la salida de Indonesia

Con la próxima retirada de Indonesia, la OPEP perderá su única presencia en Extremo Oriente, aunque, gracias a las recientes incorporaciones de Ecuador y Angola, su participación en el mercado se reducirá sólo marginalmente.

La decisión del Gobierno de Yakarta de abandonar la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a finales de año, no supuso una gran sorpresa en el sector porque hace tiempo que Indonesia había perdido peso político en el seno del cártel.

«La capacidad de producción de Indonesia ha venido cayendo desde hace tiempo, por lo que en los últimos años no era ya un miembro poderoso de la organización», explicó Rafiq Latta, especialista en la OPEP y el golfo Pérsico de la publicación especializada Middle East Economic Survey (MEES), con sede en Nicosia. «Podría decirse que (la retirada de Indonesia) afectará la composición de la organización, convirtiéndola en más árabe y de Oriente Medio, aunque este hecho queda mitigado por el reingreso de Ecuador a finales del año pasado», destacó Latta.

La organización ha sido ampliada el año pasado con la incorporación de Angola, que en mayo bombeó 1,87 millones de barriles diarios (mbd), y el regreso de Ecuador (500.000 bd), después de tres décadas de ausencia.

Más técnicamente, según el experto, la salida de Yakarta hará que el barril referencial del crudo de la OPEP sea más «pesado y ácido, con mayor contenido de azufre, es decir, de peor calidad». Con ello, el precio de la llamada «cesta-OPEP», una mezcla de trece calidades de petróleo -una por cada país miembro- debería bajar ligeramente una vez que se retire el crudo «Minas» de ese barril, cuyo valor suele situarse entre cuatro y cinco dólares por debajo del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) y del Brent.

También Ehsan Ul-Haq, analista de la consultora JBC Energy, con sede en Viena, desestimó que la decisión de Yakarta vaya a tener un impacto importante en la OPEP ni en el mercado petrolero. «No cambiará mucho. Indonesia seguirá cubriendo cerca del 1 por ciento de la demanda mundial de crudo, sólo que desde fuera de la OPEP», dijo Ul-Haq.

Según los datos de la organización, Indonesia, con una cuota oficial de 1,3 millones de barriles diarios (mbd), produjo el mes pasado 880.000 barriles diarios, un 2,7 por ciento de la oferta total del grupo (31,7 mbd), mientras que en 1977 bombeaba 1,7 mbd.

Frente a este sostenido descenso, causado por el agotamiento de los pozos y la falta de inversiones en el sector, el consumo de productos petroleros en el archipiélago de más de 220 millones de habitantes supera el millón de bd.

Es decir, Yakarta comparte más intereses con los países consumidores que con los productores y, de acuerdo con el artículo 7 de la OPEP, un país miembro debe tener «una exportación sustancialmente neta de crudo, que tiene fundamentalmente intereses similares» a los de los demás socios.

El secretariado de la organización no había reaccionado esta tarde a la noticia. Formalmente, de acuerdo con los estatutos del cártel, Yakarta deberá anunciar oficialmente su retirada en una conferencia ministerial y la próxima está convocada para el 9 de septiembre en Viena.

La OPEP fue fundada en 1960 por Arabia Saudí, Venezuela, Irán, Irak y Kuwait. Al grupo se adhirió Qatar en 1961, Indonesia y Libia en 1962, Argelia en 1969, Nigeria en 1971.

Ecuador entró en 1973, quedó suspendido en 1992 y se reintegró en 2007, Gabón fue miembro entre 1975 y 1994, y Angola entró en 2007.

4.000 millones de suposiciones

Por si fuera poco, en lo que se refiere al Informe complementario de costes y precios, una vez que se van conociendo mayores detalles sobre su contenido, se aprecian graves defectos en su elaboración, fundamentalmente relacionados con los datos utilizados y, consecuentemente, con las conclusiones extraídas a partir del mismo. No en vano los titulares de dos periódicos, Cinco Días y La Razón se uncían a las conclusiones más sensacionalistas del informe, cuyo ejemplo son estos dos titulares: “La tarifa eléctrica regala 4.000 millones a la nuclear y a la hidráulica” y “ Las eléctricas ingresarán un 58% más de lo que les cuesta”.

