La OPEP se inclina por mantener recortada su oferta de crudo

En vísperas de la 153 conferencia extraordinaria de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), sus ministros se manifestaron en Viena inclinados a no tomar medidas que ahoguen los tímidos brotes verdes que creen ver en la golpeada economía mundial.

Pero tampoco ocultaron su preocupación por el alto nivel de las reservas almacenadas de crudo en las naciones consumidoras, un factor que refleja el exceso de la oferta, y la fuerte destrucción de la demanda petrolera.

La OPEP «no necesita recortar (más)» su producción, dijo el ministro saudí de Petróleo, Ali I. Naimi.

Su colega venezolano, Rafael Ramírez, sí consideró necesaria una rebaja en «al menos un millón de barriles diarios», pero estimó que esa medida podía ser aplazada para más adelante.

Opinó que, de momento, la OPEP «ha logrado detener la caída brusca del precio del petróleo», estabilizándolo a más de 50 dólares/barril, y que ahora los productores deben trabajar para mantener la tendencia y lograr los 75 dólares a fines de año.

Tras caer, a raíz de la crisis financiera, desde casi 150 dólares en julio de 2008 hasta menos de 35 dólares en diciembre, el Brent superó ayer los 62 dólares/barril por primera vez en seis meses, mientras que el barril del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) llegó a venderse a más de 63 dólares.

«El aumento del precio es una señal de optimismo, de que las cosas irán mejor en el futuro», opinó Naimi, quien al mismo tiempo aseguró divisar un «repunte» de la demanda petrolera, contra todos los pronósticos pesimistas, que han llegado a vaticinar para 2009 la mayor caída anual del consumo de «oro negro» en 28 años.

«Ciertamente, el mercado está sobreabastecido«, dijo el titular de Energía de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Mohamed Al Hamli.

En su intento de reducir el exceso de suministro y apuntalar los precios, los miembros de la OPEP que participan en el sistema de cuotas de extracción -todos menos Irak- ya han reducido su bombeo desde septiembre y decidieron retirar del mercado 4,2 millones de barriles diarios (mbd), un 5 por ciento de la producción mundial de crudo.

Pero en su última reunión, en marzo, se abstuvieron de acordar una nueva reducción y sólo se comprometieron a optimizar el cumplimiento de las limitaciones ya pactadas, manteniendo sin cambios la cuota oficial, de 24,8 mbd.

«La OPEP debería lograr primero el pleno cumplimiento, y sólo después reducir nuevamente. De lo contrario, perdería credibilidad», dijo John van Schalk, especialista del semanario industrial Petroleum Intelligence Weekly (PIW).

De acuerdo con los cálculos publicados por la OPEP en su último informe mensual de mayo, el cumplimiento del pacto, que en marzo del 83 por ciento, cayó en abril al 77 por ciento, pues la producción se situó en los 25,8 mbd.

Es decir, que los socios aún deberían rebajar en un millón de barriles su oferta diaria para cumplir al cien por cien, un objetivo en el que insistirá Venezuela, según afirmó Ramírez.

La mayoría de los analistas vaticinan que la reunión será breve y dejará todo como está, aunque los mercados petroleros nunca descartan por completo alguna sorpresa.

El próximo encuentro ministerial está previsto para el 9 de septiembre en Viena.

Convocatoria en el G-8: economía, medioambiente y energía

Este fin de semana ha comenzado la convocatoria del denominado G-8 de la Energía, configurado como una prolongación de este grupo de países para abordar el impacto de la energía en la crisis económica internacional y prever la “post crisis”. Junto a esta convocatoria, se une la Cumbre de Copenhague en torno al cambio climático, en la que también se abordará el desarrollo de las energías renovables y la eficiencia energética.

Por tanto, en el ámbito internacional tenemos que señalar que la preocupación sobre las cuestiones energéticas y medioambientales cobran entidad propia y, además, encuentran en su configuración las perspectivas económica y medioambiental conjugadas en todos estos encuentros. Por ello, otra de las conclusiones es que es importante contar con mayor oferta para atender la demanda energética que es posible que se produzca tras la recuperación económica y cuyas inversiones se han visto penalizadas por la situación financiera actual. Todo sensato.

