La demanda de combustibles de automoción se estabiliza en 2014 tras seis años de caídas desde 2007

A falta de los datos de diciembre, las estadísticas muestran un incremento del consumo del 1,1% hasta noviembre, debido sobre todo al aumento del 1,6% en el combustible más utilizado, el gasóleo. Con estas cifras, la estabilización de la demanda en el año ya es un hecho y el cierre del ejercicio en positivo solo queda condicionado a que se hayan consumido más de 2 millones de toneladas de combustible en diciembre, un umbral siempre superado en los últimos ejercicios.

La caída de los precios de los carburantes es otro de los factores que pueden permitir que los 23,3 millones de toneladas consumidas hasta noviembre superen los 25,1 millones de 2013 y, de esa forma, se cierre el primer ejercicio en positivo desde 2007. Aquel año, la demanda registró un techo de 32,7 millones de toneladas, e inició una secuencia de descensos provocada por la menor actividad en el transporte, la crisis y el aumento de los precios desde 2011.

Tras la cota de 2007, la demanda comenzó a caer, salvo en 2010, a tasas superiores al 3% en cada uno de los años posteriores. En este sentido, lo hizo un 3,9% en 2008, un 5,4% en 2009, un 1,6% en 2010, un 4,7% en 2011, un 6,2% en 2012 y un 3,8% en 2013, y es en 2014 cuando esta tendencia podría cambiar de signo por primera vez desde el estallido de la crisis.

El consumo de carburantes cayó un 1,6% durante el mes de noviembre

En noviembre descendió tanto la demanda de gasóleo (0,9%) como la de gasolina (4,7%) a pesar del fuerte descenso de precios experimentado en los últimos meses.

Sin embargo, en el consumo de carburantes de automoción aumentó en un 1,1% en el conjunto de los once primeros meses del año, gracias al avance del gasóleo (1,6%) y a pesar del retroceso de la gasolina, que cayó un 1,1%.

Por lo que respecta al resto de productos petrolíferos, en noviembre descendieron todos excepto los gases licuados del petróleo, que repuntaron en un 8,1%.

La demanda de fuelóleos bajó un 8,3% y la de querosenos, un 0,6%.

En los once primeros meses del año, la demanda de fuelóleos se incrementó en un 4,9%; la de GLP, en un 4,5%, y la de querosenos, en un 3,7%.

«Black Friday» en el petróleo

Finalmente, la decisión de los países integrados en la OPEP en su reunión de este jueves fue mantener la producción de petróleo (30 millones de barriles diarios), pese a la caída en los precios del crudo, ya superior al 35%. Al final del día, el petróleo cotizaba ligeramente por encima de los 74 dólares el barril de Brent, la mayor caída desde mayo de 2011 y con tendencia a la baja. Y, hoy, está en el entorno de los 70 dólares. El mercado ha entendido razonablemente bien los mensajes que salían de Viena.

Algo que era previsible, toda vez que las circunstancias de la economía mundial mandan: ralentización del crecimiento mundial, especialmente en las economías de los países emergentes (China era la locomotora y empieza a evidenciar señales de descenso en la velocidad) y, después, el aumento de la producción que han efectuado, por motivos diferentes, Estados Unidos, Brasil, Canadá y Rusia.

La presión, por tanto, se concentraba en Arabia Saudí de cara a conseguir una rebaja de la producción a efectos de frenar el tobogán acelerado de caída de precios. Arabia entró en la reunión sin ser partidaria de intervenir en las cuotas de producción de forma que el ajuste de mercado sea automático, por circunstancias de oferta y demanda. Además, cualquier movimiento restrictivo hubiera supuesto un apoyo a la actividad de extracción y producción no convencional, algo tampoco deseado por los países con mayores problemas hoy, pero no factible. De hecho, una de las claves de esta decisión es perjudicar estas nuevas técnicas mucho más caras.

