La Comisión Europea y las empresas del sector confían en que el avance de los biocarburantes no amenacen los precios de los alimentos

La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, y las empresas del sector de biotecnología han defendido que es posible desarrollar la producción europea de biocarburantes sin que esto suponga una reducción de materia prima, como cereales, para la obtención de alimentos.

Fischer Boel y las industrias europeas de la biotecnología (agrupadas en EuropaBio) han apostado por fomentar estos combustibles ecológicos, durante el Congreso Mundial sobre Biocarburantes, que se celebra en Bruselas.

La comisaria ha manifestado que los biocarburantes (procedentes de material vegetal o restos animales) tal vez no sean «la varita mágica, pero sí un importante instrumento para combatir el cambio climático» y una alternativa a los carburantes fósiles, como el petróleo.

Fischer Boel se ha referido al posible impacto que puede tener el uso para fabricar biocarburantes de cereales u otros cultivos alimentarios. En este sentido, ha destacado que si bien existen problemas por los precios de los alimentos, que se agravan en los países más pobres, «no es justo convertir a los biocarburantes en el chivo expiatorio» y culparlos de la situación actual de los mercados, donde hay presión por la falta de oferta alimentaria.

La UE tiene como objetivo que en 2020 los biocombustibles supongan como mínimo un 10% del consumo de energía en el transporte y según Fischer Boel, «se puede cumplir sin añadir demasiadas presiones a los mercados de alimentos o piensos». Según la comisaria, en 2020 el 15% del área cultivable de la UE se dedicará a materia prima para biocombustible y «desde el punto de vista europeo, esperamos que esto eleve los precios de los cereales entre el 3% y el 6%, y los de la colza, entre el 8% y el 10%». Al mismo tiempo, la comisaria ha indicado que los precios de los piensos caerán significativamente, pues se espera un crecimiento de los rendimientos, que generarán un aumento de 34 millones de toneladas de cereales anuales en 2020 y «sin tener en cuenta los transgénicos».

Bruselas quiere proponer, además, el final definitivo del barbecho obligatorio (actualmente no se aplica), que también podría dar una cosecha extra de 12 millones de toneladas. Por otro lado, según la comisaria, se prevé un nivel «razonable» de importaciones.

En general, la Comisión Europea (CE) aboga por fomentar los biocombustibles de «segunda generación» (que no procedan de cultivos alimentarios) y si este desarrollo es más lento de los previsto, «simplemente habrá que elevar las importaciones», según Fischer Boel. La comisaria ha remarcado que en su proyecto legal para reformar la Política Agrícola Común (PAC) va a proponer que se suprima el apoyo que hay ahora (45 euros por hectárea) a los cultivos de remolacha o cereal para biocarburante, por opinar que este apoyo «no es la mejor forma de impulsar el sector desde la agricultura».

Por su parte, la asociación EuropaBio ha recalcado que la obtención de biocombustibles contribuye a la reducción de gases de efecto invernadero y al abastecimiento energético, pero deben fomentarse «sobre principios ambientalmente sostenibles», según Kirsten Birkegaard, representante de esta organización. Esto significa, según la patronal de biotecnología, crear un sistema de certificación creíble para garantizar que se fabrican respetando el medioambiente y además «insistir en que no obstaculice el abastecimiento de alimentos en Europa ni en países terceros». «Tampoco debe perjudicar la protección de los bosques, ni degradar el suelo».

La comisaria ha recordado la propuesta de la CE, dentro de los planes sobre energías renovables, para evitar la comercialización y la importación de biocarburantes de material vegetal procedente de zonas con alto valor ecológico.

Barroso subraya que la separación de las empresas energéticas es un concepto clave

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, recalcó su compromiso con la controvertida propuesta de separar la propiedad de la generación energética y la de las redes de distribución.

«Es un concepto clave para nosotros», afirmó Barroso, en un discurso ante el Parlamento Europeo con motivo de la cumbre comunitaria que se inicia en Bruselas.

La propuesta suscita la oposición frontal de Francia o Alemania, que temen que les obligue a partir en dos sus grandes empresas energéticas, mientras es defendida por Holanda, Dinamarca o España.

Dada la dificultad de superar la diferencias, los jefes de Estado y de Gobierno no prevén alcanzar un acuerdo en la cumbre de esta semana pero sí fijarán el próximo junio como plazo final para lograrlo.
El acuerdo sobre la cuestión de los mercados de electricidad y gas se ha vinculado a la negociación de los nuevos objetivos de reducción de emisiones para luchar contra el cambio climático.

