«Las bombillas antiguas, al museo»

Bajo el lema «Las bombillas antiguas… ¡al museo!», el centro quiere fomentar la concienciación de la necesidad de cambio en los hábitos de consumo de energía y difundir una iniciativa aprobada en el Congreso en la que se instaba al Gobierno a sustituir en tres años los 350 millones de bombillas poco eficientes que hay en España.

El intercambio de bombillas de incandescencia usadas por lámparas de bajo consumo en el museo se llevará a cabo durante tres días, si bien la recogida de piezas utilizadas se prolongará hasta el 15 de noviembre, según ha explicado el director del MUNCYT, Ramón Núñez.

La entrega de estas 3.000 lámparas de bajo consumo a los ciudadanos supondrá un ahorro energético de más de 420.000 litros de petróleo o 450.000 kilos de carbón.

Esta iniciativa ha comenzado con la entrega de la primera bombilla de incandescencia por parte del secretario general de Política Científica y Tecnología, José Manuel Fernández, a un «reinventado» Thomas Alva Edison, en versión cabezudo.

Fernández ha señalado que se estima que cada hogar en España tiene 25 bombillas tradicionales y ha recordado cómo el invento de Edison «cambió nuestras vidas», al tiempo que ha añadido que la ciencia es motor de desarrollo, por lo que debe ocupar un lugar importante en las políticas públicas.

Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro, la sustitución de una bombilla tradicional por otra de bajo consumo representa al final de su vida útil un ahorro de más de 60 euros.

Además, con las nuevas bombillas se reducirá las emisiones de CO2 y se ahorrará más de un 3 por ciento de la electricidad que se consume en España, según ha recordado el director del MUNCYT.

El MUNCYT cree que hasta el 15 de noviembre se podrían acercar por el museo más de 10.000 personas a depositar sus bombillas usadas, con las que se pretende, en un futuro, hacer una escultura o proyecto similar.

Sin embargo, algunas de ellas serán elegidas, por su interés, para formar parte de la colección del museo y podrán ser exhibidas en la exposición que en 2009 se dedicará a la luz.

Núñez, quien ha opinado que la bombilla «sirvió para reinventar la noche», ha detallado que además de la recogida de lámparas usadas, el MUNCYT ha preparado talleres y charlas en torno a la historia, la fabricación y la utilidad de la luz eléctrica.

En la rueda de prensa, y preguntado por los periodistas, el secretario general de Política Científica y Tecnológica también se ha referido a la sede central del MUNCYT que estará ubicada en A Coruña.

En este sentido, Fernández ha destacado que A Coruña ha tenido un compromiso «excepcional» con la divulgación científica, y ha añadido que la implantación de la sede central de este museo en la ciudad gallega se hará de manera coordinada con el resto del sistema museístico coruñés.

Tanto Fernández como Núñez coincidieron en la importancia de que el MUNCYT esté representado en toda España de alguna u otra manera.

Sobre un posible cambio de sede del museo en Madrid, el secretario general de Política Científica y Tecnológica ha dicho que se está estudiando «una mejora de la ubicación actual», si bien ha matizado que aún no tienen un «plan concreto», y ha añadido que, con la sede de A Coruña, habrá una «redistribución» de los fondos, aunque esta ciudad y Madrid serán las más importantes.

Además de en el Museo de Ciencia, en Madrid habrá más de 500 actividades gratuitas.

Lo mismo pasará en distintas ciudades españoles, como en Totana (Murcia), donde se tratará de mostrar, desde el punto de vista cinético, el funcionamiento de un botijo.

Industria pide a la CNE que “se moje” con las tarifas

El último incidente entre la Secretaría General de Energía y el Ministerio de Industria con la CNE parece que no le ha salido “gratis” al organismo que preside Maite Costa y es que Industria le ha pedido formalmente a la CNE que cuando formule su informe respecto a las tarifas (trimestralmente, la Comisión Nacional de Energía debe emitir su propuesta de tarifas y enviarla al Ministerio), concrete el alcance de las mismas y la propuesta que efectúa. Es decir, dado que hasta el momento el organismo parecía optar por hacer varias propuestas a modo de “horquilla de precios”, Industria le reconmina para que evite la ambigüedad y centre sus propuestas. Así se lo ha pedido en un escrito que ha dirigido la Secretaría General de Energía al organismo regulador.

Así, una práctica que había seguido el organismo desde que se había implantado este mecanismo de propuesta previa por la CNE, es que el informe de tarifas contenía alternativas, en función de la construcción de varios escenarios de evolución de precios energéticos. De forma que un informe podía contener hasta tres propuestas de tarifa, más conservadoras o más ambiciosas según la evolución de los precios de la energía. De facto, esto suponía la capacidad de no tener que tomar partido por una propuesta en concreto. Desde que entró en vigor este mecanismo de propuesta previa, los informes de propuestas de modificación de las tarifas eran elaborados por la Dirección de Regulación y Competencia.

