RWE informó este martes de que «el año fiscal 2011 estuvo marcado por condiciones políticas y económicas difíciles». El adelanto del apagón en Alemania, que obligó a RWE a cerrar dos reactores nucleares, costó a la compañía 1.300 millones de euros.

La facturación se redujo en 2011 un 3,1%, hasta 51.686 millones de euros, y la ganancia operativa empeoró un 24,3%, hasta 5.814 millones de euros.

El comité ejecutivo propondrá en la próxima junta general de accionistas el pago de un dividendo de 2 euros por acción este año (3,5 euros el año pasado).

El consejero delegado de RWE, Jürgen Grossmann, dijo que «hemos introducido las medidas necesarias para pasar la depresión rápidamente». Grossmann se mostró convencido de que RWE, que ha aplicado importantes medidas de ahorro y un programa de desinversiones, mantendrá en 2012 el nivel del pasado año.

RWE también va a introducir nuevas reducciones de costes para 2013 y 2014 por valor de 1.000 millones de euros, tres cuartas partes de ellos en 2013.

RWE gastó el pasado ejercicio 3.000 millones de euros en la protección del medioambiente. La generación de electricidad cayó en el grupo RWE en 2011 un 9%, hasta 205.700 millones de kilovatios hora (kWh).

Además, las centrales de gas en Holanda operaron a una utilización de capacidades más baja y en el Reino Unido una central eléctrica de carbón fue desconectada para convertirla en biomasa.

La venta de electricidad cayó el pasado ejercicio un 5%, hasta 294.600 millones de kWh, en comparación con 2010. Además, las condiciones meteorológicas mucho más suaves, en comparación con 2010, redujeron la demanda de calefacción.

El resultado operativo en la división de Alemania cayó el pasado ejercicio un 25%, hasta 4.200 millones de euros, por una caída del 33% en la generación de electricidad -tras el adelanto del apagón nuclear- y por la bajada de los precios de electricidad.

El resultado operativo en la división de Holanda/Bélgica bajó un 37%, hasta 245 millones de euros, por la caída de los márgenes de beneficio en la electricidad y de la venta de gas por el clima templado. Asimismo el beneficio operativo en el Reino Unido subió 85 millones de euros, hasta 357 millones de euros, por la reducción de costes.

El beneficio operativo en Europa Central y del Este bajó un 5%, hasta 1.100 millones de euros, por la caída de las ventas de gas en la República Checa y de electricidad en Hungría.

En la bolsa de Fráncfort, las acciones de RWE subían un 0,5%, hasta 34,68 euros media hora antes del cierre de la negociación.

En su conjunto, las tres compañías generaron un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 19.560 millones de euros, prácticamente en línea con el generado en 2010.

Por su parte, los ingresos mejoraron el 5,1% y superaron los 85.400 millones de euros, a pesar de la caída de la demanda de electricidad en España y gracias a la buena evolución del negocio regulado (a tarifa).

Durante la presentación de las cuentas anuales, los máximos ejecutivos de las grandes eléctricas insistieron en la necesidad de atajar el problema del déficit de tarifa, de cuya generación culpan principalmente a las primas a la energía solar y en cuya solución niegan responsabilidades.

«No nos vemos en la responsabilidad de lo que ha sucedido (…). Esto no es Fuenteovejuna», dijo su consejero delegado, Rafael Villaseca, quien aseguró que su compañía «ni decidió, ni produjo, ni se ha beneficiado del déficit».

Para atajar la generación del déficit, que ya suma 24.000 millones de euros, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, pidió que pare la instalación de plantas termosolares y consideró que el Gobierno no optará por aplicar una «quita» a parte de esa deuda. Sánchez Galán recordó que las eléctricas ya han hecho bastante actuando de «banqueros» de esa deuda, que soportan sus balances y cuya financiación cuesta al sector unos 1.000 millones al año.

Desde Endesa, su consejero delegado, Andrea Brentan, planteó que en abril suba un 10 % la parte regulada de la tarifa -que supone alrededor de la mitad del recibo eléctrico-, así como que se graven los carburantes y el gas. Además, abogó porque el déficit de tarifa se financie con préstamos del Banco Central Europeo (BCE) a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) o que se usen los ingresos que generen las subastas de derechos de CO2, que comenzarán a celebrarse en 2013.