Por ello, las estimaciones del “informe”, elevadas al rango de postura oficial del organismo, que ha aprobado el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía y, supuestametne elaborado la Dirección de Regulación, siguen trayendo cola. El análisis de los datos y de las conclusiones del mismo, destapa un número de imprecisiones, ausencias de información económica y supuestos conducentes a la consecución de resultados que eran objeto del estudio: señalar que determinadas tecnologías se benefician del precio que fija el mercado marginal como precio conjunto del mercado. La teoría es que ese precio conjunto del mercado, beneficia a las tecnologías con menores costes porque fruto de ellos tienen más márgenes, incluso apelando al coste del CO2 (que al final, en otro ejemplo de intervención, fue descontado por el Ministerio de Industria a todas las tecnologías, inclusive la hidráulica, y que actualmente se encuentra recurrido en la Unión Europea). El objetivo es una especie de justicia retributiva por tecnologías en lugar de un funcionamiento eficiente del mercado de forma global y agregada.

Según los expertos consultados por Energía Diario, las afirmaciones que realiza se formulan, abstrayéndose de información contable y económica cierta (dado que no dispone de ella), obviando el número de horas de utilización y papel de cada tecnología en el mercado, ocultando la progresiva reducción de los resultados de las empresas eléctricas en el mercado español y utilizando simplificaciones y supuestos que ‘facilitan’ los resultados perseguidos, como en el caso de la amortización del inmovilizado nuclear (que directamente se borra de un plumazo, cuando sigue en los estados contables de las compañías, de acuerdo a sus políticas respectivas de amortización).

Todas las trampas

De hecho, las fuentes consultadas afirman que la Comisión Nacional de Energía, no tiene información suficiente para determinar la rentabilidad de cada una de las tecnologías, en primer lugar, porque los objetivos de un regulador en un mercado no es el control de los costes y, consecuentemente, la propia información que se requiere a las empresas no responde a este diseño. En el caso de la Dirección de Regulación y Competencia (que refrendó el contenido del informe) sólo tiene información contable (que además, curiosamente, no está utilizada en el Informe, dado que no contempla el Inmovilizado Nuclear al considerarlo amortizado, mientras las empresas lo recogen en sus cuentas oficiales formuladas al Registro Mercantil, con sus informes de auditoria). En todo caso, existe alguna información en materia de costes en la Dirección Eléctrica, pero no con toda la diversidad de instalaciones existentes (algo que reconoce el informe, pero que no aborda). De todas formas, la Dirección Eléctrica, no ha participado en la elaboración de este informe complementario, según lo que se ha podido conocer en días pasados. En todo caso, los expertos contables recalcan que resulta paradójico que la información pública que tiene, no la utilice y que, con la que no tienen, realicen estimaciones.

En ese sentido, la solución elegida por los autores del informe es introducir supuestos, simulaciones y estimaciones, a la eliminar la diversidad de instalaciones (es decir, homogeneizarlo por la vía de la tabla rasa), de resolver el desconocimiento de la política de amortizaciones de cada empresa o para introducir generalizaciones de forma que la realidad se amolde al resultado pretendido del estudio. De hecho, en el informe, que tiene dieciséis páginas, consta 15 veces la palabra estimación, seis la palabra hipótesis y 3 la palabra supuesto, lo que confirma el marcado carácter de estudio del mismo.

Pero de facto, lo que hace el informe de la Comisión Nacional de Energía con esta construccion es amplificar, sobre la base de estos supuestos académicos esa ‘presunta rentabilidad” partiendo de estimaciones de evolución de mercado, desconociendo los costes fijos de las instalaciones, los costes de extensión de vida de las centrales, de hacer equivalentes todas las energías, estimar sin conocer los costes de los contratos de suministro de combustible y obviar la información económica-contable que tienen las empresas en materia de inmovilizado nuclear pendiente de amortizar. El resultado es ‘exagerar’ la rentabilidad comparativa de tecnologías, sobre términos semejantes a un problema matemático, y no sobre la contabilidad de costes real de las empresas. Algo que incluso ya se está difundiendo entre analistas nacionales e internacionales, como estrategia de la Administración para abordar el problema tarifario acumulado desde una posicion de fuerza.

