La CNE achaca la falta de competencia en las gasolineras a la escasez de operadores y de surtidores en los hipermercados

Este informe, que compara la situación en España con la de Francia y ofrece sus conclusiones sobre el sector, ha sido elaborado por la CNE en respuesta a una petición de finales de julio la Secretaría de Estado de Energía acerca de los precios de los carburantes.

Tras diagnosticar los problemas del sector, la CNE realiza varias recomendaciones y anuncia la apertura de un nuevo expediente en el que investigará los contratos en exclusiva entre los principales operadores y las estaciones de servicio. El regulador se fijará en los plazos de estos contratos, en que se cumple la obligación de publicar la fecha de su finalización y en las políticas de fijación de precios, entre otros aspectos.

Dentro de las recomendaciones, el organismo presidido por Alberto Lafuente reclama que se eliminen barreras administrativas en la instalación de nuevas gasolineras en supermercados e hipermercados y pide que se refuercen los criterios de competencia a la hora de adjudicar estaciones de servicio en carreteras estatales, así como en las comunidades autónomas.

Por otro lado, constata que la cadena de costes en España es superior a la de Francia, si bien este aspecto no es la causa principal de la menor competitividad, y propone medidas para reducir estos costes, entre las que figuran el impulso a las estaciones de servicio «desatendidas», esto es, sin personal. Los costes laborales, señala, son superiores en España a los de Francia.

También pide que los operadores den más información acerca de sus cuentas de resultados en las estaciones de servicio, que se analice el coste real de los biocarburantes y que se mejore la transparencia en el sector.

En su diagnóstico, la CNE constata que la competencia en España es escasa tanto entre las distintas marcas como a nivel intramarca, e insiste en que los precios antes de impuestos de la gasolina y del gasóleo son superiores a los de Francia.

En su comparativa, el regulador constata que en España la concentración de los tres primeros operadores es del 63% en volumen de ventas, mientras que en Francia estos tres principales operadores concentran el 21% de las ventas.

En España, ningún grupo al margen de los tres principales operadores, que son Repsol, Cepsa y BP, alcanza cuotas de ventas nacionales superiores al 6%, mientras que en Francia las cuotas parecen repartirse de forma más homogénea entre los restantes operadores, que además son más numerosos.

«En España las diferencias de precios tanto intramarca con intermarca son muy pequeñas», afirma el informe, que considera además que la variabilidad de los precios en Francia es mucho más alta que en España, lo que es «síntoma de un mercado más desarrollado».

El organismo también señala que, dentro de los distintos costes de los combustibles, las principales diferencias entre España y Francia se aprecian en los márgenes de las operadoras y en la retribución al canal.

En este sentido, alude a costes como los laborales y destaca la presencia de estaciones de servicio en hipermercados en Francia. Mientras que en España solo el 3% de las gasolineras están en superficies comerciales, en Francia el porcentaje alcanza el 40%.

Esta circunstancia y la existencia de un mayor número de estaciones de servicio independientes en supermercados en Francia conduce al regulador a mostrarse partidario de eliminar barreras administrativas a la instalación de este tipo de negocios.

La CNE achaca la falta de competencia en las gasolineras a la escasez de operadores y de surtidores en los hipermercados

Este informe, que compara la situación en España con la de Francia y ofrece sus conclusiones sobre el sector, ha sido elaborado por la CNE en respuesta a una petición de finales de julio la Secretaría de Estado de Energía acerca de los precios de los carburantes.

Tras diagnosticar los problemas del sector, la CNE realiza varias recomendaciones y anuncia la apertura de un nuevo expediente en el que investigará los contratos en exclusiva entre los principales operadores y las estaciones de servicio. El regulador se fijará en los plazos de estos contratos, en que se cumple la obligación de publicar la fecha de su finalización y en las políticas de fijación de precios, entre otros aspectos.

Dentro de las recomendaciones, el organismo presidido por Alberto Lafuente reclama que se eliminen barreras administrativas en la instalación de nuevas gasolineras en supermercados e hipermercados y pide que se refuercen los criterios de competencia a la hora de adjudicar estaciones de servicio en carreteras estatales, así como en las comunidades autónomas.

Por otro lado, constata que la cadena de costes en España es superior a la de Francia, si bien este aspecto no es la causa principal de la menor competitividad, y propone medidas para reducir estos costes, entre las que figuran el impulso a las estaciones de servicio «desatendidas», esto es, sin personal. Los costes laborales, señala, son superiores en España a los de Francia.

