El crudo se fortalece a pesar de acabar la semana a la baja

El contrato para entrega en diciembre del barril del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), la marca referencial para América, terminó el viernes en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) a 76,72 dólares, un 0,56% menos que el jueves, pero un 0,48% más que al cierre de la semana anterior.

Paralelamente, en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, el barril de Brent, referente en Europa, perdió en la jornada un 0,56% y concluyó a 77,20 dólares, un 2,18% más que el viernes precedente.

El precio del barril que usa como referencia la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), una mezcla de doce calidades de crudo, se mantuvo más estable, al pasar de 76,06 a 76,77 dólares en siete días.

El «oro negro» inició la semana con fuertes subidas, cuando el Brent y WTI avanzaron un 4,27% y un 3,34%, respectivamente, en coincidencia con las alzas en las bolsas y un debilitamiento del dólar frente al euro y otras divisas.

La depreciación de la moneda estadounidense abarata los contratos de materias primas que cotizan en el billete verde y propician así las compras de contratos de petróleo, así como la especulación financiera con esos activos como valores refugio.

Las subidas fueron favorecidas por datos económicos esperanzadores y por un inesperado descenso en el nivel de los inventarios (reservas almacenadas) de crudo y gasolina en Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de energía.

Cuando la mayoría de los analistas había vaticinado un incremento de esas existencias, el Departamento de Energía de EEUU reveló que los inventarios de crudo habían perdido en la semana anterior 900.000 barriles.

Sin embargo, el impulso alcista se vio frenado porque, pese a los retrocesos, la demanda continúa débil y los inventarios se sitúan aún muy por encima del nivel de los últimos años, al tiempo que en los últimos meses se ha venido almacenando un considerable volumen de crudo en buques.

Según la consultora JBC, los así llamados «inventarios flotantes» contenían a finales de octubre 45 millones de barriles (mb) de crudo y 95 mb de productos destilados, y continúan creciendo.

Actualmente «los precios del crudo no están determinados únicamente por los fundamentos del mercado petrolero», afirma JBC en su análisis.

La asesora con sede en Viena dice haber constatado que «los especuladores han influido marcadamente en los petroprecios».

Sea como fuere, el valor del crudo volvió a la senda bajista el jueves y el viernes, coincidiendo con el fortalecimiento del dólar y las pérdidas en las bolsas, pero sin perder todo lo que había ganado en las tres jornadas precedentes.

A pesar de que el barril se ha apreciado de forma sostenida desde principios de año, apoyado por un severo recorte de la producción de la OPEP, su valor medio en lo que va de año está muy por debajo de la media de 2008, y también es menor que la de 2007 y 2006.

En el caso de la OPEP, su precio medio en lo que va de 2009 es de 59,36 dólares, mientras que el de todo el año pasado alcanzó los 94,45 dólares.

La fuerte caída anual, causada por la crisis mundial, ha mermado los ingresos de los países de la OPEP, pero fuentes de la organización dijeron a Efe que por ahora no se espera que por ello sus ministros decidan un nuevo recorte de la oferta en su próxima reunión del 22 de diciembre en Luanda.

¿Qué puede ocurrir si en Europa se enteran del enjuague del carbón nacional?

El interés que está suscitando el asunto del plan para promover la generación de electricidad mediante la quema de carbón nacional ha desatado un nuevo episodio con la publicación del voto particular del miembro del Consejo de Administración de la CNE, Luis Albentosa.

Un voto particular que desnuda de una forma extrema la maquinaria y el atrezo de la propuesta y deja a este Real Decreto en un estado de indigencia de difícil superación para el Ministerio de Industria. Un desnudo integral y frontal que enseña, desde un mecanismo de subvención garantizado al sector del carbón, la construcción falsa de los motivos estratégicos y de garantía de suministro, así como la utilización indebida del término «restricciones técnicas» para referirse a un problema de acumulación de «stocks» diseñado como una construcción eufemística, un conjunto de reparaciones, indemnizaciones y una ley del silencio asociada.

Múltiples efectos económicos, medioambientales, de expulsión de tecnologías, costes y daños de distintos tipos, mayores restricciones y más rigidices del sistema eléctrico, además de más desconexiones en los parques eólicos. Todo ello, con el marco de las declaraciones políticas que el Gobierno suscribe, a troche y moche, contra los subsidios a las tecnologías fósiles, con una prosodia medioambientalista que suena a opereta.

Sin entrar en más consideraciones, dado que el contenido del voto del Consejero es una bomba-lapa al Informe elaborado por la propia Comisión Nacional de Energía (CNE), tan meticulosamente calculado en su nivel de crítica, incluso hasta la propia réplica, incorporada en la respuesta de Carbunión subrayando su desagrado con el organismo regulador por ser revoltoso. Además la detonación y su onda expansiva revienta con toda su violencia y de forma completa el Real Decreto que dio origen al propio Informe.

