La Unión Europea pacta defender una reducción global de CO2 del 50% en la Cumbre del Clima de París

Europa Press.- Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea pactaron defender una reducción global de emisiones contaminantes en un 50% para 2050 en la Cumbre del Clima que tendrá lugar en París en diciembre, y en la que se espera alcanzar un pacto que se pueda poner en práctica a partir del año 2020 y que sustituya al Protocolo de Kyoto. Por su parte, los ecologistas demandan «un futuro 100% renovable».

Los responsables de las carteras de Medio Ambiente se han reunido con el objetivo de establecer el mandato negociador para la Comisión Europea y la presidencia del Consejo en la Conferencia de las Partes (COP21) organizada por Naciones Unidas, en la que se espera un acuerdo «ambicioso» y «vinculante», según indicó la ministra española de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, que debe «sentar las bases» para poner en marcha un «instrumento permanente de lucha contra el cambio climático» y lograr que la temperatura «nunca suba de los dos grados» en el largo plazo. Además, consideró necesario revisar los compromisos y que existan «mecanismos de medición».

De esta forma, la Unión Europea defenderá la necesidad de reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero para 2050 en un 50% con respecto a los niveles de 1990, con el objetivo a largo plazo de conseguir que el incremento de la temperatura global no supere los 2 grados. Según explicó el comisario de Energía y Acción por el Clima, el español Miguel Arias Cañete, este porcentaje equivale a una reducción de las emisiones del 60% con respecto a 2010, que estaría en línea con las cifras aportadas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, según siglas en inglés), que propone una rebaja de entre el 40% y el 70% en base a 2010.

Por su parte, la Unión Europea mantiene su compromiso de reducir «al menos» un 40% dichas emisiones hasta 2030, dentro de un objetivo más amplio que persigue conseguir una rebaja de entre el 80% y el 95% para 2050. Además, desde Bruselas pedirán en París el establecimiento de un mecanismo de revisión y verificación, con reuniones cada cinco años para «considerar y fortalecer» los compromisos cerrados, en palabras del comisario.

Se aportarán mecanismos económicos próximamente

Con respecto a la inclusión de la financiación en el acuerdo de París, un aspecto clave para la Unión Europea, Arias Cañete auguró que la financiación pública «no será suficiente» y resaltó que será importante encontrar fuentes de financiación privada. En este sentido, el comisario indicó que su departamento trabaja de forma conjunta con el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici,y que se conocerán más detalles tras el consejo de ministros de Economía del próximo mes de noviembre.

Arias Cañete destacó que se pactó una posición «muy sólida» para la Cumbre del Clima de París. «La visión que presentamos es ambiciosa, realista y clara sobre lo que queremos de París», subrayó. Así, recordó que un total de 62 países presentaron ya sus compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, «cuatro veces más» que los adquiridos en el Protocolo de Kyoto.

Por su parte, la ministra de Medio Ambiente de Luxemburgo, que ostenta este semestre la presidencia del Consejo Europeo, Carole Dieschbourg, resaltó que se trata de un acuerdo «fuerte y responsable», y añadió que la Unión Europea «liderará» las negociaciones para alcanzar «un acuerdo global aceptable para todos». Asimismo, insistió en que es una «responsabilidad» para Europa llegar a un buen acuerdo en París y remarcó la importancia de la lucha contra el cambio climático.

Piden «Un futuro 100% renovable»

Mientras, distintas organizaciones ecologistas protestaron frente al edificio del Consejo Europeo, coincidiendo con la reunión de ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea, para pedir a los políticos europeos que se pongan «del lado de los ciudadanos» y construyan «un futuro 100% renovable«.Así, decenas de personas asistieron a la convocatoria de Change Partnership, Climate Action Network Europe, Friends of the Earth Europe, Greenpeace, Nature Code, Oxfam, Transport&Environment y WWF.En este sentido, las organizaciones afirman que la Unión Europea tiene «el potencial y la responsabilidad» de hacer más para acelerar la «transición energética», y solicitaron «incrementar los esfuerzos» para combatir el cambio climático.