En 2011, Endesa, controlada en un 92 % por la italiana Enel, redujo su beneficio el 46,4%, hasta 2.212 millones de euros, debido a que en 2010 registró unas plusvalías de 1.975 millones de euros por la venta de activos. Sin tener en cuenta extraordinarios, su resultado habría caído el 0,7%.

Los ingresos de Endesa mejoraron el 4,8% (32.686 millones) por los mayores precios de venta de la energía, en tanto que el ebitda bajó el 2,8%, hasta 7.265 millones, debido a la salida del perímetro de consolidación de los activos vendidos, el menor negocio de generación en Chile y las tasas impositivas extraordinarias en Colombia.

Por su parte, Iberdrola ganó 2.805 millones, el 2,3% menos, tras llevar a cabo provisiones por valor de 402 millones para afrontar el menor uso de la central de carbón de Longannet (Reino Unido), así como la actualización del plan de negocio de Gamesa y el coste de los proyectos renovables desestimados. El ebitda de la compañía aumentó el 1,6%, hasta los 7.650 millones, y los ingresos subieron un 4% y se situaron en 31.648 millones.

Gas Natural Fenosa logró un beneficio neto de 1.325 millones, el 10,3% más que en 2010, gracias al incremento de la actividad internacional, las sinergias derivadas de la integración con Unión Fenosa y los menores gastos financieros. La cifra de negocio aumentó el 7,4%, hasta los 21.076 millones, y el ebitda el 3,8%, hasta los 4.645 millones.

La facturación de la compañía ascendió a 561,8 millones de euros, un 5,4% más, mientras que el resultado bruto de explotación (ebitda) se incrementó un 4,7% hasta los 324,6 millones de euros.

Por áreas, los ingresos de la logística básica ascendieron a 468,2 millones de euros, el 0,4% menos que en 2010, en tanto que los ingresos por consignaciones de gasolinas y gasóleos cayeron un 3,2% por el descenso de la actividad y los relativos a los productos de aviación se incrementaron un 9,8%.

Por su parte, el almacenamiento estratégico y de seguridad mantuvo sus ingresos de 73 millones de euros y la recepción y almacenamiento de biocarburantes incrementó sus ingresos un 57,5% hasta los 6,3 millones de euros.

La logística capilar aumentó un 11% su facturación, gracias al aumento de los ingresos en los sectores de aviación y marino.

Las inversiones realizadas el pasado ejercicio alcanzaron los 108,9 millones de euros, de los que en su mayoría, 76,2 millones de euros, se destinaron a las instalaciones de almacenamiento y aeropuertos para la ampliación y construcción de nuevas plantas, así como a mejoras operativas y de seguridad.

Por actividad, las salidas de productos petrolíferos fueron de 42,6 millones de metros cúbicos, un 4,3% menos, por la caída de la demanda y, en menor medida, por la reducción del límite de velocidad en vías rápidas durante el primer semestre de 2011.

En el mercado terrestre, las retiradas de carburantes de automoción cayeron el 5,4%, mientras que la demanda del resto de gasóleos se mantuvo y la de fuelóleos se redujo el 14,7%.

Las salidas de productos de aviación, por el contrario, se incrementaron un 9,5%, en tanto que las retiradas del gasóleo e ifos de marina aumentaron conjuntamente un 14,7%. Por su parte, la actividad de los medios de transporte se incrementó un 4,1%.

Para este año, la compañía prevé una reducción en el volumen de retiradas de productos que se espera compensar con actividades complementarias junto con una política de contención de costes.

El Consejo de Administración de la compañía fijó para el 27 de abril de este año la Junta General de Accionistas en primera convocatoria y aprobó la designación del consejero Carlos María Olazábal en representación de Kartera 1 y de Fernando Vázquez en representación de NCG Banco.

Así lo indicó , quien en este sentido apuntó que la compañía actualmente está analizando el plan eólico de Marruecos.
Entrecanales consideró que la actual coyuntura de escasez de recursos y restricción en el mercado financiero «obliga a ser estricto y disciplinado con las inversiones» y señaló que la moratoria «constituye un sacrificio adicional para el sector», y agregó que «existe una variedad de medidas urgentes que supondrían una distribución del esfuerzo más justa».

Según Entrecanales, el sistema eléctrico «se enfrenta a desafíos estructurales, uno de ellos es el déficit de tarifa, pero no es el único». Además, apuntó la dependencia energética, la seguridad jurídica, estabilidad y visibilidad regulatoria, además de que los precios finales que no reflejan la totalidad de los costes del sistema. Por eso destacó la necesidad de «medidas a corto y medio plazo» que partan de una «visión amplia del sistema en su totalidad».

