El juego de la OPA: la operación más emocionante de la historia
La opa por Endesa pasará a la historia como uno de los procesos más impresionantes, complejos y sorprendentes de la historia empresarial española. Y la figura de Manuel Pizarro, como la de un héroe. Es increíble ver cómo a cada momento salta a los titulares un nuevo movimiento estratégico, que evoca el transcurso de una frenética partida de ajedrez. Sólo que, en lugar de dos jugadores, son algunos más.
Este viernes, fecha en la que estaba previsto que Caja Madrid anunciase lo que pretende hacer con su participación en la eléctrica española -cosa que al final ha aplazado hasta el lunes de la semana que viene-, Enel y Acciona confirmaban los rumores del jueves por la noche, según los cuales ambas compañías se planteaban lanzar una oferta conjunta por Endesa.
Una cuestión interesante por varios motivos. En primer lugar, ambas compañías decidieron adelantarse a la ley que les obligaría a lanzar una opa por el 100% de Endesa en el caso de que exista una concertación entre dos compañías que poseen más del 25% de la tercera (Acciona+Enel=46% de Endesa). En segundo lugar, porque el anuncio tiene trampa. Ambas empresas afirmaron que lanzarían una opa si fracasa la operación de E.On, después de concluir el plazo para la aceptación de la oferta. La trampa está en que el anuncio de la constructora de los Entrecanales y de la italiana, dirigida por Fulvio Conti condicionaría obligatoriamente el resultado de la opa de E.On. ¿Por qué? Porque E.On está ofreciendo -en estos momentos- 38,75 euros por acción, y la opa de Enel y Acciona subiría el precio hasta los 42 euros. ¿Quién es tan tonto de vender por menos de 39 euros cuando puede hacerlo por 42, esperando sólo un poco más?
Afortunada o desgraciadamente, pero entendiendo la frustrante situación de desventaja en que se encuentra una E.On que no puede mejorar su oferta ni comprar acciones de Endesa en el mercado -lo que ha facilitado que Acciona y Enel se hagan fuertes-, el regulador español de los mercados, la CNMV, ha puesto el sentido común sobre la mesa y ha dicho que ni Enel ni Acciona podrán poner una oferta sobre la mesa hasta que hayan pasado seis meses de la liquidación de la oferta de E.On. Y además teniendo en cuenta que el anuncio del viernes trastorna el funcionamiento normal del mercado, ha dado de plazo a E.On, si lo desea, hasta el lunes para elevar su oferta, como condición excepcional. Pueden hacer sus apuestas; parece bastante claro que Wulf Bernotat no conciliará el sueño de aquí al lunes.
La situación se vuelve, permítanme, divertida. Cuando uno empieza a dar por cerrada la operación, a vislumbrar al fin el final del túnel, viene alguien y borra por completo el terreno de juego para dibujar un panorama totalmente distinto, lo que hace muy difícil prever qué va a pasar ahora. Tanto es así que Caja Madrid, que había previsto para hoy anunciar si vendería o no a E.On, ha pospuesto hasta el lunes su decisión. El lunes, por cierto, que será la fecha en la que E.On dirá si mejora o no, y cuánto, su oferta.
Sin embargo, y por muchos seis meses que queden, quien más y quien menos se quedará con la mosca detrás de la oreja y es probable que a más de uno le cueste soltar sus endesas. Parece que ahora el juego se prolonga otros seis meses.
¿Qué va a hacer ahora Caja Madrid?
Podría decirse que dependerá de lo que diga E.On el lunes. Pero Enel y Acciona tienen seis meses para decidir qué precio ofrecerán por la eléctrica presidida por Manuel Pizarro, y es seguro que ese precio será superior al que ofrezca E.On, por lo cual podría haber una gran división entre los inversores. Teniendo en cuenta que el free float de Endesa es pequeño, Wulf Bernotat lo tendrá muy difícil para hacerse no ya con el 50,01% de la eléctrica española, sino con cualquier participación inferior. Por lo tanto, la decisión de Caja Madrid no tendría por qué depender de lo que diga E.On, sino de lo que sepamos en octubre por Enel y Acciona.
En toda esta maraña de acontecimientos es posible prever distintos escenarios, como que E.On, por ejemplo, retire su oferta, espere a que la formulen Enel y Acciona, y vuelva a presentarse más tarde. Pero, visto lo acontecido, cualquier hipótesis acaba por convertirse en especulación pura y dura que poco o nada puede tener que ver, finalmente, con la realidad.
Puede que lo más sabio sea esperar al lunes y disfrutar del informativo, sentados en el sofá, con un buen cucurucho de palomitas.