Un desprendimiento en una unidad de fuel oil en Petronor provoca la emisión de partículas de coque

Europa Press.- La refinería de Petronor realizó una operación programada de perforación y corte de la Unidad de Reducción de Fuel Oil, en la que se ha producido un desprendimiento de la cámara, lo que ha provocado la emisión al exterior de partículas de coque.

Según ha informado Petronor, «lamentablemente, y por efecto del viento dominante en el momento, las citadas partículas no se han depositado dentro de la propia refinería, sino en zonas del barrio de San Julián, todo ello apreciado seguidamente por el personal de Petronor». La compañía ha informado tanto a Emergencias del Ayuntamiento de Muskiz como a la Inspección Medioambiental del Gobierno del País Vasco, y se han dispuesto los medios de limpieza y atención al vecindario. Además, miembros del Gobierno vasco están inspeccionando tanto las instalaciones como las zonas afectadas.

La Hora del Planeta también viaja en tren

EFE.- Las 7 pantallas gigantes ubicadas en las estaciones de Puerta de Atocha, Barcelona Sants y Alicante AVE se sincronizan para comenzar la cuenta atrás hasta la Hora del Planeta, el próximo sábado de 20.30 a 21.30 horas, una iniciativa de WWF que pretende concienciar sobre el cambio climático, generado fundamentalmente por los gases de efecto invernadero, cuyo principal origen son las energías fósiles (carbón, petróleo y gas natural).

La empresa de infraestructuras ferroviarias ADIF se suma por primera vez a esta movilización y oscurecerá las fachadas de más de treinta estaciones, algunas de las más concurridas. La campaña está presente en más de 500 carteles de las estaciones de toda España y en los soportes digitales de Atocha y Chamartín. Los viajeros ferroviarios también conocerán la acción a través de vídeos emitidos en los trayectos de larga distancia de Renfe durante este mes.

A la iniciativa de WWF se han sumado en España más de 400 empresas, según la organización ecologista. El grupo Inditex apagará también los escaparates de sus principales edificios; Decathlon lo hará de forma simultánea en 140 de sus centros; ING hará lo mismo en su sede central y el BBVA dejará a oscuras 122 edificios y 342 oficinas en 153 países. La organización ecologista recuerda que se lograron avances en los últimos meses en la lucha contra el cambio climático, como la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible o el acuerdo de la Cumbre del Clima de París.

Japón, Estados Unidos y Francia trabajarán juntos para desmantelar Fukushima, cuya situación todavía es complicada según la OIEA

EFE / Europa Press.- La situación actual en la central nuclear japonesa de Fukushima Daiichi «todavía es complicada«, cuando se cumplen 5 años desde que un tsunami posterior al terremoto que convulsionó el país nipón provocara un accidente sin precedentes en un reactor atómico. En este sentido, el Gobierno de Japón trabajará con Estados Unidos y Francia para desarrollar las tecnologías necesarias para retirar el combustible fundido de la accidentada planta.

El trabajo para desmantelar Fukushima se ha completado en un 10%. De este modo, el Ejecutivo nipón espera completar el desmantelamiento de la planta, propiedad de la compañía eléctrica Tokyo Electric Power (TEPCO), con la ayuda de expertos y tecnologías de Estados Unidos y Francia. El Departamento de Energía estadounidense y la Agencia Nacional de Investigación gala colaborarán con el Ministerio de Ciencia y Tecnología japonés para llevar a cabo las labores pendientes. Washington ayudará a Tokio a crear equipamiento y tecnología para hacerse cargo y deshacerse de los residuos radiactivos derivados de las labores de desmantelamiento, mientras que París cooperará con el país asiático para desarrollar tecnologías por control remoto que puedan resistir entornos con altos niveles de radiación.