Lo que si está claro es que en la Unión Europea se van a enterar y se están enterando del enjuague, puesto que el tema en cuestión interesa y la solución al carbón nacional causa máxima atención más allá de nuestras fronteras. En este caso, Bruselas, si hace una lectura atenta de la medida y del clarificador voto particular, tiene motivos para descubrir el inquietante «revés de la trama» y a la vez toda la trama asociada. Por último, la invocación a la concreción del «cambio de modelo productivo» existente en el último párrafo, tan ansiado y tan deseado, pero tan inconcreto, es una joya escondida, por si no se han dado cuenta al leerlo.

Analizaremos por eso, estos días y punto por punto, tanto los datos del Informe emitido por la Comisión Nacional de Energía (CNE), como los argumentos del voto particular que ha emitido este Consejero, poniendo lupa y detalle a cada cuestión. Lo que está claro es que nada será igual a la vista de su lectura.

Postdata: Por su parte Cristóbal Montoro se reafirmó en que el Partido Popular estaría en contra de cualquier medida que suponga el encarecimiento de la tarifa eléctrica. Si esto lo aplicamos a la propuesta de Real Decreto diseñado para impulsar la quema de carbón nacional y generar energía eléctrica, parece que será sí, aunque los consejeros nombrados en su momento por esta formación política están más sueltos que Ricardo Costa la mañana de su cese. ¿Estará esta posición antimercado, incluso contra la reforma liberalizadora del 1998, asociacida a las posiciones más intervencionistas? ¿Se deriva de su indepedencia teórica o de un movimiento defensivo dada su internidad?

Más información: Voto particular de Luis Albentosa

El crudo baja por el elevado nivel de reservas, aunque mejoran las perspectivas

«La mayoría de las señales apuntan a un mayor crecimiento de la demanda mundial de crudo en 2010; sin embargo, los factores de riesgos subrayan la necesidad de cautela«, señala la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en su informe mensual de noviembre emitido el miércoles pasado.

Uno de esos factores de riesgo lo constituyen los propios precios del petróleo, pues si éstos suben amenazan con ahogar la incipiente recuperación de la demanda que se espera para 2010.

La AIE, por su parte, señaló que la contracción de la demanda parece «aliviarse» en los países industrializados mientras que la demanda en los países emergentes «excede las expectativas».

Esto hace suponer que la demanda crecerá en el cuarto trimestre de 2009, por primera vez desde el segundo trimestre de 2008, agregó la agencia con sede en París en su informe emitido el martes.

Las dos organizaciones difieren notablemente en sus respectivos pronósticos para la demanda petrolera, con la OPEP colocando el consumo para el año 2010 en los 85,07 millones de barriles diarios (mb/d), mientras que la AIE lo sitúa en los 86,2 mb/d.

La OPEP estima que el crecimiento de la semana será el año que viene de apenas un 0,9 por ciento, frente al 1,6 por ciento de aumento pronosticado por la AIE.

Según los datos preliminares de la agencia, en septiembre pasado la demanda incluso aumentó «marginalmente» en los doce mayores consumidores de crudo del mundo, con un incremento del 0,03%, lo que podría interpretarse como «un síntoma de recuperación económica».

La demanda global, no obstante, disminuyó el 0,4%, precisan los analistas de la AIE y reconocen que el «modesto repunte» de la demanda registrada en septiembre en los grandes consumidores debe analizarse sobre la base de un consumo muy bajo en 2008.

Los precios empezaron a bajar al inicio de la semana tras conocerse los más recientes datos de reservas de crudo almacenado en Estados Unidos, que indican un inesperado aumento de 1,8 mb la semana pasada y quedaron en 337,7 millones de barriles.

Los inversores interpretan este dato como un síntoma de la debilidad del consumo de crudo y, por ende, de la actividad económica.

En cuanto a los precios, el petróleo comenzó la semana con fuerza al subir a niveles ya cercanos de los 80 dólares por barril, aunque fue perdiendo fuerza a lo largo de la semana.

El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente para Estados Unidos, cerró la semana el viernes a 76,35 dólares por barril, un 4 por ciento menos que el lunes.

El Petróleo del Mar del Norte (Brent), la referencia en el mercado europeo, terminó la semana cotizando a 75,55 dólares por barril, un 2,9 por ciento menos que al inicio de la semana.