De esta forma, el director de Climate Action Network Europe, Wendel Trio, instó a los líderes europeos a articular objetivos climáticos «que reflejen la necesidad de un cambio hacia un sistema plenamente renovable«.»Los líderes europeos tienen que dejar claro lo que van a llevar a la mesa de negociaciones en París para reducir las emisiones antes y después de 2020, así como el apoyo financiero para la acción climática en los países en vías de desarrollo», ha añadido Trio.

Greenpeace pide a la Unión Europea que aumente su objetivo de reducir un 40% las emisiones de CO2 para 2030

Europa Press.- Greenpeace reclamó a la Unión Europea que vaya «más allá» del compromiso asumido de reducción del 40% de emisiones y del 27% de uso de energías renovables para el año 2030. Además, exigió un objetivo de eficiencia energética del 40% para 2030, pues el actual es un mínimo del 27%, y un objetivo de energía renovable del 45% para 2030.

La petición surge con motivo de la reunión del Consejo de Medio Ambiente de la Unión Europea, formado por los diferentes ministros de Medio Ambiente comunitarios, para debatir la posición de Europa en la Cumbre de París. Greenpeace sostiene que la reducción de las emisiones nacionales de cada país de la Unión Europea debe ser de, al menos, el 55% respecto a los niveles de 1990; y que ésta debe ser respaldada por un aumento de la eficiencia energética y de los objetivos de energía renovable en la Unión Europea.

De este modo, Greenpeace manifiesta que la ministra Isabel García Tejerina debe apoyar que se establezca en el tratado de París un objetivo de descarbonización a largo plazo, ya que defiende que sin este objetivo «no se logrará el objetivo global de limitar el calentamiento por debajo de los 2ºC». En este sentido, apunta que se debe establecer la eliminación de las emisiones derivadas de los combustibles fósiles para 2050, así como la transformación hacia un suministro energético 100% basado en energías renovables y el aumento de la eficiencia energética.

Además, la organización considera que la ministra debe apoyar una «actuación pre-2020» y un período de compromiso de cinco años (2020-2025) para reducir las emisiones, que permita realizar ajustes alineados con las nuevas «evidencias científicas» y los avances técnicos, y dé «suficiente seguridad de planificación» a las empresas. «La ministra Tejerina debería desempeñar un papel protagonista y activo en el curso de las negociaciones climáticas para asegurar que la Unión Europea participa con objetivos mucho más ambiciosos y con propuestas que supongan avances concretos», apunta el Tatiana Nuño desde Greenpeace.

La socialista Teresa Ribera advierte de que sólo fijar cifras de reducción de CO2 por países no es «suficientemente creíble»

Europa Press.- Teresa Ribera, encargada de Medio Ambiente en el equipo delsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez, advirtió de que costará realizar una descarbonización sin tener en cuenta a los países vecinos y que «ya no basta» con establecer una cifra de reducción de emisiones de CO2 porque no es «suficientemente creíble», desde su experiencia como exsecretaria de Estado de Cambio Climático y exdirectora de la Oficina Española de Cambio Climático.

Por ello, la asesora socialista subrayó que es «crecientemente importante» explicar cómo se va a desarrollar ese proceso para ganar credibilidad en el contexto de las relaciones entre países, y para valorar decisiones de inversión para cualquier actor privado. Ribera se refiere así a la Cumbre del Clima de París (COP 21), que se celebrará el próximo diciembre y para la que todavía no existe un texto de negociación. Esto es «lo más delicado en estos momentos», según señaló. La ahora directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI) presentó el proyecto Deep Decarbonization Pathways, que recoge hojas de ruta para la descarbonización de 16 países.

Desde sus cargos en la administración, Ribera encabezó durante las legislaturas de Zapatero la delegación negociadora española en el ámbito internacional y asistió a todas las COP. Entre ellas, la Cumbre del Clima de Copenhague, que contó con la presencia de más de 100 jefes de Estado y de Gobierno y preveía cerrar el acuerdo que se persigue de nuevo este año en París pero que entonces, sin embargo, fracasó.

Ribera reflexionó sobre las negociaciones de París. En este sentido, cree que hay voluntad política para lograr acuerdos. «París puede ofrecer un tratado internacional en el que se incluyan reglas que garanticen el proceso de trabajo conjunto para los próximos años; y una señal del mínimo de ambición compartido en estos momentos a partir de la suma de todas las contribuciones de los diferentes países, aunque se sabe que ese mínimo está por debajo de lo que se necesita«, indicó.

