«No se han identificado cuestiones de implementación por el equipo de revisores expertos (ERT) durante la revisión», señala el documento.
El equipo revisor ha concluido que el inventario remitido por España «está completo» y «es correcto» en relación con las categorías de gases de efecto invernadero, años y límites geográficos y contiene todos los datos relativos al periodo 1990-2012.
El informe concluye que ahora estos datos deben ser inscritos en la base de datos de Naciones Unidas como definitivos sin que tengan que aplicarse «ajustes».
Sin embargo, el equipo de revisores ha emitido una serie de recomendaciones a España entre las que destaca que se debe incluir información sobre las emisiones marítimas internacionales.
Además, recomienda comunicar las emisiones de la aviación militar en la categoría concreta de combustión de hidrocarburos, separándola de los datos de la aviación civil. En este sentido, insta a incluir la información de cómo se distinguen las emisiones de gases de efecto invernadero de la aviación militar de la civil y explicar cualquier recálculo o reasignación.
En materia de transporte por carretera, la ONU aconseja que se debe dar más transparencia a las explicaciones de las asignaciones del consumo de combustible para la maquinaria todoterreno en sus distintas subcategorías.
Al mismo tiempo, respecto a las fugas de emisiones de los hidrocarburos sólidos, recomienda completar el estudio para determinar la extensión del metano (CH4) en la minería del carbón y establecer los posibles impactos de estas actividades en la emisión estimada por fugas de emisiones, y revisar las estimaciones de este gas de efecto invernadero de los combustibles fósiles para mejorar su exactitud.
En el ámbito de procesos industriales, la ONU recomienda mejorar la transparencia, proporcionando más información al registro nacional de emisiones sin violar la confidencialidad en este ámbito. En concreto, sobre las emisiones de CO2 de la producción del cemento, recomienda proporcionar un conocimiento cualitativo del factor de emisión implícito e incluir la información del polvo de los hornos de cemento en el registro nacional de emisiones (inventario).
También recomienda incluir nueva información de la producción de hierro y acero, y aclarar en una descripción metodológica al inventario las emisiones de HFC-23 de cada una de las plantas de producción de cemento.
El informe final de la ONU aconseja también una mayor transparencia al sector de la agricultura que cree que debe desarrollar detalles sobre las metodologías específicas de cada país.
Así, recomienda incorporar al inventario nacional «explicaciones detalladas» de sus datos de actividad; proporcionar información en detalle respecto al sistema de líquidos del Sistema de Gestión de Residuos de Animales y purines de los caballos en España para obtener una mayor transparencia y, lo mismo para mulas y burros.
Sobre la quema de pastos y residuos de la agricultura, que generan emisiones de metano (CH4) y óxido de nitrógeno (N2O), también recomienda separar en un capítulo propio en el inventario nacional de emisiones los datos de estos dos gases e incluir también las referencias sobre la legislación en materia de la quema de residuos agrícolas igual que las emisiones de metano del cultivo de arroz.
Por otro lado, también se refiere al uso de la tierra, a sus cambios y a los bosques, un área sobre la que aconseja explorar vías de «reconciliación» con las fuentes de datos y mejorar la consistencia de las series históricas sobre las emisiones estimadas.
En este sentido, insta a informar de los cambios en el stock de carbono, a seguir realizando esfuerzos para mejorar los métodos de estimación de emisiones en el ámbito forestal. También recomienda incorporar al inventario las explicaciones de las fuentes de información utilizadas para estimar las áreas de bosque convertidas en tierra, particularmente para aquellas resultantes de una repoblaciones y reforestaciones acometidas antes de 1990.
En el ámbito de residuos, las recomendaciones van en la misma línea de mejorar las estimaciones de emisiones, con parámetros más específicos por cada país, así como incluir en el inventario nacional los datos de la gestión del reciclaje y el compostaje, incluidos los métodos y parámetros utilizados en la colección de datos, para estimar la cantidad de residuos totales en los procesos de compostación.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, ha destacado que cuando llegaron al Gobierno, el «gran reto» era cumplir Kioto.
«Y lo hemos logrado. En estos tres años hemos hecho un trabajo en cambio climático en España jamás abordado antes, poniendo en marcha medidas de reducción de emisiones efectivas en nuestro país: los Planes de Impulso al Medio Ambiente (PIMA) para la renovación de vehículos comerciales y maquinaria agrícola, la mejora en eficiencia energética de los hoteles y en la gestión de los residuos, así como la puesta en marcha del Registro de Huella de Carbono y los Proyectos Clima«, ha destacado.
Asimismo, ha resaltado que el Ejecutivo ha diseñado en estos tres años una política de cambio climático «efectiva», que redujera misiones y al mismo tiempo incentivara la economía, y sin basarlo todo en la compra de derechos de emisiones en el exterior. «Con este informe que acabamos de recibir, finaliza el proceso de revisión de Naciones Unidas sin que haya cambios a los datos de emisiones presentados por España. Por eso, ahora sí, estamos seguros que cumplimos Kioto 1 y creo que es un hecho que, como país, debe hacernos sentir orgullosos».