Si hacemos, por tanto, recuento de las posiciones de organismos internacionales respecto a los mix de generación futuro, todos coinciden en la necesidad de mix diversificados, el desarrollo de las energías renovables y su combinación con otras tecnologías como la nuclear. Todos estos organismos internacionales también señalan y apuntan la tendencia al encarecimiento a medio plazo de los combustibles fósiles, cuestión clave para saber si los ‘pájaros’ que tienen en la cabeza, aquéllos que cuentan con visiones simplificadas del futuro energético, tienen visos de fantasía o utopía, según el caso.

Hacia esta combinación de tecnologías de generación se ha alineado la Unión Europea, Estados Unidos está desarrollando su plan, con el desarrollo de nuevas plantas nucleares, además de potenciar las energías renovables (abandonando eso sí las tecnologías fósiles, gas, carbón y petróleo). También países tan renuentes como Japón hacia la tecnología nuclear han dado pasos en esta cumbre.

Todo ello es el resultado de que los gestores y responsables de la energía contemplen escenarios, atiendan a la evolución de la demanda y precios relativos, trabajen para la existencia de mercados transparentes y actúen con racionalidad. Cuando eso se olvida o se decide sobre la base de la ideología, el debate deja de serlo para convertirse en otro tipo de proceso dialéctico. El que se especifica en la frase “el que no está conmigo, está contra mí”, y eso no es una forma eficiente de toma decisiones en el ámbito público, medioambiental o económico.

En nuestro país estamos asistiendo a este debate de una manera poco equilibrada y poco edificante. De hecho, no se ha producido realmente un debate sobre la opción nuclear y, probablemente, sobre nada. El debate nuclear parece que se ha precipitado con motivo de hechos puntuales: la inminente decisión sobre Garoña, el casual Informe de la Fundación Ideas o la campaña electoral, lo que siempre enrarece el ambiente. El ejemplo de las energías renovables con empujones y frenazos: empujones políticos a nivel de discurso político y programático; frenazos en la materialización regulatoria ya que su impacto en la tarifa evidencia que no todo está tan claro.

El peor favor que podemos hacer a una tecnología o a una industria es introducir elementos que provoquen una distorsión, una incertidumbre o una burbuja. Cuanto más se explicite el debate, las posiciones de partida y las resultantes sean más previsibles, y éste se materialice no en modelos intervencionistas, sino en señales de precios a los mercados (ya sea en los mercados de generación o de comercialización), menos riesgo tendremos de transmitir mensajes erróneos a las empresas, inversores y consumidores.

Nuestro país apenas cuenta con fuentes de energía propias, por tanto es fuertemente dependiente del exterior, pero ha hecho bien varias cosas en el ámbito energético: hasta el momento, el desarrollo renovable y el sistema gasista. En todo caso, si no fuera por ciertas marchas atrás en la liberalización del sector energético (monopolio en redes, tarifas reguladas, falta de incentivos a la comercialización), también nuestro país podría ser ejemplo en el ámbito energético y debería haber sido invitado a este G-8, de menos glamour, pero seguramente de mucho interés para un país como el nuestro.

Por otra parte, puede ser que esto se produzca porque, todavía de vez en cuando, surgen debates anacrónicos que vuelven al intervencionismo y a modelos ideológicos que, en lugar de abordar desde esta perspectiva la evolución del mix futuro de generación y las señales de eficiencia que deben transmitir a través del mercado y de los precios, se dedican a buscar medidas de “optimización” ajenas al mercado cuestionando el mismo, imponen la búsqueda de mecanismos que planifiquen la acción de los agentes (empresas, consumidores, inversores), cuando no, directamente, a la ideología.

Es momento de racionalidad y de un debate sereno, completo, sin ideologías ni trampas.

El crudo cotiza a su máximo en seis meses mientras la OPEP debate nuevo recorte

La cotización del crudo volvió a encontrar la senda alcista, con marcas no vistas en medio año, en una semana en la que los mercados recibieron con entusiasmo los datos sobre la recuperación de la demanda en China, mientras se espera a que la OPEP decida si recorta o no de nuevo su producción.

Tras la semana anterior, en la que los datos sobre el deterioro de la demanda empujaron los precios a la baja, los últimos cinco días vieron un mercado con apreciaciones que, al final de la semana, llegaron a ser de hasta el 9,4 por ciento respecto al último viernes.

