El decreto que vivimos peligrosamente

La sucesión de hechos que ha jalonado la elaboración del nuevo decreto de energía solar fotovoltaica han devenido en una propuesta que la semana que viene será estudiada por el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía. Hablemos de las claves que dibujan el punto de llegada de todas estas negociaciones y de porqué hemos llegado a dónde hemos llegado, hoy casi visto para sentencia.

La gestión del tiempo en la negociación. El sector fotovoltaico se ha quedado atrapado en una trampa regulatoria. El R.D. 661/2007, sus límites de instalación (1.200 MW, con tope el 28 de septiembre, su retribución elevada (que ha provocado una estampida especulatoria) y su “totum revolutum” habían puesto al sector en una ratonera. El hecho es que en la negociación, han existido más sombras que luces y la actuación del anterior Secretario General de Energía, Ignasi Nieto, acostumbrado a empujar y parar, dejó también un caramelo envenenado a Pedro Marín. El hecho es que el propio proceso de negociación del R.D. 661/2007 focalizó la presión en ajustar (por volumen) la retribución de la energía eólica. El resultado es que el propio R.D 661/2007 se quedó obsoleto en el ámbito de la fotovoltaica nada más salir. Tanto es así que la «ocurrencia» de la modificación del período de aplicación de la retribución por la vía de la corrección de errores en el BOE señaló una situación, en conjunto, pintoresca. Pero es que la carrera sectorial por acceder a esta retribución provoca que más del 20% de los parques en proyecto no lleguen a la misma, lo cual, se puede transformar en una cuchilla importante para estos promotores (Industria ha dejado muy claro que no habrá prórrogas de la retribución anterior). Y, por tanto, la negociación se ha hecho sin oxigeno y con una olla a presión interna cada vez más caliente.

La atomización sectorial. Un boomerang que se ha vuelto contra el sector en la negociación. El sector ha carecido de grandes empresas, tanto de generación, como de promoción y fabricación de componentes, y su organización pivota fuertemente en los promotores. De hecho, algo que se ha criticado es que ya no existen diferencias y que Industria impide la división de las grandes plantas fotovoltaicas, algo que se hacía para aumentar la retribución. Incluso la propia propuesta retributiva que hacía ASIF era progresivamente creciente, cuanto menor era el tamaño de las plantas. En realidad, lo que ha hecho Industria, es fijar un límite máximo de 10 MW en las instalaciones y tratar retributivamente el tamaño de las mismas de manera homogénea. Contra esta alternativa hay versiones para todos los gustos, la primera es que existiendo plantas grandes y el proyecto que se ha conocido con un límite tan bajo de instalación, caben pocas instalaciones, cuanto más grandes menos. Muy pocas instalaciones. La segunda proviene de las propias empresas de distribución de electricidad que han visto una avalancha de peticiones de conexión de red de los parques. Al parecer la concentración del volumen de los huertos sería positiva, favorable.

La expectativa de bajada de precios de las placas. Uno de los elementos que se ha situado en el trasfondo de toda la negociación, es la perspectiva de que las placas solares iban a disminuir su precio por evolución tecnológica. Una bajada de precios que no quería hacerse efectiva por parte de los fabricantes hasta que no entrase en marcha la nueva retribución. Hoy casi nadie duda que la energía solar fotovoltaica es un negocio financiero y si la reducción de costes prevista iba a rondar el 35 %, parece que virtualmente se produciría una equivalencia en la reducción de las primas. El problema es que fuentes del sector consultadas señalan que esa reducción no se producirá o no se producirá en esa medida por la mayor demanda de placas existentes en el exterior, fundamentalmente Italia y Marruecos. También es cierto que la retribución fijada en el R.D. 661/2007 ha sido tachada de excesiva y generosa y que las rentabilidades que ofrecía eran mucho más atractivas que en otros sectores.

Diferencias sectoriales. La atomización sectorial se ha transformado además en diferencias. El sector, por debajo de la mesa, ha expresado fuertes diferencias con la estrategia negociadora entre APPA y ASIF y el Ministerio de Industria. Uno de los elementos más evidentes ha sido la escisión de una nueva asociación en pleno proceso, AEF (Asociación Empresarial Fotovoltaica), que recoge a las empresas más grandes del sector, entre ellas las cotizadas, que son las que más han sufrido los rigores del nuevo decreto. No obstante, las asociaciones han endurecido fuertemente su postura en la fase en la que se encuentra el decreto – trámite ante la Comisión Nacional de Energía- conscientes de que posiblemente estén ante su último cartucho para poder modificarlo. La postura que puedan adoptar los consejeros, aún es una incógnita, dado el vértigo del trámite que lleva la propuesta (Esta llegó a finales de la semana pasada a la CNE y, ahora, los servicios técnicos tienen que elaborar un informe que se prevé resolver, como informamos hoy, a finales de la semana que viene).