Por su parte, el precio del petróleo OPEP, calculado como promedio de doce tipos de crudos, se mantuvo estable esta semana, siempre entre los 76 y 77 dólares por barril.

«La volatilidad reciente de los mercados sugiere que los precios del crudo podrán permanecer en la franja alta de los 70 dólares en el futuro cercano», señalan los expertos de la OPEP en su informe.

La AIE destaca en su informe que el precio medio del barril en 2009 se situará alrededor de los 60 dólares por barril, aunque advierten de que la reciente subida del precio puede suponer un riesgo para la recuperación.

La OPEP tiene previsto reunirse el 22 de diciembre en Luanda para revisar la situación del mercado y reajustar eventualmente el nivel de su oferta.

El mal dato del empleo en EEUU frusta la reactivación del consumo del petróleo

Los datos sobre el paro en el mayor consumidor de energía del planeta tuvieron un impacto inmediato en el valor del «oro negro», que cerró el viernes a 77,43 dólares en Nueva York tras perder un 2,75 por ciento en la sesión.

Esas pérdidas echaron por tierra lo ganado durante las últimas jornadas y el barril de Texas, referente en EEUU, acabó la semana en los mismos 77 dólares en los que terminó el último viernes de octubre.

Lo mismo ocurrió con el precio del Brent, de referencia en el mercado europeo, que se depreció en Londres un 3,98 por ciento y cerró la semana en 75,87 dólares, apenas 67 centavos más que hace una semana.

Por el contrario, el valor del barril de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ganó 1,89 dólares en una semana y el jueves se vendió a 77,45 dólares.

El índice de desempleo en EEUU se situó en octubre en el 10,2 por ciento, después de que la economía estadounidense destruyera 190.000 empleos durante ese mes, una cifra que se suma a los más de siete millones de puestos de trabajo perdidos en la mayor economía del mundo desde que en 2007 comenzara la recesión económica.

Este aumento del desempleo preocupa a inversores y operadores, que temen que si persiste esa tendencia desfavorable en el mercado laboral la recuperación de la demanda energética en Estados Unidos será más lenta de lo esperado.

«Si el desempleo se incrementase sustancialmente por encima de las expectativas del Fondo Monetario Internacional del 10,15 por ciento en 2010, la demanda de gasolina va a erosionarse más aún», explicaron los analistas de la consultora JBC.

De acuerdo con los cálculos de JBC, «un uno por ciento de incremento del paro en EEUU reducirá la demanda de gasolina el año próximo en un 0,75 por ciento, alrededor de 70.000 barriles por día».

Los analistas apuntaron que la demanda de gasolina ya cayó un 3,3 por ciento en 2008 y alrededor del uno por ciento en lo que va de 2009.

Así, los datos sobre la destrucción de empleo en EEUU tuvieron más influjo en los mercados que el descenso de las reservas estadounidenses, que propició los repuntes de mediados de la semana.

Las reservas de petróleo en Estados Unidos disminuyeron en cuatro millones de barriles la semana pasada y quedaron en 335,9 millones, mientras que los inventarios de gasolina disminuyeron en 300.000 barriles.

Otro elemento que ha apoyado las subidas de los primeros días de la semana es la debilidad del dólar, la divisa que se utiliza para comprar materias primas, vistas cada vez más como un valor refugio ante la incertidumbre económica.

El valor del crudo ha subido este año un 135 por ciento, desde los 35 dólares que cotizaba en enero hasta el máximo de 82 que tocó en octubre. Aún así, todavía está lejos de su máximo de 147 dólares de julio de 2008.

Para el presidente de turno de la OPEP, el angoleño José Maria Botelho de Vasconcelos, un precio medio «razonable» para 2010 sería 80 dólares por barril.

Por su parte, el que será presidente de la organización en 2010, el ministro ecuatoriano de Recursos Naturales No Renovables, Germánico Pinto, ha considerado fundamental la «búsqueda de una estabilidad de precios, que sea adecuada para sostener los niveles de inversión que requieren, principalmente, los países productores».

Por el lado geopolítico, los mercados han seguido con preocupación la situación en Irán, el cuarto mayor exportador de crudo, agitado por las protestas de la oposición y por el conflicto con las potencias debido a su controvertido programa nuclear.

La última iniciativa para desbloquear el litigio atómico, el ofrecimiento de que Irán procese parte de sus reservas de uranio enriquecido en el exterior, está estancada ante las exigencias iraníes de que se revise su contenido.

A esta situación otro conflicto ha llevado cierta preocupación a los mercados. Las noticias de que la aviación de Arabia Saudí y su infantería intensificaron sus combates contra los rebeldes chiíes en el vecino Yemen ha despertado la preocupación de que el mayor exportador de crudo del planeta se enrede en la guerra civil de su vecino.