El alza en el precio del crudo fue ya palpable el lunes. Ese día, el principal elemento de presión fue el temor a un corte de suministro de petróleo nigeriano tras las amenazas de la guerrilla en el sur del país de bloquear las vías fluviales que emplea la industria petrolera del principal productor africano. A mediados de semana, fueron las buenas noticias relativas al consumo de crudo en Estados Unidos las que auparon a las cotizaciones.

Así, los datos que difundió el miércoles el Departamento de Energía (DOE) reflejaron el segundo descenso consecutivo en las reservas de crudo y una merma mayor de la que esperaban los analistas, en tanto que las existencias de gasolina bajaron también más de lo que se preveía.
Las reservas de petróleo descendieron en 2,1 millones de barriles la
pasada semana aunque el total, de 368,5 millones, es un 18,3 por ciento superior al nivel de hace un año. Las existencias de gasolina bajaron en 4,3 millones de barriles, a un total de 204 millones, un volumen que es un 2,3 por ciento inferior al del pasado año en la misma época.

El miércoles, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI) cotizó a 62,04 dólares por barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York, el precio más alto de los últimos seis meses. Igualmente, el barril de Brent, de referencia en Europa, subió hasta los 60,59 dólares, la cotización más alta desde el 5 de noviembre del pasado año. Al finalizar la semana, el precio del crudo fijó cotizaciones incluso más altas. A su cierre el viernes, el Texas se pagaba a 61,67 dólares por barril, un 9,4 por ciento más caro que hace una semana. Por su parte, el Brent europeo terminó la semana a 60,78 dólares por barril, un 8,5 por ciento ó 4,5 dólares más caro que el viernes anterior.

Entre los factores que contribuyeron al encarecimiento del crudo destacó el aumento de la demanda en China, segundo consumidor de «oro negro» del mundo, de acuerdo con los analistas. Según datos oficiales, la demanda china de petróleo se incrementó un 3,9 por ciento el pasado abril, en comparación con el mismo mes de 2008.
Además, la consultora especializada JBC estimó en su análisis del mercado publicado en Viena que la recuperación de la economía china y, por tanto, el consumo de crudo, suponen un «soplo de vida» en la economía mundial.

Además, JBC consideró que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tendría que recortar su producción en 1 millón de barriles diarios hasta que la recuperación del consumo se consolide. El cartel petrolero se reúne el próximo día 28 en Viena para analizar la situación del mercado y debatir un eventual reajuste de sus niveles de producción.

Según los analistas de JBC, la reciente escalada de precios del petróleo y la ruptura de la barrera de los 60 dólares no significa que haya terminado la inestabilidad en el mercado, por lo que apostó por que la OPEP mantenga una política de cautela y reduzca su bombeo.

El petróleo retrocede ante la fuerte erosión de la demanda mundial de energía

No obstante, la tendencia bajista que, en medio de una alta volatilidad, se impuso en los últimos días, fue amortiguada por cierto optimismo en los mercados, alimentados por esperanzas de divisar la anhelada recuperación financiera.

Así, tras rozar los 59 dólares al iniciar la semana, el barril de crudo de Texas (WTI), la referencia para América, concluyó la sesión del viernes en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) a 56,34 dólares, un 3,9% menos que su valor al cierre de la semana anterior.

En el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, el barril del petróleo del Mar del Norte -el Brent- terminó a 55,98 dólares, con una caída del 3,7% frente al viernes precedente.

La canasta de doce calidades de crudo que usa como referencia la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) permaneció prácticamente estable, al bajar sólo ligeramente, de 56,05 a 55,99 dólares, en siete días (de jueves a jueves).

Pese a una sostenida recuperación en abril y mayo, el valor medio del barril de la OPEP en lo que va del presente año se sitúa en los 45,85 dólares, menos de la mitad del promedio de 2008 (94,45 dólares).

La principal razón del fuerte abaratamiento es la reducción del consumo de petróleo como consecuencia de la crisis económica.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), desde 1981 no se veía una caída tan fuerte de la demanda mundial de crudo.