También pide que los operadores den más información acerca de sus cuentas de resultados en las estaciones de servicio, que se analice el coste real de los biocarburantes y que se mejore la transparencia en el sector.

En su diagnóstico, la CNE constata que la competencia en España es escasa tanto entre las distintas marcas como a nivel intramarca, e insiste en que los precios antes de impuestos de la gasolina y del gasóleo son superiores a los de Francia.

En su comparativa, el regulador constata que en España la concentración de los tres primeros operadores es del 63% en volumen de ventas, mientras que en Francia estos tres principales operadores concentran el 21% de las ventas.

En España, ningún grupo al margen de los tres principales operadores, que son Repsol, Cepsa y BP, alcanza cuotas de ventas nacionales superiores al 6%, mientras que en Francia las cuotas parecen repartirse de forma más homogénea entre los restantes operadores, que además son más numerosos.

«En España las diferencias de precios tanto intramarca con intermarca son muy pequeñas», afirma el informe, que considera además que la variabilidad de los precios en Francia es mucho más alta que en España, lo que es «síntoma de un mercado más desarrollado».

El organismo también señala que, dentro de los distintos costes de los combustibles, las principales diferencias entre España y Francia se aprecian en los márgenes de las operadoras y en la retribución al canal.

En este sentido, alude a costes como los laborales y destaca la presencia de estaciones de servicio en hipermercados en Francia. Mientras que en España solo el 3% de las gasolineras están en superficies comerciales, en Francia el porcentaje alcanza el 40%.

Esta circunstancia y la existencia de un mayor número de estaciones de servicio independientes en supermercados en Francia conduce al regulador a mostrarse partidario de eliminar barreras administrativas a la instalación de este tipo de negocios.

Los carburantes suben levemente en vísperas del ‘puente del Pilar’

En concreto, el precio del litro de gasolina se ha situado en 1,477 euros, tras repuntar un 0,13%, mientras que el de gasóleo ha marcado los 1,418 euros, tras subir un 0,21%, según datos del Boletín Petrolero de la UE.

La pasada semana los precios de los carburantes rompieron la serie de tres semanas a la baja que habían encadenado desde la segunda quincena de septiembre y que les había permitido alejarse de los máximos históricos de finales de agosto.

Este relajamiento en los precios había mitigado en parte el encarecimiento de este producto en los últimos meses y les había permitido alejarse de los récord históricos marcados a finales de agosto de 1,522 euros en el caso de la gasolina y de 1,444 euros en el del gasóleo.

Con respecto al mes de enero, la gasolina ha registrado un encarecimiento del 8,7%, mientras que el gasóleo, combustible consumido por cerca del 80% del parque de automoción español, es un 6% más caro.

Con respecto a hace un año, el precio de la gasolina y del gasóleo es más de un 12% más caro en ambos casos. Así, el llenado de un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta en la actualidad 81,2 euros, más de nueve euros que en la primera semana de octubre de 2011.

En el caso del llenado de un vehículo diésel de 55 litros de depósito, deben destinarse 80 euros, casi 8,6 euros más que en las mismas fechas del año pasado.

Este incremento en los precios de ambos combustibles coincide con el repunte experimentado por el precio del crudo en la última semana. Así, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotiza actualmente a 115,3 dólares, frente a los 108,7 dólares de la pasada semana, mientras que el precio del Texas ‘sweet light’ americano supera los 92 dólares, por encima de los 88,4 dólares de hace una semana.

Los precios de los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la UE, donde el litro de gasolina asciende a 1,664 euros, y que los 1,688 euros en el caso de la zona euro, mientras que el gasóleo cuesta 1,524 euros en la UE de 27 y 1,505 euros en la zona euro.

Las bajadas de precios de los carburantes en septiembre se produjo a pesar de la subida del IVA y después de que el Gobierno se reuniese con las principales petroleras del país para analizar las escaladas de precios de agosto y buscar soluciones para mejorar la competitividad del sector.

Repsol decidió el pasado 1 de septiembre rebajar el precio de venta de las gasolinas y gasóleos en sus estaciones de servicio para amortiguar el efecto que la subida del IVA tendría entre sus clientes.