El presidente del Ejecutivo comunitario apuntó que esta segunda cuestión debe resolverse, como muy tarde, a principios de 2009, antes del fin de la legislatura del Parlamento Europeo.

Por otra parte, Barroso defendió ante la Eurocámara que la llamada estrategia de Lisboa -programa de reformas económicas para dinamizar la economía europea- está funcionando y puso como ejemplo que la tasa de población activa ha alcanzado el 66 por ciento y la productividad «crece más rápida que en Estados Unidos«.

Reconoció que las turbulencias financieras y económicas globales afectan a Europa, pero advirtió contra la tentación del «proteccionismo». «Con un 7 por ciento de la población, somos el 20 por ciento de economía. Pese a pujanza de China e India, tenemos el mejor potencial comercial. No podemos perder nuestra confianza. No nos dejemos llevar por el pesimismo», argumentó.

El dirigente portugués abogó, además, por que la cumbre de esta semana propicie la eliminación de barreras para el comercio dentro del mercado interior de las pequeñas y medianas empresas.

El Grupo del Gas de la Unión Europea pide a Ucrania y Gazprom que aclaren sus relaciones

El Grupo de Coordinación del Gas de la Unión Europea (UE) consideró necesaria una «aclaración urgente» de las relaciones entre el gigante energético ruso Gazprom y Ucrania en torno al suministro de gas al país y su tránsito hacia los Veintisiete.

Los expertos de los gobiernos de la UE, de la CE y del sector energético celebraron en Bruselas una reunión extraordinaria para analizar el último conflicto entre la empresa rusa y Kiev, que la pasada semana llevó a Gazprom a recortar temporalmente la mitad de sus suministros de gas a Ucrania.

El Grupo de Coordinación del Gas confirmó en un comunicado que la disputa no llegó a afectar a los suministros de Europa, algo que sí ocurrió en un caso similar hace dos años.

Casi el 80 por ciento de las importaciones europeas de gas ruso, que abastecen a doce Estados miembros, transitan a través de Ucrania.

Los expertos señalaron en su nota que la repetición de los incidentes entre Moscú y Kiev subraya la necesidad de «cooperación» y de «solidaridad» entre los Estados miembros y de que Europa hable «con una sola voz».

El Grupo de Coordinación del Gas está presidido por la Comisión Europea y su función es intercambiar información y desarrollar medidas a corto y largo plazo para mejorar la seguridad del suministro de gas en la UE. Su próxima reunión está prevista para el 3 de abril.

El Tribunal de la Unión Europea condena a España por no retirar las medidas a E.ON

El Tribunal de Justicia de la UE condenó a España por no haber acatado la decisión de la Comisión Europea de retirar varias de las condiciones a la opa de E.ON sobre Endesa, pero no entró a evaluar si las medidas son compatibles con la legislación comunitaria.

Los jueces europeos dieron la razón al ejecutivo de la UE, que había solicitado en reiteradas ocasiones al Gobierno español que levantara algunas de sus restricciones a la entrada de E.ON en la eléctrica española, y condenaron a España al pago de las costas judiciales.

Para Bruselas no es aceptable obligar a mantener la marca Endesa durante cinco años; no vender en ese plazo los activos eléctricos fuera de la Península; utilizar sólo carbón de producción nacional y no desviar gas producido en España a otros mercados, y no adoptar decisiones estratégicas que puedan afectar a la seguridad del suministro contrarias al ordenamiento legal español.

Esas medidas vulneran, según la Comisión, los principios de libertad de establecimiento y libre circulación de capitales. Además, el ejecutivo de la UE denuncia que, al imponer requisitos a la operación, Madrid se inmiscuyó en una fusión de dimensión comunitaria, sobre las que Bruselas tiene competencia exclusiva.

El Gobierno niega que las condiciones a E.ON vulneren la legislación y argumenta que su único objetivo era garantizar la seguridad energética nacional. Pero el Tribunal de Justicia no entró a evaluar estos argumentos y recalcó que un Estado miembro no puede defenderse de un recurso por incumplimiento aduciendo la ilegalidad de la decisión. Sólo podría hacerlo si la decisión de Bruselas adoleciera «de vicios especialmente graves y evidentes», dice la sentencia, algo que no ocurre en este caso.

Según el Tribunal, «sin que sea necesario examinar si las medidas controvertidas se adoptaron para proteger un interés legítimo» como la seguridad pública, no procede en este caso cuestionar la validez de la decisión de la Comisión.