Por otro lado, la OPEP ha comprendido que su capacidad para determinar los precios en el mercado del crudo ha disminuido drásticamente. Su cuota de producción mundial ha bajado del 60% al 40%, lo que implica que su papel de árbitro del mercado se ha visto relativizado. Y, además, en el pasado, cuando estas coyunturas se daban, los acuerdos para mantener o reducir cuotas, eran incumplidos sistemáticamente por los distintos miembros del cártel. Por tanto, ante la complicación de la coyuntura está declinando un papel de control virtual de los precios del crudo en los mercados.

Ciertamente, los países productores que más efecto están teniendo en sus economías por esta tendencia bajista del crudo, deseaban que se produjera un acuerdo que contuviera la oferta de crudo en el mercado, a efectos de tratar de subir o mantener los precios. Los casos son diferentes: por un lado, Venezuela con gravísimos problemas económicos, galopantes, modo huida hacia adelante y contención en forma de olla a presión. En la actualidad, el gobierno de Nicolás Maduro, posee graves dificultades para aumentar su producción en su industria petrolífera, hasta el punto de precisar importaciones de refino, debido a las particulares características de su crudo. Un cuadro que, en breve, tendrá más consecuencias a nivel incluso político.

Por otro lado, Rusia aborda esta coyuntura, con una industria petrolífera mucho más eficiente y avanzada y, pese al impacto de la caída de precios del petróleo, ha decidido aumentar su producción de crudo para compensar la caída de la bajada de precios y aumentar los ingresos. La diplomacia de la economía de la energía actúa con todo su lógica, pero es una de las grandes perjudicadas en esta partida de ajedrez, con una energía fuertemente dependiente de la energía. Por su parte, el retórico trasfondo de las sanciones de la Unión Europea por la última crisis del gas, de facto, no es tenido en cuenta por los mercados.

En realidad, estamos ante un episodio en el que chocan las campañas periódicas sobre la escasez de crudo (el agotamiento anunciado hace casi 40 años del crudo), con las consecuencias de las nuevas formas de extracción de petróleo y gas, las transformaciones de los mercados energéticos y la evolución de la economía. El futuro puede ser «menos negro» en ese sentido y, probablemente, monetizar el presente puede ser una estrategia más eficiente.

La tendencia continua. Los países mantienen sus expectativas de producción, entre ellas Arabia Saudí (la gran ganadora de la reunión de este jueves pese a la presión inducida que siempre sabe sacudirse) y Estados Unidos. Se anticipan precios muy por debajo de los 70 dólares el barril. Más vale pájaro en mano y es «Black Friday».

Choque de maximalismos

Por un lado, el Gobierno canario, con Paulino Rivero a la cabeza, ha tratado de extender la cuestión de la consulta en términos de nacionalismo canario, con discursos maximalistas en términos y contenidos fatuos desafiantes. De esa premisa, se configuró la pregunta en términos de extensión a la política de desarrollo y medioambiente, en lugar de ceñirse, a una pregunta que plantease directamente por las prospecciones, hubiera excedido las competencias de la Comunidad Autónoma.

Partiendo de esa extralimitación, el referéndum fue impugnado por el Gobierno y paralizado por el Tribunal Constitucional. A su vez, el ejecutivo canario lo confinó a otro formato sucedáneo de carácter electrónico. Por otra parte, el hecho es que la participación en la consulta electrónica ha obtenido unos resultados en términos de participación que dejan al ejecutivo canario en muy mala posición de cara a cualquier reclamación de cantidad o de legitimidad. En todo caso, la estrategia seguida por las autoridades canarias ha devenido en una fuerte erosión de sus posiciones.

Por su parte, el Ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, mantiene una lógica política de alto voltaje en su tour de forcé particular, en algunos casos, incluso desabrida. Apuesta fuerte en un territorio dónde quiere reivindicar sus opciones de cara a postularse a un papel protagonista en la política de las islas a futuro. Por ejemplo, en las últimas declaraciones calificaba la reacción ocurrida en las islas de «farsa» anti prospecciones.

