Cepsa ratifica un acuerdo para iniciar trabajos de prospección petrolífera en Egipto

La empresa española Cepsa ratificó este jueves un acuerdo con la compañía estatal de hidrocarburos egipcia EGPC (Egyptian General Petroleum Corporation), para iniciar trabajos de prospección petrolera en el Desierto Occidental de Egipto.

La firma del contrato fue presenciada por el ministro de Petróleo egipcio, Sameh Fahmi, que aseguró que estas firmas confirman la atracción de Egipto para las inversiones petroleras.

En la ceremonia la EGPC firmó además varios acuerdo con empresas del mismo sector de Estados Unidos, Italia, Rusia y Sudáfrica.

El contrato alcanzado prevé exploraciones sísmicas y la construcción de pozos durante 3 años prorrogables en el bloque denominado «South Alemein».

El bloque adjudicado tiene una extensión total de 3.228 kilómetros cuadrados y está situado en el Desierto Occidental, unos 200 kilómetros al noroeste de El Cairo.

La compañía no ha querido revelar el importe de la operación ni los detalles económicos del acuerdo alcanzado con las autoridades egipcias, pero fuentes del sector aseguran que en el caso de encontrar petróleo el grupo español debería entregar aproximadamente el 50% de la producción al gobierno egipcio.

Esta no es la primera incursión de Cepsa en Egipto: la compañía participa desde principios de 2006 en la exploración del bloque de North Bahrein con un 25% de la inversión en asociación con la italiana ENI que concentra el 75% restante.

Claude Mandil: «Necesitamos más petróleo»

El director general de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Claude Mandil, ha criticado los recortes de producción de crudo efectuados por la OPEP y señala que los productores tienen que poner más petróleo en el mercado porque no es normal el equilibrio en la actual estación entre oferta y demanda. «En esta estación del año», recuerda, «con la disminución del consumo, deberían estar reconstituyéndose las reservas».

En la VIII Edición de la Cumbre Internacional del Petróleo, celebrada este jueves en París, Mandil no quiso dar ninguna cifra precisa sobre lo que a su juicio sería el nivel de precios de equilibrio, pero sí dejó claro que los 65 dólares por barril de los últimos días es un precio demasiado alto.

La AIE ha insistido en los últimos años en que deben desaparecer las barreras a la inversión en los países productores para poder hacer frente al incremento de las necesidades mundiales de hidrocarburos, y en particular que se deben eliminar los obstáculos a las compañías occidentales.

Mandil aseguró que para hacer frente a la volatilidad del mercado del petróleo hay que incrementar la transparencia de este mercado, lo que significa ofrecer información fiable y precisa sobre las reservas o los márgenes de capacidad suplementaria que se pueden sacar al mercado en caso de carencia.

Dijo que ‘también necesitamos flexibilidad’, es decir, más reservas de seguridad y más capacidades excedentarias para evitar el nerviosismo de los mercados en caso de crisis o de un incremento de la demanda superior a lo esperado.

Respuesta negativa de Total

El director general de la petrolera francesa Total, Christophe de Margerie, ha advertido de que será ‘muy difícil’ responder al incremento previsto de petróleo para 2020 por las constricciones a que se ven sometidas compañías como la suya, por ejemplo las políticas o las fuertes oscilaciones de precios.

De Margerie señaló que la demanda de crudo para 2020 necesitará poner en el mercado cinco millones de barriles diarios suplementarios y que ‘eso será muy difícil de conseguir’.

‘Hacemos todo lo que podemos’ en términos de inversión en nuevos proyectos de explotación de yacimientos de hidrocarburos, aseguró el ‘número uno’ de la compañía francesa, que a continuación se quejó de que ‘no todos hacen los mismos esfuerzos’.

Aludía así de forma directa a las compañías nacionales de países productores, que recordó que dedican a inversión en proyectos de explotación del 9 al 10% de sus ingresos, mientras que en los grupos internacionales ese porcentaje ronda el 25%.

Señaló que el principal reto de grupos petroleros como el suyo es encontrar suficiente petróleo para hacer frente a la evolución de la demanda de energía, cuyo ritmo de aumento se ralentiza al pasar del 2,1% anual entre 1971 y 2005 al 1,7% anual entre ese último año y 2020.