La CNE abordará el plan para el aumento de la generación mediante carbón nacional el 16 de noviembre, cuyo ponente será Jaime González

Será el próximo día 16 de noviembre, lunes, cuando el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía aborde la cuestión del plan previsto para priorizar la producción de electricidad mediante carbón nacional. Contrariamente a las informaciones que se habían conocido la semana pasada que apuntaban a que se trataría en el Consejo de mañana jueves, parece que se ha retrasado finalmente quince días. Así lo confirmaba la edición de ayer del diario El Economista.

Al parecer el proyecto había sido remitido al Consejo Consultivo de la Electricidad para que cada uno de los agentes representados emitiesen un informe urgente relativo a sus alegaciones. Según las fuentes a las que ha tenido acceso Energía Diario, con este aplazamiento sería posible que hubiese alguna fórmula de convocatoria presencial.

Alegaciones de Gas Natural

De hecho y según ha trascendido en los medios de comunicación, ya se conocen las alegaciones de Gas Natural y de AEGE, cuyas posiciones han sido muy críticas y contrarias a la misma. Según Gas Natural, la medida alterará los precios de la energía y expulsará del mercado eléctrico la generación por distintas tecnologías, según informa Cinco Días (Gas Natural denuncia que el decreto del carbón «alterará» los precios eléctricos).

Tal y como informa este medio que ha tenido acceso a las alegaciones de la gasista, Gas Natural estima que la medida supondrá «una reducción de la producción previsible con ciclos combinados de 11.200 GWh». Según Gas Natural, la cantidad de energía a producir por carbón, 27.200 GWh, es superior en 10.000 MW a lo que establece el Plan Nacional de Reservas Estratégicas de Carbón 2006-2012. La compañía señala que la medida centra el esfuerzo sólo en el sector eléctrico y no en el minero. Propone además que se centre en la explotación minera subterránea, suspendiéndose la producción de carbón a cielo abierto, lo que reduciría la producción a la mitad.

La compañía también se opone a la fiscalización de los contratos de take or pay de cara a recibir las indemnizaciones por lucro cesante, además de señalar una fuerte intervención pública que supone que este sistema de restricciones por “garantía de suministro” sea gestionado por Red Eléctrica de España (REE). La empresa ha aprovechado para reforzar su argumentación contra la obligatoriedad del acceso de las energías renovables y las primas a este tipo de energías.

La industria teme por el aumento de la factura eléctrica

Por su parte, los grandes consumidores a través de AEGE, han expresado su contrariedad ante el Decreto, que han visto cómo el mercado eléctrico estaba produciendo en estos momentos precios muy competitivos de la electricidad gracias a la caída de la demanda y se han mostrados contrarios a la medida que consideran originada en los problemas de competitividad del carbón nacional. El hecho es que trasladar el impacto de las ayudas a la tarifa puede generar un frente y un impacto en las empresas no previsto inicialmente para el sector industrial.

Minicumbre en Barcelona sobre cambio climático

En todo caso, distintas fuentes consultadas han querido ver motivos políticos en este aplazamiento, relativos a la oportunidad de que coincidiera este pronunciamiento del organismo regulador en plena celebración de la minicumbre sobre cambio climático que está teniendo lugar en Barcelona estos días, de cara a la preparación de la Cumbre de Copenhague dentro de 30 días, prevista para sustituir Kyoto. Otras fuentes señalan, simplemente, que el retraso obedece a los plazos necesarios para la elaboración del informe y recepción de alegaciones y reconocen que era muy apresurado que se tratara este mismo jueves.

En todo caso, parece que este tema será un nuevo escenario para una confrontación ya clásica en el sector energético. Dos corrientes, dos clasificaciones en liza. La primera, la derivada de su cercanía a posicionamientos más intervencionistas y/o retroprogresivos frente al mercado, y la segunda, aquélla que actúa en función de su connivencia con los intereses carboníferos, frente a partidarios de un ‘mix’ de generación más eficiente y limpio.

En este sentido, en la CNE, cuyas clasificación por corrientes tampoco tiene tantos matices, el consejero ponente, según el turno rotatorio que siguen los asuntos en el seno del Consejo de Administración, será Jaime González, leonés, y al que se le vincula directamente con el Presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. González, por otra parte, ha venido pronunciándose habitualmente contra el funcionamiento del mercado eléctrico apoyando los informes sucesivos al Informe de Costes y Precios y se le reconoce como cercano a los intereses carboníferos.