La falacia de los 4000 millones de euros.

Este es el resumen de las principales críticas y supuestos que incorpora el informe:

Afirma que el Inmovilizado Nuclear esta amortizado. Falso. En primer lugar, el informe, contiene datos erróneos referidos a las inversiones en inmovilizado nuclear. Mejor dicho, no los contiene. Realiza el “supuesto” de que ya todo este inmovilizado está amortizado desde 1998. Consecuentemente, el resultado de la tecnología nuclear es anormalmente alto para engordar esos 4.000 millones de euros.

Estima costes de tecnologías que utilizan combustibles en su generación, sin conocer los costes de los contratos de suministro. En segundo lugar, y referido a las tecnologías que utilizan combustibles para generar energía, la Comisión Nacional de Energía, no cuenta con información sobre los precios de los contratos de suministro de los mismos. De facto, esta ausencia, elimina la posibilidad de poder ‘calcular’ o estimar un resultado para estas tecnologías y hacer comparativas con el resto.

La hidráulica: simplificación en los tipos de centrales y utilización muy escasa en horas anuales. En lo que se refiere a la energía hidráulica, otro de los caballos de batalla del informe, el informe fija unos parámetros de rentabilidad muy altos, debido a lo que se denominan windfall profits (beneficios caídos del cielo), pero oculta que la utilización en horas de estas tecnologías es muy baja al año y por tanto su producción, muy baja comparativamente. Además, elimina de los supuestos las centrales de bombeo (a menos diversidad de centrales, más claridad). Por ejemplo, mientras que una central de ciclo combinado o térmica podría trabajar más de 4.000 horas al año, una central hidráulica, no más de 1.200 horas al año, con lo que la “rentabilidad” por su utilización hay que valorarla de forma conjunta. Y, es que, cualquier comparación, en este sentido, es parcial, cada tipo de tecnología tiene un papel en el sistema: unas son energías de base y otras ‘punta’ para la cobertura de necesidades puntuales del sistema.

Y, que, por ejemplo el mismo informe no recoge el caso contrario, las instalaciones de ciclo combinado (gas), que fijan el precio de mercado y están en situación de pérdidas o de rentabilidad muy reducida por la evolución de los precios del gas.

Todo ello, sin contar que un mercado conjunto, un sistema es un modelo conjunto e integrado, de forma que cada empresa generadora configura su mix de generación atendiendo a un modelo estratégico y al mercado. Imagínense que una empresa de fabricación de automóviles tuviera tres factorías y pusiera un precio diferente al vehículo en función de la procedencia de la factoría. Los “datos” del informe que reflejan un coste de 3 euros por MW en la hidráulica y 8 en la nuclear son considerados como ‘irreales’ e ‘imposibles’, siendo los que han servido de base para estimar las abultadas cifras de beneficio de las eléctricas, que no se corresponde con la realidad contable del mercado español.

Lo que resulta paradójico es que el órgano regulador refrende un informe así, incurriendo en estas imprecisiones, máxime si la segunda derivada es que el regulador principal (Ministerio) tome cartas en el asunto y, que fruto de ello, se cuestione el mercado como mecanismo de funcionaimiento del sector eléctrico. En realidad, se trata de un supuesto de pizarra, santificado como informe, con tantas certezas en materia de información económica, como la que tenía Estados Unidos, sobre la tenencia por parte del gobierno iraquí de armas de destrucción masiva.

