Los precios del crudo rozan los 80 dólares por barril en una segunda semana al alza

Así, el barril del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) cerró la semana a 79,81 dólares, un 7,66% más que el viernes anterior (74,13 dólares), mientras que en el mismo período, el Brent avanzó hasta los 78,19 dólares, apreciándose un 7,73% respecto al cierre de la semana precedente.

La semana se inició con la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) cerrada debido al festivo «Día de los Presidentes», y por lo tanto el WTI, de referencia para América, la abrió el martes, y lo hizo al alza, en medio de un ambiente comprador, apreciándose un 3,88%, el mayor porcentaje de subida en cuatro meses.

No reflejó así las preocupaciones desatadas por los planes del Gobierno chino de enfriar el ritmo de su crecimiento económico y la posibilidad de que EEUU recorte sus importaciones de crudo.

Al otro lado del Atlántico, esas noticias deprimieron el lunes el barril de petróleo, al crudo Brent, referente en Europa, que en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres perdió un 0,53%.

Sin embargo, ya al día siguiente subía con fuerza, a la par del WTI, empujado por un debilitamiento del dólar, que abarata y favorece así las compras de contratos de materias primas, ya que cotizan en el billete verde.

Además, datos económicos como el crecimiento del sector manufacturero del área de Nueva York y las noticias de tensión en regiones petroleras, y el aumento de la preocupación por el polémico programa atómico de Irán, contribuyeron, asimismo, a dar alas al «oro negro».

Los precios se vieron también apoyados por declaraciones a la prensa del ministro argelino de Energía, Chakib Jelil, quien no descartó la posibilidad de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pacte un recorte de sus suministros.

Jelil aseguró que todas las opciones permanecen abiertas ante la conferencia ministerial que la OPEP celebrará el 17 de marzo en Viena.

Más datos esperanzadores para la coyuntura mundial, como una mejora del ritmo de la recuperación de la economía japonesa e incrementos en la producción industrial y los permisos para la construcción de viviendas en EEUU, fortalecieron la expectativa de una recuperación de la demanda energética.

Estos factores sostuvieron la tendencia alcista el miércoles y el jueves, si bien más amortiguada que el martes debido a un nuevo aumento del nivel de las reservas almacenadas de crudo en EEUU, reflejo de una oferta excesiva.

La crisis de la deuda griega, mientras tanto, continuó pesando en los mercados, abaratando el euro y encareciendo el dólar, lo que a su vez tiende a frenar el alza de los precios del petróleo.

Así las cosas, la sostenida tendencia alcista de esos días llevó al WTI a rozar los 80 dólares/barril, claramente por encima de los 75 dólares que Arabia Saudí estima como el precio justo en estos momentos, tanto para los productores como para los consumidores.

No obstante, el valor del barril usado como referencia por la OPEP -una mezcla de doce calidades de crudo por cada país miembro- es algo menor y alcanzó el jueves los 74,49 dólares.

En lo que va de febrero, su precio medio se situaba en los 72 dólares, un nivel que, si bien es un 5,3% menor al promedio de enero (76,01 dólares), supera en un 73,9% la media de febrero del año pasado (41,41 dólares).

Los expertos de los expertos de JBC Energy pronostican que en los próximos años habrá un aumento de suministros que limitará la tendencia a la subida de los precios y vaticina que el Brent superará los 100 dólares/barril en 2013.

Al mismo tiempo, «vemos poco potencial para una caída de los precios a menos de 45 dólares por barril en el promedio anual», señaló JBC en un análisis del mercado.

El crudo sube más del 4% debido al frío y la expectativa de elevar el consumo

No obstante, las cotizaciones del «oro negro» volvieron a la baja el viernes, tras conocerse un aumento mayor de lo esperado en las reservas de crudo almacenadas en Estados Unidos.

También influyó con fuerza la preocupante situación de la deuda griega, pues la expectativa de una ayuda de la Unión Europea para la economía helena sostuvo el alza del crudo entre el lunes y el jueves, pero la falta de precisión en la concreción del plan acentuó el viernes la presión bajista.

Así, el barril del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en marzo cerró la semana en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) a 74,13 dólares, con una caída del 1,52% respecto al jueves.

Sin embargo, frente a su valor de cierre del viernes precedente, el WTI se ha encarecido un 4,13%.

Más aún, en un 4,7%, subió en el mismo período el precio del crudo del Mar del Norte, el Brent, al quedar ayer a 72,90 dólares por barril en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres.

El clima es uno de los factores más determinantes de la evolución de los «petroprecios» y las bajas temperaturas y tormentas de nieve de este invierno boreal, especialmente en la costa atlántica de Estados Unidos, ha despertado expectativas de mayor consumo de combustible para calefacción, y por ende, también de crudo.