La sentencia, contra la que no cabe recurso, recalca, además, que el hecho de que E.ON retirara su oferta por Endesa no eximía a España del cumplimiento de la decisión de Bruselas.

La Comisión Europea se declaró satisfecha por el fallo judicial que, a su juicio, confirma la obligación de los Estados miembros de cumplir sus exigencias. Según Bruselas, queda claro que la Comisión «puede y debe» vigilar las medidas nacionales, para garantizar que los Gobiernos no impongan trabas injustificadas a fusiones de dimensión comunitaria.

El Gobierno, por su parte, aceptó la sentencia de la corte con sede en Luxemburgo pero subrayó que «no limita su capacidad de actuar en un futuro para garantizar el suministro energético».

El vicepresidente segundo, Pedro Solbes, lamentó la contradicción de la normativa comunitaria, que permite a los países aducir razones de estrategia nacional para poner condiciones a una operación en el sector energético y en la práctica no las acepta.

Fuentes gubernamentales incidieron en que la sentencia tiene efectos «prácticamente nulos», no modifica la situación del sector y «elimina las condiciones de una operación que no se produjo».

La corte europea debe aún pronunciarse sobre la ampliación de competencias de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que permitió al regulador imponer requisitos a la opa de E.ON, primero, y después a la de Enel y Acciona.

Bruselas abrió un nuevo expediente sancionador a España por las medidas a Enel y Acciona, muy similares a las fijadas para E.ON, que estaba abocado a terminar también ante la corte de Luxemburgo.

Pero el Gobierno español se ha adelantado a la previsible denuncia de Bruselas y ha recurrido ante el Tribunal de Primera Instancia la decisión de declarar «ilegales» parte de las exigencias a Enel y Acciona.

Madrid ha solicitado, incluso, medidas cautelares a la corte, es decir, que no se le obligue a cumplir la decisión de Bruselas -retirar las medidas- hasta que haya una sentencia sobre el fondo del asunto.
De esta manera, el Gobierno fuerza al Tribunal a pronunciarse sobre su capacidad de intervenir en una fusión comunitaria para defender la seguridad energética.

El Tribunal de la Unión Europea decide hoy si España fue demasiado lejos con sus trabas a E.ON

El Tribunal de Justicia de la UE se pronuncia hoy sobre la denuncia de la Comisión Europea contra España por las restricciones impuestas al grupo alemán E.ON para hacerse con la eléctrica española Endesa.

Los jueces europeos deben decidir si, como argumenta el ejecutivo de la UE, varias de las condiciones para autorizar la opa de E.ON eran contrarias a la legislación comunitaria y si, con esas restricciones, el Gobierno se atribuyó competencias que no le corresponden. A pesar de las dudas de Bruselas sobre su legalidad, E.ON aceptó las medidas establecidas por las autoridades españolas, aunque acabó retirándose de la puja por Endesa tras llegar a un acuerdo con Enel y Acciona.

La Comisión considera que, al fijar condiciones a la oferta de E.ON, las autoridades españolas violaron el artículo 21 del Reglamento europeo de concentraciones, que establece la competencia exclusiva de Bruselas en las operaciones de dimensión comunitaria. Además, cree que varias de las medidas vulneran los principios de libertad de establecimiento y libre circulación de capitales y algunas incluso el de libre circulación de bienes.

La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, exigió reiteradamente al Gobierno español que retirara las medidas controvertidas, pero Madrid se negó, aduciendo que con ellas sólo buscaba garantizar la seguridad energética nacional.

Las condiciones fueron fijadas en un primer momento por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y, en respuesta a varios recursos de las empresas, el Ministerio de Industria las modificó parcialmente.

Entre las condiciones que Bruselas considera incompatibles con la legislación comunitaria figuran la obligación de mantener la marca Endesa durante cinco años; no vender en ese plazo los activos eléctricos fuera de la Península; utilizar sólo carbón de producción nacional y no desviar gas producido en España a otros mercados, y no adoptar decisiones estratégicas que puedan afectar a la seguridad del suministro contrarias al ordenamiento legal español.

El Gobierno español insiste en que todas las condiciones respetan la normativa comunitaria y destaca que su única pretensión es garantizar el suministro energético, ámbito que, en su opinión, corresponde a las autoridades nacionales y no a las comunitarias.

El Tribunal de la UE tiene que decidir si el objetivo de garantizar la seguridad energética faculta a España para restringir la entrada en su mercado de operadores extranjeros. En este caso, la corte con sede en Luxemburgo no ha celebrado vista pública y las partes se han limitado a exponer sus argumentos por escrito.