En el fondo, la construcción de escenarios alternativos, era una forma de evitar la formulación de una posición firme, más o menos impopular para el organismo, en caso de ser quien abandere a cuerpo limpio la misma. Una cuestión, la del “coste político” de la subida de tarifas, aplazada y que el organismo lleva dentro de su propia actividad, como reconoció la propia Maite Costa en su entrevista reciente al diario ABC.

En ese contexto, en Industria parece que ha pesado notablemente el espectáculo protagonizado por la CNE en el caso de la ultima revisión de las tarifas gasistas, en las cuales el Consejo en dos ocasiones contradijo la subida que había preparado Industria (con incidente incluido, puesto que el informe con la propuesta de la CNE salió con la propuesta recibida del Ministerio ya dentro del organismo). Todo ello, con la plena conciencia de la necesidad de que los precios subieran más, dado el escenario de precios internacionales de la materia prima.

En cambio, con la última subida de precios de la electricidad, se produjo lo contrario, la subida que remitió la CNE a la Secretaría General de Energía, fue más alta de la que al final redactó Industria, tarifa social incluida por una parte y el adefesio del Informe de Costes y Precios para cuestionar el mercado eléctrico, por otra. Lo que parece claro es que Industria se ha cansado ya del continuo desasosiego existente en la CNE y que se le acaba la paciencia, por lo que ya ha decidido pasar a mayores exigiendo propuestas serias, firmes y en plazo (otro de los problemas).

A la vista está ya el proceso para determinar las tarifas del primer trimestre de 2009, un momento especialmente importante, porque se tiene que producir la liberalización completa de las tarifas eléctricas, además de abordar el tema pendiente del déficit tarifario, verdadera patata caliente. Un momento en el que la sintonía entre la CNE, el Ministerio y el sector debería ser la que resolviese el nudo gordiano existente actualmente en el sector eléctrico

El petróleo vive una semana volátil en medio de la incertidumbre económica

Los principales crudos, que en el mes de octubre sufrieron caídas históricas, cerraron la semana con leves alzas, que volvieron a colocar los precios por encima de los 65 dólares por barril.

Pero lo más destacado del mes fue la caída histórica del crudo, que perdió un tercio de su valor en tan solo cuatro semanas.

El retroceso del petróleo se produjo después de que el Gobierno estadounidense publicase cifras que reflejan una bajada en el gasto y la confianza de los consumidores de ese país.

EEUU, primer consumidor energético del mundo, indicó esta semana que la actividad económica del país se contrajo a un ritmo anual del 0,3 por ciento entre julio y septiembre, arrastrada por la mayor caída en el consumo en casi tres décadas.

Además, datos recientes reflejaron que el espectacular avance de la economía en China -el según mayor consumidor de petróleo en el mundo- se frenó algo en el último trimestre.

La inquietud de los operadores por el impacto que la actual crisis económica puede tener en la demanda mundial de crudo ha venido lastrando el precio del petróleo en las últimas semanas.

Y mientras el precio del petróleo bajaba, aumentaban las reservas de crudo en EEUU, lo que ha reducido la inquietud acerca de posibles tensiones entre el nivel de oferta y de demanda.

En julio pasado, el crudo de referencia de Estados Unidos, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), había alcanzado su máximo histórico de 147,27 dólares por barril.

En la jornada del viernes, el precio llegó a caer hasta los 63 dólares, menos de la mitad de ese máximo histórico, pero finalmente cerró con un alza del 2,8 por ciento en 67,81 dólares.

El petróleo del Mar del Norte, el Brent, referente para Europa también cerró la semana con un alza del 2,5 por ciento, para cotizar en 65,32 dólares por barril, después de haber caído a lo largo de la jornada hasta apenas 60 dólares.

Por su parte, el petróleo de la OPEP, calculado como promedio de trece tipos de crudo, se situó el jueves en 59,92 dólares/barril.

El temor del mercado a una recesión mundial parece ser mayor al de un nuevo recorte de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), vaticinado ya por algunos países miembros del grupo.

El ministro de Petróleo y Minas de Venezuela, Rafael Ramírez, advirtió el jueves pasado que su país propondrá un «recorte adicional» de la oferta de crudo en la próxima reunión del cártel.

Con esta medida, que debería alcanzar un millón de barriles diarios, la organización podría estabilizar el precio «en torno a los 70 dólares» por barril, explicó el ministro venezolano.

La OPEP había decidido la semana pasada en Viena un recorte de su producción de 1,5 millones de barriles diarios, aunque sin el efecto deseado de frenar la caída del precio.

El próximo encuentro de la OPEP está previsto para el 17 de diciembre en Argelia, pero podría adelantarse si así lo consideran sus países miembros.

En esa reunión participarán también las principales petroleras de Rusia, el más importante productor petrolero no miembro de la OPEP.

El vicepresidente de la petrolera rusa Lukoil, Leonid Fedún, abogó el jueves pasado por el ingreso de su país en la OPEP y sugirió que Moscú se sume a los recortes de extracción.