El resultado, un modelo muy restrictivo. En conjunto, parece que el frenazo que quiere imprimir Industria al sector es muy grande. La situación de límites de instalación para 2009 en suelo y techo, de 100 y 200 parece que es muy dura en el primer caso, y casi inalcanzable en el segundo. Y más, si del cupo de los 100, hay que ir restando los que no entren en el actual marco. El parón está servido para el sector que, inevitablemente, tendrá que vivir una reconversión, casi por el motivo inverso, que le llevó a la efervescencia.

Las circunstancias geopolíticas parecen dar un respiro al crudo

El precio del petróleo experimentó una pérdida del 10 por ciento en sólo cinco días, durante una semana en la que los temores a un enfriamiento de la economía pesaron más que la debilidad del dólar.

Si la semana pasada los mercados sufrieron convulsos altibajos, con máximos de hasta 147 dólares por barril, durante los últimos días las cotizaciones del «oro negro» tendieron claramente a la baja.

Ya el lunes, los valores del petróleo en los mercados de Londres y Nueva York abrieron con pérdidas respecto al cierre de la semana anterior, una tendencia que se mantuvo inalterada toda la semana.

En el londinense Intercontinental Exchange Market, el crudo Brent de referencia en Europa, cerró ayer a 130,19 dólares por barril, 13,73 dólares, (9,5 por ciento menos) de los precios que se pagaban a principios de semana. Esa cotización contrasta con el precio récord de 147,27 que llegó a alcanzar el barril de Brent hace una semana.

Más dura fue incluso la caída del Texas estadounidense, que se pagó el viernes a 128,88 en la Bolsa Mercantil de Nueva York. Entre el lunes y el viernes, el coste del crudo de referencia en Estados Unidos bajó 16,3 dólares por barril (un 11 por ciento). Sólo de lunes a martes, el barril Texas perdió 6,44 dólares de una vez, el mayor descenso en 17 años. Hace únicamente siete días, el Texas alcanzó marcas intradía de 147,27 dólares/barril, un precio inédito en el parqué neoyorquino.

Las declaraciones el pasado martes del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, alertando de las dificultades de la economía estadounidense, fueron el principal detonador de la bajada de precios.

Bernake llegó a afirmar que el alto coste de los carburantes y la crisis financiera están haciendo que los consumidores reduzcan la demanda de combustibles.

El responsable de la política monetaria estadounidense añadió que el panorama inflacionario es «inusualmente incierto» y reconoció que el crecimiento económico avanzará más lento durante el resto del año, principalmente debido al débil mercado inmobiliario, los elevados precios del petróleo y las condiciones crediticias más estrictas.

Las declaraciones de Benanke, en las que reconoció que la economía estadounidense afronta «numerosas dificultades», obligaron al presidente de Estados Unidos, George Bush, a lanzar un mensaje de tranquilidad y mucho más optimista sobre la marcha económica del país.

Al día siguiente, el Departamento de Energía de EEUU anunció que las reservas de petróleo de ese país aumentaron en tres millones de barriles pese a que los expertos esperaban un descenso de 1,6 millones, un dato que contribuyó a moderar las cotizaciones del «oro negro» y alejarlas de las marcas históricas de la semana pasada.

Además, en su informe mensual, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) vaticinó una ralentización del crecimiento de la demanda mundial de crudo, con un incremento del 1,20 por ciento este año y algo inferior, del 1,03 por ciento, en el año 2009. El cartel petrolero afirmó que «la nueva estructura del precio y el debilitamiento de la economía mundial han contribuido a frenar el crecimiento de la demanda de crudo en muchas regiones».

La consultora JBC indicó que también ha ayudado a calmar al mercado la decisión de Washington de enviar a un representante a la reunión que la UE e Irán celebran en Ginebra sobre el programa atómico iraní.

El subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, William Burns, será testigo del encuentro entre el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, y el negociador de Irán, Said Jalili, en un encuentro que podría dar un giro alentador a uno de los conflictos geopolíticos que más afectan al precio del crudo.

Irán, socio fundador de la OPEP y cuarto productor mundial de petróleo, tiene además el control del estrecho de Ormuz, por donde se transporta el 40 por ciento del «oro negro», por lo que la tensión entre el régimen de los Ayatolás y Occidente es seguida con especial ansiedad por los mercados.

Gran volatilidad y nerviosismo en el mercado del crudo

Los precios del crudo han experimentado una nueva semana de gran volatilidad, cayendo en picado el lunes y martes para recuperar el terreno perdido en los días siguientes, superar el viernes por primera vez los 147 dólares y moderarse finalmente al mismo nivel que al cierre de la semana anterior.