Preocupaciones medioambientales

El ‘número uno’ del gigante francés del petróleo sostuvo que las preocupaciones medioambientales ‘ya no son sólo una cuestión de comunicación (de imagen), sino que son una prioridad’, y contó que trabajan en proyectos de investigación sobre la captura de carbono o la reducción de la quema de gas en los pozos.

De Margerie criticó la polémica que se generó en Francia con la presentación de los resultados anuales de Total el mes pasado, cuando diversos responsables políticos -en precampaña electoral- se pronunciaron por gravar los ‘súper-beneficios’ de la empresa.

Tras insistir en que la mayor parte de esos beneficios no se hacen en Francia, argumentó que los grupos petroleros ‘necesitamos ese dinero para asumir nuestros retos’ de puesta en producción de nuevos yacimientos de hidrocarburos.

Shell pide una unificación internacional de las normativas sobre emisiones

El jefe ejecutivo de la petrolera Royal Dutch-Shell, Jeroen van der Veer, consideró hoy que para que las compañías internacionales como la suya tengan la estabilidad necesaria para sus inversiones de largo plazo hacen falta que los estándares sobre emisiones de gases contaminantes se fijen a escala internacional.

Van der Veer insistió en que los gobiernos no deben establecer de forma individual marcos de aplicación que se limiten a un ámbito nacional porque los grupos internacionales necesitan trabajar con las mismas reglas en todas partes.

En ese sentido, consideró que la Unión Europea, con la creación de un mercado de intercambio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero -responsables del calentamiento climático- ha adoptado «el buen enfoque».

A juicio del directivo del grupo británico-holandés, son los gobiernos los que deben decidir cuál es la combinación de fuentes de energía que quieren, atendiendo a criterios medioambientales, de costo para el consumidor y de conveniencia (en términos de disponibilidad o dependencia del exterior).

Esa normativa, insistió, debe ser estable porque los grupos petroleros hacen sus inversiones para periodos largos de 20 ó 30 años.

Van der Veer contó que para que los proyectos de desarrollo de yacimientos de Shell se pueda llevar a cabo hace falta que los precios del petróleo estén por encima de los 30 dólares el barril.

La «guerra fría» del etanol enfrenta a Castro y Chávez con Bush y Lula

América Latina es el campo de batalla de una «guerra fría» en torno a los biocombustibles que enfrenta a dos bandos bien diferenciados: Brasil y EEUU, sus principales impulsores, y Cuba y Venezuela, sus máximos detractores.

En un editorial publicado en el diario oficial Granma con el título de «La internacionalización del genocidio«, el líder cubano, Fidel Castro, reiteró sus críticas al uso de tierras cultivables para producir combustibles y apoyó así la posición de su principal aliado, el mandatario venezolano Hugo Chávez.

La posición del eje La Habana-Caracas es, como en la mayoría de los temas, la opuesta a la del presidente de EEUU, George W. Bush, quien, pese a provenir de una familia petrolera, se ha convertido en un paladín del desarrollo de los biocombustibles junto a su colega brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva.

Entre Estados Unidos y Brasil producen el 70 por ciento del etanol del mundo, mientras que Venezuela es el quinto productor mundial de petróleo.

«Este colosal derroche de cereales para producir combustible, sin incluir las semillas oleaginosas, solo servirá para ahorrarles a los países ricos menos del 15 por ciento del consumo anual de sus voraces automóviles», escribió Castro.

El asesor especial para Asuntos Internacionales del presidente brasileño, Marco Aurelio García, vio en esa frase «cierta incomprensión» por parte de Castro respecto a los biocombustibles.
«El problema del mundo es la falta de renta, no de alimentos», y en el caso de Brasil, la producción de biocombustibles no reducirá las áreas sembradas para la alimentación ni «significará derrumbar un árbol de la selva amazónica», aseguró García.

Hace una semana Castro había escrito también en «Granma» que la «idea siniestra» de Estados Unidos de desarrollar el etanol, combustible producido principalmente a partir de la caña de azúcar o el maíz, condena «a muerte prematura por hambre y sed a más de 3.000 millones de personas en el mundo».