«El futuro del sector y la estabilidad de los precios pasan por una integración más estrecha entre Rusia y la OPEP, o incluso por el ingreso en esta organización», declaró Fedún en Moscú.

Si en la reunión de Argelia se anuncia un nuevo recorte de la producción y Rusia se suma a esa medida «el precio del petróleo se situará en la banda superior a los 80 dólares, aseguró el empresario ruso.

Y mientras los países productores tratan de frenar la bajada de los precios, las dos petroleras más grandes del mundo, la estadounidense Exxon Mobil y la anglo-holandesa Shell, anunciaron esta semana beneficios récord.

Exxon Mobil ganó entre enero y septiembre un 29 por ciento más que en el mismo período del año pasado, para hacerse con 37.400 millones de dólares netos.

Shell, por su parte, aumentó su beneficio neto en un 27 por ciento, hasta 29.087 millones de dólares, beneficiada por el alza del crudo hasta el pasado julio.

Los precios del petróleo se derrumbaron con las bolsas y desoyeron a la OPEP

El barril del crudo Brent, la referencia para Europa, terminó el viernes a 62,05 dólares en el mercado de Londres, restando 3,87 dólares al valor del jueves y casi 8 dólares al del viernes precedente.

Ese crudo ligero del Mar del Norte llegó incluso a pagarse puntualmente ayer a 61 dólares por barril, su nivel más bajo desde marzo de 2007, al tiempo que también cayó el crudo de Texas (WTI), referente para Estados Unidos, hasta los 64,15 dólares, un 5,4 por ciento respecto al jueves y el 10,7 por ciento frente al cierre de la semana anterior.

Respecto a sus valores máximos de 147 dólares por barril de julio pasado, el Brent y el WTI han perdido más del 56 por ciento, al igual que el barril del crudo referencial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que se sitúa en torno a los 60 dólares.

La salida en estampida de los mercados de futuros de los especuladores que habían refugiado su capital en los contratos de crudo y otras materias primas, así como el impacto de la crisis financiera en la economía real, que entre otros ha causado una fuerte retracción de la demanda petrolera son las principales causas de este desplome de los precios, según los analistas.

La situación hizo sonar la alarma de la OPEP, que en una reunión de emergencia decidió el viernes en Viena reducir su cuota de producción en 1,5 millones de barriles diarios (mbd), hasta los 27,3 mbd, a partir del 1 de noviembre.

Según el presidente de turno de la organización y ministro argelino de Energía, Chakib Jelil, en realidad, la reducción acordada «es aún mayor, de 1,8 mbd» puesto que el grupo está actualmente bombeando unos 300.000 bd por encima de la cuota fijada.

En su declaración final, los ministros de Petróleo de los trece países miembros de la organización justificaron la medida con el riesgo de que el «colapso dramático, sin precedentes en velocidad y magnitud» de los precios ponga en peligro los proyectos en el sector y conlleven así a «una escasez de suministro a mediano plazo».

Además, confirmaron que tendrán otra reunión extraordinaria, el 17 de marzo en Orán (Argelia), donde podrían pactar otra reducción de sus suministros, e instaron a sus principales competidores a apoyar sus esfuerzos rebajando también sus exportaciones de crudo.

«La OPEP sólo controla el 40 por ciento de la producción, el resto son los demás», dijo Jelil.

Por su parte, la asesora especializada JBC Energy estima «posible» que Rusia, el mayor productor de crudo fuera de la OPEP, e incluso otros competidores del grupo como México y Noruega, puedan responder positivamente al llamamiento de la organización.

El pasado miércoles, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, recibió en Moscú al secretario general de la OPEP, el libio Abdalá Salem El Badri, y le manifestó que la interacción de Moscú con la OPEP es «uno de los vectores clave» del Kremlin para su política energética.

«La razón es evidente: Rusia es también un gran productor y exportador de petróleo y está interesada en que se mantengan unos precios del crudo estables y predecibles».

Sin embargo, la intensa actividad y los esfuerzos por parte de los productores de crudo, que dependen altamente de sus ingresos por la venta petrolera, no han surtido de momento los efectos deseados.

Si en ocasiones anteriores el anuncio de un recorte de la oferta de la OPEP provocó alzas inmediatas del precio del crudo, el anuncio de ayer no consiguió impedir que el «oro negro» encadenara una jornada más de fuerte depreciación.

La operación de compra de Unión Fenosa por Gas Natural, se desboca

A la operación de operación de compra de Unión Fenosa por Gas Natural le empiezan a crecer los enanos. Y, una operación queestaba diseñada para ser ‘low profile’ desde el punto de vista de su contenido corporativo, empieza a transparentar sus propias dificultades y el diseño de la misma en la que los mercados financieros y el alto precio pagado dejan poco margen de maniobra.