Así, el valor del barril de petróleo de Texas, referente en EEUU, bajó más de nueve dólares el lunes y martes, se mantuvo estable el miércoles, se disparó el jueves y viernes más de 10 dólares y batió un nuevo récord de 147,27 dólares, antes de retroceder y cerrar la sesión a 145,08 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX).

Un comportamiento similar mostró el crudo Brent, la referencia para Europa, que marcó un nuevo máximo histórico de 147,50 dólares, aunque luego terminó a 144,49 dólares/barril en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres.

Respecto al cierre de la semana anterior, ambos crudos «ligeros y dulces», de alta calidad, apenas variaron su valor: el WTI retrocedió 0,21 dólares y el Brent subió sólo en 0,07 dólares.

El alza del viernes coincidió con un debilitamiento del dólar frente al euro, pues la moneda europea llegó a cambiarse a 1,5914 dólares, frente a los 1,5792 dólares del jueves.

Los altibajos de cuatro y cinco dólares en el precio del crudo y en una sola jornada son ahora la tónica en los mercados de futuros, una volatilidad extrema que, según los analistas, refleja la incertidumbre y el nerviosismo del sector.

«Más pruebas de misiles en Irán, un anuncio del Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND, en inglés) del fin de un alto el fuego unilateral en el Delta del Níger y noticias sobre una huelga de trabajadores petroleros en Brasil bastaron» para que el crudo volviese a dispararse, advirtió la asesora JBC Energy.

Los mercados reaccionan especialmente sensibles al conflicto sobre el controvertido programa nuclear de Irán, puesto que el país persa, además de ser el cuarto productor mundial de crudo y el segundo de la OPEP, puede bloquear el estrecho de Ormuz, por donde pasa el 40 por ciento de los fletes petroleros de todo el Planeta.

Las tensiones entre Teherán y las potencias occidentales ha ido en aumento esta semana por los ensayos de misiles efectuados por Irán, actividades que la Casa Blanca calificó de «provocativas».

En este ambiente, los precios del «oro negro» recibieron un fuerte impulso debido a una información sobre aviones israelíes que usaban bases estadounidenses en Irak para entrenar un posible ataque a Irán, publicada por el diario israelí Yediot Aharonot. Pero unas horas más tarde, el Ejército israelí desmintió «categóricamente» la noticia, y los precios retrocedieron.

El secretario general de la OPEP, el libio Abdalá Salem El-Badri, advirtió el jueves, en rueda de prensa en Viena, de que la organización no puede compensar una eventual suspensión de las exportaciones iraníes de petróleo. «Espero que no haya un ataque a Irán, pero si pasa algo, es imposible reemplazar la producción de Irán», dijo El-Badri.

El-Badri insistió en la postura del grupo de que el precio actual del petróleo «está inflamado» por problemas ajenos a la oferta, como los conflictos geopolíticos, el debilitamiento del dólar, la especulación y los cuellos de botella en el sector del refino.

La OPEP informó, en su publicación «Previsión del Petróleo 2008», de que sus estimaciones se basan en un precio de entre 70 y 90 dólares para el barril de su crudo referencial, aunque actualmente esté a más de 133 dólares.

Previsión, 150 dólares

Los precios del crudo han continuado su escalada de récords históricos y se vislumbra la barrera de los 150 dólares por barril, tras una semana en la que el XIX Congreso Mundial del Petróleo celebrado en Madrid reveló la falta de consenso para adoptar medidas que pongan fin a la carrera alcista.

En los mercados de futuros de Londres y Nueva York, las cotizaciones del crudo del mar del Norte (Brent) y del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), las respectivas referencias para Europa y Estados Unidos, subieron esta semana un 2,9 y un 3,6 por ciento, acumulando sendos encarecimientos del 53 y el 48 por ciento.

El precio del barril (de 159 litros) de Brent para entrega en agosto, si bien cerró marcadamente a la baja en el londinense International Exchange Futures (ICE), después de haber superado un día antes por primera vez los 146 dólares, quedó en 144,42 dólares, 4,11 dólares más que el viernes precedente.

En la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), cerrada el 4 de julio por celebrarse en EEUU el Día de la Independencia, el WTI terminó el jueves a 145,29 dólares por barril, el valor de cierre más alto de su historia, con una subida de 5,08 dólares respecto al término de la semana anterior.

Hace un año los precios del Brent y del Texas se situaban a poco más de 70 dólares, y ya entonces preocupaba su sostenida subida, que se aceleró a partir de septiembre de 2007, tras desatarse en Estados Unidos la crisis de créditos hipotecarios «subprime».

El encarecimiento de más del cien por cien en los últimos doce meses se registra asimismo en el barril usado como referencia por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que superó por primera vez los 140 dólares.