El informe aprobado por la CNE contra el funcionamiento del mercado eléctrico no fue elaborado inicialmente por los servicios técnicos del organismo

Según ha podido tener constancia Energía Diario, el informe aprobado por el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía no fue elaborado por los servicios internos del organismo. Esto implicaría que habría sido preparado desde “fuera de los servicios técnicos”, con el fin de que, posteriormente, fuese formateado e introducido en el organismo para su aprobación por parte del Consejo, lo que perseguiría su legitimación a posteriori via aprobación en el órgano de administración del regulador y con una campaña de medios organizada para la ocasión.

De acuerdo con la información que han hecho llegar a esta publicación fuentes de los propios servicios de la Comisión, un Consejero, concretamente Jorge Fabra (nombrado a instancias del PSOE en la última remodelación del organismo), requirió al actual Director de Regulación y Competencia, José Manuel Revuelta, para que avalase los datos que se iban a contener en el informe, en una reunión que tuvo lugar en el despacho de éste último. De hecho, las fuentes mencionadas, han expresado su preocupación por el propio José Manuel Revuelta a causa de las presiones que ha recibido, además de por el efecto sobre la institución y sus profesionales de que se difunda un informe que exhibe el «sello» de la CNE, sin contar con el rigor técnico habitual de sus servicios.

Primero las tarifas, después el informe complementario sobre precios y costes

Sigamos la cronología de los hechos: el martes 13 de mayo, el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía aprobó la Propuesta de Tarifas Integrales para el tercer trimestre del año. Esta propuesta incorporaba una subida del 11,3% para equiparar la evolución de las tarifas al déficit tarifario previsto (ex ante). En ese momento, la Comisión Nacional de Energía introduce dos párrafos que hacen referencia, por un lado, a las diferencias entre los ‘los costes de generación’ y los ‘precios percibidos’ en el mercado por determinadas instalaciones, derivados de que obtienen el precio que determina el mercado. (Una crítica constante que tanto Jorge Fabra, consejero de la Comisión, como Natalia Fabra, hija de éste, colaboradora habitual del organismo y docente en la Universidad Carlos III, vienen formulando con asiduidad en sus estudios, artículos y publicaciones).

De hecho, los mismos anexos que se recogen en este informe complementario son los que se incorporan en el capítulo titulado “Diversidad de tecnologías, costes y precios en el mercado de electricidad.” elaborado por Jorge Fabra y Gregorio Mednik que será publicado próximamente en un libro al parecer editado por la propia CNE. Así mismo estas tesis también fueron difundidos en la conferencia que Natalia Fabra y María Angeles de Frutos pronunciaron en la CNE el 25 de octubre de 2006.

En ese momento, el Consejo de Administración, a instancias del propio Fabra, sobre la base de documentos propios que el mismo presenta durante el Consejo, se emplaza nuevamente para preparar de cara a su siguiente reunión, el Informe complementario a la subida de tarifas que pretendía analizar los precios y costes del mercado de generación y reforzar las conclusiones relativas a la existencia de beneficios extraordinarios para las instalaciones hidráulicas y nucleares, lo que resulta una fijación de sus autores e inspiradores intelectuales. Ese informe sería presentado a la aprobación del Consejo una semana más tarde, también con muy poco tiempo para el análisis por los consejeros.

La Dirección de Regulación y Competencia, en el centro de gravedad

Se da el caso de que la Dirección de Regulación y Competencia está dirigida por José Manuel Revuelta, hombre muy cercano a Ignasi Nieto, anterior Secretario General de Energía. Del mismo modo, Jorge Fabra, tendría contacto directo con el actual Secretario General de Energía, Pedro Marín, con quien habría entablado relación directa durante el proceso de OPAs a Endesa, además de por su perfil académico y, según consta, Fabra, habría visitado el Ministerio de Industria durante este mes de mayo.