Encarecimiento de la operación. Primero, el mercado, entendido refiriéndonos al comportamiento de la bolsa que ha evidenciado el alto precio pagado por Gas Natural para hacerse con Unión Fenosa (18,33 euros por acción). Es evidente que la situación actual de los mercados bursátiles no abriga muchas posibilidades de que en un plazo relativamente corto de tiempo pudiera tener arreglo esta descompensación y que la parte ganadora en la operación ha sido Florentino Pérez. Esta impresión, ya es moneda común y circula en los ambientes económicos de Madrid y Barcelona, sin apenas discusión.

Aumento del coste de la financiación. Por si esto fuera poco, la subida de los tipos de interés de la financiación del préstamo sindicado que conocíamos ayer, según publicaba el diario Cinco Días y que hoy el mismo medio informa de que se rebaja (tres cuartos de punto, el martes, y que hoy según las ultimas informaciones, se cifra en 0,35%) encarece el coste de financiar la misma. Por otra parte, desde la compañía se trata de dar tranquilidad y se señala que este incremento se compensa con la bajada en el euribor. Los bancos, en todo caso, todavía tienen un margen para elevar el precio de la financiación hasta dos puntos –otro 1,65 más- y la operación, como veremos, no está ni mucho menos decidida. No son, en todo caso, buenos tiempos para la lírica pese a cierto tono optimista difundido para “amortiguar” y “encauzar” la información de la subida.

Judicialización. En tercer lugar, el riesgo de judicialización se materializa. El primero derivado del apresuramiento en resolver la denominada función 14 por la vía más expedita: es decir su ‘puenteo’ (cuando en caso de haberse realizado tampoco se esperaban dificultades para la operación). En este caso, Iberdrola, llevará con toda probabilidad la decisión del consejo de la CNE a la Audiencia Nacional de no someter la operación a la función 14 (salvo que el Ministerio resuelva a su favor su recurso de alzada recién interpuesto, como conocimos ayer), en una correosa batalla judicial abierta de par en par. Todo ello, sin conocer aún si la italiana ENI procederá a llevar la operación a la esfera europea, algo que ya estaba latente como riesgo en el momento en que se estaba analizando este expediente en la Comisión Nacional de Energía. En todo caso, parece que se le ha perdido el miedo a la respuesta judicial de las empresas y se abre esta veda.

Análisis de competencia en la CNC. Queda el análisis de la Comisión Nacional de Competencia a partir del informe que ha recibido con el dictamen de la CNE. Eso es otra cuestión que tendrá que ir tratándose durante este tiempo y que durante su trámite y el período de alegaciones al mismo en el organismo que preside Luis Berenguer podremos comprobar. En todo caso, de este análisis, pueden surgir nuevas condiciones a las pseudo conocidas en la nota de prensa que hizo pública la CNE y que ya fueron calificadas de “laxas” y “suaves”.

Función 14 en la CNE, las consecuencias de lo ‘rapidito’. Y luego viene el propio comportamiento de los ‘aliados’. La actuación de la Comisión Nacional de Energía conducente a obviar el trámite de la función 14 puede ser por estos mismos motivos, puede ser una piedra en el camino por lo que supone de dejar la vía judicial abierta a su propia demora. A las pruebas nos remitimos.

Función 15 en la CNE: todo lo que siempre quiso saber y nunca se atrevió a preguntar. En segundo lugar, el comportamiento de la CNE en la función 15 también parece que es para cubrirse de gloria. El resultado de la función 15, con el informe global con las condiciones exactas que formula a la operación, ha sido hurtado al conocimiento público, generando un clima de enrarecimiento y ocultación, que se puede volver en contra de la propia operación.

Ayer informaba el diario ‘El Economista’ de que iba a ser tratado en el Consejo de Administración del organismo si este dictamen se publicaba, cosa sobre la que el organismo no ha decidido según el comunicado oficial del mismo o si ha determinado algo, lo que ha decidido será no publicar y no informar sobre esta decisión. Lo que es peor. Es decir, ahora cada tema en el organismo que preside Maite Costa tiene dos vueltas: su informe y su difusión pública y, si su difusión pública, se informa. A dos semanas de cuando se produjo el dictamen, todavía no se conoce ni su contenido, ni como resultó la deliberación del consejo, cuáles son las posturas discrepantes de existir, hasta que punto llegan, si hay explicaciones o ampliaciones a los votos o si existen votos particulares. Un turbio secretismo en el que se ha envuelto el comportamiento de este organismo y que de seguro, no va a beneficiar en nada a la operación.

En todo ello, empiezan las primeras muestras de nerviosismo. Veremos.

El crudo baja hasta el 7,5% a la espera del posible recorte de bombeo de la OPEP

Antes de ese respiro, los precios del petróleo tocaron a mediados de semana sus cotas más bajas desde hace meses. En la Bolsa de Londres, el barril de Brent tuvo el jueves una marca intradía de 67 dólares, la más baja de los últimos 19 meses.