En su informe mensual, publicado el jueves desde su sede en París, la AIE revisó a la baja sus cálculos y pronosticó que el consumo de crudo será en 2009 de 83,2 millones de barriles diarios (mbd), un 3% que en 2008.

Este anuncio llegó a los mercados un día después de que la OPEP rebajara también su previsión sobre la demanda petrolera del planeta hasta los 84,03 mbd, lo que supone una retracción del 1,83% respecto al año pasado.

Según los expertos de la OPEP, ya en los primeros cuatro meses de 2009 se registró un retroceso «récord», de 2,7 mbd, respecto a la demanda del mismo período del año pasado.

A la presión bajista que ejercen estas previsiones, se añade que en abril los miembros de la organización, contrariamente al acuerdo sancionado en marzo de continuar rebajando los suministros para apuntalar los precios, aumentaron su producción en más de 200.000 bd respecto al mes anterior.

Se trata del «primer incremento desde julio de 2008», y supone un deterioro de la disciplina puesto que el grupo produjo 25,8 mbd, cuando aspiraba llegar a la reunión extraordinaria del 28 de mayo en Viena cumpliendo con el límite establecido de 24,85 mbd.

Todos estos factores bajistas se impusieron a los cautelosos mensajes optimistas del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre la recuperación financiera.

«Estoy contento de poder decir que hay brotes verdes en todos sitios, destellos de esperanza, como lo define el presidente (estadounidense) Barack Obama», dijo ayer en Viena el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, durante un simposio organizado por el Banco Nacional Austríaco (OeNB).

En este mismo foro, el vicepresidente del BCE, Lucas Papademos, se refirió asimismo a «un creciente número de señales positivas que sugieren que la economía está estabilizándose y que la recuperación puede comenzar antes de lo que se había previsto».

El petróleo retrocede ante la fuerte erosión de la demanda mundial de energía

No obstante, la tendencia bajista que, en medio de una alta volatilidad, se impuso en los últimos días, fue amortiguada por cierto optimismo en los mercados, alimentados por esperanzas de divisar la anhelada recuperación financiera.

Así, tras rozar los 59 dólares al iniciar la semana, el barril de crudo de Texas (WTI), la referencia para América, concluyó la sesión del viernes en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) a 56,34 dólares, un 3,9% menos que su valor al cierre de la semana anterior.

En el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, el barril del petróleo del Mar del Norte -el Brent- terminó a 55,98 dólares, con una caída del 3,7% frente al viernes precedente.

La canasta de doce calidades de crudo que usa como referencia la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) permaneció prácticamente estable, al bajar sólo ligeramente, de 56,05 a 55,99 dólares, en siete días (de jueves a jueves).

Pese a una sostenida recuperación en abril y mayo, el valor medio del barril de la OPEP en lo que va del presente año se sitúa en los 45,85 dólares, menos de la mitad del promedio de 2008 (94,45 dólares).

La principal razón del fuerte abaratamiento es la reducción del consumo de petróleo como consecuencia de la crisis económica.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), desde 1981 no se veía una caída tan fuerte de la demanda mundial de crudo.

En su informe mensual, publicado el jueves desde su sede en París, la AIE revisó a la baja sus cálculos y pronosticó que el consumo de crudo será en 2009 de 83,2 millones de barriles diarios (mbd), un 3% que en 2008.

Este anuncio llegó a los mercados un día después de que la OPEP rebajara también su previsión sobre la demanda petrolera del planeta hasta los 84,03 mbd, lo que supone una retracción del 1,83% respecto al año pasado.

Según los expertos de la OPEP, ya en los primeros cuatro meses de 2009 se registró un retroceso «récord», de 2,7 mbd, respecto a la demanda del mismo período del año pasado.

A la presión bajista que ejercen estas previsiones, se añade que en abril los miembros de la organización, contrariamente al acuerdo sancionado en marzo de continuar rebajando los suministros para apuntalar los precios, aumentaron su producción en más de 200.000 bd respecto al mes anterior.

Se trata del «primer incremento desde julio de 2008», y supone un deterioro de la disciplina puesto que el grupo produjo 25,8 mbd, cuando aspiraba llegar a la reunión extraordinaria del 28 de mayo en Viena cumpliendo con el límite establecido de 24,85 mbd.

Todos estos factores bajistas se impusieron a los cautelosos mensajes optimistas del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre la recuperación financiera.