Por las mismas fechas, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que visitó EEUU, acordó con Bush una alianza para producir biocombustibles, mediante proyectos piloto en Haití, República Dominicana, El Salvador y Saint Kitts y Nevis.

Al igual que Castro, Lula escribió un artículo en un diario, «The Washington Post«, sobre los biocombustibles. El «etanol no amenaza al medioambiente» y tampoco es una amenaza a la producción de alimentos, afirmó. Además, su asesor para asuntos internacionales recordó que Venezuela «estaba interesada también en la producción de etanol y otros biocombustibles», al punto de que está sustituyendo parte del plomo de la gasolina por etanol. Incluso, la empresa estatal venezolana PDVSA firmó en febrero del 2005 un acuerdo con la brasileña Petrobras por el que ésta le iba a vender etanol y se establecía una cooperación tecnológica para insertar ese combustible en la matriz energética venezolana.

Sin embargo, durante la gira paralela a la de Bush que hizo por Latinoamérica en marzo pasado, Chávez rechazó el etanol y pidió a «todos los países hermanos», entre los que citó a Brasil, que las tierras que se usan para sembrar caña de azúcar y maíz para elaborar ese combustible se destinen a «producir alimentos para la gente». Al rechazo de Castro y Chávez al etanol también se ha sumado el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que recientemente acusó a Bush de encarecer los precios de algunos alimentos y de algunos de los insumos para la producción del etanol.

En Centroamérica, donde la caña de azúcar es uno de los principales productos agrícolas, la mayor parte de los países tiene proyectos incipientes de producción de etanol.

Para el presidente de El Salvador, Elias Antonio Saca, la alianza de Estados Unidos y Brasil significa que el mundo se encamina a «depender menos del petróleo». Otros países como Ecuador y Bolivia, cuyos gobiernos son cercanos a Castro y Chávez, no se pronuncian sobre el etanol pero ya han acordado negocios para poner en marcha su producción. Justamente, Petrobras y la también estatal Petroecuador firmaron un memorando de entendimiento para producir biocombustibles en Ecuador, aprovechando la visita del jefe de Estado ecuatoriano, Rafael Correa, a Brasil.

Bolivia también reaccionó a las palabras de Castro. El embajador extraordinario boliviano para la Integración y el Comercio, Pablo Solón, dijo que los biocombustibles son una alternativa recomendable, pero advirtió de que pueden «provocar graves problemas en el medioambiente».

Argentina, otro país cercano a Chávez, tampoco ha entrado en la polémica aunque favorece el desarrollo de tecnologías de producción de biocombustibles, en especial por su condición de gran productor de maíz, soja y otros granos.

Otros países como Chile, Colombia, Perú, Paraguay y Uruguay tienen proyectos para su producción, mientras la matriz energética de México se basa casi totalmente en su petróleo.

Gazprom y Total cooperarán en la explotación del mayor yacimiento de gas en el Mar de Barents

El consorcio estatal ruso Gazprom y la corporación petrolera francesa Total estudian proyectos para la explotación del mayor yacimiento ruso de gas en el mar de Barents, informa la empresa rusa.

«Los presidentes de Gazprom, Alexéi Miller, y de Total, Christophe de Margerie, estudiaron las perspectivas de cooperación para la explotación del yacimiento de Shtokman«, subrayó un comunicado del consorcio ruso.

Descubierto en 1988, el yacimiento Shtokman se encuentra a 600 kilómetros de la costa de la península de Kola y abarca una superficie aproximada de 1.400 kilómetros cuadrados. Según estudios elaborados por Gazprom en 2006, las reservas comprobadas de este yacimiento, a 350 metros de profundidad en el fondo del mar, sobrepasan los 3,7 billones de metros cúbicos de gas natural y 31 millones de toneladas de condensado. El pasado octubre, Gazprom anunció que explotará sin socios el yacimiento de Shtokman, destinado a suministrar gas a Europa.