Y, las anteriores, trataba de realizar una «gestión del convencimiento» de la sociedad canaria por vía urgente, con la promesa más o menos implícita del maná del oro negro, más allá de una definición de una política energética y medioambiental de cara a ese futurible que se denomina «transición energética». Mensajes de comunicación política elocuentes, en términos de quid pro quo, casi coactivo. Nada de chiquitas en el asunto. En realidad, el ministro, en su audacia y velocidad, podría acariciar un escenario redentor de cara a las elecciones del año que viene con el que afirmarse a sí mismo: hallazgos de petróleo y búsqueda de nuevos mecanismos para rebajar el coste del kilowatio con el procedimiento utilizado en el pasado en la batería de medidas para intentar atajar el déficit tarifario.

Por su parte, en la crónica azarosa ha tenido un fuerte impacto por parte del aparato mediático, con consecuencias. Así, la Comisión Europea acaba de pedir información al gobierno español sobre las prospecciones y la forma en que se han articulado velozmente los informes medioambientales, tras las denuncias de los grupos ecologistas y, por otro, tras la fuerte escenografía del asalto de la Armada y la detención de las embarcaciones de Greenpeace.

En todo caso, poco a poco, el ministro le ha ido ganando la partida al Ejecutivo canario. Lo que no implica que haya convencido a la sociedad canaria, o que sus indisimuladas aspiraciones a reintegrarse a la política canaria no se hayan visto menoscabadas por el devenir de los acontecimientos. Esa lectura no la podría realizar Soria en ningún caso.

Atención, en todo caso, a los cabos sueltos, como la intervención de la Unión Europea, la cuestión de la jurisdicción de las aguas, o las relaciones internacionales «vecinales» que también asoman.

La gasolina y el gasóleo suben un 0,7% antes del puente de agosto

En concreto, el litro de gasolina se sitúa en 1,41 euros e interrumpe cuatro semanas consecutivas a la baja. Su precio es ahora un 0,2% superior al registrado en enero, si bien se encuentra un 3,2% por debajo de la misma semana del año anterior.

En cuanto al gasóleo, cuesta en la actualidad 1,324 euros e interrumpe también cuatro semanas consecutivas de abaratamientos. Su precio es un 2,4% inferior al de enero y un 2,9% inferior al de la misma semana de 2013.

La Dirección General de Tráfico (DGT) espera 5,8 millones de desplazamientos para este fin de semana debido a las festividades del 15 de agosto, para la que ha diseñado un dispositivo especial.

Las subidas de precios de la última semana interrumpen una secuencia de abaratamientos a la que habían contribuido tanto la contención de las cotizacione internacionales del petróleo como la campaña estival de Repsol ‘Operación Salida’, en la que la compañía ofreció hasta el 2 de agosto los precios de gasolina y gasóleo más bajos del ejercicio.

El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, se cambia en la actualidad por 103 dólares, un dólar menos que hace una semana, mientras que el Texas ‘sweet light’ americano se sitúa en 97 dólares, un dólar más.

El llenado de un vehículo de gasolina con un depósito medio de 55 litros de capacidad cuesta actualmente 77,5 euros, 30 céntimos más que hace una semana, mientras que, en el caso de un vehículo de gasóleo, el llenado supone unos 72,8 euros, unos 50 céntimos más.

Los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la UE, donde el precio de venta al público del litro de gasolina asciende a 1,562 euros y a 1,588 euros en la zona euro. Por su parte, el litro del gasóleo asciende a 1,414 euros de media en la UE de los 28 y 1,389 euros en la Eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.

Los precios de los carburantes encadenan cinco semanas a la baja y rozan sus niveles mínimos anuales

El precio medio de la gasolina se sitúa esta semana en 1,405 euros el litro, frente a los 1,424 euros de hace siete días, y el del gasóleo en 1,315 euros el litro, desde los 1,319 euros de la semana pasada, en este caso apenas 0,1 céntimos más que el mínimo de todo el 2014, marcado a mediados de marzo, de 1,314 euros. De acuerdo con los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, estas cifras suponen que frente a los precios medios de hace sólo un mes han descendido un 3,24% y un 1,72%, respectivamente.