Por su parte, la Bolsa Mercantil de Nueva York cerró ese mismo día la cotización del Texas a 69,85 dólares, su nivel más bajo en trece meses.

Ante esta situación, y con su propio crudo tocando el mínimo de los últimos 17 meses, la OPEP decidió adelantar al próximo viernes, 24 de octubre, su prevista reunión de emergencia del 18 de noviembre en Viena.

Los mercados esperan ahora ver si de ella saldrá un recorte en la producción que ataje la caída de los precios.

La primera señal en esta dirección llegó el viernes por boca del ministro qatarí de Energía, Abdalá Bin Hamad al Atiya, que pronosticó un descenso de la producción de crudo de la OPEP de un millón de barriles diarios.

Con esta expectativa, los mercados petroleros cogieron aire y las cotizaciones repuntaron al cierre de las sesiones del viernes.

Así, el barril de Brent subió un tres por ciento, hasta 69,60 dólares, 4,19 dólares (5,6 por ciento) menos que el cierre de la pasada semana.

El Texas estadounidense se encareció un 2,9 por ciento y finalizó la semana a 71,85 dólares, un 7,5 por ciento por debajo del precio del viernes anterior.

Los temores a un retroceso de la demanda, principal causa de la actual tendencia a la baja, fueron confirmados el miércoles por la OPEP en su análisis mensual del mercado.

En ese informe, la expectativa de crecimiento de la demanda para 2008 fue rebajaba en más de un tercio respecto a lo calculado hasta el momento y fijó en 86,45 millones de barriles diarios (mbd) la media de consumo.

«La tendencia actual a la baja en los precios del crudo reflejan las condiciones dramáticamente en deterioro de las últimas semanas en los mercados financieros mundiales y su impacto negativo en la economía real, así como el declive en la demanda de petróleo», señaló el cartel petrolero en el documento.

También para 2009 se revisaron a la baja las previsiones, ante la expectativa de que un crecimiento muy reducido de la economía mundial continúe limitando la demanda de crudo, que se situaría en los 87,21 mbd en todo el año que viene, 450.000 bd menos que lo previsto hace un mes.

«Se espera que la confusión actual de los mercados financieros continúe afectando a la demanda de petróleo hasta bien entrado el año próximo», diagnosticó la OPEP.

Para terminar de alterar el mercado, el Gobierno de Estados Unidos informó el jueves de que las reservas de petróleo de ese país se incrementaron en 5,6 millones de barriles la semana pasada y se situaron en 308,2 millones.

La crisis amenaza a los productores de crudo con la caída de demanda y precios

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) adelantó al 24 de octubre la reunión extraordinaria que había convocado para el 18 de noviembre con el fin de evaluar el impacto de la crisis financiera en los mercados petroleros.

El cambio fue anunciado el jueves por el secretario general de la organización, el libio Abdala Salem El Badri, tras el desplome de los precios de más del 50 por ciento frente a su récord histórico de julio y después de que el barril de referencia de la OPEP quedara a menos de 70 dólares, por primera vez desde agosto de 2007.

El grupo intentará retomar el control sobre los precios del crudo, que en la primera mitad del año, bajo la influencia de la especulación financiera, se dispararon hasta 147 dólares el barril.

Para ello será clave la actitud de Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo, que tras elevar la extracción hasta unos 9,7 millones de barriles diarios (mbd) en julio, ha comenzado a reducirla y se ha comprometido en septiembre a cumplir su cuota de 8,9 mbd.

Para los productores, aunque sus arcas se han llenado con la espectacular subida del valor del crudo en los últimos años, la situación es delicada ya que dependen altamente de su venta.

Así, el petróleo aporta más del 80 por ciento de las divisas que recibe Venezuela y cerca de la mitad de los ingresos del presupuesto nacional.

Pero mientras Caracas ha basado su presupuesto 2009 en un precio de 60 dólares para su barril, Ecuador, que financia cerca del 35 por ciento del presupuesto con su crudo, ha presupuestado un barril a 85 dólares, lo que equivale a 100 dólares para el del crudo de Texas (WTI), el referente para EEUU.

Por otro lado, a la OPEP le preocupa perder por completo el control de los precios si se mantiene la alta velocidad de su depreciación, la mitad en tan sólo en tres meses.

Si una parte de ese fenómeno es atribuible a la huida en masa de los especuladores, que se habían refugiado en contratos futuros, ahora la crisis también está afectando al mercado «real».

La OPEP corrigió esta semana en más de un tercio su pronóstico sobre el crecimiento anual de la demanda mundial de crudo en 2008, que calcula ahora en 550.000 bd (0,6 por ciento), frente a los 880.000 bd (1,02 por ciento) previsto hace un mes.

Redujo además en 450.000 bd su cálculo sobre el consumo medio en 2009, al cifrarlo en 87,21 mbd, con un aumento anual de 760.000 bd.