Con anterioridad, Gazprom había anunciado planes de crear un consorcio internacional para explotar Shtokman y seleccionado a las noruegas Statoil y Norsk Hydro, las estadounidenses Chevron Texaco y ConocoPhillips, y la francesa Total como candidatos a participar con el 49 por ciento del consorcio. Según expertos rusos, las nuevas consultas entre Gazprom, que figura entre las cuatro mayores empresas del mundo en valor bursátil, y Total pudieron referirse a la ejecución de algunas obras dentro del proyecto Shtokman, que en su primera fase requiere inversiones de entre 12.000 y 14.000 millones de dólares. La extracción de gas desde la plataforma continental prevé la construcción de plataformas, gasoductos submarinos y terminales de carga en la costa.

De acuerdo a los últimos planes adoptados por Gazprom, el yacimiento de Shtokman será el principal abastecedor del gasoducto submarino que se construye por el fondo del mar Báltico para transportar gas ruso hasta Alemania. En etapas posteriores también está prevista la construcción de una planta de licuefacción de gas y terminales de carga para su transporte en barcos, con posibilidad de exportación a Estados Unidos.

El gas natural licuado (Liquefled Natural Gas-LNG) es gas natural que mediante enfriamiento a 161 grados centígrados bajo cero se vuelve líquido para facilitar su transporte.

La compañía energética italiana Eni y Enel fortalecen a Gazprom al cederle los activos de Yukos

La compañía energética italiana Eni ganó la segunda subasta de activos de la quebrada petrolera privada Yukos al adquirir por 5.850 millones de dólares (4.360 millones de euros) un lote de activos gasísticos que cederá al consorcio ruso Gazprom.

El Fondo de Bienes Federales de Rusia (RFFI) subastaba el 20% que Yukos tenía en GazpromNeft, filial petrolera de Gazprom, más las compañías Arktikgas y Urengoil y algunos otros activos, a un precio de salida de 5.560 millones de dólares (4.179 millones de euros).

Fueron autorizados a participar en el remate EniNefteGaz, que representa los intereses de Eni y Enel; NefteTradeGroup, filial de la petrolera estatal rusa Rosneft, y la firma Unitex, propiedad de la productora independiente de gas Novatek.

El principal aspirante a los activos gasísticos de Yukos, el consorcio estatal ruso Gazprom, anunció que ha firmado con Eni y Enel un acuerdo que le da derecho a comprarles esos activos si lograban hacerse con él en el remate. Ese acuerdo (call-option) se enmarca en el convenio de cooperación estratégica que Gazprom y Eni sellaron el pasado 14 de octubre con el fin de llevar a cabo proyectos conjuntos en Rusia y en otros países, indicó la compañía rusa en un comunicado.

Eni, que busca acceso a las reservas rusas de gas, a cambio de ese servicio a Gazprom recibirá un sillón en el Consejo de Dirección de GazpromNeft y podrá incluir en su balance parte de las reservas de esa compañía, según fuentes de «Financial Times«. La compañía italiana, cuya «pronta entrada en activos de extracción en Rusia» anunció el mes pasado el presidente de Gazprom, Alexéi Miller, también espera recibir el control de otros activos subastados, en particular de Arktikgaz.

Según fuentes bancarias, Gazprom no participó personalmente en la subasta de y utilizó para ello a Eni para evitar en el futuro demandas por parte de accionistas de Yukos por «expropiación de activos».

La primera subasta de propiedades de la quebrada Yukos la ganó el 27 de marzo la petrolera estatal Rosneft, que por 7.609 millones de dólares (5.734 millones de euros) se hizo con activos petroleros que incluían un 9,44 por ciento de sus propias acciones. El único rival de Rosneft fue la ruso-británica TNK-BP, cuya participación fue interpretada por la prensa como un paso para ganarse las simpatías del Kremlin y asegurar su negocio en Rusia al dar visos de legalidad al polémico remate de Yukos y, en general, al creciente control estatal sobre el sector energético. De esta forma, se cumplen los pronósticos de analistas rusos de que el Kremlin repartirá entre Gazprom y Rosneft los restos de la que fuera mayor compañía privada de Rusia, al entregar al monopolio de gas los activos gasísticos y a la petrolera los relativos al crudo.

El principal accionista de Yukos, el Grupo Menatep, que lleva a cabo una batalla legal contra Rusia en los tribunales de varios países, advirtió que la adquisición de los activos de Yukos tendrá consecuencias jurídicas para sus nuevos propietarios. «Nunca tendrán derechos de propiedad indiscutibles, pues reciben activos robados», afirmó Tim Osborne, director ejecutivo de Menatep, quien indicó que Yukos fue arruinada de forma premeditada con demandas fiscales retroactivas cuyo monto supera todos sus ingresos.