Japón ya ha enviado varios robots al interior de dos de los tres reactores dañados durante el accidente, donde los niveles de radiación actuales impiden la entrada de un humano. Los dispositivos introducidos en el reactor 1, el peor parado, fueron abandonados tras resultar dañados por la radiactividad.  Por otro lado, expertos de universidades, investigadores e ingenieros investigarán en materia de robótica, procesamiento de imagen y otras tecnologías para avanzar en el proceso de desmantelamiento.

En los últimos 5 años, el Gobierno nipón y TEPCO han lidiado con las toneladas de agua contaminada empleada para enfriar los reactores cuando el seísmo y el tsunami los dejaron sin los generadores primarios y de emergencia, pero ahora tienen que seguir avanzando en los trabajos, incluida la retirada del combustible. La retirada de las barras de combustible fundido es el proceso más complejo dentro de las labores de desmantelamiento de la central, que llevarán tres o cuatro décadas.

Situación “todavía complicada” en Fukushima

Por otro lado, la situación actual en la central nuclear japonesa de Fukushima Daiichi «todavía es complicada», según el director general adjunto y responsable del Departamento de Seguridad Nuclear de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Juan Carlos Lentijo, que cree que aún «lo más difícil de controlar» un lustro después son los núcleos de los reactores fundidos. Eso sí, destacó que la situación en la planta atómica «ha mejorado mucho» respecto a cuando visitó la central en 2011. Ahora, subraya que el programa de actividades tiene el objetivo final de desmantelar la central, para lo que faltan «unos decenios». Ahora lo importante es que la estabilización de la central se garantice de forma sostenible para el futuro.

Lentijo, ingeniero vallisoletano, indica que una de las cuestiones que plantean más retos a corto plazo es la acumulación del agua contaminada y la filtración del agua subterránea que baja de la colina hacia los edificios principales. Para ello, recuerda que se diseñaron numerosos sistemas de descontaminación del agua y una barrera para prevenir que esta siga entrando. En Fukushima se implantaron numerosas medidas y sistemas para evitar que el agua contaminada salga al mar. La última novedad, que está en su fase final de implantación, es la construcción de una barrera de hielo en el suelo, cuyos sistemas ya están instalados y pronto comenzará la etapa de pruebas para llegar a «eliminar o limitar la acumulación de agua contaminada».

Sin embargo, el responsable de la OIEA estima que a largo plazo las actividades más importantes y difíciles será la retirada del combustible nuclear que quedó dañado. «Tienen buenos planes iníciales y ahora tienen que diseñar en detalle las actividades concretas para ponerlas en marcha», comentó. Con todo, apunta que el de Fukushima no será un desmantelamiento «normal», por lo que aplaudió el programa japonés de investigación muy ambicioso con el que se desarrollarán nuevas tecnologías y programas. En todo caso, considera que «lo más difícil de controlar» son los núcleos de los reactores fundidos, mientras que calificó de «experiencia extraordinaria» el proceso de retirar el combustible nuclear gastado que había en el reactor 4.

Por otro lado, el directivo de la OIEA ha destacado que los datos apuntan que en el futuro seguirá aumentando el parque nuclear mundial. Los datos hablan de una previsión de crecimiento, aunque ha puntualizado que «no está igualmente distribuida en todas las regiones del mundo» sino que la tendencia ascendiente se observa en Asia frente a la estabilización o descenso en Europa o Estados Unidos. Lentijo ha agregado que como tecnología, la nuclear tiene ventajas e inconvenientes y que es decisión de las autoridades de cada país tenerla en cuenta como uno de los posibles vectores de futuro para determinar la forma de cumplir los objetivos del cambio climático puesto que ha recordado que no contribuye a emitir CO2.

Finalmente, sobre la operación a largo plazo, ha manifestado que el tiempo en las centrales nucleares no es una cuestión de años, sino de condiciones de funcionamiento y conservación y, por ello, considera que cuando se llega a las edades para las que fueron licenciadas, se debe analizar las mejoras que se deben implantar si se quieren operar durante más tiempo. «No existe una vida determinada para las instalaciones, sino una vida condicionada por las autorizaciones que tienen. Se plantean por 40 años y después de decenios de operación y revisiones periódicas se comprueba si la instalación puede seguir operando si cumple las medidas de seguridad necesarias», ha concluido Lentijo.