El dilema parece que será, sobre todo, para Maite Costa, presidenta del organismo, cuya cercanía a las tesis de Gas Natural, por un lado, y su apoyo a las propuestas más intervencionistas que han salido del organismo como el Informe de Costes y Precios y sucesivos, le pondrán en un serio brete.

El crudo sube un 2,5 por ciento en una semana marcada por la incertidumbre

La escalada alcista de las cotizaciones de la pasada semana continuó de manera más moderada, con los operadores oscilando entre el optimismo de que la economía y la demanda de crudo se recuperen pronto y la ausencia de datos definitivos sobre esa tendencia.

En ese sentido, fueron el ambiente de confianza en las Bolsas y la debilidad del dólar, que hace más atractiva la compra de material primas, los responsables de que la semana empezara con alzas en los precios.

Tanto el petróleo Texas, de referencia en Estados Unidos, como el Brent europeo cerraron la sesión del lunes continuando la tendencia de encarecimiento que comenzó ya la semana anterior.

Al día siguiente, ese desarrollo se invirtió con una depreciación del crudo en torno al 0,7 por ciento, tras conocerse los malos datos del sector de la construcción en Europa y Estados Unidos y ante el encarecimiento del dólar.

Esa pérdida fue compensada con creces en la jornada siguiente, cuando las cotizaciones se dispararon como reacción a los datos difundidos sobre reservar de crudo y combustibles en Estados Unidos, un elemento que sirve de referencia para medir el nivel de consumo.

Los datos del Departamento de Energía de EEUU reflejaron un incremento de 1,3 millones de barriles en las reservas la pasada semana, frente a los dos millones que preveían algunos analistas.

Con ese ascenso el total quedó en 339,1 millones de barriles o un 10 por ciento por encima del nivel de hace un año.

Además, se reveló una merma de 2,3 millones en las existencias de gasolina, mayor de lo que se esperaba, aunque las reservas siguen siendo un 7,5 por ciento superiores a las de hace un año.

Ese mismo día, responsables políticos y expertos reunidos en Londres en el foro «Petróleo y Dinero» aseguraron que los combustibles fósiles seguirán siendo necesarios durante décadas, pese a la amenaza del cambio climático.

La semana de cotizaciones terminó con sendas bajadas el jueves y el viernes, en un efecto rebote tras las subidas del miércoles y ante la incertidumbre sobre si el remonte de las economías se producirá tan pronto como se espera.

La sorprendente contracción del 0,4 por ciento del PIB del Reino Unido en el tercer trimestre del año volvió a encender las alarmas en un mercado que no termina de creerse que la salida a la crisis esté a la vuelta de la esquina.

Así, el Brent europeo cerró la sesión del viernes en el Intercontinental Exchange Futures de Londres a 78,92 dólares por barril, aún un 2,5 por ciento por encima de la cotización de hace una semana.

Por su parte, la Bolsa Mercantil de Nueva York acabó la semana con el barril de Texas a 78,53 dólares, un 2,5 por ciento más que el precio registrado el viernes anterior.

Así las cosas, algunos analistas consideran que la fuerte subida de los últimos días, que ha puesto el barril de petróleo en marcas no vistas desde hace un año, no se mantendrá demasiado mientras no haya certidumbre total sobre la recuperación de la economía mundial.

La consultora especializada JBC considera que «la exageración (en los precios) puede evaporarse sin el apoyo de datos concretos» y que sin una «recuperación de la demanda, los precios por las nubes no son sostenibles».

Pese a esas advertencias, se acumulan también las opiniones sobre que la tendencia alcista seguirá hasta que el barril supere los 100 dólares, ante lo que la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) podría, en consecuencia, aumentar su producción para contribuir a controlar el precio.

Al respecto, el secretario general de la OPEP, Abdalá Salem El-Badri, se mostró dispuesto a aumentar el bombeo si se dan las circunstancias apropiadas.

«Si estos precios continúan, si vemos que las reservas vuelven a su nivel normal, si vemos que hay un crecimiento económico mundial real, entonces estoy seguro de que nuestros países miembros tomarán la decisión de incrementar la producción en diciembre en Luanda», manifestó en referencia a la próxima reunión de la OPEP.

El propio Badri se mostró partidario de que, en el actual contexto de recuperación económica, el precio del crudo no sobrepase los 80 dólares por barril.

El precio del barril supera esta semana los 75 dólares, el nivel más alto en un año

El precio del barril de la OPEP ganó en una semana un 6 por ciento y se colocó el jueves en 73,20 dólares, impulsado igualmente por las buenas noticias sobre los refinados, tras una fuerte caída de las reservas de gasolina y otros destilados, según la Agencia Internacional de Energía (AIE).