Esta rebaja en todas la estaciones de servicio de Repsol, Campsa y Petronor, entró en vigor en el momento en el que se aplicó la subida del IVA, y supuso que el incremento derivado de la mayor carga impositiva se redujo a la mitad y pasó, por término medio, de 3,80 céntimos a 1,90 céntimos de euro por litro.

Los carburantes suben levemente en vísperas del ‘puente del Pilar’

En concreto, el precio del litro de gasolina se ha situado en 1,477 euros, tras repuntar un 0,13%, mientras que el de gasóleo ha marcado los 1,418 euros, tras subir un 0,21%, según datos del Boletín Petrolero de la UE.

La pasada semana los precios de los carburantes rompieron la serie de tres semanas a la baja que habían encadenado desde la segunda quincena de septiembre y que les había permitido alejarse de los máximos históricos de finales de agosto.

Este relajamiento en los precios había mitigado en parte el encarecimiento de este producto en los últimos meses y les había permitido alejarse de los récord históricos marcados a finales de agosto de 1,522 euros en el caso de la gasolina y de 1,444 euros en el del gasóleo.

Con respecto al mes de enero, la gasolina ha registrado un encarecimiento del 8,7%, mientras que el gasóleo, combustible consumido por cerca del 80% del parque de automoción español, es un 6% más caro.

Con respecto a hace un año, el precio de la gasolina y del gasóleo es más de un 12% más caro en ambos casos. Así, el llenado de un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta en la actualidad 81,2 euros, más de nueve euros que en la primera semana de octubre de 2011.

En el caso del llenado de un vehículo diésel de 55 litros de depósito, deben destinarse 80 euros, casi 8,6 euros más que en las mismas fechas del año pasado.

Este incremento en los precios de ambos combustibles coincide con el repunte experimentado por el precio del crudo en la última semana. Así, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotiza actualmente a 115,3 dólares, frente a los 108,7 dólares de la pasada semana, mientras que el precio del Texas ‘sweet light’ americano supera los 92 dólares, por encima de los 88,4 dólares de hace una semana.

Los precios de los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la UE, donde el litro de gasolina asciende a 1,664 euros, y que los 1,688 euros en el caso de la zona euro, mientras que el gasóleo cuesta 1,524 euros en la UE de 27 y 1,505 euros en la zona euro.

Las bajadas de precios de los carburantes en septiembre se produjo a pesar de la subida del IVA y después de que el Gobierno se reuniese con las principales petroleras del país para analizar las escaladas de precios de agosto y buscar soluciones para mejorar la competitividad del sector.

Repsol decidió el pasado 1 de septiembre rebajar el precio de venta de las gasolinas y gasóleos en sus estaciones de servicio para amortiguar el efecto que la subida del IVA tendría entre sus clientes.

Esta rebaja en todas la estaciones de servicio de Repsol, Campsa y Petronor, entró en vigor en el momento en el que se aplicó la subida del IVA, y supuso que el incremento derivado de la mayor carga impositiva se redujo a la mitad y pasó, por término medio, de 3,80 céntimos a 1,90 céntimos de euro por litro.

La gasolina y el gasóleo rompen con su tendencia a la baja y vuelven a subir ligeramente esta semana

En concreto, el precio del litro de gasolina se ha situado en 1,475 euros, tras repuntar un 0,95%, mientras que el de gasóleo ha marcado los 1,415 euros, tras subir un 0,28%, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.

De esta manera, los precios de ambos combustibles rompen la serie de tres semanas a la baja que habían encadenado y que les había permitido alejarse de los máximos históricos de finales de agosto.

El relajamiento del precio de la gasolina y del gasóleo durante el mes de septiembre había mitigado en parte el encarecimiento de este producto en los últimos meses. Además, les había permitido alejarse de los récord históricos marcados a finales de agosto de 1,522 euros y 1,444 euros, respectivamente.

Aún así, con respecto al mes de enero, la gasolina ha registrado un encarecimiento del 8,6%, mientras que el gasóleo, combustible consumido por cerca del 80% del parque de automoción español, es un 5,9% más caro.

Con respecto a hace un año, el precio de la gasolina y del gasóleo es más de un 12% más caro en ambos casos. Así, el llenado de un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta en la actualidad 81,12 euros, más de nueve euros que en la primera semana de octubre de 2011.