La receta del grupo para evitar una caída ulterior de los precios es rebajar su oferta y, de hecho, los mercados esperan que sus trece países adopten una reducción significativa de su producción conjunta, en al menos un millón de bd.

«Es una predicción que no puedo confirmar. La OPEP espera reducir la producción en un millón de barriles diarios, si no más», dijo el jueves el titular qatarí de Energía, Abdalá Bin Hamad al Atiya, a la cadena de televisión Al Yazira.

Donde no se divisa un consenso es sobre el precio mínimo para el barril, ya que mientras países como Irán, Venezuela y Ecuador han abogado por unos 100 dólares, otros, como Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo, podrían aceptar valores en torno a los 70 dólares e incluso menos.

Otra incógnita dentro de la situación actual es la estrategia de los competidores de la organización, como Rusia, el mayor productor fuera de la OPEP, que desea un acercamiento a este grupo y no se descarta que pueda adherirse más tarde a una disminución de la oferta mediante un recorte de sus exportaciones.

De hecho, El Badri tenía previsto viajar a Moscú el próximo martes, justo en vísperas de la conferencia del viernes en Viena.

Alguien debería ocuparse de la Comisión Nacional de Energía

Seguramente que la sucesión de planes para el rescate de la economía mundial, europea y apoyo al sistema financiero, ha sacado del foco la situación de interinidad en la que se halla la Comisión Nacional de Energía (CNE). Casi la mitad de su Consejo de Administración tiene vencido lo que es la vigencia de su nombramiento y permanece, prorrogado, sine die, lo que en puridad no es bueno para ningún organismo. Y, si no, sólo hay que ver las consecuencias de la negociación de la composición del Tribunal Constitucional tiene sobre esta institución del Estado.

Este no es el único problema que afronta el organismo, ni el menor. Si hacemos una recapitulación de lo que hemos podido conocer estas ultimas semanas, la Comisión Nacional de Energía en el plano interno se prepara para un cambio organizativo importante con un número importante de nombramientos previstos, la salida del director de Regulación con destino a Endesa que además tendrá que ser verificada por la Oficina de Conflictos de Interés del Ministerio de Administraciones Públicas (y que como, mínimo, tendría que garantizar que no se ubicará en ningún área sensible vinculada a las actividades reguladas por su vinculación anterior), la adquisición de un edificio nuevo, la contratación de vehículo para todos los directores (en tiempos en que desde el Gobierno se promueve la austeridad económica en la Administración).

Por otra parte, institucionalmente, la justicia parece que ha sido inmisericorde con el organismo. El Tribunal Europeo ha cuestionado la ampliación de la ya famosa función 14 diseñada como operación de placaje a E.ON. Algo que supone que el organismo ha perdido parte de su “atractivo” indiscutible como instrumento al servicio de los más altos intereses. El Tribunal Supremo ha tumbado el intento de presidencialización y de configuración de un triunvirato gestor-director interno dentro del organismo, lo que le devuelve su carácter colegiado y deja en una situación de mayor debilidad a Maite Costa que buscaba un carril directo en su actuación como presidenta.

Por otra parte, en el plano de su papel como órgano regulador no está visto de fuertes peripecias. Las subastas de déficit tarifario que ha gestionado el organismo han resultado desiertas quedando al descubierto una baja capacidad institucional para respaldar el proceso de financiación de las decisiones en materia de política tarifaria. A la vez, desde el organismo se inflaman las críticas al modelo de mercado mediante posiciones anexas a las competencias que tiene el organismo en las revisiones tarifarias trimestrales, que además son posiciones ideológicas individuales.

Por otra parte, las relaciones con el Ministerio de Industria no pasan por el mejor momento, como se reconoce en privado desde el sector y desde el propio organismo. La posición del mismo a la revisión de las tarifas de gas ha consumado este divorcio o lo ha explicitado públicamente. El hecho es que el organismo está «out» completamente de lo que tendría que ser un papel activo de cara al proceso de liberalización de tarifas eléctricas y gasistas pendientes y de buscar una resolución gestora responsable al déficit tarifario. Parece que, incluso la vuelta de personal desplazado de la Comisión al Ministerio, entra en ese clima de enrarecimiento de las relaciones con Industria. Además, cada vez hay más temas que se despejan al margen de las propias posturas del organismo.

En resumen, una gestión sumida en la polémica, inmersa en una importante fractura interna, inhabilitada desde el punto de vista institucional y fuertemente erosionada en su credibilidad como órgano regulador independiente que aporte garantía al funcionamiento del modelo de mercado, con estabilidad jurídica y regulatoria, y a los sistemas de supervisión que precisa el sector energético

Lo que está claro es que la CNE está suelta. Alguien tendría que ocuparse de esta situación. Y cuanto antes.