Esa perspectiva se vio reforzada por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), con sede en París, y de la Agencia de Información de Energía (EIA) estadounidense, pues ambas revisaron esta semana al alza sus cálculos sobre la demanda mundial de petróleo.

Basada en una mejora de la economía mundial pronosticada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la AIE, defensora de los intereses energéticos de las industrializadas naciones de la OCDE, vaticinó que el consumo petrolero del planeta aumentará en 2010 un 1,8%, hasta los 86,5 millones de barriles diarios (mbd).

También la EIA mejoró su pronóstico al situar el consumo mundial en 1,2 mbd en 2010, y vaticinó una tendencia alcista de los precios de barril hasta los 82 dólares en el primer semestre del año.

Contrasta, frente a estas visiones, el informe mensual de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) publicado el miércoles, más cauteloso y escéptico.

«La lentitud de la recuperación de la economía mundial en 2010 pone presión sobre la demanda petrolera», advirtió la OPEP que, tras dos años consecutivos de retroceso en el consumo mundial de crudo, sólo prevé una ligera recuperación en 2010, de 810.000 bd, hasta totalizar los 85,12 mbd.

Por otro lado, el caos provocado por los temporales de invierno llevó a las autoridades de Washington, ciudad que recibió su mayor caída de nieve en un siglo, a aplazar dos días, hasta el viernes, la difusión de los datos semanales sobre los inventarios de petróleo.

Finalmente, la inesperada noticia de que 2,4 millones de barriles de crudo se habían acumulado en las reservas almacenadas del mayor consumidor energético del planeta fue una ducha de agua fría para las recalentadas expectativas de mayor consumo, y determinó la vuelta de los precios a la senda bajista.

A ello se añadió la situación que atraviesa la economía griega, la más grave en la zona del euro desde la creación de la moneda única europea.

Los mercados mostraron decepción ante el hecho de que los socios de Atenas en la zona del euro, aunque se comprometieron el jueves a ayudar, no precisaran ningún instrumento financiero concreto para contribuir a resolver la seria crisis de la deuda pública griega.

El crudo encadena su cuarta semana de retrocesos

El crudo tipo Texas, referente en EEUU, acabó la semana en Nueva York a 71,19 dólares, una caída del 2,3 por ciento respecto al último viernes de enero, presionado a la baja por el fortalecimiento del dólar y unos decepcionantes datos del empleo en Estados Unidos.

El Brent, de referencia en Europa, perdió incluso la cota de los 70 dólares al cerrar en 69,59 dólares, con una pérdida semanal acumulada del 2,6%.

El petróleo de la OPEP, por el contrario, se apreció casi un 2% respecto a la semana pasada al cotizar el jueves a 72,73 dólares, aunque con una bajada de más del 3% respecto al día anterior.

La semana ha estado marcada por la volatilidad, con subidas al inicio y notables caídas en las dos últimas jornadas, especialmente el jueves, que tiñó de rojo el mercado con la mayor depreciación del crudo en un solo día desde julio.

El precio del petróleo ha tenido que encajar así una caída del 16% desde que tocara el 6 de enero, con 83,18 dólares, su mayor nivel desde octubre de 2008. El valor del crudo se encuentra ahora a niveles parecidos a los de mediados de diciembre pasado.

El fortalecimiento del dólar respecto al euro debido a las dudas en los mercados sobre varias economías de la zona del euro por su abultado déficit, como Grecia, Portugal y España, ha tenido también un impacto en el mercado del crudo.

«Las preocupaciones por el Viejo Continente son altas ante la posibilidad de que puedan emerger peores noticias de la Europa del Sur y del Este, después de que Bruselas tuviera que poner bajo su control el presupuesto de Grecia», indicaron los analistas de la consultora de energía JBC.

Cuando el dólar se aprecia suele bajar el barril de petróleo debido a que el «billete verde» es la moneda para las transacciones con materias primas.

El euro se ha devaluado frente al dólar un 10% desde el 2 de enero, cuando se pagaban 1,51 dólares por cada euro, mientras que ayer se cambiaba a 1,37.

Además, han vuelto a inclinar la balanza los malos datos de la economía de EEUU y el aumento de las reservas de crudo en el mayor consumidor mundial de energía.

La economía de EEUU perdió 20.000 empleos en enero, frente a una moderada alza que preveían algunos economistas, y se destruyeron otros 150.000 puestos de trabajo en diciembre, comparado a una pérdida de 85.000 empleos que el Departamento de Trabajo había calculado con anterioridad.

Una merma del empleo tiende a presionar a la baja a los precios del crudo, al suscitar expectativas de una menor demanda de combustibles.