La semana petrolera se inició con la apertura del XIX Congreso Mundial de Petróleo, que congregó en Madrid a más de 4.000 máximos responsables del sector a nivel estatal, privado y de organizaciones internacionales. Al igual que ocurrió en la ciudad saudí de Yeda el 22 de junio en una reunión urgente entre productores y consumidores de crudo, lo que quedó de manifiesto en este foro que se celebra cada tres años es que, de momento, no hay soluciones rápidas a la actual crisis.

Los consumidores piden a los productores un aumento de los suministros e inversiones en sus infraestructuras petroleras, pero la OPEP insistió en que la oferta actual es suficiente, y atribuyó gran parte del encarecimiento actual del petróleo a la especulación financiera, la debilidad del dólar y los conflictos geopolíticos.

Como viene ocurriendo desde hace meses, esta semana casi todas las subidas registradas en el precio del crudo coincidieron con un debilitamiento del dólar frente al euro y otras divisas, un fenómeno que lleva a inversores y especuladores a refugiar su capital en el «oro negro» y otras divisas. También pesó en los mercados la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta el 4,25 por ciento, pues puede fortalecer al euro frente al dólar, y por ende la subida del petróleo.

Pero los analistas atribuyeron la fuerte alza sobre todo al recrudecimiento del conflicto por el programa nuclear de Irán, ante los rumores de que Israel prepararía un ataque preventivo contra el país persa, acusado de intentar fabricar una bomba atómica.

El ministro iraní del Petróleo, Gholam Hossein Nozari, advirtió en Madrid de que el temor a que se produzca una acción militar contra Teherán impulsa el encarecimiento del crudo y dijo que «nadie puede imaginar cuál sería la reacción» si Irán, segundo productor de la OPEP y cuarto del mundo, sufre un ataque.

Las tensiones se aliviaron sin embargo, cuando trascendió que Teherán ha respondido a una carta de los ministros de Asuntos Exteriores del grupo 5+1 (EEUU, Reino Unido, China y Francia, así como Alemania). La agencia semi oficial iraní Mehr informó ayer de que el Alto representante de la Unión Europea para la política exterior (UE), Javier Solana, y el principal negociador de Irán en materia nuclear, Said Yalili, volverán a reunirse a mediados de este mes.

La portavoz de Solana, Cristina Gallach, confirmó a en Bruselas que el jefe de la diplomacia europea recibió la contestación de las autoridades iraníes a la propuesta que les presentó el pasado 14 de junio y se encarga de transmitirla al resto de negociadores.

Los temores a un desabastecimiento siguen impulsando los precios del crudo

Los precios internacionales del petróleo parecen conocer sólo la senda alcista, al alcanzar el viernes nuevos máximos históricos ante los persistentes temores en el mercado a un desabastecimiento a medio y largo plazo.

Tanto el barril de referencia para Estados Unidos, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), como el referente para Europa, el Brent, superaron por primera vez lo 140 dólares y se acercaron al final de la semana incluso a los 143 dólares por barril (159 litros).

El WTI cerró finalmente a 140,21 dólares/barril, mientras que el Brent lo hizo a 140,31 dólares/barril, impulsado una vez más por la debilidad del dólar frente al euro y la incertidumbre sobre el futuro abastecimiento del mercado.

Durante la jornada del viernes, el WTI y el Brent llegaron a superar la marca de los 142,90 dólares/barril, aunque no tocaron los 143 dólares/barril.

Por su parte, el precio de la llamada «cesta OPEP», compuesto por 13 crudos distintos, alcanzó el jueves los 130,77 dólares/barril, menos de medio dólar por debajo del máximo histórico alcanzado unos días antes con 131,25 dólares/barril.

Aparte del abaratamiento de dólar, que sigue atrayendo a los inversores a las materias primas, incluyendo fondos de inversión y de pensiones, influye el temor a una falta de suministro por las tensiones geopolíticas en varios países productores.

El programa nuclear de Irán sigue siendo tema de conflicto en Oriente Medio, las huelgas y ataques contra la infraestructura petrolera en Nigeria no cesan y, últimamente, Libia ha amenazado con un boicot petrolero.

Los países consumidores dudan de la capacidad de las naciones productoras, sobre todo las organizadas en la OPEP, de satisfacer la demanda, que sigue creciendo por las necesidades energéticas de las grandes economías emergentes como China, India o Brasil.

Los 13 países de la OPEP, el cartel petrolero con sede en Viena, han recibido presiones para incrementar su producción, pero los miembros no tienen una posición común al respecto.

Mientras que Arabia Saudí, con diferencia el principal productor de la OPEP, se ha comprometido a aumentar el bombeo del «oro negro», Libia ha amenazado con recortar la producción si persisten las presiones de los países consumidores, porque considera que el mercado está bien abastecido.