Greenpeace denuncia que Japón «coacciona» a la población a volver a las zonas contaminadas alrededor de Fukushima

Europa Press.– Greenpeace acusó al Gobierno japonés de forzar a la población que hace 5 años residía en los alrededores de la central nuclear de Fukushima a volver a residir ahí o dejar de cobrar las ayudas, pese a que la zona sigue con niveles de contaminación que no se ajustan a los objetivos que se marcó el país, según asegura la organización, que ha acudido a las zonas contaminadas para realizar mediciones de radiactividad.

Según la organización, hay cerca de 100.000 personas que siguen viviendo fuera de sus casas debido a la contaminación que se extendió a los alrededores de la central nuclear. «La mayoría de las personas evacuadas se verán forzadas a volver a sus casas en 2017, aunque sus comunidades estén contaminadas», denuncia. La responsable de Energía Nuclear de Greenpeace, Raquel Montón, acusó al Gobierno nipón de «hacer trampas» y decirle a los japoneses que las personas desplazadas «están empecinadas en que no se recupere su tierra» porque «no quieren volver a sus casas«, y cree que el mensaje responde a una intención de volver a poner en marcha los 54 reactores nucleares que el país paralizó tras el desastre en Fukushima.

Al mismo tiempo, critica que se está «coaccionando» a las personas desplazadas para quitarles las ayudas y forzarles a volver a sus casas. «Para las primeras reclamaciones les mandaron un formulario de 60 páginas para rellenar y unas instrucciones para rellenarlo de 160 páginas. Ese es el panorama para pedir ayudar. Si encima te las retiran, te ves en una coacción», explicó. De hecho señaló que el relator de Derechos Humanos denunció que el tratamiento que el Gobierno japonés está dando a los desplazados «va en contra de los Derechos Humanos». «Tú no puedes coaccionar a la gente para que no elija la salud o el nivel de salubridad que necesita para su vida», reivindicó.

Montón ha explicado que la idea del proceso de descontaminación que está llevando a cabo el Gobierno consiste en tratar de retirar la contaminación de las zonas de acceso restringido (hay una zona en la que no se permite pernoctar y otra de acceso prohibido) hasta llegar a los niveles que se han marcado como objetivo. «Una vez se alcancen esos niveles sobre el papel la gente puede volver a sus casas y dejan de recibir las ayudas que ahora mismo están recibiendo», ha indicado.

Sin embargo ha criticado que los objetivos que se ha marcado el Gobierno «están muy por encima de los estándares internacionales» y que, pese al trabajo de descontaminación que se está llevando a cabo, «no se consiguen». «Hemos estado allí hace dos días y en ningún caso en las zonas ya limpiadas por el Gobierno los niveles estaban por debajo de los objetivos, estaban al doble o diez o veinte veces más». «El nivel objetivo del Gobierno japonés es 0,23 microsievert por hora. Está muy por encima de los estándares internacionales, y ese 0,23 no te lo encuentras nunca. Nunca. Te encuentras 2 o 3 microsieverts, diez o veinte veces más», ha asegurado la activista.

Según Montón, los estándares del Comité de Protección Radiológica de la ONU marcan que ningún ciudadano debe estar a más de 1 milisievert al año. «No es que más allá nos pase nada, sino que se entiende que cuanta menos radiación se reciba, mejor», señaló. En casos excepcionales, como cuando se está produciendo un accidente, la OIEA admite que el nivel de radiación se eleve a 20 milisievert anuales «por un tiempo limitado» para realizar las operaciones necesarias solucionar la situación, nivel que también se emplea como criterio del «cupo máximo» de radiación que puede recibir el trabajador de una central nuclear. Un nivel que el Gobierno japonés ha fijado como seguro mientras se pone solución al accidente de Fukushima”.