La variedad WTI, de referencia en EEUU, cerró el viernes en los 78,53 dólares, mientras que el Brent, de referencia en Europa, se cotizó a 76,03 dólares.

En cuanto al precio del petróleo de la organización, el precio de la llamada cesta de la OPEP, compuesta por doce tipos de crudo de sus países miembros, bajó un 5,9% en septiembre, hasta una media de 67,01 dólares por barril, bien por debajo de las cotas alcanzadas esta semana.

Los más recientes datos sobre el crecimiento industrial en Estados Unidos disparaban el precio del oro negro, ayudados por la súbita caída de los inventarios de gasolina en la primera potencia económica mundial, que cayeron la semana pasada 5,23 millones de barriles, el mayor descenso en un año.

Al mismo tiempo, con la inminente llegada del invierno en el hemisferio norte, la cotización del fuel de calefacción subía un 3,9%, el nivel más alto en once meses, aunque la consultora vienesa JBC advertía de que pese a esas cifras, los inventarios en este sector son muy elevados y muestran una posición poco alentadora.

Los precios del fuel han estado presionados por la cantidad adicional de suministro que ha inundado el mercado, incluidas las exportaciones saudíes, que alcanzaron las 925.000 toneladas en octubre.

Por otra parte, la OPEP corregía ligeramente al alza su pronóstico sobre la demanda de crudo global para este año y 2010, en su último informe mensual sobre el mercado petrolero divulgado esta semana.

La demanda petrolera mundial caerá este año 1,4 millones de barriles diario (mb/d), 200.000 barriles diarios menos que lo estimado anteriormente, hasta un total de 84,24 mb/d, aunque esta cifra será un 1,65% menor que el año anterior.

Para 2010, los analistas del cártel prevén un crecimiento de la demanda de 700.000 barriles diarios, frente a los 500.000 barriles (un 0,8%) pronosticados en el informe de septiembre, hasta un nuevo total de 84,93 mb/d.

El aumento previsto del consumo para el año próximo procede, ante todo, de los países no miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), sobre todo China, la India, Oriente Medio y América Latina, destaca la OPEP.

En ese contexto, los analistas del grupo destacan «la relativamente alta dependencia» de esos países de cara a los pronósticos económicos y energético del año próximo.

Por otra parte, la demanda del crudo de la OPEP se mantiene relativamente estable este año en el 28,6 mb/d, apenas 100.000 barriles más que lo estimado antes, con lo que los países del grupo venden unos 2,3 mb/d menos que el año pasado.

Para el año próximo, la organización pronostica una demanda incluso inferior a la de este año, con 28,4 mb/d, unos 300.000 barriles más que lo estimado en el último informe, lo que, sin embargo, sigue siendo 200.000 barriles menos que en el 2009.

La resubasta y el Rodiezmazo

El fallecido Premio Nóbel, Camilo José Cela, decía que es más fácil convencer a alguien de que no tiene sed que llevarle un vaso de agua. Algo así pasa con el Plan de Protección Plus del Carbón Nacional, impulsado desde la Presidencia del Gobierno, cuyo proceso de negociación y formalización en el correspondiente Real Decreto (que posteriormente debe pasar por la CNE y por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos), se centra en moderar su efecto y en la articulación de mecanismos de compensación que suavicen una intervención de estas características en el mercado.

Así, como venimos informando, el Gobierno viene forzando la máquina para aumentar la producción eléctrica a través de la quema de carbón nacional. Según informa el diario Cinco Días, las eléctricas deberán usar 20 Toneladas de carbón en los próximos tres años y se determinaría un precio fijo de 45 euros por MWh a precio regulado (a precio intervenido, quiere decirse). Así, el carbón se vendería en el mercado de restricciones “como garantía de suministro” que gestiona Red Eléctrica de España (REE).

En todo caso, el mecanismo actualmente propuesto encima de la mesa mantendría el sistema de casación de ofertas y de fijación de precios en el mercado, aunque, consecuentemente, se produciría un exceso de energía que sería subastado también para ajustar oferta y demanda.

Por otra parte, la diferencia entre el coste de generar con carbón y el precio regulado se vería compensado por la tarifa mediante los pagos por capacidad, desarrollando una versión más sofisticada del antiguo sistema de pagos por garantía de potencia. Al mismo tiempo se está estudiando extender los pagos por capacidad a las centrales de gas. Por tanto, el proceso de negociación entre Industria y las eléctricas parece que ha entrado en los mecanismos de amortiguación y compensación de la medida.

Toda esta construcción de subastas y resubastas sigue teniendo efectos perversos tanto en los precios de la energía (las empresas siguen estimando una caída de 8 €/MWh), afectación a otras tecnologías (en concreto, al régimen especial que no está incluido en ninguna de las fórmulas de los pagos por capacidad), como en las emisiones de carbono que se verán notablemente acrecentadas (y que será necesario financiar).