También el presidente de la OPEP, el ministro de Petróleo argelino Jakib Jelil, planteó el jueves pasado un panorama inquietante para los intereses de los países consumidores al pronosticar que el precio del barril de crudo podría seguir subiendo en el verano, justamente la época de mayor consumo. «Preveo probablemente precios de 150 a 170 dólares durante este verano. Va tal vez a declinar un poco hacia finales de año», indicó Jelil, que insistió en que «no hay problema de oferta en el mercado petrolero. No hay demandas no satisfechas».

Por su parte, el vicepresidente de exploración y producción del grupo BP, David Peattie, consideró esta semana que los precios actuales son resultado de la ausencia de inversión durante la era de los bajos precios. Por tanto, las alzas no se deben a una insuficiencia de reservas petroleras, aseveró el responsable de BP, uno de los principales consorcios petrolíferos del mundo.

El euro se situó el viernes a 1,5780 dólares poco antes del cierre del mercado bursátil, ante el convencimiento de los inversores de que ha bajado la probabilidad que suban los tipos de interés en EEUU en el corto plazo.

El debilitamiento del dólar y los declives en los mercados bursátiles suelen llevar a muchos inversores a buscar refugio en las materias primas, donde consideran que pueden obtener más retornos con sus fondos.

La escalada imparable del petróleo le lleva a nuevos máximos

La subida imparable del petróleo, que alcanzó nuevos récords al superar los 142 dólares en Londres y Nueva York, arrastró a los mercados bursátiles, que acusaron fuertes descensos en un clima de inquietud por la desaceleración económica.

Al igual que el Texas en Estados Unidos, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizó por primera vez por encima de los 142 dólares en el mercado de futuros londinense, impulsado por la debilidad del dólar y los temores a una escasez de suministro.

El barril para entrega en agosto se llegó a pagar a 142,13 dólares en el International Exchange Futures (ICE), aunque después moderó su ascenso para situarse en torno a los 140 dólares.

Mientras el crudo continuaba su escalada, los mercados bursátiles del mundo registraron importantes descensos por los temores a que la alta inflación acabe afectando los resultados de las empresas.

Los mercados europeos, sobre todo los de París y Frankfurt, empezaron con caídas siguiendo la tendencia de los mercados asiáticos, que horas antes se habían desplomado afectados por el descenso del índice Dow Jones en Nueva York, que registró cotas mínimas en dos años.

Wall Street teme que el aumento de los precios, sobre todo de la energía, junto con el descenso del poder adquisitivo, obligue a los estadounidenses a controlar sus gastos y esto provoque una recesión económica. Las malas noticias empresariales y financieras en EEUU afectan a los mercados asiáticos, ya que países como China, Japón o India son grandes exportadores a Norteamérica.

Por otra parte, la decisión de la Reserva Federal estadounidense de mantener en el 2 por ciento los tipos de interés en ese país, sin dar pistas de un próximo aumento, motivó el jueves una caída del dólar, lo que hizo que muchos inversores en bolsa se pasaran a las materias primas, que se comercian en esa divisa.

Ese movimiento de capital impulsó al alza, una vez más, al petróleo, que se ha encarecido un 50 por ciento en lo que va de año, y al oro, que se ha apreciado un 10 por ciento. Como un pez que se muerde la cola, el encarecimiento del crudo aumenta la inflación, lo que, en el contexto actual de pos-crisis crediticia, espolea los temores en los mercados de un descenso del consumo y una recesión económica.

– El alza del petróleo se debe a varios factores.

Además del abaratamiento de dólar, influye el temor de los inversores a una falta de suministro por las tensiones geopolíticas con países productores como Irán, las huelgas y ataques en Nigeria y últimamente un posible boicot de Libia.

Los países consumidores dudan de la capacidad de las naciones productoras de satisfacer la demanda, que se ha multiplicado por las necesidades energéticas de las economías emergentes.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha recibido presiones para incrementar la producción, pero los analistas sospechan que los miembros del cártel están divididos a ese respecto.

Mientras que Arabia Saudí se comprometió a aumentar el bombeo de crudo, Libia ha amenazado con recortar la producción si persisten las presiones occidentales, porque considera que el mercado está bien abastecido.

El responsable petrolero de Libia, Shokri Ghanem, dijo el jueves que su país estudia un recorte en respuesta a las amenazas contra los productores de EEUU, donde se tramita un proyecto de ley que permitiría al Gobierno demandar a los miembros de la OPEP por limitar los suministros.

En tanto, el consejero delegado del grupo estatal ruso de gas y petróleo Gazprom, Alexei Miller, restó importancia al papel de la OPEP al afirmar, en declaraciones al Financial Times, que el cártel no tiene ninguna influencia «real» en el precio mundial del crudo.

El presidente de esa organización, Chakib Khelil, planteó el jueves un panorama nada tranquilizador al pronosticar que el precio del barril de petróleo podría situarse en niveles de «150 a 170 dólares» este verano.

El Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía estudia la primera tarifa de Miguel Sebastián

Hoy miércoles el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía estudiará la propuesta de tarifa que ha recibido del Ministerio de Industria, y que ya fue analizada el pasado lunes por la reunión del Consejo Consultivo de electricidad de este organismo.

La principal novedad de esta revisión tarifaria para el tercer trimestre del año es que se incorporan la denominada ‘tarifa social’ que anunció el Ministro de Industria, Miguel Sebastián. En total, un conjunto de propuestas que suponen un efecto conjunto neto de alrededor de 452 millones de euros de subida, descontados efectos reductores e incrementadores de la misma. Según declaró el Ministro esta sería la única subida que se realizaría en el año 2008, aunque posteriormente el Secretario de Estado de Economía, David Vegara aseguró que dependería de la evolución del precio del crudo.

La distribución de estos 452 millones de euros de subida tarifaria del tercer trimestre es la siguiente:

– La subida “bruta” de la tarifa se cifra en 614 millones de euros.
– El efecto de la “tarifa social”, es decir, la condonación del término de potencia para los consumidores con potencia inferior a 3 kW (hasta 2,2 kW) es de 68 millones de euros.
– Todos los consumidores con potencia contratada inferior a 15 kW obtendrán un “regalo” de 25 kW cada dos meses. Esta medida costará 185 millones de euros al sistema eléctrico.
– El tramo progresivo de la tarifa según consumo, es decir, el exceso que pagaban aquellos consumidores que superaban los 1.100 kW/h cada dos meses, se endurece, de forma que empieza a operar a partir de los 1.000 kW/h y al mismo tiempo se encarece (se duplica su penalización). El efecto previsto de esta medida es de un aumento en la recaudación de la tarifa en 91 millones de euros.

CUADRO BALANCE

|MEDIDA TARIFARIA| EFECTO|
|Subida tarifa eléctrica 3er. Trimestre|614 millones €|
|“Tarifa social”|-68 millones €|
|Consumo gratuito asignado|-185 millones €|
|Penalizaciones por Consumo excesivo| +91 millones €|
|Balance Tarifa 3er. Trimestre|452 millones €|

Las mismas fuentes del sector señalan que el Informe que estudiará el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía sugiere que las medidas “sociales” de la tarifa deberían ser sufragadas por los Presupuestos Generales del Estado.

Los consumidores esperan más oferta de la OPEP y los productores piden menos especulación

Los mercados petroleros centrarán su atención este fin de semana en la ciudad saudí de Yeda, a donde los principales consumidores de energía acudirán para pedir una mayor oferta de crudo a la OPEP, mientras que los productores insistirán en la necesidad de medidas para frenar la especulación financiera.

Lo inédito en la reunión convocada de urgencia por Riad tras la exorbitante escalada del precio del «oro negro» hasta casi 140 dólares/barril (db), es que Arabia Saudí, el mayor exportador mundial, no sólo citó a los productores de crudo para tratar el tema, sino también a los responsables del mayor consumo energético, así como a los grandes consorcios petroleros y a los bancos.

Según fuentes oficiales, en el encuentro auspiciado por el rey saudí Abdulá se espera la participación de 35 países, representados en su mayoría por los ministros de Energía, 25 compañías petroleras y siete organizaciones, entre otros.

La cita se produce después de que el precio del crudo se duplicase en un año, y miles de transportistas, agricultores y otros trabajadores de los sectores más afectados salieran a la calle en decenas de países para protestar por la carestía de los carburantes.

El tema ha entrado además de lleno en la campaña electoral de EEUU, de lejos el mayor consumidor mundial de crudo, y cuando el segundo gran consumidor, China, busca la forma de evitar problemas de abastecimiento de gasolina durante los Juegos Olímpicos de Pekín en agosto.

Entre los participantes destaca el vicepresidente de China, Xi Jinping; el primer ministro británico, Grodon Brown; el secretario general de la OPEP, Abdala Salem El Badri; el director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía, Nobuo Tanaka, y el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs.

Pero la cautela reina en los mercados sobre el resultado de esta cumbre al no divisarse consensos para adoptar medidas concretas. «La expectativa se ha reducido porque Arabia Saudí ya ha anunciado que proyecta aumentar sus suministros al menos en 200.000 bd» el próximo mes, después de haberlos elevados ya en 300.000 bd en junio, explicó hoy en Viena Ehsan Ul-Haq, analista de la consultora especializada JBC Energy.

Algunas fuentes han sugerido que podría haber un anuncio de un incremento aún mayor, pero los observadores se muestran escépticos, ya que persisten dudas sobre cuándo entrará a operar el nuevo campo petrolero saudí de Khursaniyah, con una capacidad inicial de 500.000 bd.