Montón explicó que el proceso de descontaminación consiste en buena parte en retirar tierra contaminada alrededor de las viviendas (20 metros a la redonda de cada casa) y de las cunetas. Hasta el momento, según indicó, se rellenaron más de 9 millones de bolsas con una capacidad de un metro cúbico cada una de ellas que se han ido apilando en un total de 114.000 lugares, muchos de ellos explanadas en zonas de monte. Además, indicó que la mayor parte de la contaminación radiactiva ha ido a parar al mar, no solamente durante los primeros días sino también en la actualidad, por el agua contaminada que se vierte al mar y las partículas radiactivas que arrastra el ciclo del agua.

En todo caso, tanto la activista como el director de Greenpeace en España, Mario Rodríguez, han hecho hincapié en que las conclusiones del accidente de Fukushima «evidencian que la energía nuclear es una energía peligrosa de la que hay que prescindir» y han señalado que en Japón «no ha habido cortes de luz» durante los últimos años, pese a la desconexión de sus reactores. «La contaminación radiactiva no tiene solución ni con accidentes ni sin accidentes. Los residuos nucleares son residuos para siempre», han insistido.

La Alhambra y el Palacio Real de Madrid se apagarán en la Hora del Planeta el próximo 19 de marzo

Redacción / Agencias.– La Alhambra y el Generalife de Granada, el Palacio Real de Madrid, la Catedral de Palma de Mallorca, la Basílica de San Isidoro de León y el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso son algunos de los emblemáticos monumentos de España que se apagarán el próximo sábado día 19 de marzo por la celebración de la Hora del Planeta de WWF, que pretende recordar “la fragilidad de nuestro planeta” respecto al cambio climático.

Según la organización, unas 200 ciudades se comprometieron a apagar las luces de cientos de monumentos y edificios como símbolo de la lucha contra el cambio climático, entre las 20.30 a 21.30 horas. En este sentido, WWF concretó que, hasta el momento, Cataluña es la comunidad autónoma con más participantes en esta iniciativa mundial con 50 pueblos y ciudades apuntadas, seguida de Andalucía (25), la Comunidad Valenciana (17) y Madrid (16). Además casi 6.000 ciudadanos, 90 empresas y 112 entidades diversas participarán en la iniciativa.

Por otra parte, ha pedido a las ciudades que se comprometan por el clima, por ejemplo con la aprobación de una moción de Ciudad Libre de CO2 con objetivos concretos de reducción de emisiones y de consumo energético. «La Hora del Planeta es una oportunidad para que los pueblos y ciudades demuestren su compromiso y se pongan en marcha por el clima. Como dice el lema de la campaña de WWF este año, El momento de actuar es ahora, después de la histórica Cumbre de París de diciembre de 2015. Uno de los mensajes que salió de la Cumbre fue que los municipios son clave para hacer realidad el Acuerdo de París y avanzar hacia un mundo 100% renovable«, recordaron.

Ecologistas en Acción critica que España “no ha aprendido la lección del accidente nuclear de Fukushima” un lustro después

Europa Press / Servimedia.- Ecologistas en Acción cree que España no ha aprendido las lecciones del accidente de Fukushima Daiichi, cuando se cumplen 5 años de la tragedia de un terremoto al que siguió un tsunami que provocó la «catástrofe» en la central nuclear japonesa. Con motivo del aniversario, la ONG ha anunciado que plantará un cerezo, un árbol sagrado japonés, por cada año transcurrido desde el accidente en varios puntos de España para mostrar su solidaridad con los afectados y las víctimas del accidente.

El portavoz nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, ha recordado que el tsunami destrozó los sistemas de refrigeración y de alimentación eléctrica de las centrales: se produjeron tres grandes explosiones de hidrógeno en los reactores 1, 2 y 3, y un incendio en la piscina del reactor número 4. Además asegura que la situación «sigue sin controlarse» y de hecho no se puede entrar en los reactores que están fundidos total o parcialmente por la alta radiactividad. Además, Castejón añade que «lo más probable» es que se tendrán que construir sarcófagos para cubrir los reactores e impedir las emisiones.