En el caso del llenado de un vehículo diésel de 55 litros de depósito, deben destinarse 77,82 euros, casi 8,5 euros más que en las mismas fechas del año pasado.

Este incremento en ambos combustibles coincide con el repunte experimentado la pasada semana por el precio del crudo. Actualmente, el precio del barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotiza a 108,77 dólares y el precio del Texas ‘sweet light’ americano a 88,42 dólares, en ambos casos por debajo de sus precios de hace una semana.

Los precios de los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la UE, donde el litro de gasolina asciende a 1,662 euros de media, sí como a 1,677 euros en el caso de la zona euro, mientras que el gasóleo cuesta 1,515 euros en la UE de 27 y 1,49 euros en la zona euro.

Las bajadas de precios de los carburantes en septiembre se produjo a pesar de la subida del IVA y después de que el Gobierno se reuniese con las principales petroleras del país para analizar las escaladas de precios de agosto y buscar soluciones para mejorar la competitividad del sector.

La gasolina y el gasóleo rompen con su tendencia a la baja y vuelven a subir ligeramente esta semana

En concreto, el precio del litro de gasolina se ha situado en 1,475 euros, tras repuntar un 0,95%, mientras que el de gasóleo ha marcado los 1,415 euros, tras subir un 0,28%, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.

De esta manera, los precios de ambos combustibles rompen la serie de tres semanas a la baja que habían encadenado y que les había permitido alejarse de los máximos históricos de finales de agosto.

El relajamiento del precio de la gasolina y del gasóleo durante el mes de septiembre había mitigado en parte el encarecimiento de este producto en los últimos meses. Además, les había permitido alejarse de los récord históricos marcados a finales de agosto de 1,522 euros y 1,444 euros, respectivamente.

Aún así, con respecto al mes de enero, la gasolina ha registrado un encarecimiento del 8,6%, mientras que el gasóleo, combustible consumido por cerca del 80% del parque de automoción español, es un 5,9% más caro.

Con respecto a hace un año, el precio de la gasolina y del gasóleo es más de un 12% más caro en ambos casos. Así, el llenado de un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta en la actualidad 81,12 euros, más de nueve euros que en la primera semana de octubre de 2011.

En el caso del llenado de un vehículo diésel de 55 litros de depósito, deben destinarse 77,82 euros, casi 8,5 euros más que en las mismas fechas del año pasado.

Este incremento en ambos combustibles coincide con el repunte experimentado la pasada semana por el precio del crudo. Actualmente, el precio del barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotiza a 108,77 dólares y el precio del Texas ‘sweet light’ americano a 88,42 dólares, en ambos casos por debajo de sus precios de hace una semana.

Los precios de los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la UE, donde el litro de gasolina asciende a 1,662 euros de media, sí como a 1,677 euros en el caso de la zona euro, mientras que el gasóleo cuesta 1,515 euros en la UE de 27 y 1,49 euros en la zona euro.

Las bajadas de precios de los carburantes en septiembre se produjo a pesar de la subida del IVA y después de que el Gobierno se reuniese con las principales petroleras del país para analizar las escaladas de precios de agosto y buscar soluciones para mejorar la competitividad del sector.

La gasolina y el gasóleo se abaratan un 2,6% y un 1,4% respectivamente y acumulan tres semanas a la baja

En concreto, el precio del litro de gasolina se sitúa tras la nueva bajada en 1,461 euros y cae un 4% con respecto al récord histórico de 1,522 euros, alcanzado en la última semana de agosto. Este combustible baja por primera vez en casi un mes del umbral de los 1,5 euros.

El relajamiento del precio de la gasolina durante el mes de septiembre mitiga solo en parte el encarecimiento de este producto en los últimos meses. Su nivel actual es un 7,5% superior al de enero y un 8% superior al de la misma semana del año pasado.

Por su parte, el precio medio del litro de gasóleo se sitúa en 1,411 euros, lo que supone un descenso del 2,2% con respecto al máximo histórico de 1,444 euros marcado también a finales de agosto.

Este combustible, consumido por cerca del 80% del parque de automoción español, registra en la actualidad precios un 5,6% superiores a los de enero, y un 10% superiores a los de la misma semana del año pasado.

Llenar un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta en la actualidad 80,3 euros, 3,4 euros menos que los 83,7 euros de cuando este combustible registraba precios máximos, pero 5,7 euros más que enero.