En cuanto al impacto de la moratoria de renovables en las cuentas de Acciona, el presidente de Acciona detalló que se limita a los gastos de «decenas de miles de euros» que había realizado en las fases previas (medición de viento, tasas de reserva, entre otros) de determinados proyectos, y que ahora no tendrán retorno alguno.

No obstante, destacó que la medida de suprimir las primas al sector tendrá un efecto más relevante en Acciona Windpower, su filial de fabricación de aerogeneradores, dado que «tenía muchos potenciales clientes en España».

Pese a todo ello, en la rueda de prensa de presentación de resultados, Entrecanales señaló a la «seguridad jurídica» que ofrece el país para invertir como «un factor más importante que un coste concreto» a la hora de evaluar los efectos de la moratoria.

«Cuando un inversor intenta evaluar un mercado, lo primero que mira es la previsibilidad jurídica del país. La credibilidad y estabilidad jurídica es clave y esencial, y es un factor que hay que vigilar, sin olvidar además que el desarrollo tecnológico de cualquier sector pasa por un proceso de protección«, argumentó. «A un niño, o lo proteges, o te sale mal», ejemplificó.

Durante la presentación de 2011, Acciona defendió que el sector de las renovables «no son el principal motor de la generación del déficit de tarifa», al asegurar que sólo representan el 8% de los costes totales del sistema.

Según sus datos, mientras que las renovables contribuyeron al sistema con un ahorro de 3.800 millones de euros desde 2009, las eléctricas convencionales sumaron un coste de 4.900 millones.

«Pretender que el problema de nuestro sistema eléctrico y energético está basado en este 8% de los costes es absurdo», declaró Entrecanales. «Hay otro 92% que es preciso analizar y ver cómo se ajusta el déficit», añadió.

Además, Acciona consideró que la ‘energía verde’ contribuye a reducir el precio del ‘pool’, pues según sus datos, en 2010 supuso un ahorro de 10 euros por megavatio a la hora (MWh), esto es, 2.700 millones de euros.

El grupo estimó además que las energías renovables son «clave» para reducir la dependencia energética y mejorar la balanza comercial del país y, «esenciales para contribuir a un objetivo ahora menos considerado como es atajar el calentamiento global».

Las renovables constituyen actualmente la primera fuente de beneficio bruto de explotación (Ebitda) de Acciona, al generar el 72,6% del total, y la segunda por ingresos (un 25%). El grupo cerró el ejercicio 2011 con un total de 8.221 MW de potencia renovable instalada, de los que 6.921 MW corresponden a parques eólicos.

Acciona incrementó un 20,8% su beneficio en 2011

Acciona registró un beneficio neto de 202 millones de euros en 2011, lo que supone un incremento del 20,8% en comparación con el ejercicio anterior, cuando la cuantía fue de 107 millones de euros.

El beneficio antes de impuestos se situó en 224 millones de euros, un 6,8% menos que en el periodo 2010. Este importe incluye las plusvalías originadas por la desinversión de dos concesiones en Chile y los activos de aparcamientos, así como provisiones por deterioro de activos inmobiliarios.

Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los ingresos subieron un 6,1%, hasta los 6.646 millones de euros.

Por ramas de actividad, los ingresos en infraestructuras, que representan el 53% del total, alcanzaron los 3.522 millones de euros, tras crecer un 12,9%.

En energía, las ventas subieron un 10,2%, hasta los 1.650 millones de euros. Por su parte, en servicios logísticos bajaron un 8,1%, hasta los 714 millones, y también se redujeron en inmobiliaria (-48,9%) y agua (-4,8%).

Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó un 1.312 millones de euros en 2011, un 8,3% más que un año antes.

La inversión bruta de los distintos negocios de Acciona en el periodo ascendió a 989 millones de euros, mientras que la deuda financiera neta pasó de 6.587 millones de euros a 31 de diciembre 2010 hasta los 6.991 millones de euros a cierre de 2011.

Acciona apostará por un «potencial crecimiento selectivo» a través de «adquisiciones», y se centrará en las actuaciones en sus tres divisiones estratégicas: energía, infraestructuras y agua.

Entrecanales destacó además que seguirán con una política de desapalancamiento y de priorización de inversiones.