Igualmente, denuncia que la descontaminación que el Gobierno de Japón realiza para permitir que la población pueda volver a sus casas resulta «insuficiente» porque el nivel de tasa de dosis radiactiva permitida es de 20 milisievert al año (mSv/año) que es «un nivel demasiado alto». En concreto, expone que los límites para el personal profesionalmente expuesto son 50 mSv/año, con un máximo de 100 mSv en cinco años pero advierte de que la población general no cobra peligrosidad ni está sometida a controles médicos, así como de las dosis recibidas, a diferencia de las personas trabajadoras de la industria nuclear.

Asimismo, apunta que se ha renunciado a descontaminar las zonas boscosas en las que se encontraron puntos calientes con más actividad que ese límite radiactivo. Por ello, alerta de que las incidencias de la radiactividad sobre la mortalidad y la salud de los habitantes de la zona se verán en toda su intensidad en un par de décadas. Hasta el momento, el número de cánceres de tiroides en los 300.000 niños de la prefectura de Fukushima aumentó sustancialmente y se multiplicó por un número que oscila entre el 15 y el 50, según diferentes cálculos.

Entre los retos principales, Castejón señala que, en estos 5 años, el principal problema ha sido luchar contra la constante fuga de agua radiactiva al mar, un hecho traumático para un país como Japón que se vuelca en la pesca y donde es muy común el consumo de algas. Según datos de universidades niponas, el coste del accidente supera los 80.000 millones de euros y el protocolo de París, que regula las indemnizaciones a realizar por los propietarios de las centrales, ha fijado el techo de entre 750 y 1.200 millones de euros, lo que a su juicio «resulta irrisorio».

El portavoz de Ecologistas lamenta que en España no se han aprendido las lecciones de Fukushima ya que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) todavía se está planteando la reapertura de la central de Santa María de Garoña (Burgos) que «es idéntica» al reactor número 1 de Fukushima, que empezó a funcionar en 1971. «Los planes de emergencia nucleares no se han reformulado todavía para tener en cuenta las lecciones de aquel accidente y las llamadas pruebas de estrés no han sido suficientemente rigurosas», insiste.

Castejón destaca también que el accidente de Fukushima ha introducido una nueva variable, los sucesos externos a las plantas que no se pueden prever, por lo que la seguridad nuclear no se puede garantizar al 100%. Por ello, considera que dada la «incertidumbre y el riesgo, lo más sensato es proceder al cierre escalonado de las centrales nucleares, sobre todo teniendo en cuenta que existen alternativas más limpias y seguras».

El almacenaje de energía renovable se presume clave para cumplir con los objetivos climáticos

EFE.- Lograr y extender el almacenaje de energía renovable será la clave para acelerar la transición energética y que los países puedan cumplir los compromisos asumidos en el acuerdo de la Cumbre del Clima de París para que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados a finales de siglo. Así lo explica Luke Sussams, analista de la organización internacional Carbon Tracker, experta en riesgo climático en los mercados financieros.

Sussams opina que el reto «crucial» para que de verdad se produzca una transición energética hacia un mundo bajo en carbono «está en avanzar en el almacenaje de la generación renovable, porque facilitaría su penetración masiva en el sistema eléctrico». «Si el almacenaje sale adelante, las renovables serán imparables, se impondrán sin ninguna duda», subraya. El analista británico es «optimista» en este sentido: «las mejoras que han experimentado las energías renovables en los últimos han sido realmente sorprendentes, la caída de los costes ha sido muy significativa, en muchísimos países se ha alcanzado la paridad».