Tampoco se espera que los socios de Riad en la OPEP abran sus espitas: la mayoría no tiene capacidad excedente para bombear barriles adicionales y, además, varios de ellos han expresado su desacuerdo con el aumento unilateral de la oferta saudí.

Según señalaron fuentes cercanas a la organización, el ministro venezolano de Petróleo, Rafael Ramírez, así como sus colegas de Ecuador, Galo Chiriboga, y de Irak, Husein al Chehrestani, no asistirán a la reunión en Yeda.

Venezuela, al igual que Argelia, Libia o Qatar, ha reiterado su oposición a cambiar la oferta de la OPEP antes de la conferencia convocada por la organización para el 9 de septiembre en Viena.

Irán ha expresado esta semana su rechazo a la medida anunciada por Riad, y, al igual que la mayoría de los productores, atribuye el encarecimiento del crudo a factores como el debilitamiento del dólar, la especulación financiera en los mercados de futuros y los tributos fiscales sobre el crudo y sus derivados.

En opinión de Ul-Haq, el anuncio unilateral del reino wahabí tiene el objetivo de colocar al mayor suministrador mundial de crudo y anfitrión del encuentro en la posición de poder decir a sus huéspedes que, por su parte, ha hecho ya todo lo que estaba en sus manos para aliviar la situación. Y es que Arabia Saudí alcanzará así una producción de 9,7 millones de bd, la más alta desde 1981.

China, cuyo vigoroso crecimiento económico es visto como uno de los principales factores del alza de los precios, ha anunciado que aportará «un nuevo concepto de energía», y, aunque no ha revelado de qué se trata, los analistas esperan que el gigante asiático se siente a la mesa diciendo que ha hecho los deberes.

Y es que en vísperas del encuentro del domingo Pekín redujo los subsidios y aumentó el precio de los carburantes. «Cada uno dirá que no tiene la culpa del petróleo caro, y finalmente, la presión se centrará en los especuladores», vaticinó Ul-Haq.

La OPEP ha atribuido gran parte de la subida del precio a la especulación financiera en los mercados de futuros y ha pedido medidas para regularla, aunque de momento nadie parece saber en qué consistirían esas medidas.

Una unidad de destino en lo universal

El expediente sancionador que sigue la Generalitat de Catalunya en relación con el apagón sufrido en Barcelona el 23 de julio del año pasado y que afectó a más de 350.000 usuarios de la Ciudad Condal, ha destapado una refriega en torno a sus responsabilidades, que no es en ningún caso de recibo, en primer lugar para las instituciones catalanas, para las instituciones de supervisión energética y para la credibilidad que un incidente de estas características debe aportar una vez que esté resuelto.

En este caso, Red Eléctrica de España, ha intentado seguir una táctica defensiva muy atosigante frente a los informes discrepantes, elaborados ya desde distintas instancias. Tanto la Comisión Nacional de Energía (que recibió cinco informes diferentes de distintos expertos y entidades) como el Colegio de Ingenieros de Cataluña han sido objeto de sus invectivas, bien a través de las declaraciones públicas no aceptando las conclusiones de los mismos o remitiendo a procesos judiciales. Todo ello, en el marco de una relación con las instituciones que se tacha de muy difícil desde las instancias consultadas.

De las objeciones de Red Eléctrica al informe se trasluce, en primer lugar, una conclusión, que más que conclusión es una identidad. Que la única ‘instancia’ habilitada en todo el país, según el operador de transporte y de sistema, para analizar incidentes en la red de transporte, sería la propia Red Eléctrica de España, hoy monopolio consagrado por las modificaciones introducidas a ultima hora en la reforma de la Ley del Sector Eléctrico por los catalanes Joan Clos e Ignasi Nieto. Es, en todo caso, la constatación de que un monopolio acepta difícilmente ser reconminado por expertos externos.

En segundo lugar, las preguntas que formula Red Eléctrica de España sobre el equipo profesional que elabora el informe por parte del Colegio de Ingenieros de Catalunya (a instancias de la Generalitat de Catalunya), tratan de trazar una línea de desprestigio basada en encontrar relaciones entre la distribuidora (FECSA Endesa) y los propios autores. Se trata de una teoría conspiratoria para dibujar fantasmas, en lugar de analizar con mayor frialdad las conclusiones del informe.

Cabe señalar en el mismo sentido, que de las propias preguntas y de la propia actuación de Red Eléctrica ante el mismo, se aprecia que no existe la independencia exigible a la “doble personalidad” de Red Eléctrica, como responsable de transporte y operador de sistema a la vez. Una independencia sólo presunta pero quebrantada. Claramente se aprecia como la diferencia entre los dos papeles es puramente teórica, no existe separación, murallas chinas, dígase como se quiera. Es más, el propio operador de sistema parece sometido al operador de transporte. El hecho es que esta situación es una fuente de conflicto y de distorsión en el comportamiento teórico que cada ente por separado tendría que desarrollar. Algo que se propaga hacia las instalaciones de generación y hacia la actividad de distribución.