El Grupo Menatep ha demandado a Rusia en el Tribunal de Arbitraje de La Haya por 33.000 millones de dólares, en compensación por la «expropiación de activos», mientras la ex directiva de Yukos apela las demandas fiscales en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Tras la primera subasta, la prensa reveló que siete fondos de inversión españoles que son accionistas minoritarios de Yukos han demandado a Rusia en un tribunal de Estocolmo por menoscabar sus intereses mediante la «expropiación de activos» y su venta a precios inferiores a los del mercado.

La principal filial de Yukos, Yuganskneftegaz, a la que correspondía el 62 por ciento del crudo que extraía, el Gobierno ruso ya lo vendió por deudas en diciembre de 2004 a la misma Rosneft por 9.350 millones de dólares, la mitad de su valor real. Aquella adquisición se efectuó a través de una firma desconocida, Baikal Finance Group, precisamente con el fin de evitar en el futuro demandas a Rosneft, según reconoció el propio presidente de Rusia, Vladímir Putin, en una entrevista a medios españoles.

Yukos, antaño la petrolera privada más importante y floreciente de Rusia, fue declarada en quiebra en agosto pasado tras una larga odisea judicial por polémicas deudas fiscales retroactivas. Los antiguos dueños de Yukos, el magnate Mijaíl Jodorkovski y su socio Platón Lébedev, cumplen actualmente una pena de ocho años de prisión por delitos económicos de los que se declaran inocentes.

Según el gerente interventor, Eduard Rebgún, las deudas de Yukos ascienden ahora 709.153 millones de rublos, (26.700 millones de dólares, 20.727 millones de euros), mientras su capitalización oscila entre 25.600 millones y 26.800 millones de dólares.

El estado luso favorable a entrada de Sonatrach en Energías de Portugal

El Estado portugués «apoya la entrada de un representante de Sonatrach en el Consejo General de Supervisión de Energías de Portugal (EDP)», dijo el ministro de Economía, Manuel Pinho.

EDP, que en España controla HC Energía, anunció que negocia acuerdos de colaboración con Sonatrach, entre los que se incluye la venta de un 2 por ciento de su capital a la empresa estatal argelina.

Pinho destacó en un comunicado que «la entrada de Sonatrach, uno de los mayores productores mundiales de gas natural en el capital de EDP, es un hecho importante, en línea con la Estrategia Nacional para la Energía«. Según el ministro luso, esta es una medida «que contribuye para una mayor competitividad y seguridad del abastecimiento, además de estimular la competencia en el mercado del gas».

El Consejo General y de Supervisión de la energética lusa, elegido en Asamblea General, tiene como principal misión acompañar y supervisar la actividad de la administración de EDP, cooperando con el Consejo de Administración y demás órganos social de la compañía.

El principal accionista de EDP es la sociedad estatal Parpública con el 20,49 por ciento del capital y un 20,53 por ciento de los derechos de voto. La española Iberdrola controla el 9,50 por ciento del capital de EDP, aunque sólo posee el 5 por ciento de los derechos de voto, mientras que CajAstur tiene un 5,53 por ciento de las acciones y un 5 por ciento de los derechos de voto.

El grupo francés Alstom se alía con grupo ruso Atomenergomash para producir equipos para centrales nucleares

El grupo francés Alstom anunció un acuerdo marco con el ruso Atomenergomash que prevé la creación de una sociedad conjunta dedicada a la producción de turbinas y otros equipos de generación de electricidad en centrales nucleares.

La futura sociedad de riesgo compartido estará participada en un 51% por Atomenergomash y en un 49% por Alstom y estará ubicada en Podolsk, cerca de Moscú, precisó la empresa francesa en un comunicado.

Atomenergomash es una filial de Atomenergoprom, sociedad estatal responsable de la aplicación de la estrategia nuclear civil de Rusia.