Sussams incide en que la expansión de las renovables es «totalmente factible» sin necesidad de subvenciones: «Las ayudas y las tarifas fijas eran un apoyo para que la tecnología despegara hasta ser competitiva en el mercado, cuando esto ya sucede, las ayudas dejan de tener sentido». «Eso sí, siempre y cuando no sigan subvencionado por otra parte a los combustibles fósiles», matiza. El analista de Carbon Tracker está convencido de que la caída de precios del petróleo «no afectará a la expansión de las renovables» como, a su juicio, demuestran datos como los 329.000 millones de dólares de inversión en nuevos proyectos renovables en 2015.

«La inversión en renovables ha resistido a los bajos precios del petróleo, que se mantendrán así durante todo este año. Seguramente habrá un repunte del precio del crudo en 2017, pero dudo que volvamos a ver el barril en 100 dólares», añade. En esa línea, Sussams no cree que los bajos precios del petróleo vayan a ser un impedimento para cumplir los objetivos de reducción de emisionesa los que cerca de 200 países se comprometieron en París. Si bien «hay muchos interrogantes abiertos, como si los países se van a tomar en serio sus compromisos y los van a implementar cada 5 años para asegurar que la temperatura no sube más de 2 grados”.

«Es la primera vez en la historia de la humanidad en la que tantos gobiernos se unen en un mismo acuerdo, lo cual es un signo político tremendo para los mercados», agrega. Recuerda también que el pacto incluye «terminología muy ambiciosa que nadie pensaba que se iba a llegar a incluir», como «el compromiso de dejar la temperatura muy por debajo de los 2º, y hacer todo lo posible para que no supere el 1,5º». «Esto no quiere decir que el 1,5º grados se vaya a conseguir, porque técnicamente es casi imposible, pero hay que hablar de 1,5º», apunta Sussams.

Sussams está convencido de que para lograr ese objetivo climático dos tercios de las reservas de combustibles fósiles conocidas «deben quedarse bajo tierra, y en esas reservas entran tanto las que manejan las empresas como los países». Por eso el analista cree que solamente el despegue masivo de las renovables reducirá la demanda de combustibles fósiles y determinará que las reservas restantes queden bajo tierra. Respecto al carbón, opina que la demanda ya «tocó pico» y que el declive de la misma «es totalmente estructural y no cíclico». Estamos en condiciones de decir que «el declive del carbón es irreversible».

Un tribunal ordena parar una central nuclear recién reactivada en Japón por motivos de seguridad

Europa Press / EFE.- Un tribunal japonés emitió una orden de paralizar las operaciones de los reactores 3 y 4 de la central nuclear de Takahama, operada por Kansai Electric Power, tras ponerse de parte de los residentes locales, que temen por la seguridad de la planta, según comunicó la propia empresa. La orden tiene efecto inmediato y supone la parada del reactor número 3 de Takahama, que volvió a entrar en funcionamiento recientemente. Es la primera orden judicial emitida en Japón de detener una central nuclear en funcionamiento.

Kansai Electric también estaba trabajando para volver a poner en funcionamiento el reactor número 4 de la central, después de una paralización imprevista la semana pasada debido a un problema técnico. Y es que la industria nuclear nipona está empezando a recuperarse y a retomar su actividad después de la catástrofe de Fukushima en 2011. El país está embarcado además en la mayor reforma del mercado energético de su historia.

Kansai Electric expresó su rechazo del veredicto y anunció que apelará la orden rápidamente. Por su parte, el portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, afirmó que no cambia la postura de Tokio tras la decisión judicial respecto a la seguridad de los reactores de Takahama o en su política de promoción de la reactivación de los reactores que cumplan con los estándares de seguridad impuestos tras el accidente nuclear de Fukushima. Los reactores de Takahama, en la costa de la prefectura de Fukui, en el oeste de Japón, cumplieron en 2015 con los nuevos estándares de seguridad establecidos por el órgano regulador nuclear de Japón, la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA).