La Dirección Eléctrica del organismo, totalmente al margen de estos informes

De hecho, la dirección experta en el funcionamiento del mercado eléctrico, que conoce los criterios y obligaciones contables y financieras de las empresas, la Dirección Eléctrica, vio como algunas de las aportaciones que había realizado al primer informe no se recogían. En segundo lugar, parece que la Dirección Eléctrica no fue consultada ni tuvo conocimiento del Informe complementario sobre Precios y Costes del mercado eléctrico, lo que es considerado como ‘muy anómalo’ desde las fuentes informantes del organismo. Del mismo modo, el teórico ponente de la propuesta de tarifas, Sebastiá Ruscalleda, tampoco tuvo ocasión de dirigir la elaboración de la misma por los servicios técnicos. Se encontró la propuesta cuarenta y ocho horas antes de su debate, tal y como recoge otro consejero, Luis Albentosa (también nombrado en la última remodelación del organismo), en un voto particular.

Sólo así se puede entender que los datos que se contienen en el mismo respondan a supuestos de estudio y no a datos contables ciertos de las empresas. Por ejemplo, la información sobre los costes de amortización de las instalaciones hidráulicas o nucleares difieren notablemente de la realidad recogida en los estados contables y en las cuentas que presentan las empresas eléctricas al Registro Mercantil.

Estrategia para dar coartada a la intervención

La estrategia parece que estaba clara. La Comisión Nacional de Energía aprobaría un informe, fuertemente valorativo e intencional, procedente de los ‘estudiosos’ del sector, que se hacía pasar como informe del organismo, de forma que se podía legitimar la intervención en el mercado mediante medidas contra las empresas y determinadas tecnologías, para retornar el déficit tarifario derivado de decisiones pasadas de no elevación de tarifas.

La cercanía desde el mundo académico y el ‘contrapoder interno’ creado en torno a la Dirección de Regulación y las relaciones cruzadas existentes con el anterior y el actual Secretario General de Energía (aunque por motivos y con personas claves diferentes) harían el resto. La piedra de toque del plan era enviar esta ‘información’ convenientemente orientada a los medios de comunicación para provocar su escándalo. La trampa estaba puesta, sólo era cuestión de tiempo.

El temor a la falta de oferta marca el mercado del petróleo

El precio internacional del petróleo vivió una semana histórica y turbulenta con fuertes subidas en el mercado para alcanzar nuevos máximos históricos por encima de los 130 dólares por barril (159 litros).

Según los analistas, la debilidad del dólar frente a otras divisas y el temor del mercado a que la oferta no sea capaz de hacer frente a la demanda en los próximos años están contribuyendo a que el crudo alcance precios nunca vistos hasta ahora.

Las subidas se intensificaron cuando el Departamento de Energía de Estados Unidos anunció el martes que las reservas de petróleo y combustible en el país bajaron la semana pasada, cuando los analistas esperaban que subieran.

El precio del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente para Estados Unidos, terminó la semana a 132,19 dólares por barril, un 4,5 por ciento más que la semana anterior cuando cerró a 126,29 dólares por barril, lo que entonces también era un récord. Eso sí, en la jornada del jueves el WTI superó en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) durante varios minutos los 135 dólares por primera vez en la historia.

Mientras, el barril de Brent, referente para Europa, cerró la semana en el International Exchange Futures (ICE) de Londres a 131,57 dólares por barril, un 5,2 por ciento más que el viernes pasado cuando cerró a 124,99 dólares.

Por su parte, el petróleo de la OPEP, calculado en base a 13 tipos de crudo, fue fijado por el secretariado de la OPEP en 127,59 dólares por barril el jueves, un nuevo máximo histórico, con 7,2 por ciento más que el jueves anterior.

A pesar de estas subidas, los responsables del cártel petrolero no parecen dispuestos a subir su producción y aliviar un poco la presión en el mercado. El secretario general de la OPEP, el libio Abdala Salem El Badri, dijo el jueves en Quito que el precio actual no tiene ninguna relación con la demanda o la oferta.

Dentro de los países miembros de la OPEP, «ninguno apoya precios del petróleo exageradamente altos ni excesivamente bajos, sino que se llegue a un punto medio, que los productores y consumidores se beneficien de un precio justo», agregó El Badri. Remarcó que el precio «no tiene nada que ver con los asuntos fundamentales sino con la especulación, aunque también uno de los principales contribuyentes para el aumento del precio del crudo es la depreciación del dólar».