Los automovilistas con un vehículo diésel de 55 litros de depósito deben dedicar 77,6 euros a su llenado, frente a los 79,4 euros de hace apenas tres semanas, pero 4,2 euros más que en enero.

La bajada del precio del carburante en los surtidores se produce a pesar de que el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, ha registrado un leve incremento durante la semana, hasta 112 dólares, y coincide con un abaratamiento de tres dólares por barril, hasta 92 dólares, en el precio del Texas ‘sweet light’, de referencia en Nueva York.

Los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la UE, donde el litro de gasolina asciende a 1,674 euros de media, así como a 1,692 euros en el caso de la zona euro, mientras que el gasóleo cuesta 1,517 euros en la UE de 27 y 1,491 euros en la zona euro.

La bajada de precios de los carburantes en septiembre se produce a pesar de la subida del IVA y después de que el Gobierno se reuniese con las principales petroleras del país para analizar las escaladas de precios de agosto y buscar soluciones para mejorar la competitividad del sector.

La gasolina y el gasóleo se abaratan un 2,6% y un 1,4% respectivamente y acumulan tres semanas a la baja

En concreto, el precio del litro de gasolina se sitúa tras la nueva bajada en 1,461 euros y cae un 4% con respecto al récord histórico de 1,522 euros, alcanzado en la última semana de agosto. Este combustible baja por primera vez en casi un mes del umbral de los 1,5 euros.

El relajamiento del precio de la gasolina durante el mes de septiembre mitiga solo en parte el encarecimiento de este producto en los últimos meses. Su nivel actual es un 7,5% superior al de enero y un 8% superior al de la misma semana del año pasado.

Por su parte, el precio medio del litro de gasóleo se sitúa en 1,411 euros, lo que supone un descenso del 2,2% con respecto al máximo histórico de 1,444 euros marcado también a finales de agosto.

Este combustible, consumido por cerca del 80% del parque de automoción español, registra en la actualidad precios un 5,6% superiores a los de enero, y un 10% superiores a los de la misma semana del año pasado.

Llenar un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta en la actualidad 80,3 euros, 3,4 euros menos que los 83,7 euros de cuando este combustible registraba precios máximos, pero 5,7 euros más que enero.

Los automovilistas con un vehículo diésel de 55 litros de depósito deben dedicar 77,6 euros a su llenado, frente a los 79,4 euros de hace apenas tres semanas, pero 4,2 euros más que en enero.

La bajada del precio del carburante en los surtidores se produce a pesar de que el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, ha registrado un leve incremento durante la semana, hasta 112 dólares, y coincide con un abaratamiento de tres dólares por barril, hasta 92 dólares, en el precio del Texas ‘sweet light’, de referencia en Nueva York.

Los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la UE, donde el litro de gasolina asciende a 1,674 euros de media, así como a 1,692 euros en el caso de la zona euro, mientras que el gasóleo cuesta 1,517 euros en la UE de 27 y 1,491 euros en la zona euro.

La bajada de precios de los carburantes en septiembre se produce a pesar de la subida del IVA y después de que el Gobierno se reuniese con las principales petroleras del país para analizar las escaladas de precios de agosto y buscar soluciones para mejorar la competitividad del sector.

El consumo de los vehículos podría reducirse entre un 30 y un 50% para 2030, según la AIE

Reducir el consumo de combustible por vehículo un 50% para 2030 es un objetivo «asumible» pero requiere pasar de un ritmo de mejora del 1,7% anual actualmente al 3%, indicó la AIE en un doble informe sobre esta cuestión.

Se trataría, para los automóviles ligeros, de un consumo medio de 8 litros por 100 kilómetros recorridos en 2005 a 4 litros 25 años más tarde.

Los avances estimados para los camiones pesados y autobuses serían de alrededor del 30%, de forma que el gasto de combustible pasara de una media de 39,1 litros a 27,1 por cada 100 kilómetros.

En los vehículos de dos ruedas, la progresión se limitaría al 20% para pasar de 2,8 a 2,3 litros por cada 100 kilómetros.

Esa evolución es «crucial» para lograr el objetivo internacional de limitar el calentamiento climático a dos grados centígrados, lo que requiere disminuir a la mitad las emisiones de dióxido de carbono para 2050.