El miércoles, las reservas de crudo almacenadas en EEUU subieron de nuevo, esta vez en 2,3 millones de barriles respecto a la pasada semana, aunque el volumen total, de 329 millones, es un 6,1% inferior al de hace un año.

A esta situación se debe agregar otro cambio para entender las bajadas. Las subidas de enero se debieron en parte a las expectativas de una mayor demanda en los países emergentes, especialmente de China. Pero Pekín decidió poner algo de freno a la liquidez con una política monetaria más restringida, lo que ha elevado el temor de que el consumo de energía se resienta.

Los beneficios económicos empujan a once pueblos a vencer el recelo nuclear

Se trata de Albalá (Cáceres), Ascó (Tarragona), Congosto de Valdavia (Palencia), Melgar de Arriba (Valladolid), Santervás de Campos (Valladolid), Santiuste de San Juan Bautista (Segovia), Torrubia de Soria (Soria), Villar de Cañas (Cuenca), Villar del Pozo (Ciudad Real), Yebra (Guadalajara) y Zarra (Valencia).

Algunos de estos ayuntamientos han debido superar la desconfianza, cuando no la oposición frontal, de sus comunidades autónomas y de las direcciones regionales de los partidos políticos.

A pesar de que casi la mitad de los candidatos pertenecen a Castilla y León, el Gobierno regional, del PP, ha mostrado comprensión con los ayuntamientos de la comunidad que aspiran a acoger el futuro cementerio nuclear.

El Ejecutivo de la Comunidad Valenciana, con un municipio candidato, ha eludido pronunciarse hasta disponer de los informes técnicos necesarios.

Por su parte, Ascó opta al almacén con el rechazo absoluto de CiU -al que pertenece su alcalde- y del Govern (PSC-ERC-ICV); mientras que Yebra, Villar de Cañas y Villar del Pozo (gobernados por el PP) lo hacen con la oposición de la dirección regional del partido y la negativa radical del gobierno autonómico (PSOE).

Tampoco el municipio de Albalá cuenta con el beneplácito de la Junta de Extremadura, que se muestra en contra de que el ATC se ubique en esta comunidad, donde ya existe la central de Almaraz, y cree que el almacenamiento de los residuos les corresponde a otros.

Tanto «almacén sí, pero no aquí» ha motivado que surja con fuerza en el debate un término perfectamente desconocido hasta ahora en este tipo de confrontaciones dialécticas: el «nimby», acrónimo en inglés de «no en mi patio trasero» («not in my backyard»).

A la moda anglosajona de definir con ese tipo de acrónimos situaciones o posiciones personales se ha sumado en este caso la latina de acudir al humor para radiografiarlas, y algunos han apelado al «Nemae» («No en mi año electoral»).

¿Revulsivo o condicionante económico?

El debate social, no el político -porque todos los grandes partidos coinciden en que la instalación es necesaria y segura- radica en la terminología con la que unos u otros se refieren a esta instalación industrial.

Porque no es lo mismo hablar de un almacén que estar inmerso en un gran parque tecnológico capaz de dinamizar la economía de toda una comarca que hacerlo de un «cementerio» en el que reposarán los residuos nucleares más peligrosos y que hipotecará durante décadas a esa comarca.

Ajenos al debate político, los organismos o empresas que tienen competencia en la materia han avalado la seguridad de una instalación de estas características, y sobre todo la oportunidad de contar con una única instalación donde almacenar todos los residuos radiactivos de alta actividad, frente a la actual dispersión en las propias centrales nucleares.

HABOG, espejo del ATC español

El Almacén Temporal Centralizado (ATC) tiene un hermano gemelo, que ha inspirado su diseño: es el holandés HABOG, en Borsselle, una localidad de unos 20.000 habitantes.

Los responsables de la instalación no dudan en referirse a ese almacén como «el lugar más seguro de Holanda».

HABOG, siglas que en holandés se corresponden a las españolas ATC, está en funcionamiento desde 2003 y tiene capacidad para almacenar residuos de media y alta actividad durante un periodo de cien años.

Ha sido diseñado a prueba de terremotos de grado 6, inundaciones, explosiones de gas licuado, huracanes o al choque de un avión F-16, por lo que el impacto radiológico «sería nulo» en caso de que ocurrieran cualquiera de esos fenómenos, según sus responsables.

Borssele alberga también la única central nuclear en funcionamiento de Holanda, además de una central térmica, otra de carbón, una fábrica de aluminio y una planta de fosfatos.

Antes de decidir este emplazamiento, se seleccionaron doce potenciales ubicaciones teniendo en cuenta criterios basados en la disponibilidad de infraestructuras adecuadas, industrialización de la zona y aceptación voluntaria por parte del municipio.