Según datos de la OPEP, la demanda mundial de crudo alcanza los 87 millones de barriles al día, mientras que la oferta en el mercado supera esa cifra en 1,5 millones, lo que muestra una situación cómoda, que no precisa una revisión de la producción.

No obstante, en el mercado crecen los temores a que la producción a nivel mundial no sea suficiente en próximos años para atender la elevada demanda.

El diario «The Wall Street Journal» avanzó el jueves que la Agencia Internacional de Energía (AIE) evalúa las condiciones de los yacimientos petrolíferos más importantes del mundo y que, a la vista de los datos, podría revisar a la baja de forma significativa sus previsiones sobre suministros de crudo.

La AIE hasta ahora preveía que las reservas de petróleo crecerían de forma moderada y alcanzarían los 116 millones de barriles diarios hacia 2030, frente a los 87 millones de barriles actuales.

Sin embargo, la AIE se muestra preocupada por que el desgaste de los yacimientos y la falta de inversión pongan en apuros a las compañías para superar los 100 millones de barriles diarios en las próximas dos décadas, destaca el diario financiero neoyorquino.

La energía nuclear en nuestro entorno

Francia, Finlandia o Reino Unido son sólo algunos de los países que han dicho abiertamente “sí” a la energía nuclear. Sus gobiernos son conscientes de la dependencia energética exterior, del incremento de la demanda eléctrica, así como de las preocupantes emisiones contaminantes al exterior. En la planificación energética de estos países, la energía nuclear es una opción clave y estratégica a largo plazo. Pero, ¿por qué cuentan con esta fuente de energía?

Las centrales nucleares permiten reducir la dependencia cada vez mayor de los combustibles fósiles, garantizan el suministro eléctrico y son, en la actualidad, la única fuente capaz de producir grandes cantidades de electricidad frenando a su vez las emisiones de CO2 a la atmósfera. Sólo en España, los ocho reactores nucleares en funcionamiento produjeron el pasado año alrededor de una quinta parte de la electricidad consumida. Un año más, la energía nuclear fue la fuente que más horas funcionó en todo el año y, no sólo dio estabilidad al sistema eléctrico, sino que consiguió dejar de emitir a la atmósfera unos 40 millones de toneladas de CO2, equivalentes a las emisiones de más de la mitad del parque automovilístico español.

Fuera de la Unión Europa la situación es análoga en países como China, Estados Unidos, India, Corea del Sur o Rusia. Ante el panorama energético y medioambiental al que se enfrenta la sociedad, resulta irresponsable rechazar el uso de la energía nuclear. Y, lejos de rechazarla, impulsan su uso mediante la construcción de nuevas centrales, el aumento de potencia de las existentes y su operación a largo plazo. En el mundo hay actualmente 439 reactores nucleares que producen el 17% de la electricidad y 34 más están en construcción. Y España, con una dependencia exterior del 85%, un crecimiento de la demanda eléctrica del orden del 3% anual, y un incremento de emisiones que triplica el máximo permitido por la Unión Europea tras la ratificación del Protocolo de Kioto, no puede quedarse atrás.

Los reactores españoles en funcionamiento son seguros y fiables y su operación a largo plazo es necesaria junto con la construcción de nuevos reactores de manera que la aportación al sistema eléctrico español pase del 18% actual al 30%, cifra similar a la Unión Europea. Pero para alcanzar estos objetivos, es necesario que se abra próximamente un debate energético abierto, plural y transparente que permita diseñar un plan energético serio y responsable a largo plazo donde cada fuente cumpla su papel dentro de un mix eléctrico equilibrado.

Desde Foro Nuclear seguiremos insistiendo en la necesidad de la energía nuclear. Y en el hecho de que la industria nuclear española, competitiva y experta, está preparada para apoyar el mejor funcionamiento de los reactores en operación, para afrontar las nuevas construcciones en España, y para atender un mercado nuclear internacional en crecimiento.