Alstom y su socio ruso invertirán conjuntamente unos 200 millones de euros en forma de activos y efectivo en la creación de la sociedad común. Ésta se beneficiará de la transferencia de tecnología de Alstom para la turbina de vapor «Arabelle» y su alternador, utilizada para la producción de electricidad en las centrales nucleares.

El acuerdo, que permitirá proponer «un conjunto que incluye el reactor y la turbina», traduce la voluntad de las dos partes de desarrollar una alianza estratégica e industrial a largo plazo, señaló Alstom. Precisó que la sociedad común tendrá un acceso «exclusivo» al mercado ruso de las centrales nucleares que utilizan la tecnología de turbinas de media velocidad. Si bien se centrará de forma prioritaria en el mercado de las futuras centrales nucleares rusas, también podrá intervenir en el extranjero en proyectos de centrales que utilizan la tecnología nuclear rusa, indica la nota.

En la ceremonia de firma del acuerdo marco en Moscú, el presidente de Alstom, Patrick Kron, calificó el trato de «importante movimiento estratégico» para su grupo, que tendrá un acceso «privilegiado» al mercado ruso, que está «en pleno auge».

Gazprom negocia vender gas a EDF y estudia construir centrales eléctricas alimentadas por gas en Francia

El gigante energético ruso Gazprom negocia la venta de gas a Electricité de France (EDF), después de firmar un contrato de aprovisionamiento con Gaz de France (GDF), pero sus proyectos para el mercado francés van más allá, y estudia construir centrales eléctricas alimentadas con gas.

El responsable de Gazprom en Francia, Iuri Virobian, explica en una entrevista publicada por «La Tribune» que con EDF mantienen «discusiones sobre varios temas, en particular sobre su aprovisionamiento en gas». El grupo ruso había rubricado a comienzos de año un contrato a largo plazo para la venta de gas para GDF, que compra en Rusia en torno al 25 por ciento de su materia prima.

Virobian señaló que intentan «multiplicar los puntos de entrada en el territorio» francés, que ahora se centra en el este del país «para facilitar nuestro acceso al mercado». Sus intenciones en ese sentido pasan por intentar comprar gas a empresas que tengan capacidades en el Mar del Norte o participar en el desarrollo de terminales gasísticas en la costa atlántica francesa, como en el complejo de Montoir en Bretagne.

Preguntado sobre su eventual desembarco en el mercado eléctrico francés, el directivo de Gazprom señaló que «es muy difícil ser competitivo en la electricidad de base por los niveles de precios muy bajos de la oferta nuclear». Pero a continuación, dijo que la compañía rusa cree que puede entrar en la producción de electricidad para periodos de consumo de punta, y así podrían «estudiar proyectos de centrales de ciclo combinado de gas en Francia«, así como «oportunidades en las energías renovables, sobre todo la eólica y la solar».

En cuanto a los frenos para implantarse en el mercado francés, señaló que «ciertos puntos precisan todavía discutirse en el sentido de la liberalización del mercado. En particular en las capacidades de entrada en la red de transporte» y «el acceso al almacenamiento», controlados por GDF.

Gazprom, que creó una filial francesa a finales del pasado año y cuenta con algunos clientes industriales, no tiene intención de lanzarse al mercado de los particulares, que se abre totalmente a la competencia el próximo verano.

Galp Energía decidida a entrar en la producción de energía hídrica

El presidente de Galp Energía, Manuel Ferreira de Oliveira, afirmó que la energía hídrica será una de las nuevas áreas de trabajo de la compañía, aunque no quiso adelantar proyectos.

Al margen de su participación en la «II Conferencia Energías Renovables«, Ferreira de Oliveira dijo que la compañía está dispuesta a presentarse a un futuro concurso público para la presa de Alqueva, en el curso del río Guadiana.

Cuestionado por el supuesto interés del Gobierno luso de entregar la explotación a Energías de Portugal (EDP) y Galp Energía, el responsable de la antigua petrolera estatal no quiso comentar este extremo y remitió al Ejecutivo.

Ferreira de Oliveira adelantó también durante su participación en la conferencia que la antigua petrolera estatal pretende alcanzar una producción en 2010 de 500 megatoneladas de biocombustibles de segunda generación. Sobre el área eólica, el presidente de Galp Energía recordó que la compañía lanzó hace dos años un proyecto que supondrá la producción de unos 500 megavatios de potencia y que entrará en funcionamiento en 2009.