Dos de los doce municipios preseleccionados se mostraron interesados en acoger la instalación y se optó por Borssele por la proximidad a la central nuclear.

HABOG tiene capacidad para albergar entre 600 y 700 toneladas de residuos radiactivos y está dividido en tres secciones: la recepción, donde son recibidos los residuos que llegan en ferrocarril o en camión; el área de tratamiento y el almacén propiamente dicho, en el que permanecerán los residuos durante cien años.

A pesar de que este tipo de instalaciones son conocidas como «cementerios nucleares», los responsables del almacén holandés lo presentan como una «obra de arte», diseñada por el artista local William Verstraeten, que la denominó «Metamorphosis».

El color naranja de sus paredes exteriores se irá degradando con el tiempo conforme los residuos almacenados vayan perdiendo radiactividad hasta ser «totalmente blanco» dentro de cien años.

Según el alcalde de Borssele, el socialista Jaap Gelok, un ferviente anti-nuclear en los años setenta, el almacén nuclear «da un toque diferente a la ciudad».

7.000 toneladas de residuos

El ATC es una instalación industrial diseñada para guardar en un único lugar y con una gestión centralizada el combustible gastado y los residuos radiactivos de alta actividad que se producen en España, una solución que, según Enresa (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos), se ha adoptado en la mayoría de países desarrollados.

El futuro almacén español guardará 7.000 toneladas de combustible de las centrales nucleares españolas y unos 1.900 metros cúbicos de residuos procedentes del desmantelamiento, una gestión que se hará en cápsulas de acero y que, según los expertos, gana en seguridad.

Esta instalación industrial, que en opinión de Enresa «no es contaminante», pues «no produce gases, ni humos, ni procesos químicos», tendrá aproximadamente 283 metros de largo, 78 metros de ancho y 26 metros de alto, y constará de cinco áreas o edificios.

Los residuos radiactivos llegarán a la ATC en contenedores homologados para el transporte y, a su llegada, se introducirán en el área de recepción, se voltearán a posición vertical y se transferirán a otra zona para retirar la tapa y comprobar su contenido.

En la fase siguiente, se retirará una segunda tapa del contenedor para poder descargar después el combustible gastado.

A continuación comenzará, en una zona de almacenamiento en tránsito, el encapsulamiento del combustible en cápsulas de acero inoxidable que para finalizar serán transferidas a los tubos de almacenamiento donde permanecerán hasta que se quieran recuperar.

Y es que el ATC también prevé la recuperación de los residuos para su tratamiento una vez finalizado el período de almacenamiento.

Toda la gestión de los residuos está automatizada y en los tubos de almacenamiento las cápsulas podrán permanecer 60 años.

Las piscinas de las centrales nucleares «están casi saturadas», según Enresa, que recuerda que los residuos de alta actividad de la desmantelada central de Vandellós I (Tarragona) deben comenzar a retornar a España antes del 31 de diciembre de 2010.

Los materiales procedentes del reprocesado del combustible gastado de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), que se encuentran almacenados en el Reino Unido, también tienen que volver a España.

Las «piscinas» de Cofrentes (Valencia) y Ascó I tienen prevista su saturación en 2013, mientras que Ascó II en 2014, según datos de Enresa, que asegura que Almaraz I (Cáceres) verá saturada su «piscina» en 2020, Vandellós II en 2021 y Almaraz II en 2022.

Según Enresa, la centralización en un único lugar «es más seguro que la dispersión en varias ubicaciones, ya que se optimiza la aplicación de las tecnologías y sistemas de seguridad pasivos y activos».

El crudo vivió una semana estable en medio de datos económicos cruzados

Los inversores temen que la recuperación económica global no sea firme, algo que, junto a la notable subida del dólar estadounidense frente al euro, también afectó al mercado de divisas.

El mercado está muy atento a las recientes señales de que las autoridades en China parecen más dispuestas a tomar medidas tendentes a atenuar el fuerte avance de la economía, pues se trata del mayor consumidor mundial de crudo detrás de Estados Unidos.

Según datos difundidos esta semana por el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) las reservas de crudo almacenado bajaron en 3,9 millones de barriles, frente al incremento de cerca de dos millones que esperaban algunos analistas.

El total acumulado tras esa rebaja, de 326,7 millones de barriles, es un 5,1 por ciento inferior al que había hace un año, lo que indicaría un creciente consumo energético en la primer economía del planeta.

Pero el descenso en las reservas de crudo coincidió con una merma notable en el flujo de importaciones de petróleo de EEUU, que se situaron en una media de 7,9 millones de barriles diarios la pasada semana, 673.000 barriles menos que en la anterior.