Asimismo, destacó que los países tenderán a «ser prudentes» y que «llama la atención» ver cómo países en desarrollo, cuando entienden que la reivindicación de los 2ºC para ellos significa un escenario de descarbonización «muy importante», reaccionan con «sorpresa e incapacidad» mientras se preguntan por qué tienen que ir a un escenario de un nivel de emisiones per cápita «reducido». También, aseveró que la próxima reunión de Lima, que se celebrará a principios de octubre, es «clave» porque se presentará un documento que analizará el funcionamiento del sector financiero y que tendrá «un gran impacto».

Además, indicó que de París cabe esperar el cumplimiento de la promesa de Copenhague de garantizar la movilización de recursos por importe de 100.000 millones de dólares al año a partir de 2020, con una senda «creíble y compatible», y con una parte dedicada a aspectos de solidaridad. No obstante, subrayó que se debe asegurar de «forma creciente» la coherencia en cualquier decisión de inversión, que los grandes reaseguradores, fondos de inversión, reguladores financieros y bancos de desarrollo, a la hora de evaluar proyectos y exigir transparencia respecto a los riesgos valorados para cualquier préstamo, tomen en consideración «estas verdades».

Respecto al proyecto sobre el proceso de descarbonización en 16 países (Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, Corea, México, Rusia, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos), señaló que estos países, los grandes emisores, coinciden en las recomendaciones de impulsar las políticas de eficiencia energética, establecer una electricidad sin CO2, cambiar los usos eléctricos y que hay que comenzar estos cambios cuanto antes. Estas conclusiones son resultado del estudio de los escenarios de cada país en el proceso de descarbonización para llegar a 1,7 toneladas per cápita de emisiones para 2050, teniendo en cuenta la evolución demográfica, económica y los objetivos socioeconómicos.

Greenpeace señala que la disminución de hielo del Ártico aumenta la posibilidad de perforación en busca de petróleo

Europa Press.- Greenpeace indicó que la disminución del hielo del Ártico a su cuarto récord de mínima extensión aumenta la posibilidad de perforación en busca de petróleo. La alerta de la ONG surge tras el anuncio del Centro Nacional Norteamericano de Datos de Nieve y Hielo, que monitoriza el estado de la capa de hielo del Ártico, de que el 11 de septiembre se alcanzaba la mínima extensión de hielo del Ártico del año.

Ante ello, Greenpeace señala que al desaparecer la capa de hielo se abren posibilidades de exploración y perforación para la industria del petróleo, y subraya que la extracción de petróleo en el Ártico es incompatible con limitar el aumento de la temperatura global por encima de dos grados centígrados, tal y como concluye un estudio publicado en la revista Nature.

«2015 está siendo el año más caluroso jamás registrado y el Ártico está desapareciendo ante nuestros ojos. Esto debería ser una advertencia a las petroleras que buscan destruir la zona. De hecho Shell está ahora mismo perforando en busca de hidrocarburos en Alaska y la empresa noruega TGS Nopec está realizando sondeos sísmicos en Groenlandia para buscar reservas de petróleo para la industria» indicó la responsable de la campaña de Ártico de Greenpeace, Elvira Jiménez.

«No necesitamos más imágenes de satélite que muestran cómo la capa de hielo se está reduciendo para darnos cuenta de que es urgente que se tomen medidas para proteger el Ártico. Es hora de que los gobiernos y la industria responda y una buena señal sería detener la actividad actual de Shell en Alaska. La solución al deshielo del Ártico no está en un pozo de petróleo del fondo marino de Alaska», manifiesta la activista.

Susana Magro, directora de Cambio Climático, deja el cargo a menos de 3 meses de la Cumbre de París

Europa Press.- La hasta ahora directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Susana Magro, ha dejado el cargo a petición propia, por motivos personales, para irse a trabajar a la Comunidad de Madrid, según la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.