Ferreira de Oliveira dijo que otras nuevas oportunidades de negocio futuras para Galp Energía serán la energía creada por medio de las olas del mar, la eólica «offshore» o marítima y los biocombustibles de tercera generación (conseguidos a través de biomasa).

En la misma conferencia, el administrador de Iberdrola Portugal, Fernando Pacheco, defendió que las energías renovables son una parte de la respuesta al futuro energético, debido a que sus características la penalizan respecto a las de fuentes fósiles o la nuclear.
La administradora de EDP, Ana María Fernandes, consideró que en las renovables está la única respuesta a tres problemas fundamentales: el calentamiento global, la dependencia energética y la seguridad del abastecimiento.

Unión Fenosa y Nicaragua, un desencuentro más

El tema está en la presentación del Instituto Nicaragüense de Energía (INE) ante un tribunal de arbitraje de una demanda millonaria contra Unión Fenosa, la empresa española distribuidora de energía eléctrica en este país. El presidente ejecutivo de INE, ente regulador del sector, David Castillo, presentó un escrito de 22 páginas, 28 anexos y vídeos ante la Secretaria del Centro de Arbitraje que funciona en la Cámara Nacional de Comercio de Nicaragua.

Castillo declaró a la prensa que la demanda es de seis puntos por varios millones de dólares, supuestamente porque Unión Fenosa no ha cumplido una serie de aspectos del contrato de la concesión que obtuvo en el año 2000 para distribuir la energía en esta nación centroamericana. Explicó que la empresa eléctrica española, luego de ser notificada por el Centro de Arbitraje, tendrá diez días para contestar la demanda y el tribunal dispone de 30 días para emitir un laudo.

El tribunal, instalado el 19 de marzo pasado, lo integran César Vega Masís, designado por el INE, el español Fernando Manzanares, nombrado por Unión Fenosa, y Heberto Incer, designado por un juez de Managua.

Castillo explicó que como las partes en conflicto no se pusieron de acuerdo en nombrar al tercer árbitro, un juez civil nombró a Incer, que además es el presidente del tribunal, para resolver el litigio entre las empresas Disnorte y Dissur, de Unión Fenosa y el INE.

El presidente del INE detalló que la demanda pide que se declare que han habido cobros ilegales a los usuarios del servicio de alumbrado público, y que se mande a las distribuidoras a devolver el dinero a los clientes que supuestamente se les cobró indebidamente. El segundo punto pide que las distribuidoras restituyan todas las garantías a los generadores de energía, que se han vencido, y cancelar todas sus deudas para que no hayan más racionamientos del fluido. El tercer punto demanda que se apliquen descuentos tarifarios por mala calidad del servicio en el año 2005, que es de casi 2,5 millones de dólares.

Explicó que el cuarto punto se refiere al descuento que se aplicó por los racionamientos de energía en los meses de abril y mayo del año 2006, que a juicio de INE «es responsabilidad de la distribuidora» y que asciende a otros 2,5 millones de dólares. Según el titular del INE, el quinto punto es que Unión Fenosa tiene que dar mantenimiento a las redes de distribución de la energía, y estima que esto no lo ha cumplido la eléctrica española, lo que ha ocasionado muchos accidentes, algunos mortales. El sexto punto de la demanda tiene que ver sobre cómo se calculan los llamados «desvíos» y que el tribunal diga si la forma como los calcula el INE es la correcta o no.

Los «desvíos» se refieren a la diferencia que hay entre el precio de referencia de los combustibles que aprueba el INE para las tarifas y el precio real de lo que costó generar la energía. Castillo dijo que si el INE gana la demanda en esta instancia que no es judicial, la empresa eléctrica española, «tendrá que restituir cantidades millonarias en dólares», cuyo monto no precisó.

Asimismo, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, advirtió con «intervenir» a la eléctrica española Unión Fenosa, encargada de distribuir la energía en este país, si no garantiza la electricidad en los hogares nicaragüenses. «Estamos en un momento difícil porque hemos hecho esfuerzos por negociar con Unión Fenosa y no cumplen… y no nos va a dejar más caminos que intervenir Unión Fenosa«, señaló Ortega en un discurso ante el pleno del Parlamento Centroamericano (Parlacen), ofrecido en la antigua Casa Presidencial de Nicaragua. «No nos va a dejar más camino que intervenir Unión Fenosa, porque tenemos la responsabilidad de garantizarle la energía al pueblo nicaragüense», agregó.