Por otra parte, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos publicó las peticiones semanales de ayuda por desempleo que se redujeron en 8.000 la semana pasada hasta las 470.000, mientras que el consenso de analistas esperaba 450.000.

Este dato, peor de lo esperado, junto a la disminución en la reserva de crudo de la que informó el Departamento de Energía, hizo bajar el precio del crudo, tanto en Europa como en Estados Unidos, ante el creciente temor a un descenso de la demanda.

Además, algunos expertos pronostican que los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estudian la posibilidad de abrir más sus grifos petrolíferos, lo que tendría con toda seguridad un impacto bajista sobre los precios del crudo.

Un dato que impactó positivamente a los mercados fue, según los analistas de la consultora JBC Energy en Viena, la confirmación de un segundo mandato para Ben Bernanke al frente de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Así las cosas, el barril de Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente para Estados Unidos, se depreció un 3,2 por ciento durante la semana para cerrar el viernes a 72,89 dólares por barril.

Similar fue la evolución del Brent, extraído en el Mar del Norte y la marca de referencia para el mercado europeo.

Ese crudo bajó entre el lunes y el viernes un 3,1 por ciento, para cotizar al final de la semana a 71,46 dólares por barril.

Por su parte, el petróleo de la OPEP, calculado como una media de 12 tipos de crudo, se mantuvo esta semana más estable aún al moverse entre el lunes y el jueves (su último día de cotización conocida) entre los 71,97 y 71,40 dólares por barril.

La industria petrolera prevé que Iraq produzca 10 millones de barriles al día

En el Foro Económico Mundial, una cita anual en la estación de esquí alpina suiza en la que se puede ver la opinión de la elite política y económica, empresas como BP, Shell, Total y Saudi Aramco manifestaron sus expectativas en el futuro de Iraq como exportador de crudo y su disposición a invertir en el país.

El consejero delegado de la petrolera británica BP, Tony Hayward, consideró hoy en Davos que «Iraq podrá extraer 10 millones de barriles de petróleo al día dentro de diez años, no hay razón para pensar que Iraq no vaya a poder incrementar su producción de crudo hasta esta cifra, lo que es una importante contribución».

Además, Hayward calculó que la producción de petróleo necesaria en 2030 será de 100 millones de barriles diarios y que el precio del petróleo adecuado debe situarse entre 60 y 90 dólares por barril para poder hacer frente a las inversiones industriales necesarias y lograr un equilibrio entre oferta y demanda.

La producción de petróleo en la actualidad es de unos 85 millones de barriles diarios.

Por su parte, el consejero delegado de la petrolera holandesa Royal Dutch Shell, Peter Voser, hizo hincapié en que Iraq tiene las reservas petrolíferas, pero que «desde el punto de vista tecnológico el país está retrasado dos décadas».

Voser recordó que Iraq va a celebrar en breve elecciones parlamentarias democráticas (previstas para el próximo 7 de marzo), y que las compañías petroleras internacionales acaban de firmar, en algunos casos, o están negociando sus contratos, en otros.

Observó una estabilización en el país y, particularmente, en la zona de Basora, al sur de Iraq, donde se encuentran la mayor parte de las reservas de petróleo y cuya explotación generará importantes ingresos, crecimiento y progreso para el país en el futuro.

Actualmente, «la industria petrolera de Iraq no está trabajando a sus capacidades porque tiene una tecnología de los años setenta o principios de los ochenta», dijo Voser, quien también señaló que las guerras con EEUU han dañado seriamente las instalaciones petrolíferas y «han impedido un progreso a una velocidad plena».

Voser rehusó facilitar las cifras de inversión para Iraq que las petroleras internacionales barajan en un momento en el que han firmado o negocian los contratos de explotación.

Iraq es el cuarto país del mundo con mayores reservas de petróleo (un 8,89%), sólo por detrás de Irán (9,73%), Canadá (13,82%) y Arabia Saudí (20,26%), según cifras de la Agencia Internacional de la Energía.

El presidente de la petrolera Saudi Aramco, Khalid A. Al Falih, dijo en Davos que «en Arabia Saudí hemos sentido los últimos años mucha presión para responder al crecimiento de la demanda y cubrir el desequilibrio entre la oferta y la demanda, por lo que damos la bienvenida a la oportunidad de Iraq de producir más y de mejorar su economía y su población».

El consejero delegado de la francesa Total, Thierry Desmarest, concluyó en el Foro Económico Mundial que Iraq desempeñará una función clave en el mercado de petróleo mundial.

El Foro Económico Mundial reúne en su cuadragésima edición a 2.500 líderes políticos, económicos, empresariales, de la sociedad civil y de la cultura para debatir los retos y riesgos para la economía mundial.