Éste será el primer pronunciamiento del Tribunal europeo en la disputa entre Bruselas y Madrid por los obstáculos a la entrada de E.ON.

La corte tiene todavía que fallar sobre otra denuncia de la Comisión por la ampliación de competencias de la CNE que permitió al regulador poner condiciones a la opa del grupo alemán sobre Endesa. Según el ejecutivo de la UE el decreto-ley que Madrid aprobó de urgencia tras conocer las intenciones de E.ON de comprar Endesa supone una vulneración de los principios de libre circulación de capitales y libertad de establecimiento.

Bruselas ha iniciado, además, un nuevo procedimiento de infracción por las condiciones de Madrid a la opa de Enel y Acciona, muy similares a las impuestas a E.ON.

La Unión Europea negocia con Argelia una asociación energética

La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero Waldner, anunció que la Unión Europea (UE) negocia con Argelia una asociación estratégica en materia de energía que haga del país magrebí un «suministrador seguro» para el continente.

En una conferencia de prensa en Argel al término de su visita oficial de dos días a esta capital, la comisaria destacó que «Argelia busca un mercado fiable para sus productos energéticos y la UE un suministrador seguro», aunque no precisó los detalles de la negociación.

Indicó que «la energía es un sector esencial en la agenda bilateral» y que la seguridad energética y el cambio climático son «desafíos enormes que se han convertido claramente en los asuntos probablemente más importantes para toda la comunidad internacional».

Durante su visita a Argelia, Ferrero-Waldner se entrevistó con el presidente del país, Abdelaziz Bouteflika, el primer ministro, Abdelaziz Belkhadem y el ministro de Exteriores, Mourad Medelci.

Además de los temas energéticos, la eurocomisaria explicó que presentó a los dirigentes argelinos «propuestas de acciones concretas» en relación con las reformas económicas que necesita el país, con el sector del comercio, la emigración y la seguridad. «Debemos utilizar todo el potencial de nuestro acuerdo de asociación», dijo en referencia al acuerdo marco entre la UE y Argelia firmado en Valencia (España) en 2002 y que entró en vigor en septiembre de 2005.

Explicó que la cooperación de la UE persigue «acompañar las reformas económicas puestas en marcha» por el Gobierno argelino y consideró «esencial» ayudar al país «en sus avances hacia una economía de mercado competitiva». Esto implica, añadió, la renovación de sus empresas, la reforma del sector bancario, la promoción de la inversión nacional y extranjera y la mejora general de la competitividad.

Ferrero-Waldner firmó con Bouteflika un programa de apoyo a pequeñas y medianas empresas, el segundo en este sector, con una financiación europea de 40 millones de euros, que permitirá «ampliar el apoyo de la UE al sector privado en Argelia«, resaltó. En cuanto al sector del comercio, dijo que se han puesto en marcha «acciones concretas para ayudar al país a diversificar sus exportaciones, modernizar sus servicios aduaneros y proseguir el programa de privatización».

Con el ministro de Exteriores, Ferrero-Waldner acordó organizar un encuentro de empresarios antes de fin de año para fomentar el contacto de los inversores argelinos y los europeos y atraer a éstos últimos hacia el país. «Es muy importante mostrar a los inversores europeos la situación muy positiva que atraviesa en este momento Argelia, cambiar la percepción que existe sobre el país», subrayó.

Asimismo, recalcó la necesidad de trabajar conjuntamente con las autoridades argelinas para «mejorar el control de la emigración ilegal y facilitar la legal» y, respecto a la seguridad, abogó por actuar también conjuntamente para conseguir «el máximo de prevención en la lucha contra el terrorismo». Dijo que compartió con el presidente argelino una valoración parecida respecto al proyecto de Unión Mediterránea propuesto por el presidente francés, Nicolás Sarkozy.

«La idea es bienvenida si incluye lo que es la base de nuestro trabajo e integra a todas las instituciones europeas y a todos los miembros de la UE«, afirmó antes de explicar que se trata de «una oferta adicional a lo que ya existe» y que debe todavía verse cómo se concreta.

La Comisión Europea firma su adhesión al acuerdo internacional para reducir las emisiones de metano

La Comisión Europea (CE) firmó su adhesión al partenariado internacional «M2M» para la reducción de emisiones de metano, según informó en un comunicado. Este acuerdo, en el que participan 20 países, se lanzó en noviembre de 2004 en Washington con el objetivo de impulsar la captura y la utilización del metano como fuente de energía y limitar así las emisiones contaminantes.