Una reactivación en la polémica

La reactivación de Takahama ha estado rodeada de polémica. Un tribunal ya prohibió el año pasado su puesta en funcionamiento tras otra demanda ciudadana, aunque la misma corte se desdijo en diciembre tras certificar que superaba los controles de la NRA. Poco después, Kansai Electric puso en funcionamiento la unidad 3 el 29 de enero y la 4 el 26 de febrero, aunque este último reactor entró tres días después en parada automática tras detectarse una sobretensión eléctrica. La unidad 4 había sufrido además días antes una fuga de refrigerante cuando se realizaban los preparativos para su puesta en marcha.

Además de las demandas mencionadas, existen otras presentadas por ciudadanos contra esta y otras centrales de Japón pendientes de resolución. Después de un apagón nuclear de dos años y de aprobar un marco regulatorio postFukushima más estricto en materia de seguridad, Japón reactivó el año pasado los reactores 1 y 2 de la central de Sendai (suroeste). Tras la orden de detener Takahama, que había sido la segunda planta del país en volver a funcionar, sólo 2 de los 43 reactores de Japón en condiciones operativas permanecerán activos. La decisión del Gobierno nipón de volver a emplear energía nuclear tras el accidente de 2011 es rechazada por la mitad de los japoneses, según las encuestas.

Autoridades suizas piden el cierre definitivo de una de las plantas nucleares más antiguas de Francia

EFE.- Las autoridades cantonales y municipales de Ginebra reclamaron el cierre definitivo de la central nuclear francesa de Bugey por temor a que los ciudadanos pueden verse perjudicados por un eventual accidente. La central de Bugey, situada en la localidad de Saint-Vulas, en el departamento de Ain, se encuentra a 70 kilómetros de distancia de Ginebra y es una de las más antiguas de Francia.

En este sentido, la alcaldesa ginebrina, Esther Alder, solicitó a las autoridades francesas que cierren definitivamente la planta nuclear. No obstante, y dadas las «respuestas insatisfactorias» obtenidas hasta la fecha por parte de las autoridades políticas francesas, los gobiernos de la municipalidad y del cantón de Ginebra decidimos presentar una denuncia penal. «No estamos nada satisfechos de las respuestas obtenidas durante los procesos administrativos y es por ello que la ciudad y el cantón nos lanzamos a una batalla jurídica con la denuncia contra la central de Bugey», explicó Alder.

La defensora de los intereses de los ginebrinos será la antigua ministra de Medio Ambiente de Francia, Corinne Lepage, que auguró que el proceso será lento y que por ahora no se señala a ninguna persona física concreta como responsable de los supuestos daños. Recientemente, la actual ministra francesa del Medio Ambiente, Ségolène Royal, dijo que estaba dispuesta a prolongar la vida de las centrales nucleares por 10 años si la Autoridad de la Seguridad Nuclear daba su visto bueno.

Torrelodones apagará edificios simbólicos para sumarse a la Hora del Planeta de WWF

EFE.- El Ayuntamiento de Torrelodones ha anunciado su intención de sumarse a la iniciativa mundial de World Wide Fund for Nature (WWF) «La Hora del Planeta 2016», por lo que el día 19 de marzo apagará las luces de sus edificios más representativos. Esta iniciativa se llevará a cabo el próximo sábado 19 de marzo, y se apagarán las luces de la Torre de los Lodones, la Plaza de la Constitución, los edificios de la Alcaldía, los exteriores de la Casa de la Cultura, Torreforum y Servicios Sociales.

El consistorio de la localidad, además, ha pedido a todos los vecinos del municipio que apaguen las luces de sus hogares a la hora acordada para sumarse a esta iniciativa. Este reto lanzado por WWF pretende implicar a más de 1.000 millones de personas y movilizar a 7.000 ciudades del mundo para demostrar el apoyo global a la acción contra el cambio climático apagando las luces de sus principales edificios y monumentos. Desde 2007 cientos de millones de personas de todo el mundo unen sus voces en defensa del medio ambiente con este acto simbólico.