La India mira al sol para cargarse de energía

El Gobierno indio ha dado luz verde a un plan para aumentar la capacidad de generación de energía solar a 20.000 megavatios en 2022 y que tiene, entre otros objetivos, el de abaratar el coste de la producción para aproximarla a la obtenida de fuentes no renovables.

En la actualidad, una unidad de electricidad generada a partir de un sistema termosolar cuesta 13,45 rupias (unos 0,29 dólares), mientras que las unidades producidas con sistemas fotovoltaicos ascienden a 18,44 rupias (0,39 dólares), según datos del Gobierno.

«La India es consciente de que la energía solar es cara y está deseosa de subvencionar el coste», dijo un portavoz de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria de la India (Assocham), Koteshwar Dobhal.

El plan del Gobierno, bautizado como Misión Solar, prevé además una serie de beneficios fiscales como la exención de aranceles en equipamientos y materiales, según la letra del programa, recogido por la Oficina Comercial de España en Nueva Delhi.

El proyecto, que se llevará a cabo en tres fases, prevé además el desarrollo de aplicaciones de funcionamiento aislado no dependiente de la red hasta alcanzar los 2.000 megavatios.

Para la primera fase del plan, que comienza este año y está previsto que finalice en 2013, el Gobierno ha aprobado una inversión de 43.370 millones de rupias (940 millones de dólares).

«Los sistemas de energía solar no son comercialmente viables en la actualidad debido a sus altos costes iniciales. Por lo que el Ministerio ha estado proporcionando varios incentivos fiscales y financieros para su promoción», aseguró el ministro de Energías Renovables, Farooq Abdullah, en una respuesta escrita al Parlamento indio en diciembre pasado.

Tras la aprobación del plan, Abdullah precisó que la Misión Solar responde al doble objetivo de garantizar la seguridad energética de la India y actuar contra el cambio climático y se mostró esperanzado en que con su aplicación surjan «nuevas ideas y tecnologías» para incrementar la eficiencia, uno de los principales caballos de batalla de la India en materia energética.

Según los datos que maneja la Confederación de Industrias de la India (CII), las pérdidas de energía durante el proceso de transmisión y distribución debido a la ineficiencia de las redes y al robo de electricidad se sitúan entre el 25 y el 30 por ciento.

La subdirectora de la división de Energía de la CII, Shruti Bhatia, explicó que el objetivo fijado por la Misión Solar es alcanzable, pero añadió que es necesario «un marco regulador adecuado».

La experta precisó que la energía de fuentes renovables pasará de «un nivel marginal a un papel mayor para satisfacer las necesidades energéticas de la India», pero descartó que las energías verdes puedan ser una alternativa a los recursos fósiles.

Mientras, el agregado comercial de la Oficina Económica y Comercial de España en Nueva Delhi, Alberto González, explicó que la Misión Solar presenta buenas oportunidades para la empresa española, que goza de una «buena imagen» en el sector de la energías renovables.

El crudo roza los 80 dólares y cierra el año con la mayor subida en una década

La tendencia al alza experimentada la semana anterior continuó en los últimos días de 2009, azuzada por nuevas expectativas de la mejora de la economía, un aumento de la demanda de petróleo y por la debilidad del dólar frente a otras divisas.

Al finalizar la sesión del jueves, último día de cotizaciones del año, en la Bolsa Mercantil de Nueva York el crudo Texas marcó un precio de 79,36 dólares por barril. Así, la marca de referencia en Estados Unidos y América acumuló una subida del 1,6 por ciento desde el fin de la pasada semana.

En Londres, el Brent europeo terminó la jornada del jueves a 77,93 dólares, una ganancia del 2,5 por ciento respecto al cierre del pasado viernes.

Con esas subidas finales, los precios del crudo cerraron un año de alzas como no se veían desde 1999. La ganancia anual del Texas llegó hasta el 78 por ciento, mientras que la del Brent rondó el 75 por ciento.

A espera de conocer los datos de los dos últimos días laborables del año, el barril de referencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) alcanzó en diciembre un precio medio de 73,72 dólares por barril, casi un 90 por ciento más que los 38,6 dólares a los que se pagaba en el mismo mes de 2008.

Tras los picos máximos de casi 150 dólares por barril registrados en julio de 2008, la crisis económica y financiera y su efecto negativo en el consumo de crudo empujaron los precios del crudo a la baja.

Tanto el Brent como el Texas empezaron 2009 con cotizaciones en torno a los 45 dólares por barril (41 dólares en el caso de la OPEP), que bajaron hasta casi los 30 en enero.