François Cuenot, de la división de tecnologías energéticas de la AIE, señaló en la presentación a la prensa del estudio que las tecnologías más evolucionadas existentes en la actualidad, pese a un costo de adquisición elevado, permiten un ahorro de dinero durante el ciclo de vida de los vehículos.

Según los cálculos de los expertos de la agencia, en un coche particular con motor de gasolina esas tecnologías permitirían disminuir en un 63% el consumo de carburante, sobre todo gracias a la versión híbrida (que supondría por sí solo un recorte del 25%), y eso representaría un sobre-costo en la compra de 6.270 euros.

En el caso del diésel, el ahorro de carburante sería del 52% (22% gracias al motor híbrido), con un precio por vehículo 6.125 euros superior.

Cuenot constató que las políticas más favorables a la eficiencia de los vehículos se dan en Europa occidental y en Japón, mientras que la otra cara de la moneda son algunos países productores de petróleo que subvencionan los carburantes.

Reconoció que en los motores de explosión hay unos ciertos límites para bajar de un consumo de 2,5 litros de combustible por 100 kilómetros, por eso indicó que para buscar mayores avances hay que recurrir a sistemas de tracción sin emisiones, como los eléctricos.

Lisa Ryan, que también participó en la elaboración del informe, dijo que algunas de las barreras para el incremento de la mejora energética de los vehículos son la falta de información de los consumidores, de incentivos para los fabricantes o la incertidumbre sobre el precio del combustible.

Ryan comentó que de lograrse los objetivos marcados en el terreno energético, se conseguirían también beneficios en otros campos, como una reducción de la congestión causada por el tráfico o una disminución de la contaminación, con los consiguientes efectos sobre la salud para las personas.

El consumo de los vehículos podría reducirse entre un 30 y un 50% para 2030, según la AIE

Reducir el consumo de combustible por vehículo un 50% para 2030 es un objetivo «asumible» pero requiere pasar de un ritmo de mejora del 1,7% anual actualmente al 3%, indicó la AIE en un doble informe sobre esta cuestión.

Se trataría, para los automóviles ligeros, de un consumo medio de 8 litros por 100 kilómetros recorridos en 2005 a 4 litros 25 años más tarde.

Los avances estimados para los camiones pesados y autobuses serían de alrededor del 30%, de forma que el gasto de combustible pasara de una media de 39,1 litros a 27,1 por cada 100 kilómetros.

En los vehículos de dos ruedas, la progresión se limitaría al 20% para pasar de 2,8 a 2,3 litros por cada 100 kilómetros.

Esa evolución es «crucial» para lograr el objetivo internacional de limitar el calentamiento climático a dos grados centígrados, lo que requiere disminuir a la mitad las emisiones de dióxido de carbono para 2050.

François Cuenot, de la división de tecnologías energéticas de la AIE, señaló en la presentación a la prensa del estudio que las tecnologías más evolucionadas existentes en la actualidad, pese a un costo de adquisición elevado, permiten un ahorro de dinero durante el ciclo de vida de los vehículos.

Según los cálculos de los expertos de la agencia, en un coche particular con motor de gasolina esas tecnologías permitirían disminuir en un 63% el consumo de carburante, sobre todo gracias a la versión híbrida (que supondría por sí solo un recorte del 25%), y eso representaría un sobre-costo en la compra de 6.270 euros.

En el caso del diésel, el ahorro de carburante sería del 52% (22% gracias al motor híbrido), con un precio por vehículo 6.125 euros superior.

Cuenot constató que las políticas más favorables a la eficiencia de los vehículos se dan en Europa occidental y en Japón, mientras que la otra cara de la moneda son algunos países productores de petróleo que subvencionan los carburantes.

Reconoció que en los motores de explosión hay unos ciertos límites para bajar de un consumo de 2,5 litros de combustible por 100 kilómetros, por eso indicó que para buscar mayores avances hay que recurrir a sistemas de tracción sin emisiones, como los eléctricos.

Lisa Ryan, que también participó en la elaboración del informe, dijo que algunas de las barreras para el incremento de la mejora energética de los vehículos son la falta de información de los consumidores, de incentivos para los fabricantes o la incertidumbre sobre el precio del combustible.

Ryan comentó que de lograrse los objetivos marcados en el terreno energético, se conseguirían también beneficios en otros campos, como una reducción de la congestión causada por el tráfico o una disminución de la contaminación, con los consiguientes efectos sobre la salud para las personas.