«Estoy contento de poder decir que hay brotes verdes en todos sitios, destellos de esperanza, como lo define el presidente (estadounidense) Barack Obama», dijo ayer en Viena el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, durante un simposio organizado por el Banco Nacional Austríaco (OeNB).

En este mismo foro, el vicepresidente del BCE, Lucas Papademos, se refirió asimismo a «un creciente número de señales positivas que sugieren que la economía está estabilizándose y que la recuperación puede comenzar antes de lo que se había previsto».

El precio del crudo sube con fuerza y se acerca a los 60 dólares por barril

«Los precios del petróleo se han recuperado esta semana por rumores sobre informaciones de que la crisis económica habría tocado piso y que la recuperación estaría a vuelta de la esquina», señaló la asesora especializada JBC Energy con sede en Viena.

En un análisis publicado el viernes, la consultora recuerda que los bancos estadounidenses parecen estar haciendo las cosas mejor de lo que se pensaba, al tiempo de que hay indicios de una desaceleración en el ritmo de pérdida de empleos en la primera potencia mundial.

También «hay tímidas señales de que la actividad económica en China e India está repuntando», entre otros con China registrando, por primera vez en nueve meses, una aceleración de su producción.

Así, y a pesar de que continúa la crisis económica con la pérdida de puestos de trabajo, la percepción de la situación mejoró debido a la publicación de datos sobre la situación que resultaron no tan malos como se esperaba.

Aunque la tasa de desempleo en Estados Unidos subió hasta casi el 9%, el nivel más alto en 26 años, el informe del Departamento de Trabajo de ese país sorprendió positivamente porque reveló que el número de empleos perdidos en abril, de 539.000, fue menor que el del mes anterior, de 699.000.

En el mercado físico del «oro negro» sucedió algo similar con los inventarios de crudo y derivados en EEUU, que si bien su nivel continúa por encima del que tenían hace un año, el último aumento fue menor que el vaticinado por los analistas.

Cuando estos esperaban un incremento cercano a los 2 millones de barriles, los datos difundidos por las autoridades estadounidenses reflejaron una subida de 600.000 barriles, hasta totalizar los 375,3 millones, es un 17,7% superior al volumen del pasado año.

En la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), el barril del crudo de Texas (WTI), referencia en América, terminó el viernes a 58,63 dólares, un 10,2 por ciento más que el viernes anterior.

El barril del crudo Brent, referencia en Europa, avanzó en la semana un 10 por ciento y concluyó la sesión en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres a 58,14 dólares.

Y la canasta que usa como referencia la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) encadenó siete subidas consecutivas, recuperándose hasta los 56,05 dólares el pasado jueves, alcanzado un nivel que no se veía desde principios de noviembre de 2008.

El encarecimiento del crudo coincidió con una depreciación del dólar frente al euro y otras divisas, lo que impulsa la especulación con las materias primas que cotizan en el billete verde, si bien, al mismo tiempo, repercute en una pérdida del valor adquisitivo de los ingresos que perciben los exportadores de las mismas.

El precio actual del «oro negro» dista mucho del valor récord de casi 150 dólares/barril de julio del año pasado y el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, reiteró la aspiración de una cotización mínima de 70 dólares.

«Aspiramos a un precio de 70 dólares por barril para tener las condiciones económicas necesarias para aumentar nuestra capacidad de producción», dijo Ramírez, según un comunicado de su Ministerio difundido el jueves en Caracas.

La OPEP ha contribuido también a la recuperación del valor del barril con su compromiso de retirar del mercado 4,2 millones de barriles diarios desde septiembre pasado, un acuerdo que según fuentes de la organización ha cumplido en un 83 por ciento.

El Consejo de Ministros de este grupo de doce países que juntos controlan cerca del 40 por ciento de la producción mundial de crudo, se reunirá el próximo día 28 en Viena para estudiar la posibilidad de volver a cerrar las espitas.

El precio del crudo sube con fuerza y se acerca a los 60 dólares por barril

«Los precios del petróleo se han recuperado esta semana por rumores sobre informaciones de que la crisis económica habría tocado piso y que la recuperación estaría a vuelta de la esquina», señaló la asesora especializada JBC Energy con sede en Viena.