Como directora de esta oficina durante casi cuatro años, Magro encabezaba la delegación negociadora en materia de cambio climático y que a finales de noviembre tendrá que afrontar, aunque dentro del bloque uniforme de la Unión Europea, la reunión clave en Paris. El objetivo de este encuentro es alcanzar un acuerdo mundial jurídicamente vinculante que sustituya al Protocolo de Kioto para evitar que la temperatura media del planeta aumente más de dos grados centígrados a finales de siglo. El Consejo de Ministros aprobó el cese de Magro el pasado viernes.

La quema de los combustibles fósiles existentes podría fundir la Antártida y aumentar 60 metros el nivel del mar

Europa Press.- Un nuevo trabajo de un equipo internacional de científicos demuestra que los recursos restantes de combustibles fósiles del planeta serían suficientes para fundir casi toda la Antártida si se quemaran, lo que provocaría un incremento de entre 50 y 60 metros del nivel del mar. Como muchas ciudades importantes están a nivel del mar, esto podría sumergir muchas áreas altamente pobladas en las que viven más de 1.000 millones de personas bajo el agua, como Nueva York y Washington (Estados Unidos).

«Nuestros resultados muestran que si no queremos fundir la Antártida, no podemos seguir cogiendo el combustible fósil carbono de la tierra y seguir vertiéndolo a la atmósfera en forma de CO2, como lo hemos estado haciendo», señala Ken Caldeira, de la Institución Carnegie, en Washington, en un trabajo que se detalla en un artículo publicado en Science Advances. «La mayoría de los estudios previos de la Antártida se han centrado en la pérdida de la capa de hielo de la Antártida Occidental. Nuestra investigación demuestra que la quema de carbón, petróleo y gas también supone el riesgo de una pérdida mucho más grande de la capa de hielo de la Antártida Oriental», agrega este investigador.

Caldeira inició este proyecto con la autor principal Ricarda Winkelmann mientras trabajaba en la Institución Carnegie para la Ciencia. Winkelmann y el coautor Anders Levermann trabajan como científicos en el Instituto Postdam para la Investigación del Impacto Climático. Aunque la Antártida ya perdió hielo, un complejo conjunto de factores determinará su futuro, incluyendo el calentamiento atmosférico causado por gases de efecto invernadero, el calentamiento oceánico adicional promovido por el calentamiento de la atmósfera, y los posibles efectos contrapuestos de nevadas adicionales. «Es mucho más fácil predecir que un cubo de hielo en una habitación caliente se va a derretir con el tiempo que decir con precisión la rapidez con la que se desvanecerá», señala Winkelmann.

El equipo utilizó un modelado para estudiar la evolución de la capa de hielo durante los próximos 10.000 años, porque el carbono persiste en la atmósfera miles de años después de liberarse. Estos expertos encontraron que la capa de hielo de la Antártida Occidental se vuelve inestable si las emisiones de carbono continúan en los niveles actuales durante entre 60 a 80 años, lo que representa sólo del 6 al 8% de los 10.000 millones de toneladas de carbono que podrían ser liberadas si utilizamos todos los combustibles fósiles accesibles.

«La capa de hielo de la Antártida Occidental podría ya haberse inclinado hacia un estado de pérdida de hielo imparable, bien como resultado de la actividad humana o no. Pero si queremos transmitir ciudades como Tokio, Hong Kong, Shangai, Calcuta, Hamburgo y Nueva York como herencia en el futuro, tenemos que evitar una inflexión en la Antártida Oriental», advierte Levermann. El equipo detectó que si el calentamiento global no supera la meta de 2 grados centígrados citada en las políticas sobre el clima, el derretimiento de la Antártida podría hacer que los niveles del mar se eleven a sólo unos metros y permanezcan manejables. Pero un mayor calentamiento podría perder las capas de hielo irreversiblemente.

Este análisis no predice en gran medida el aumento de las tasas de pérdida de hielo durante este siglo, pero halló que la tasa media de aumento del nivel del mar en los próximos 1.000 años podría ser de unos 3 centímetros por año, lo que llevaría a unos 30 metros de aumento del nivel del mar a finales de este milenio. Durante varios miles de años, el incremento total del nivel del mar por todas las fuentes podría alcanzar hasta 60 metros. «Si no dejamos de verter nuestros residuos de CO2 al cielo, la tierra que es ahora el hogar de más de 1.000 millones de personas seguramente esté bajo el agua», advierte Caldeira.