Desde entonces, la esperanza de la recuperación económica, y del consumo de crudo, se alternó con las dudas de que la salida de la crisis fuera más dura o lenta de lo esperado.

Así las cosas, la recta final del año estuvo marcada por noticias generalmente positivas para los mercados petroleros.

La semana empezó con la previsión de fuertes nevadas y de una ola de frío en algunas regiones de Estados Unidos, lo que alentó la posibilidad de que aumentará el consumo de gasóleo y combustibles para calefacción.

Además, los datos sobre el aumento de los ingresos y los gastos de los consumidores de EEUU y la perspectiva de una buena campaña navideña, echaron leña a la expectativa de que la economía del mayor consumidor de crudo del planeta se esté caldeando.

Esa percepción fue cimentada con la publicación de los datos de reservas de crudo en Estados Unidos, que según el Departamento de Energía (DOE) descendieron en 1,5 millones de barriles la pasada semana, comparado con un retroceso de algo más de dos millones de barriles que esperaban algunos analistas.

Con ese descenso el total almacenado, 326 millones de barriles, es tan sólo un 0,3% superior al volumen del pasado año.

También influyó en el alza de los precios del petróleo la volátil situación en Irán, donde miles de partidarios del Gobierno se manifestaron en contraposición a las protestas protagonizadas el pasado domingo por los opositores políticos.

La tensión en ese país productor de petróleo hace temer a los inversores una posible interrupción del suministro.

Para 2010, la OPEP ha previsto que el consumo de crudo se mueva al alza, tras dos años consecutivos de descensos, y alcance los 85,13 millones de barriles por día.

Respecto a los precios, el grupo petrolero con sede en Viena ha insistido en considerar aceptable una horquilla de entre 75 y 85 dólares por barril.

La caída del consumo por la crisis reabre la lucha entre las fuentes energéticas

En este contexto, el Gobierno planea para España un futuro renovable y con menor peso nuclear, al tiempo que busca alcanzar con el PP un pacto de Estado en el ámbito de la energía para dar estabilidad al sector y a las millonarias inversiones que realiza.

El año ha estado marcado también por la liberalización de la comercialización de electricidad y por la publicación del decreto que pone fin en 2013 a la generación del déficit de tarifa, una deuda con las compañías eléctricas que se genera porque los ingresos recabados vía recibo de la luz no cubren todos los gastos que soporta el sistema y que ya roza los 20.000 millones de euros.

Debido a la crisis financiera, las eléctricas tenían dificultades para titulizar esta deuda, por lo que el Ejecutivo ha decidido dar el aval del Estado a estas emisiones por valor de hasta 10.000 millones de euros, que serán gestionados en un fondo que se pondrá en marcha a inicios de 2010.

En lo que respecta a la demanda, 2009 cerrará con un descenso del consumo eléctrico superior al 4 por ciento, mientras que el uso del gas natural bajará más de un 10 por ciento y el de productos petrolíferos retrocederá cerca del 6 por ciento, con recortes de más del 5 por ciento en el consumo de gasolinas y gasóleos.

Y todo debido a la caída de la actividad económica consecuencia de la crisis que ha llevado a un menor uso del transporte por carretera, así como a un menor consumo eléctrico que, a su vez, ha lastrado el uso de gas natural para la generación eléctrica.

Ante este panorama, los presidentes y consejeros delegados de las compañías basadas en fuentes tradicionales, como la nuclear, la hidráulica, el gas natural o el petróleo, han cargado con fuerza contra las subvenciones públicas que reciben las energías renovables, que en 2020 deberán aportar el 20 por ciento del consumo de energía primaria por mandato de la Unión Europea.

El Ejecutivo apuesta por alcanzar este objetivo y para ello no duda en mantener su apoyo a las renovables, que este año se llevarán en primas unos 3.500 millones de euros y que sitúan a España en la vanguardia tecnológica en energía eólica o solar.

Frente a este futuro «verde», contrasta el decreto que prepara el Gobierno para apoyar el uso del carbón nacional por parte de las eléctricas, que debido a la crisis han dejado de quemarlo por ser más caro y de menor calidad que el importado. Esta normativa también ha puesto en pie de guerra al sector, que opina que distorsionará el mercado y la formación de precios.

Mientras, las petroleras y centrales térmicas reclaman más incentivos a la investigación para desarrollar tecnologías, como la captura y el almacenamiento de CO2, que les permitan contribuir a la lucha del cambio climático.

En cuanto a la nuclear, el Ejecutivo, que decidió el cierre en 2013 de la central de Garoña, ha dejado entrever su intención de ir prescindiendo de las plantas atómicas una vez culminada su «vida útil», que ha limitado a 40 años.