En un análisis publicado el viernes, la consultora recuerda que los bancos estadounidenses parecen estar haciendo las cosas mejor de lo que se pensaba, al tiempo de que hay indicios de una desaceleración en el ritmo de pérdida de empleos en la primera potencia mundial.

También «hay tímidas señales de que la actividad económica en China e India está repuntando», entre otros con China registrando, por primera vez en nueve meses, una aceleración de su producción.

Así, y a pesar de que continúa la crisis económica con la pérdida de puestos de trabajo, la percepción de la situación mejoró debido a la publicación de datos sobre la situación que resultaron no tan malos como se esperaba.

Aunque la tasa de desempleo en Estados Unidos subió hasta casi el 9%, el nivel más alto en 26 años, el informe del Departamento de Trabajo de ese país sorprendió positivamente porque reveló que el número de empleos perdidos en abril, de 539.000, fue menor que el del mes anterior, de 699.000.

En el mercado físico del «oro negro» sucedió algo similar con los inventarios de crudo y derivados en EEUU, que si bien su nivel continúa por encima del que tenían hace un año, el último aumento fue menor que el vaticinado por los analistas.

Cuando estos esperaban un incremento cercano a los 2 millones de barriles, los datos difundidos por las autoridades estadounidenses reflejaron una subida de 600.000 barriles, hasta totalizar los 375,3 millones, es un 17,7% superior al volumen del pasado año.

En la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), el barril del crudo de Texas (WTI), referencia en América, terminó el viernes a 58,63 dólares, un 10,2 por ciento más que el viernes anterior.

El barril del crudo Brent, referencia en Europa, avanzó en la semana un 10 por ciento y concluyó la sesión en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres a 58,14 dólares.

Y la canasta que usa como referencia la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) encadenó siete subidas consecutivas, recuperándose hasta los 56,05 dólares el pasado jueves, alcanzado un nivel que no se veía desde principios de noviembre de 2008.

El encarecimiento del crudo coincidió con una depreciación del dólar frente al euro y otras divisas, lo que impulsa la especulación con las materias primas que cotizan en el billete verde, si bien, al mismo tiempo, repercute en una pérdida del valor adquisitivo de los ingresos que perciben los exportadores de las mismas.

El precio actual del «oro negro» dista mucho del valor récord de casi 150 dólares/barril de julio del año pasado y el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, reiteró la aspiración de una cotización mínima de 70 dólares.

«Aspiramos a un precio de 70 dólares por barril para tener las condiciones económicas necesarias para aumentar nuestra capacidad de producción», dijo Ramírez, según un comunicado de su Ministerio difundido el jueves en Caracas.

La OPEP ha contribuido también a la recuperación del valor del barril con su compromiso de retirar del mercado 4,2 millones de barriles diarios desde septiembre pasado, un acuerdo que según fuentes de la organización ha cumplido en un 83 por ciento.

El Consejo de Ministros de este grupo de doce países que juntos controlan cerca del 40 por ciento de la producción mundial de crudo, se reunirá el próximo día 28 en Viena para estudiar la posibilidad de volver a cerrar las espitas.

El precio del crudo toca su mayor nivel en un mes por cauteloso optimismo

Entre las noticias negativas para el mercado del petróleo destacó la bancarrota del constructor estadounidense de automóviles Chrysler, que tratará de salir del atolladero económico por medio de una alianza con la italiana Fiat.

Por el contrario, el ritmo de destrucción de empleo en EEUU parece decrecer y el índice de confianza de los consumidores, al mejor nivel desde septiembre pasado, parece ofrecer un atisbo sobre el inicio de la ansiada salida de la crisis.

El precio del barril de Brent, de referencia en Europa, subió un 4 por ciento el viernes, hasta los 52,85 dólares, arrastrado por esos datos positivos, que hicieron olvidar que la economía estadounidense se contrajo más de un 6 por ciento en el primer trimestre de 2009.

La Reserva Federal de EEUU manifestó el miércoles pasado, el mismo día en el que se difundieron los datos del PIB, que el panorama económico ha mejorado de forma modesta desde marzo y que el ritmo de la contracción «parece ser algo más lento».