El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, señaló en la nota que esta iniciativa contribuirá «directamente al objetivo de la Comisión Europea de limitar el calentamiento global a 2 grados centígrados».

Por el momento, cuatro Estados de la UE (Alemania, Italia, Polonia y Reino Unido) forma parte ya del «M2M«, junto a países como Estados Unidos, Australia, Brasil, Argentina, Canadá, China, India y Rusia.

La CE participará en el comité de dirección del partenariado y en las actividades de los subcomités centrados en el metano procedente de minas de carbón y de las operaciones con petróleo y gas.

La reducción en las emisiones de metano está considerada como una forma muy efectiva de luchar contra el cambio climático y su captura permite la reutilización para generar energía. Actualmente, el metano supone el 16 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, pero su capacidad para atrapar calor en la atmósfera es 23 veces mayor que la del dióxido de carbono, según datos del «M2M«.

Dentro de su viaje a EEUU, Piebalgs participó en la Conferencia Internacional sobre Energías Renovables en Washington, en la que estuvieron presentes más de 90 ministros de todo el mundo. El evento es el tercero de este tipo y sigue a los celebrados en Bonn (Alemania) en 2004 y en Pekín en 2005.

El comisario recordó los compromisos europeos en materia de renovables -entre ellos el objetivo de que en 2020 el 20 por ciento de la energía que se consuma proceda de estas fuentes- e instó a otros a «seguir el mismo camino».

La Comisión Europea estudia suprimir las ayudas para los cultivos destinados a bio-carburantes

La Comisión Europea (CE) estudia suprimir el actual sistema de ayudas al cultivo de materias primas, como cereales o remolacha, para la fabricación de bio-carburante, dentro de sus proyectos para la reforma de la Política Agrícola Común (PAC).

Dentro de las medidas que Bruselas proyecta incluir en su propuesta legal para la revisión o «chequeo médico» de la PAC, plantea la «eliminación del régimen de ayudas a los cultivos energéticos», basándose en que hay una demanda de bio-combustibles «muy fuerte». La CE presentará su propuesta legislativa para revisar la PAC el día 20 de mayo, con el fin de que los países de la UE negocien esta reforma.

Actualmente existe una prima específica de 45 euros por hectárea para los cultivos destinados a ese tipo de carburantes, que está ligada a un contrato entre el agricultor y una compañía fabricante. Sin embargo esta ayuda se da a una superficie limitada (dos millones de hectáreas) y precisamente el pasado mes de otoño los países de la UE decidieron rebajarla hasta 30 euros por hectárea, porque se había superado la extensión sembrada con derecho a ese apoyo.

En España, los agricultores habían solicitado esa prima para 183.720 hectáreas, mientras que la superficie determinada en la legislación de la UE es de 182.070 hectáreas, según datos de octubre.

La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, ya ha hablado, en el marco de los debates sobre la revisión de la PAC, acerca de la necesidad de cuestionar si es necesaria o no la continuidad de la prima para bio-carburante. La CE introdujo esta ayuda, tras la reforma de la PAC de 2003, para dar otras salidas a los agricultores de sectores en reestructuración, como el remolachero.

Entre los objetivos sobre energías renovables, la UE decidió que en 2020 el bio-combustible (de material vegetal o cultivos agrícolas) suponga por lo menos el 10% del consumo energético en el transporte.

Piebalgs cree que la denuncia de Iberdrola contra Francia es útil para el mercado europeo

El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, considera que la denuncia presentada por Iberdrola el pasado miércoles ante la Comisión Europea (CE) contra Francia por considerar que la legislación de este país permite blindar de forma ilegal a EDF, es «útil» para el mercado único europeo.

«La iniciativa de Iberdrola es útil. Quizá no para mí, pero sí para el mercado único europeo», afirma Piebalgs en una entrevista que publica el diario El Economista. «Creo que es útil que las compañías dejen de lado su timidez y que nos digan: Queremos competir lealmente en todos los mercados, pero estas leyes lo evitan. Así que, por favor, analicen si son justas», explica.

Iberdrola considera que las leyes francesas 2004/83 y 1983/675 permiten establecer una especie de «acción de oro» sobre EDF, controlada en un 85 por ciento por el Estado francés, que la blinda de forma ilegal ante el interés de otras compañías y contraviene la normativa comunitaria.

Tras semanas de rumores, EDF reconoció el pasado 8 de febrero que había mantenido conversaciones con el grupo constructor ACS para analizar sus intereses comunes en la eléctrica.