Por lo que respecta a los consumidores, 2009 ha estado marcado por la entrada en vigor en julio de la tarifa de último recurso (TUR), la única que ahora fija el Gobierno y que está reservada a los usuarios con una potencia contratada inferior o igual a los 10 kilovatios, que pueden elegir entre acogerse a ella o negociar su suministro en el mercado. La eliminación de las tarifas integrales ha supuesto la liberalización de la comercialización de electricidad.

Para compensar la subida de la TUR que conllevará la resolución del problema del déficit de tarifa, el Gobierno ha diseñado el «bono social», al que tienen acceso los usuarios más vulnerables -parados, pensionistas mínimos y familias numerosas- y que supondrá la congelación hasta 2012 del recibo de la luz a precios de enero de 2009.

En términos de precios, la electricidad subió el 3,4 por ciento en enero y el 2 por ciento en julio para los usuarios domésticos, en tanto que la bombona de butano ha bajado este año el 23 por ciento.

Las tarifas del gas bajaron de media el 3,6 por ciento en enero, el 10,8 por ciento en abril, el 4,2 por ciento en julio y el 1,24 por ciento en septiembre.

En las estaciones de servicio, la gasolina de 95 octanos se ha encarecido casi un 30 por ciento, mientras que el litro de gasóleo auto ha subido el 15 por ciento, después de que el Ejecutivo aplicara una subida del impuesto de hidrocarburos del 10,4% para el diesel y del 7,2% para la gasolina.

El petróleo se encarece en la semana navideña

Así, la mayor subida la registró el barril del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), el de referencia para EEUU y América, que terminó la semana (el jueves) a 78,05 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex).

Con ello, encadenó tres jornadas consecutivas al alza, acumulando un encarecimiento del 6,4% respecto al valor del cierre de la semana anterior (73,36 dólares).

También se ha apreciado el crudo del Mar del Norte, el Brent, la referencia para Europa, en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, al quedar en 76,31 dólares por barril, cuando la semana anterior había cerrado a 73,75 dólares/barril.

Los mercados se vieron sorprendidos por la noticia de que las reservas almacenadas de crudo en Estados Unidos habían disminuido en 4,9 millones de barriles, más del doble de lo que habían vaticinado los analistas, y las de gasolina en 900.000 barriles, cuando se esperaba un aumento en torno al millón de barriles.

El descenso en los inventarios de crudo fue la tercera caída semanal consecutiva y llevó las reservas del mayor consumidor de petróleo del mundo hasta el nivel más bajo desde enero.

Esta tendencia es interpretada como señal de un fortalecimiento del consumo, sosteniendo una perspectiva optimista de recuperación de la economía y de la demanda energética, lo que anima las compras de «oro negro» en contratos para entrega futura.

La publicación de los citados datos sobre los inventarios se produjo el miércoles, un día después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidiera en Luanda mantener sin cambios su cuota oficial de producción de crudo, de 24,84 millones de barriles diarios (mbd), al menos hasta marzo.

Dicha cuota, que abarca el bombeo de once de los países miembros -todos menos Irak-, cumplirá así un año sin modificaciones, pues entró en vigor el 1 de enero de 2009, después de que el grupo acordara retirar del mercado 4,2 mbd con el fin de apuntalar los desplomados precios del petróleo.

Hace un año, el valor del barril había caído a menos de 35 dólares, desde los récords de casi 150 dólares batidos en julio de 2008, y si bien aún distan de esos niveles máximos, el nivel actual satisface a los productores, y el secretario general de la OPEP, el libio Abdalá Salem El-Badri, lo calificó de «confortable».

«Pienso que de 75 a 85 dólares (por barril) es un nivel confortable», dijo El-Badri en rueda de prensa tras concluir la 155 conferencia ministerial de la organización en la capital angoleña.

El secretario general anunció que la recuperación de los «petroprecios» permitirá a los productores reactivar proyectos de mejora de la extracción que quedaron suspendidos al hundirse el valor del «oro negro» a finales de 2008.

«Debido a los bajos precios (del crudo) nuestros países miembros retrasaron algunos de los proyectos, unos 35. Sin embargo, ahora, una vez que los precios se encuentran en un nivel confortable, unos 9 ó 10 van a reactivarse», explicó.

Con la reunión extraordinaria en Luanda, el grupo de doce países que controla cerca del 40 por ciento de la producción mundial de crudo ha cerrado uno de los peores años en cuanto al consumo de «oro negro», en el que, por primera vez desde 1982, la demanda mundial de crudo declinó por segundo año consecutivo.

La organización petrolera, que en 2010 celebrará bajo la presidencia rotatoria de Ecuador medio siglo de existencia, volverá a reunirse el próximo 17 de marzo en Viena.