El barril de crudo tipo Texas, de referencia en EEUU, cerró el viernes en 53,20 dólares tras sumar 2,08 dólares respecto al día anterior y acumuló una ganancia del 3,2 por ciento frente a la semana pasada.

Tampoco empañaron el ambiente de optimismo los datos sobre las reservas de petróleo en EEUU, que volvieron a aumentar en las últimas semanas ante la reducción de la demanda y alcanzaron un nivel inédito desde 1990.

Los operadores también están teniendo en cuenta que se aproxima la temporada de verano en la que aumentan los desplazamientos por carretera en el hemisferio norte, y por tanto, sube la demanda petrolera.

Otro de los asuntos que ha puesto nervioso a los mercados ha sido el posible efecto de la gripe AH1N1 en la economía, ya que podría aumentar el efecto de la crisis y presionar a la baja el consumo de crudo.

La consultora de energía JBC asegura que la «histeria por la gripe» ha tenido sólo un impacto marginal en el precio del petróleo, aunque sí que ha afectado al valor del carburante de los aviones.

«El factor del miedo no debe de ser minusvalorado, ya que nos encontramos en un mercado que está impulsado por expectativas financieras y no por los fundamentos físicos del petróleo», advierten los expertos de JBC.

Dentro de la OPEP se han vuelto a reiterar las exigencias de un precio del crudo que permita a los países productores mantener el nivel de inversiones para responder en el futuro a una demanda creciente.

El ministro iraquí de Petróleo, Husein Shahrastani, aseguró que el precio del barril de petróleo debe llegar a los 70 dólares para que alcance una «tarifa aceptable» para impulsar las inversiones.

Irak no se encuentra sujeto al sistema de cuotas de la OPEP, pero es un socio importante dentro del grupo, como demuestra que su subsuelo posea la tercera mayor reserva de petróleo del grupo tras Arabia Saudí e Irán.

La OPEP acordó reducir 4,2 millones de barriles diarios de sus cuotas de producción desde el pasado septiembre, alrededor de un 15 por ciento del total de su producción.

Semejante medida estaba destinada a atajar la caída de los precios del crudo, que han perdido un 60 por ciento desde los máximos del pasado julio, en los que tocaron los 147 dólares.

La medida parece haber tenido éxito al constatar los mercados que el grupo la está aplicando con disciplina y los países miembros están recortando el bombeo para ajustarse a los nuevos límites.

El precio del crudo toca su mayor nivel en un mes por cauteloso optimismo

Entre las noticias negativas para el mercado del petróleo destacó la bancarrota del constructor estadounidense de automóviles Chrysler, que tratará de salir del atolladero económico por medio de una alianza con la italiana Fiat.

Por el contrario, el ritmo de destrucción de empleo en EEUU parece decrecer y el índice de confianza de los consumidores, al mejor nivel desde septiembre pasado, parece ofrecer un atisbo sobre el inicio de la ansiada salida de la crisis.

El precio del barril de Brent, de referencia en Europa, subió un 4 por ciento el viernes, hasta los 52,85 dólares, arrastrado por esos datos positivos, que hicieron olvidar que la economía estadounidense se contrajo más de un 6 por ciento en el primer trimestre de 2009.

La Reserva Federal de EEUU manifestó el miércoles pasado, el mismo día en el que se difundieron los datos del PIB, que el panorama económico ha mejorado de forma modesta desde marzo y que el ritmo de la contracción «parece ser algo más lento».

El barril de crudo tipo Texas, de referencia en EEUU, cerró el viernes en 53,20 dólares tras sumar 2,08 dólares respecto al día anterior y acumuló una ganancia del 3,2 por ciento frente a la semana pasada.

Tampoco empañaron el ambiente de optimismo los datos sobre las reservas de petróleo en EEUU, que volvieron a aumentar en las últimas semanas ante la reducción de la demanda y alcanzaron un nivel inédito desde 1990.

Los operadores también están teniendo en cuenta que se aproxima la temporada de verano en la que aumentan los desplazamientos por carretera en el hemisferio norte, y por tanto, sube la demanda petrolera.

Otro de los asuntos que ha puesto nervioso a los mercados ha sido el posible efecto de la gripe AH1N1 en la economía, ya que podría aumentar el efecto de la crisis y presionar a la baja el consumo de crudo.