En todo caso, el modelo ideal, con menos efectos perjudiciales para el funcionamiento del mercado, para garantizar la eficiencia energética y reducir las emisiones de CO2 sigue siendo el de aumentar las ayudas directas al sector del carbón nacional, sin tocar los mercados eléctricos. Esa era incluso la pretensión inicial de sindicatos y empresas mineras cuando trasladaron su petición de 300 millones en Rodiezmo y, por ello, la respuesta ideada y obcecada para que fuera contra el mercado eléctrico, se ha convertido en el Rodiezmazo, por la amplificación de los efectos que causa.

De hecho, toda esta construcción, se tendrá que pagar en la tarifa, además de seguir generando déficit que además de pagar, será necesario financiar. ¿No sería más fácil dar un vaso de agua?

¡Más carbón (nacional)! Es la guerra

Si en la película de “Los Hermanos Marx en el Oeste”, en la famosa escena de la persecución en la locomotora, Groucho Marx en lugar de decir «¡Más madera!», dijera continuadamente «¡Más carbón (nacional)! Es la guerra», nos encontraríamos en la situación que ha propiciado el Gobierno español con la propuesta conocida de obligar a producir más energía eléctrica mediante carbón nacional a un precio garantizado, excluyendo y expulsando otras fuentes de energía en el mercado de generación. ¡Más carbón (nacional)!. Más madera. El tema sigue abierto y las negociaciones, según vamos conociendo, también, mientras que todo apunta a que en el seno de la Unión Europea las ayudas al carbón nacional tienen peor predicamento.

Y no es cosa de risa, sobre todo por las consecuencias que se derivan en las inversiones, en el mercado eléctrico, en los precios, en el resto de tecnologías, en las renovables y en las emisiones de gases efecto invernadero. Todo ello proviene de un modelo que tiene un enfoque torcido sobre el papel de las empresas y de la electricidad. Un enfoque que proviene de antaño. Primero, los problemas de un sector con su mercado y su competitividad se pueden sindicar y los puede resolver otro (dicho así, parece un cruce entre el franquismo y la planificación soviética). Segundo, si no se “sindican”, se obliga regulatoriamente por acción legislativa urgente a las empresas, que deben ser un brazo armado de la acción legislativa. Tercero, no hay empresas, ni organizaciones, ni mercado, sólo acción sobre un concepto de orden marxista: “las rentas empresariales”. Ese es el caso del carbón nacional español que ha ido acumulándose por distintos motivos no suficientemente explicados, pero claramente de mercado.

¿Por qué hay tanto carbón acumulado?

Por otra parte, ya hay carbón nacional acumulado en las centrales térmicas para tres años. En ello han influido varias cuestiones. La primera y básica es el hecho de la menor competitividad del carbón nacional en relación con el carbón importado, por su poder calorífico y sus precios (absolutos y relativos). En segundo lugar, la desaparición de las primas al carbón nacional en 2007 (algo que estaba previsto) y que buscaba hacer equivalente, vía una subvención, la diferencia de precio y poder calorífico con respecto al carbón importado. Tercero, el desplome en los precios internacionales del carbón, que ha hecho que sea más barato el carbón importado, incluyendo transporte y fletes que el nacional. Cuarto, una caída de demanda de electricidad que afecta a todos. Y quinto, la entrada de nuevos grupos de generación, fundamentalmente ciclo combinado (gas) y renovables, a partir de las indicaciones inversoras procedentes de la política de la Administración española y de las señales de precio enviadas al mercado.

En este último año, además, las centrales térmicas han sufrido diversas paradas técnicas con motivo de varias intervenciones para la adecuación medioambiental de sus procesos, sobre todo la instalación de desulfuradoras y desnitrificadoras, hechos que también han reducido el ritmo de consumo de carbón nacional.

Por eso, una de las teorías que se ha utilizado para eludir el verdadero problema de mercado y de competitividad de partida es el cambio de propiedad que se ha producido en las empresas eléctricas, en principio, sobre todo en Endesa y Unión Fenosa (ésta adquirida por Gas Natural y que además dispone de minas propias en Sudáfrica).

La teoría retroprogresiva es que los accionistas piden rentabilidad y ya no aceptan seguir adquiriendo carbón sine die, como antes, en un modelo de socialización de los problemas. Pero el hecho es que hay carbón natural acumulado para producir 22 TWh de energía eléctrica, lo cual es equivalente a multiplicar por tres la producción del año 2009. Tres años de producción aparcada y el carbón acumulado en las propias centrales desmienten esta interpretación que, como toda teoría conspiratoria, simplifica un problema muy complejo en una modelización de buenos y malos, tan propia de nuestros días. Ese es un tipo de marxismo mal entendido que conduce al de los hermanos Marx.