Encuentros en la tercera fase: La operación Gas Natural-Unión Fenosa empieza ahora

La semana pasada el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía dilucidó su postura sobre el alcance en términos de competencia de la operación de adquisición de Unión Fenosa por Gas Natural. Una operación que, al principio, transitó con cierta indiferencia debido a que el foco se había situado en el vendedor, es decir en Florentino Pérez, el presidente de ACS, y lo qué haría después con la “pasta”, en especial si la iba a emplear para aumentar su participación en Iberdrola. Sobre todo teniendo en cuenta que el precio pagado por Gas Natural por Unión Fenosa es considerado alto entre los informes de los analistas.

La segunda fase del proceso pasó a ser la fórmula de evitación del trámite de la función 14 aprovechando que el Tribunal Europeo pasa por la CNE (como el Pisuerga por Valladolid). El trámite de la función 14 estaba dirigido a comprobar si fruto de una operación se podrían ver afectadas las inversiones de las actividades reguladas y la garantía de suministro. Lo que pasó fue que esta función se amplió en su momento (de forma oportunista al caso E.ON), con un contenido más abierto, arbitrario, incorporando cuestiones de seguridad nacional, nucleares y en ese plan. Vamos una vía abierta para colocar exclusas a grupos que se pudieran considerar hostiles.

El hecho es que por esa vía o por la alternativa del examen previo a la aplicación de la función 14 al holding empresarial adquirente, que no desarrolla actividades reguladas, se ha logrado esquivar la función 14 en esta ocasión. Lo que no quiere decir que las condiciones exgidas en otras ocasiones a operaciones semejantes se cumplan, sobre todo después de las desinversiones, dado el grado de apalancamiento necesario para realizar la propia adquisición. Parece que había prisa en gobierno y oposición en agilizar la operación al máximo posible.

La tercera fase en que nos hemos quedado es la función 15. El análisis de la competencia en el sector energético que efectúa la CNE y que sirve de punto de partida para el dictamen que en este campo hace la Comisión Nacional de Competencia. Ahora la CNC tiene que hacer su propio análisis sobre competencia, lo que puede resultar o un paseo triunfal (como está siendo hasta ahora la operación) o que se convierta en una corona de espinas, en el caso de que se revise la operación con detenimiento en términos de competencia o con menor asentimiento que en la CNE y las desinversiones que fije competencia sean más duras y compliquen el desenvolver financiero de la operación. La operación en este sentido si que pasa a una fase decisiva.

Condiciones muy laxas

Centrándonos en el resultado del Consejo de la CNE en esta última cuestión, podemos decir que han sido unas condiciones laxas (¡en terminología de los cronistas más oficiales!) a la operación y tomadas de forma muy uniforme, casi por aclamación en las dos funciones votadas por el Consejo. Bueno, realmente el resultado que hemos podido conocer ha sido lo publicado por los medios de comunicación y la nota de prensa del organismo, porque a fecha de hoy, aún no se ha publicado en la web del organismo, ni se ha difundido por otra vía, el contenido del Informe aprobado. Aquí, hoy, lo público coincide con lo publicado, porque además se ha pasado casi de puntillas sobre lo dictaminado por la CNE a la vista de este ‘nihilismo’ informativo.

Eso, que la cosa parece que fue por aclamación, con vítores, ovación, orejas, rabo y vuelta al ruedo. Sin apenas oposición o enmienda, con gran consenso interno dentro de su consejo. Con la gran celeridad que tiene este organismo en difundir los anexos a sus dictámenes sobre las tarifas, cuando realiza Informes de Costes y Precios, no se puede conocer todavía el análisis que la CNE ha realizado de la competencia, ni hasta qué punto las condiciones se centran en la actividad eléctrica o gasística de la nueva empresa. Y, además teniendo en cuenta, las posibilidades de que el conflicto pueda acabar en Bruselas a cuenta de la participación de ENI en Unión Fenosa Gas, entre otras cuestiones controvertidas avanzadas por este medio la semana pasada y que han sido planteadas en el proceso de alegaciones.

El hecho de que un informe aprobado por instancia pública no se conozca a una semana de su deliberación, pone encima de la mesa otra cuestión. El de la necesaria transparencia de las instancias públicas. Y este no es buen ejemplo en uno de los elementos y mecanismos que sirven para autorregular la actividad de los organismos (las otras autorregulaciones son otra cosa, una forma de ‘silencio administrativo gestionado’): la disponibilidad de la información abierta, puntual y completa por todos los ciudadanos. El hecho de que los contenidos de los Informes y de las deliberaciones sean accesibles para todos los regulados, en este caso, como un ejercicio de buen gobierno y de derecho para la ciudadanía. España no figura entre los 22 de 27 Estados miembros de la UE que tienen ya una ley de acceso, a pesar de que el programa electoral del PSOE en las generales de 2004 y 2008 incluía el compromiso de adoptar una legislación específica al respecto. De hecho, hasta el presidente del Gobierno, ya en su momento, abogó por una ley «que garantice el mayor acceso posible a la información pública en España» en esta legislatura.