Tejerina asegura que España va por el buen camino para cumplir el Protocolo de Kioto en 2020

Servimedia.- La ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, indicó que España está en la senda adecuada para cumplir el Protocolo de Kioto en 2020, que regula la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Así lo hizo en el Senado al responder a Joan Saura (Entesa de Catalunya), que le preguntó por la estrategia con la que el Gobierno acudirá a la cumbre sobre el clima que tendrá lugar en París (Francia) en diciembre.

Tejerina indicó que 196 países están llamados a alcanzar «un compromiso conjunto» en la cumbre de París y que España acudirá con «la contribución más ambiciosa asumida hasta ahora,que es la que presenta la Unión Europea: reducir nuestra emisiones en al menos un 40% en 2030 respecto a las de 1990″. En este sentido, Tejerina apuntó que el Gobierno llegará a París con los deberes hechos porque España cumplió con el primer periodo del Protocolo de Kioto (2008-2012), lo que «parecía imposible» en 2012 y después de que el Ejecutivo anterior gastara 780 millones en comprar derechos de carbono.

Por ello, subrayó que en esta legislatura se han puesto en marcha los Proyectos Clima, con 43 millones de euros, los planes PIMA, para reducir emisiones en vehículos, un registro de la huella de carbono y un PIMA Adapta para frenar las consecuencias del cambio climático en las costas, así como una tasa sobre las emisiones de los gases fluorados y una Hoja de Ruta para los sectores difusos hasta 2020. Ante las críticas de Saura, Tejerina dijo que «las predicciones apuntan al pleno cumplimiento de nuestro compromiso de reducción de Kioto en 2020, sin necesidad de recurrir a la compra de derechos de emisión.

Francia advierte de que las negociaciones de la cumbre climática de París podrían fracasar

Europa Press.- El presidente francés, Francois Hollande, advirtió de que las negociaciones sobre el cambio climático que se llevarán a cabo en París a finales este año podrían fracasar, en particular si el tema de la financiación para las naciones emergentes no se resuelve. Naciones Unidas dijo recientemente que las negociaciones estaban encaminadas tras progresar en diferentes asuntos como el recorte en las emisiones de gases invernadero o el aumento en la ayuda para los países en desarrollo.

«Las buenas intenciones están, pero aún nos encontramos muy lejos de un acuerdo legalmente vinculante y de la financiación que se necesita», señaló Hollande. «Hasta existe el peligro del fracaso», ha agregado. Algunos países emergentes no quieren comprometerse hasta que se les asegure que las naciones en desarrollo recibirán 100.000 millones de dólares por año desde el 2020 para adaptarse al impacto del cambio climático.

Hollande ha explicado que su Gobierno trabajará durante los próximos tres meses para concretar los compromisos sobre esa suma. «Es la clave. Tiene que haber un preacuerdo sobre esta cuestión para que los líderes vengan a París sabiendo que hay una certeza de que podemos llegar a un acuerdo», añadió el presidente. «Si no logramos un pacto, y no hay medidas importantes para asegurar la transición, no serán cientos de miles de refugiados en los próximos años, serán millones», sentenció. La cumbre será entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre en París.

De Kioto a París, la cuenta atrás para salvar el clima

Servimedia.- En 2005, el mundo dio su primer gran paso en la lucha contra uno de los mayores desafíos del siglo XXI: entraba en vigor el Protocolo de Kioto, el primer tratado internacional que marcó obligaciones legales de reducción de gases de efecto invernadero para los países industrializados. Los Estados que lo ratificaron redujeron en un 22,6% sus emisiones hasta 2012 y, aunque muchos lo han tachado de insuficiente, sentó las bases para futuros acuerdos sobre cambio climático. Como el que debe salir de París el próximo mes de diciembre.

Según Naciones Unidas, entre todos los países que ratificaron el Protocolo, 37 países industrializados y la Unión Europea, redujeron en un 22,6% sus emisiones hasta 2012, respecto a los niveles de 1990, gracias a Kioto, cifra que supera con creces el 5,2% que contempla el documento. España, como tal, no figura en el Protocolo, pero la Unión Europea «estableció la cuota de cada uno de sus Estados miembro, a base de directivas», según el responsable de Cambio Climático y Energía de Greenpeace en España, José Luis García Ortega. Y, aunque España se comprometió a limitar sus emisiones en un 15%, cerró el periodo 2008-12 con una caída cercana al 24%.