Desde principios de año, la gasolina y gasóleo están reduciendo sus precios medios: el primer carburante un 0,14% y el segundo un 3,10%. Frente a las mismas fechas del año pasado, la gasolina está un 3,64% más barata y el gasóleo un 3,59%. Si se compara con los máximos registrados en septiembre de 2012, de 1,522 euros el litro de gasolina 95 sin plomo y 1,445 de diesel, los precios actuales son un 7,69% y un 9% más bajos, respectivamente.

Con los precios de esta semana, llenar un depósito de 55 litros de gasolina cuesta de media 77,27 euros, 1,1 euros menos que hace una semana, y uno de gasóleo, 72,32 euros, unos 30 céntimos menos. Estos abaratamientos llegan días después de un descenso de precios en las cotizaciones internacionales del petróleo. El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, se cambia por 104 dólares, un dólar menos que hace una semana, mientras que el Texas sweet light americano se sitúa en 96 dólares, cuatro dólares menos. También Repsol aplicó la semana pasada su campaña estival Operación Salida, en la que la compañía ofreció hasta el 2 de agosto los precios de gasolina y gasóleo más bajos del ejercicio.

Los carburantes cuestan en España menos que en la media de la Unión Europea, donde el precio de venta al público del litro de gasolina asciende a 1,567 euros y en la zona euro a 1,593 euros. Por su parte, el litro del gasóleo asciende a 1,411 euros de media en la Unión Europea y 1,384 euros en la Eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, tiene una menor presión fiscal.

Los carburantes se abaratan por segunda semana consecutiva y se alejan de máximos prevacacionales

En concreto, el precio medio de la gasolina en los surtidores españoles se sitúa esta semana en 1,444 euros, mientras que el del gasóleo marca 1,327 euros. De esta manera, el precio de los dos combustibles baja desde los 1,452 y 1,338 de hace 7 días y se aleja un poco más de los 1,456 euros, en el caso de la gasolina, y 1,346 euros, en el del gasóleo, en que arrancaron las vacaciones tras subir durante tres semanas consecutivas. Aún así, la gasolina tiene un precio un 2,6% superior al inicio de este año, mientras que en el caso del gasóleo es un 2,2% más caro que en enero.

Esta rebaja en los precios en la última semana se produce en un momento en el que el barril de crudo Brent y el Texas sweet light marcan una tendencia bajista. Así, el Brent, de referencia en Europa, cotiza a 107,55 dólares, por debajo de los 108 dólares de la pasada semana, mientras que el Texas se cambia a 102,12 dólares. Tras la nueva bajada registrada esta semana, el llenado de un vehículo de gasolina con un depósito medio de 55 litros de capacidad se sitúa en 79,42 euros, frente a los 80 euros de la primera semana de julio, mientras que el llenado del de un vehículo de gasóleo asciende a 72,9 euros, frente a los casi 74 euros del inicio del periodo vacacional.

Los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la Unión Europea, donde el precio de venta al público del litro de gasolina asciende a 1,589 euros y a 1,616 euros en la Eurozona mientras que el precio medio del gasóleo bajó a los 1,422 en la Unión Europea y a 1,393 en la Eurozona. El menos nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.

El consumo de productos petrolíferos baja un 0,6% hasta el mes de abril, pese a una mejora en los carburantes

Este descenso se debe especialmente a la caída en el consumo de gases licuados del petróleo, del 4,6%, de otros productos petrolíferos, del 19,5% y de la gasolina en un 0,3%, y se produce a pesar de que la demanda de querosenos aumentó un 2,7% en este período, así como el de fuelóleos en un 11,5% y la de carburantes de automoción, un 1,1%.