Otro de los argumentos es que el carbón puede ser una fuente de reserva estratégica energética. Esta teoría va en contra de que se queme a toda costa y apuntaría a que se reserve para cuando compense a nuestro país no pagar tanto por el precio de otros combustibles en el mercado.

En todo caso, no se trata de no abordar los problemas de la minería española, de responder a los intereses de trabajadores y del sector, o de la cobertura social vinculada a su reconversión pendiente o de no resolver el problema de las cuencas mineras. De hecho, la propuesta que había encima de la mesa era la aportación directa de 300 millones más al Plan del Carbón. Se trata de no hacer propuestas torcidas que dañan más que resuelven, mucho más costosas por la forma oblicua de pergeñarse y que propagan los problemas a todo el sector energético, al medio ambiente y la actividad económica.

En todo caso, lo más ocurrente es que todo empezó con esta reclamación de 300 millones de euros adicionales al Plan del Carbón y puede acabar como el rosario de la aurora por el hecho de trasladar los costes a todo el sistema productivo, vía la electricidad. Ayer ya se hablaba en los medios de 1.000 millones de euros.

Por ello, y como en la locomotora de los hermanos Marx. ¡Más carbón nacional!

Semana de altibajos en el mercado del petróleo, con final ascendente

El ambiente al final de semana fue más positivo que en las tres primeras sesiones, con la ayuda del optimismo norteamericano después de algunos resultados empresariales y de desempleo más favorables de lo esperado.

Es que el precio del crudo parece seguir cada vez más la estela de la bolsa de Wall Street, a medida que los movimientos allí alientan o merman las expectativas de una mejoría económica y por consiguiente de una mayor o menor demanda energética.

Los operadores se vieron alentados por el dato de las nuevas solicitudes de subsidio de desempleo en EEUU, que se situaron la semana pasada en 521.000, unas 33.000 menos que la semana anterior y la cifra más baja desde enero de este año.

La cifra resultó mejor de lo que habían esperado los analistas, lo que impulsó la confianza en la recuperación del mercado laboral del primer consumidor energético del mundo.

También contribuyó al encarecimiento del crudo la debilidad del dólar, impulsada por una información aparecida en la prensa británica que asegura que los países del Golfo Pérsico estudian la posibilidad de sustituir el «billete verde» como divisa para el negocio petrolero.

Esa circunstancia se debe a que un «billete verde» débil hace que se abaraten materias primas como el petróleo o el oro -que se comercian en la moneda estadounidense- para inversores que manejan divisas más fuertes, lo que acaba por estimular la demanda de crudo.

Las oscilaciones en el valor de crudo se producen incluso al margen de otros aspectos relacionados con fundamentos del mercado o con el volumen de reservas almacenadas en Estados Unidos.

Según los más recientes datos del Departamento de Energía de Estados Unidos, difundidos el miércoles, las reservas de crudo superan en un 10,9 por ciento a las que había el pasado año a comienzos de octubre.

Así, el barril de crudo de Texas (WTI), referente para Estados Unidos, cerró la semana a 71,77 dólares, un 4,9 por ciento más que el viernes anterior.

Mientras, el barril de crudo Brent, del Mar del Norte, referencia para el mercado europeo, subió hasta los 70,00 dólares, un 2,7 por ciento más que la semana anterior.

Finalmente, la cesta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), compuesta por doce tipos de crudos diferentes, se vendía el jueves de esta semana a 67,83 dólares por barril, prácticamente el mismo valor que al cierre de la semana pasada.

Las subidas de precio registradas al final de la semana coincidieron con la nueva revisión alcista de las previsiones de consumo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en París.

En su informe mensual, la AIE aumentó el viernes por quinto mes consecutivo sus expectativas de consumo para el 2009, esta vez en 200.000 barriles diarios, hasta un total de 84,6 millones de barriles diarios.

Pese a todo, el volumen de consumo de crudo este año será un 1,9 por ciento inferior al del año 2008.

Para el año que viene, los expertos de la agencia internacional prevén una subida del consumo en 350.000 barriles diarios, hasta 86,1 millones.

Estas previsiones fueron recibidas con moderado optimismo por los operadores del mercado petrolero, que esperan que se afiance la mejora de la economía mundial y se produzca el consiguiente aumento de la demanda energética, por lo que los contratos de crudo se mantienen por encima de la cota de los 70 dólares el barril.