Lamentablemente, el hecho de que un grupo de países haya cumplido con sus compromisos legales no significa que las emisiones globales hayan parado de crecer. Porque, además, Kioto entró en vigor sin tres de los mayores contaminantes del mundo: sin Estados Unidos, que no lo quiso ratificar, y sin China e India, porque los países emergentes estaban libres de cumplir con estas exigencias. Según José Manuel Moreno, miembro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC), las emisiones de gases de efecto invernadero «ni siquiera se han estabilizado». En la actualidad, según Moreno, las emisiones mundiales siguen aumentando a un ritmo de un 2,2% anual.

Para el segundo periodo de compromiso del Protocolo, que comprende del 2013 al 2020, se adoptó la conocida como Enmienda de Doha, una batería de modificaciones que hicieron más ambicioso el texto inicial e incluían ayudas para la adaptación de los países más vulnerables. El acuerdo que habrá de sustituir a Kioto más allá de 2020 se acordará, previsiblemente, en la Cumbre sobre Cambio Climático de Naciones Unidas que se celebrará en París este diciembre.

«Por parte de la Unión Europea, el compromiso es firme», señaló recientemente Federico Ramos, por entonces secretario de Estado de Medio Ambiente. En concreto, la Unión Europea se plantea reducir «hasta» en un 40% sus emisiones respecto a las de 1990, pero la propuesta no satisface a Greenpeace, que pide al menos un 55%». «En 20 años ya no estaría a nuestro alcance, con la tecnología actual, el detener un aumento de 2 grados de la temperatura mundial», advierte Moreno.

Para este miembro del IPCC, «el plazo para actuar es corto y la intensidad de las reducciones habrá de ir mucho más allá» de Kioto. «La meta», aseguró, «igual que fijaron los Gobiernos, no puede ser otra que evitar que el planeta se caliente por encima de los 2ºC, y eso implica reducciones de entre un 40 y un 70% de aquí a mediados de siglo y alcanzar emisiones netas nulas para finales de siglo».

Castellón pide que se blinden las islas Columbretes contra las prospecciones petrolíferas

Europa Press.- El Ayuntamiento de Castellón elevó una propuesta a la Comisión de Gestión y Seguimiento de la Reserva Marina de las islas Columbretes para que se blinde el archipiélago de las prospecciones petrolíferas. En este sentido, el consistorio explicó que el teniente de Alcaldía del Grau, Rafa Simó, ha propuesto a la Comisión que se preserven las Columbretes por «su enorme valor ambiental y científico, de cualquier proyecto que pueda amenazar estos valores naturales».

Simó, que acudió a la reunión en calidad de representante del Ayuntamiento de Castellón, expuso que se eleve al organismo competente el «rechazo expreso» a cualquier proyecto que «ponga en riesgo las reservas marinas, y concretamente al archipiélago castellonense». «El futuro de las islas Columbretes no puede depender de que una empresa renuncie a los permisos, sino que se deben anteponer los valores que encierra este espacio único y que además cuenta con reconocimiento científico a nivel mundial», defendió el teniente de Alcaldía del Grau.

Según el consistorio castellonense, la Federación de Cofradías de Pescadores de Castellón ha sido la primera en respaldar la petición, sobre la que ha habido consenso. «Nos han explicado que el proyecto de prospecciones está cerrado después de que la empresa pidiera a Industria que extinguiera los cuatro permisos al entender que, con el silencio administrativo, el Gobierno iba a rechazar el proyecto«, añadió Simó.

Con la petición expresa realizada de que se blinden las islas Columbretes, el Gobierno municipal de Castellón quiere garantizar que no se repiten casos como el de una multinacional escocesa, que tenía previsto realizar sondeos acústicos en el entorno de las Columbretes y otros puntos del Golfo de Valencia y que suscitó el rechazo social en Castellón, liderado por la plataforma ‘Petroli no, Columbretes netes’.