En los cuatro primeros meses del año se consumieron 8,12 millones de toneladas de combustibles de automoción, de los que 6,68 millones de toneladas correspondieron al gasóleo, que mejoró un 1,4% su demanda, y 1,44 millones de toneladas a gasolinas, que descendió un 0,3%.

En el mes de abril el consumo de combustibles de automoción disminuyó ligeramente (-0,4%) debido al descenso de los gasóleos de automoción (-0,5%), los gasóleos (-2,5%) y los gases licuados de petróleo (-8,9%).

Asimismo, y también en el cuarto mes del año, la demanda de productos petrolíferos registró un descenso del 4,7%, hasta 4,4 millones de toneladas. El GLP registró un recorte del 8,9% y el gasóleo del 2,5%, mientras que el consumo de querosenos aumentó un 5,5%.

Por su parte, el consumo de gas natural descendió en el cuarto mes del año hasta 22.378 gigavatios hora (GWh), lo que supone un retroceso del 15,9%.

El precio de la gasolina marca su máximo del año a una semana del inicio de las vacaciones de verano

La gasolina se encareció un 1,4% frente a los 1,328 euros de hace una semana y su precio es ahora un 2,9% superior al de enero, así como un 1,6% superior al de la misma semana del año pasado.

Mientras, el litro del gasóleo marca una subida del 1,5% en la última semana y se sitúa de media de 1,340 euros desde los 1,320 euros anteriores, un nivel desconocido desde finales de febrero. Este combustible, consumido por cerca del 80% del parque automovilístico, cuesta ahora un 1,2% menos que en enero, pero un 0,5% más que en la misma semana del año pasado.

Uno de los fenómenos que se aprecian en la actual evolución de precios es el ensanchamiento de la brecha entre la gasolina y el gasóleo. El primero de estos combustibles cuesta 10,8 céntimos de media más que el segundo, una diferencia desconocida en los últimos años.

La escalada de tensión en Irak espoleó la cotización del crudo en las últimas semanas, aspecto que incide en los precios internacionales de los carburantes.

El encarecimiento del petróleo se apreció especialmente la semana pasada. Desde ese momento, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba este jueves a 114,3 dólares, mientras que el Texas «sweet light» americano se cambiaba a 106,22 dólares.

Con la subida de la última semana, el llenado de un vehículo de gasolina con un depósito medio de 55 litros de capacidad pasó de costar 78,48 euros a 79,69 euros, mientras que el llenado del depósito de un vehículo de gasóleo pasó de 72,60 euros a 73,75 euros.

Pese a este repunte, los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la Unión Europea, donde el precio de venta al público del litro de gasolina asciende a 1,586 euros y a 1,614 euros en la zona euro. Por su parte, el litro del gasóleo asciende a 1,427 euros de media en la Unión Europea de los 28 y 1,401 euros en la Eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.

Una distribuidora de combustibles brasileña renueva sus contratos con la española Indra hasta 2016

Los contratos, que fueron suscritos en 2012 cuando la compañía española venció una licitación, prevén la prestación de servicios de consultoría, desarrollar proyectos y dar soporte a la empresa brasileña con tecnología SAP para mejorar los procesos internos del cliente, según apuntó Indra.

Los contratos tenían vigencia de dos años, con posibilidad de renovación por otros dos más. En el sector energético, Indra ofrece soluciones en Brasil para más de cuarenta empresas.

Unos setenta profesionales de Indra participan del equipo que asesora a BR Distribuidora en los sectores financiero y contable, de ventas, recursos humanos, transporte y servicios internos para los usuarios, además de la reestructuración del proceso para la recaudación el Sistema Público de Escritura Digital (SPED).

Otro equipo de Indra, en tanto, coordina el desarrollo y soporte técnico del llamado ambiente «Business Intelligence«, entre ellos la gestión de procesos comerciales para grandes consumidores y optimizar otros sistemas corporativos.

Además de BR Distribuidora, Indra asesora y acompaña procesos en otras filiales de Petrobras, como Liquigás, Transpetro y Oil&Gas.