El comisario europeo de Energía, que no se pronuncia sobre las posibilidades de que la denuncia logre sus objetivos, añade que acciones como éstas «ayudan a que las compañías adopten posiciones activas y no permanezcan pasivas y se limiten a seguir las tendencias».

En este sentido, Piebalgs destaca la decisión de la empresa alemana E.ON de vender sus redes de transporte de electricidad y parte de sus actividades de generación. La Comisión Europea se ha comprometido a cerrar las investigaciones antimonopolio que mantiene abiertas contra E.ON cuando se concreten estas operaciones.

Sobre la coyuntura energética mundial, Piebalgs no descarta que en 2011 el barril de petróleo alcance los 200 dólares y recuerda que cuando llegó a la Comisión Europea en 2004 costaba 52 dólares.
«En tres años se ha duplicado. No podemos excluir que dentro de otros tres, en 2011, esté en 200 dólares», apunta Piebalgs.

El comisario de Energía, que se muestra contrario a reducir la fiscalidad para contener precios en energía, cree que los impuestos recaudados en este capítulo deberían destinarse a potenciar la innovación y el desarrollo (I+D) en energías alternativas y en eficiencia energética. «Necesitamos impulsar cambios estructurales (…) y prepararnos para un futuro en el que el petróleo podría ser incluso más caro», afirma.

Los países de la Unión Europea mantienen su división sobre la separación patrimonial

Los países de la Unión Europea mantuvieron su división sobre la separación patrimonial de las redes energéticas propuesta por la Comisión Europea, a la que se opone un grupo de ocho países liderados por Francia y Alemania, pero a la que otros estados miembros no están dispuestos a renunciar.

Los ministros de Energía de los Veintisiete no lograron alcanzar un acuerdo para avanzar en la tramitación de la reforma de los mercados del gas y de la electricidad, en una jornada marcada por el anuncio inesperado de la alemana E.ON, que venderá sus redes eléctricas para satisfacción de Bruselas.

«Ha quedado claro que los países tienen distintos puntos de vista», explicó en una rueda de prensa Andrej Vizjak, ministro de Economía de Eslovenia, país que preside este semestre la Unión.

Los Veintisiete analizaron la conocida como «tercera vía», una propuesta alternativa a la separación patrimonial que presentaron a finales de enero Francia, Alemania, Bulgaria, Grecia, Austria, Luxemburgo, Letonia y Eslovaquia. El sistema que defienden estos países consiste en limitar el poder sobre las redes de las empresas que controlan todas las actividades (generación, transporte y comercialización), pero sin quitarles la propiedad de las infraestructuras, tal y como pretende Bruselas.

La iniciativa franco-alemana, que la CE había accedido a estudiar, encontró, sin embargo, un fuerte rechazo por parte de un pequeño grupo de países, que se niegan a que se abandone el «ownership unbundling». «Las posturas son, en algunos casos, extremas», aseguró el secretario general de Energía de España, Ignasi Nieto.

En la reunión, Holanda y Dinamarca fueron los socios más reacios a negociar sobre una opción que no contemple la separación patrimonial, indicaron fuentes diplomáticas. Mientras, un grupo importante de países que defiende la tesis de la CE, entre ellos España, se mostró dispuesto a aceptar otras vías siempre que con ellas se alcancen resultados similares. Por el momento, tanto estos países como la Comisión consideran que la «tercera vía» no cumple los objetivos de la reforma, pero han aceptado reiniciar negociaciones técnicas con ese texto como base.

El ministro francés de Ecología, Jean-Louis Borloo, aseguró por ello que los contrarios a la separación patrimonial han ganado «una gran batalla psicológica» y confió en que se logrará convencer a los países que hoy bloquearon el plan franco-alemán.

La Presidencia eslovena espera lograr una solución de compromiso que permita sacar adelante el paquete de liberalización energética en el mes de junio.

Mientras tanto, E.ON anunció planes para vender sus redes eléctricas y poner fin así a las investigaciones antimonopolio que la CE tiene abiertas en su contra. Este paso podría dar un giro a las negociaciones sobre la separación patrimonial, pues la compañía alemana era una de las grandes amenazadas por la propuesta de Bruselas y el gobierno de Angela Merkel uno de los principales defensores de la «tercera vía».

El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, reconoció que la decisión de E.ON «tiene impacto en el debate, aunque la postura de Berlín no ha cambiado», e instó a otras compañías a seguir pasos similares.