El ministro de Energía de Rusia, Serguéi Shmatkó, anunció ayer que se reunirá los próximos 2 y 3 de junio con el comisario de Energía de la Unión Europea (UE), Andris Piebalgs, para abordar la situación de los suministros de gas ruso a Ucrania. «Hay que tomar decisiones importantes para impedir que se repita la situación del invierno de 2009», cuando Rusia cortó el suministro de gas a Ucrania, señaló Shmatkó, según la agencia Interfax.
Shmatkó insistió en que Rusia aboga por la participación de la UE en la financiación del suministro de gas con destino a los depósitos ucranianos, algo que Moscú considera fundamental para evitar una nueva crisis del gas con Kiev. «Por el momento, no hemos recibido a nivel político por parte de la UE, la Comisión Europea o la comisaría de Energía confirmación sobre su disposición de crear un fondo internacional» para financiar el bombeo de gas ruso a los depósitos ucranianos, dijo.
El ministro ruso adelantó que el objetivo de la reunión con Piebalgs es «elaborar un programa de medidas para la solución del problema».»Nos gustaría que los países y las compañías europeas interesadas participaran más activamente en la discusión. Es importante recibir una clara señal política por parte de la UE sobre la existencia de dicho problema», señaló.
Shmatkó considera «una muy mala señal la falta de una posición común en Ucrania«, debido al enfrentamiento entre el presidente, Víctor Yúschenko, y la primera ministra, Yulia Timoshenko.
El anunció de las consultas entre Rusia y la UE se produce después de que la corporación gasística Gazprom anunciara la víspera que la compañía nacional ucraniana Naftogaz «experimenta unas grandes dificultades para pagar la tarifa del gas ruso correspondiente a mayo«.
«Esperamos que la UE asuma una postura responsable y no se margine de la solución de las posibles dificultades, como ocurrió durante la crisis de tránsito que estalló en Ucrania en enero de 2009», señaló Serguéi Kupriánov, portavoz de Gazprom. Gazprom advirtió de que, en caso de que Naftogaz no pueda pagar el gas ruso, «pasará automáticamente al régimen de prepago como condición para futuros suministros» a Ucrania.
Con todo, agregó, «Gazprom comprende la importancia de ese problema para la seguridad energética europea, por lo que demuestra la mejor de las voluntades para impedir una nueva crisis».
En ese contexto, el gigante ruso del gas llamó a Bruselas a apoyar los proyectos de gasoductos South Stream -a través del mar Negro- y Nord Stream -por el fondo del mar Báltico- como alternativa al tránsito por Ucrania con el fin «minimizar los riesgos».
Según el contrato suscrito por Gazprom y Naftogaz, la compañía ucraniana tiene de plazo hasta el 7 de cada mes para pagar por la tarifa del gas ruso. Por ello, Naftogaz tendrá que pagar antes del 7 de junio el carburante consumido en mayo, de lo contrario Gazprom podría cortar de nuevo la llave del gas.
En ese caso, los consumidores europeos podrían experimentar nuevos recortes en el suministro, ya que el 80 por ciento del gas ruso pasa por territorio ucraniano. La pasada semana el primer ministro ruso, Vladímir Putin, y su colega ucraniana, Timoshenko, fracasaron en lograr un acuerdo definitivo sobre la compra de gas ruso para los depósitos ucranianos.
Putin indicó que Ucrania necesita almacenar este año 15.000 millones de metros cúbicos de gas ruso, por 4.800 millones de dólares, para garantizar el funcionamiento de su economía, pero carece de fondos y no puede conseguir créditos. Según Moscú, los depósitos con reservas de gas impedirían que Ucrania, como ocurriera en las crisis de 2006 y enero pasado, extrajera carburante ruso de la red de gasoductos con destino a Europa.
El pasado 1 de enero Gazprom suspendió el bombeo de gas a Ucrania ante la ausencia de un contrato bilateral para 2009 y el día 7 interrumpió los suministros a Europa por los gasoductos ucranianos. Moscú sólo reanudó el suministro tras firmar el 19 de enero un nuevo acuerdo con Naftogaz, que negociaron personalmente Putin y Timoshenko.