En todo caso, hoy en el mundo de la comunicación se habla de que las empresas, las instituciones deben ser ‘friendly’, ‘cool’ agradables, familiares, cercanas. Tienen que tener buen trato con sus ‘stakeholders’ (grupos de interés, clientes, administración, proveedores, equipo humano, con los agentes institucionales, como colegios profesionales, etc…) ¿Y quiénes son los ‘stakeholders’ de Red Eléctrica, si no tiene clientes? Con una situación abierta en el terreno de la distribución de estas características, con enfrentamientos abiertos y públicos, con una capacidad de interlocución condicionada con las Administraciones territoriales a su planificación y procedimientos, sin relación con el mercado, con un comportamiento intratable como el que se ha dado al Colegio de Ingenieros y sin separar nítidamente (conforme a la independencia que se debe exigir en sus diferentes papeles, las funciones neutrales de transporte y de operación. Solo queda ejercer de monopolio a pelo e intentar influir o suplantar a los reguladores como ya se ha denunciado públicamente desde otras instancias para garantizar un pensamiento ‘único’. Y luego recibir premios a la transparencia por la memoria anual.

Un monopolio es más. Es una una unidad de destino en lo universal.

El precio del crudo baja un 2,5 por ciento tras una convulsa semana

El mercado petrolero vivió una semana de inestabilidad con oscilaciones de precios que llegaron a ser de hasta cinco dólares por barril, aunque las cotizaciones acabaron cediendo respecto a los máximos históricos cercanos a los 140 dólares registrados el pasado viernes día 6.

Tras un comienzo de semana con valores moderados de hasta 131 dólares, el anuncio el miércoles de que las reservas de petróleo en Estados Unidos habían bajado considerablemente volvió a disparar los precios del barril.

Los datos del Departamento de Energía del país americano reflejaron un descenso de 4,6 millones de barriles la pasada semana, dejando las existencias en 302,2 millones. Esa cifra contrarió las expectativas de los analistas, que esperaban una reducción de alrededor de un millón de barriles en las existencias de crudo.

Aunque el Departamento de Energía informó de que, aún con esta disminución del 1,5 por ciento, las reservas de crudo se encuentran dentro de la media para esta época del año, los mercados reaccionaron al alza y los precios del oro negro subieron 5 dólares y alcanzaron a mediados de semana los 136 dólares/barril.

Este salto se suavizó levemente el viernes, tras conocerse las previsiones de demanda de crudo, publicadas por la Agencia Internacional de la Energía y la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP).

Los datos de la OPEP, publicados en Viena, fijaron la demanda en 86,88 millones de barriles diarios (mbd) para 2008, un 1,28 por ciento (1,1 mbd) más que en 2007. Estas estimaciones son inferiores a las efectuadas hace un mes, cuando se pronosticó un crecimiento de la demanda del 1,35 por ciento.

La corrección a la baja, de 60.000 barriles diarios para el crecimiento y de 70.000 barriles diarios en el promedio total del consumo calculado, obedece en primer lugar a «una caída del consumo de productos (petroleros) de invierno en el primer trimestre de 2008 en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE)» debido al clima.

El informé del cartel petrolero indicó también que está garantizado el equilibrio entre demanda y capacidad de oferta y que su ritmo actual de bombeo, 32,2 millones de barriles por día, es claramente superior a los requerimientos de crudo OPEP (31,8 mbd).

De hecho, el análisis de la OPEP aseguró que los niveles actuales de producción, combinados con un suministro adicional de 300.000 bd en junio por parte de Arabia Saudí, «deberían llevar a un aumento de los inventarios (reservas almacenadas) mayor de lo normal».

Para la organización, estas cifras confirman que el mercado «está ampliamente abastecido y que son injustificadas las acusaciones de que la reciente subida de los precios se debe a un suministro limitado». En ese sentido, el ministro de petróleo iraní, Gholam Hosein Nozari, aseguró que el mercado está bien abastecido y que «no hay problema de oferta».

Pese a ello, los mercados esperan con expectación el resultado de la reunión convocada para el próximo día 22 en Yeda, Arabia Saudí, auspiciada por el rey del país Abdalabin Abdelaziz y que estudiará los motivos que están empujando al alza el precio del petróleo.

Así las cosas, al cierre de la sesión el viernes en el International Exchange Futures de Londres, el barril Brent, de referencia en Europa, se pagó a 134,25 dólares, 3,44 (2,5 por ciento) dólares más barato que hace una semana. Por su parte, el crudo Texas estadounidense se cotizó a 134,86 en Nueva York, un 2,77 por ciento por debajo de la cotización del pasado viernes.