Mientras esta ley llega y se dibuja de la forma más exigente, se puede predicar con el ejemplo y ser transparentes en cada acción diaria o cotidiana, en cada instancia pública. Sobre todo, cuando hay temas de esta transcendencia. Para no seguir colgados en la tercera fase.

En todo caso, la operación empieza ahora.

La subida de tarifas del 9,6 % del gas

Este domingo se producía la subida de los precios del gas en un 9,6%, una subida que acumulada ha recibido muchas críticas. Las críticas que se pueden realizar a esta subida pueden ser de dos tipos. Las que les parece que la subida es muy alta (en acumulado supera el 18,5% anual) y que podría ser una medida “poco social”. O las que les parece que es insuficiente para compensar la subida de los precios de la materia prima, el gas. Este es el principal argumento por esta vía, en la evidencia que la absorción de los precios de materia prima, todavía no compensa de su evolución real.

Lo que primero hay que reconocer es que el precio del gas está fuertemente indexado al petróleo. Por lo tanto, hemos estado asistiendo a subidas importantes del precio del crudo, que también han tenido su correlato en el precio del gas. Del mismo modo, hay tendencias internacionales para el aumento del precio del gas, como es el aumento de la demanda nipona. En segundo lugar, se tiene que producir un proceso de liberalización de las tarifas gasistas y eso obliga a “programar” una elevación sustancial de los precios, que se han quedado por debajo de la realidad de la evolución de los precios internacionales. Además, en medio de esta situación, se viene abogando por la incorporación de un sistema de subastas para el gas, de cara a fijar las tarifas de ultimo recurso en este mercado.

Por otra parte, el consejo de la CNE, amparándose en razones metodológicas, se ha mostrado en contra de esta subida (y propugnando su propuesta en el entorno del 5 %), oficializando las malas relaciones entre el organismo y el Ministerio de Industria, desde la incorporación del nuevo equipo energético al Ejecutivo. Un enfrentamiento en todo caso poco entendible, porque el primer fantasma que habría que conjurar es que las nuevas tarifas pudieran albergar la existencia de un déficit tarifario gasístico, lo cual sería el colmo del paroxismo. Todo ello, después de que las subastas del déficit tarifario quedarán desiertas, algo que es un fracaso colectivo e institucional. La CNE por tanto era muy conocedora de la posición del Ministerio de Industria, entre la espada y la pared de la subida derivada de la liberalización y de las subastas. O colocar unas subastas diseñadas “a la ligera” o generar un déficit y no avanzar en la adecuación de las tarifas a la realidad. Había que actuar políticamente con un diseño del marco de transición a las nuevas tarifas. Es decir, política pero con gestión y visión hacia el mercado, porque entre otras cosas, no puede seguir una economía al margen de la evolución de los precios internacionales de la energía, mirando hacia otro lado.

Industria, en este caso, no ha caído en este caso en varias de las soluciones fáciles posibles: dejar el problema como está y empujarlo al futuro. Segundo, evitar gobernar y gestionar y ceñirse al IPC o a la subida que le dictaba el Consejo de la Comisión Nacional de Energía. Tercero caer en la tendencia de la “subastitis”, una versión distorsionadora también de los efectos de mercado, sobre todo cuando no todos los agentes obtienen, en este caso, la materia prima (el gas) con las mismas ventajas competitivas, como ya se ha puesto de manifiesto en referencia al contrato del gas del Magreb.

Podemos entonces decir que Industria está actuando razonablemente en el camino de transitar de forma progresiva hacia la liberalización tarifaria en los sectores de energéticos, y en este caso el gasista. No ha dejado pasar la oportunidad para hacer una importante y necesaria subida, con independencia de que es preciso perfeccionar el sistema que determine el precio final de la materia prima para las tarifas de ultimo recurso, sin dejarse acorralar por la tentación de las subastas. Lo que si es necesario, es que una vez determinado el nuevo modelo de fijación de precios, se cumpla. Por tanto, no vale lo que ha pasado en este ultimo período con el butano.

Este movimiento, en el caso del gas, se une en primer lugar a la liberalización de las tarifas de alta tensión para las empresas, lo que conllevó un número importante de presiones (o amenaza mediáticas, según el caso) alrededor del Ministerio de Industria y que ha acabado con un número importante de empresas con contratos bilaterales con las eléctricas y condiciones mejoradas. Y, con una minoría adquiriendo la energía en el mercado, a través de su central de compras. Por tanto la liberalización es posible y sus beneficios se verán en el medio plazo.

Queda concluir con la liberalización de las tarifas eléctricas para los usuarios que faltan (G4 y domésticos) principios de año y ahí, el camino andado es mucho más corto que en el mercado gasista. Sobre todo porque la distancia a los precios reales es mayor y porque la tentación es mucha a crear una falsa tarifa de ultimo recurso que en el medio plazo aporte competencia en el mercado y optimice los precios por esa vía. El Ministro también ya ha indicado que se hará de forma progresiva. Seguiremos atentos. Los primeros pasos, parecen acertados.