La consultora de energía JBC asegura que la «histeria por la gripe» ha tenido sólo un impacto marginal en el precio del petróleo, aunque sí que ha afectado al valor del carburante de los aviones.

«El factor del miedo no debe de ser minusvalorado, ya que nos encontramos en un mercado que está impulsado por expectativas financieras y no por los fundamentos físicos del petróleo», advierten los expertos de JBC.

Dentro de la OPEP se han vuelto a reiterar las exigencias de un precio del crudo que permita a los países productores mantener el nivel de inversiones para responder en el futuro a una demanda creciente.

El ministro iraquí de Petróleo, Husein Shahrastani, aseguró que el precio del barril de petróleo debe llegar a los 70 dólares para que alcance una «tarifa aceptable» para impulsar las inversiones.

Irak no se encuentra sujeto al sistema de cuotas de la OPEP, pero es un socio importante dentro del grupo, como demuestra que su subsuelo posea la tercera mayor reserva de petróleo del grupo tras Arabia Saudí e Irán.

La OPEP acordó reducir 4,2 millones de barriles diarios de sus cuotas de producción desde el pasado septiembre, alrededor de un 15 por ciento del total de su producción.

Semejante medida estaba destinada a atajar la caída de los precios del crudo, que han perdido un 60 por ciento desde los máximos del pasado julio, en los que tocaron los 147 dólares.

La medida parece haber tenido éxito al constatar los mercados que el grupo la está aplicando con disciplina y los países miembros están recortando el bombeo para ajustarse a los nuevos límites.

El precio del crudo se estabiliza ante la incertidumbre del futuro económico

Las cotizaciones empezaron la semana a la baja ante las malas noticias del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la duración de la crisis económica.

El director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, anunció el lunes que el pronóstico de la evolución de la economía es aún peor que el hecho hace unos meses y que la recuperación deberá esperar hasta el primer semestre de 2010. Esa demoledora sentencia provocó que los crudos internacionales sufrieran importantes pérdidas.

Así, el barril de Brent, de referencia en Europa, cerró el lunes a 44,8 dólares en el Intercontinental Exchange Futures de Londres, un 6,5 por ciento por debajo del precio que había marcado el viernes anterior. Por su parte, la Bolsa Mercantil de Nueva York vio como el Petróleo Intermedio de Texas se desplomaba un 11 por ciento, hasta los 44,8 dólares/barril.

– A partir de este mal comienzo de semana, las cotizaciones de los dos crudos siguieron sendas distintas.

El crudo europeo siguió a la baja martes y miércoles, ante los nuevos datos sobre las pérdidas de la banca estadounidense y la constatación de que siguen aumentando las reservas de crudo en EEUU. Y es que este último indicador, que refleja la tendencia del consumo de crudo, señaló que las reservas crecieron la semana pasada hasta 370,6 millones de barriles, por encima de la media en esta época del año. Este volumen es un 17,2 por ciento superior al de hace un año.

Sin embargo, ni siquiera este dato, que refuerza las informaciones sobre el descenso de demanda de crudo debido a la crisis económica, logró hacer mella en el crudo Texas estadounidense. Tras el desplome del lunes, el crudo de referencia en Estados Unidos inició una carrera de ascensos, impulsada, en principio, por la devaluación del dólar frente a otras monedas.

Un dólar débil suele animar la inversión en materias primas que, como en el caso del petróleo y del oro, se negocian en dólares en los mercados internacionales. Además, los mercados petrolero recibieron con entusiasmo las subidas generalizadas que el viernes experimentaron las bolsas de valores, que reaccionaron al alza a los datos económicos, mejores de lo esperado, de compañías como American Express o Ford.

Esos ascensos bursátiles se interpretaron como una señal de recuperación económica y, en consecuencia, de la demanda de crudo y sus derivados.

Así, el barril de Brent europeo logró compensar en parte las pérdidas acumuladas durante la semana y cerró el viernes a 51,67 dólares. Esa marca supone, sin embargo, una pérdida del 3,1 por ciento respecto a las cotizaciones de hace siete días.

Por su parte, el Texas marcó a su cierre semanal un repunte del 2,4 por ciento respecto a su precio del viernes anterior, tras establecer un precio de 51,55 dólares por barril.