Según Ortega, en Nicaragua existe un «caos» energético, el cual se originó con la privatización de la generación de las plantas que generan energía y de la distribución, a manos de Unión Fenosa, en el 2000.
«Y Unión Fenosa ha resultado un fracaso», continuó. El gobernante nicaragüense indicó que están «haciendo esfuerzos, todavía, por agotar con ellos la negociación», de lo contrario no tendrán otra salida que «intervenir Unión Fenosa«, reiteró.

En declaraciones a periodistas, tras concluir el acto, Ortega aseguró que una posible intervención de la eléctrica española está permitido por las leyes nicaragüenses. «La ley lo establece, lo tenemos estudiado, estamos preparado para ello, no queremos llegar a ello», añadió. El mandatario nicaragüense insistió en que intenta, todavía, una salida negociada con Unión Fenosa.

Unión Fenosa informó, en un comunicado, su compromiso de continuar invirtiendo y su «voluntad» de permanecer en esta nación centroamericana, pese a las advertencias de Ortega. También ratificó su voluntad de fortalecer sus inversiones en Nicaragua, donde cuentan 640.000 clientes. «Las distribuidoras DISNORTE y DISSUR han invertido 65 millones de dólares en sus seis años de operación, a un promedio de 10 millones de dólares anuales, siendo una de las empresas líderes en inversiones a nivel nacional», resaltó la eléctrica española, en una misiva enviada a los medios de comunicación.

Unión Fenosa señaló que esas inversiones han estado concentradas en la mejora de las redes y de los servicios a sus clientes, que se han incrementado en un 40 por ciento en los últimos años hasta llegar a los 640.000 usuarios actuales. «Estas inversiones están certificadas por las firmas internacionales de auditoría Price Water House y Deloite and Touche«, precisó.

Ante estas circunstancias el sector empresarial de Nicaragua se ha opuesto a una eventual «intervención», por parte del Estado, de la eléctrica española Unión Fenosa, por la alta suma de dinero que tendría que pagársele. Según cálculos de la Cámara de Comercio Americana Nicaragüense, Nicaragua tendría que pagar unos 200 millones de dólares a Unión Fenosa si le interviene el contrato que suscribieron en 2000. «Sacar a Unión Fenosa de Nicaragua le va a costar 200 millones de dólares al país…, y de dónde va a salir ese dinero, al final va a salir de todos los usuarios del sector energético», dijo el titular de la Cámara, César Zamora.

Zamora, quien también es gerente general de la empresa generadora Energética Corinto, anotó que la Cámara que representa considera que «Unión Fenosa se tiene que quedar en el país». «La solución más práctica es que se quede Unión Fenosa (y) que invierta los 30 millones de dólares que tiene que invertir», agregó.
También instó a generadoras privadas y estatales a invertir a fin de producir más energía y resolver la crisis que afecta a 640.000 usuarios con apagones de cuatro a doce horas diarias, por el déficit.

Mientras tanto, el presidente de la Cámara Oficial de Comercio Española en Nicaragua, José Escalante, expresó su «preocupación» por el «lenguaje que se está usando» en el conflicto entre Unión Fenosa y el gobernante Ortega. «Se está hablando ya hasta de intervención, me parece que, si bien es una posibilidad, según dice el presidente, me parece que es muy prematuro para estar hablando de una intervención sin antes no haber dialogado», señaló. El empresario español apostó por un diálogo entre la industria eléctrica nicaragüense, Gobierno, empresa privada y sociedad civil, para buscar una solución a la crisis del sector.

Unión Fenosa ya expresó su compromiso de continuar invirtiendo y su voluntad de permanecer en esta nación centroamericana, pese a las advertencias de Ortega. También ratificó su voluntad de fortalecer sus inversiones en Nicaragua, que según la empresa, ya suman 65 millones de dólares desde que iniciaron sus operaciones en Nicaragua en 2000.