La Feria de las Energías y el Medioambiente «Genera 2010» de Ifema reúne cerca de una veintena de proyectos internacionales para la construcción de viviendas sostenibles que participan en la quinta edición del concurso Solar Decathlon, iniciativa que se realiza por primera vez fuera de Estados Unidos.

Entre los elegidos figuran cinco prototipos realizados por universidades e institutos de arquitectura españoles que podrán verse en unos meses en Madrid en la Villa Solar, situada entre el Palacio Real y la ribera del río Manzanares.

Las viviendas utilizan la energía solar como fuente energética, además de sistemas activos y pasivos que garantizan el ahorro energético y una reducción en el impacto medioambiental.

Las universidades de Sevilla, Valladolid y el CEU Cardenal Herrera, así como la Politécnica de Cataluña y el Instituto de Arquitectura Avanzada catalán, son los centros involucrados en estas edificaciones, en las que trabajan en su mayoría estudiantes de arquitectura, ingeniería, periodismo y publicidad.

«Low 3«, de la Universidad Politécnica de Cataluña, se define como una vivienda de dos plantas de bajo coste, consumo de energía e impacto ambiental en su construcción y funcionamiento.

La Universidad de Sevilla propone «Solar Kit«, una casa prefabricada a medida de cada usuario con módulos que permitirían un ahorro en el precio final.

«Fablabhouse» representa la apuesta del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña y está configurada como una edificación de madera con forma curva y ondulada, a manera de una vaina gigante, recubierta con placas fotovoltáicas.

Se encuentra elevada a unos metros del suelo mediante tres patas que proporcionan un espacio de sombra debajo de la vivienda y utiliza la madera como principal material de construcción.

Según han explicado los responsables del proyecto, esta singular propuesta utiliza la madera como material al ser «un recurso renovable» que se adapta en cualquier ubicación.

La Universidad de Valladolid ha creado «Urcomante«, un proyecto de casa sostenible de 54 metros cuadrados pensado para personas jóvenes.

«Urcomante» tiene forma envolvente y está ideada para no derrochar energía al ubicarse hacia el sur con el fin de captar la energía de los rayos solares durante todo el día.

Sus promotores han indicado que la capa exterior de la vivienda es de madera, capta la luz solar mediante placas fotovoltaicas y tiene una estructura que protege a los habitantes de la incidencia de los rayos del sol.

En la presentación de los proyectos han participado responsables del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), profesionales del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) y representantes del Ministerio de Vivienda.

Los arquitectos del COAM han explicado que parte de la dificultad para comercializar en el mercado las viviendas sostenibles y ecológicas reside en la actividad que llevan a cabo los promotores, además de la reticencia del receptor final a las nuevas propuestas y tecnologías.

El arquitecto Carlos Expósito ha criticado el elevado precio que se paga por viviendas que «no introducen ningún tipo de novedad» y en las que el usuario final «apenas puede imponer sus demandas y gustos» en lo relacionado con el ahorro energético, confort, materiales y emisiones de dióxido de carbono.

Ha dicho que el primer «desafío del sector» es el de «reducir la demanda de kilovatios en las casas para no tener que producirlos» posteriormente con energías renovables o limpias.

En el ámbito tecnológico, los ponentes han considerado que el mercado a corto plazo aún no está preparado para adoptar las nuevas tecnologías domóticas, y han vaticinado que «probablemente el despegue del sector» se produzca en fechas cercanas al 2020.

La instalación, que contará con 1 megavatio (MW) de potencia y usará generadores de combustión externa, no necesitará ni de agua ni gas para funcionar, por lo que su impacto ambiental será «prácticamente nulo».

Renovalia Energy tiene preasignados un total de 71,39 MW de potencia termosolar en España y puede realizar proyectos para terceros a través de su división de ingeniería.

La compañía española está especializada en la promoción, ingeniería, construcción, explotación y venta de electricidad generada mediante fuentes de energía renovable.

La central híbrida se está levantando en una árida explanada de Kuraymat, a unos 95 kilómetros al sur de El Cairo, que aprovecha los recursos gasíferos de Egipto, el sol de su desierto y el agua del Nilo necesaria para el generador alimentado a vapor.

«Este proyecto va a ser una referencia, porque lo que se saque de aquí será un aliciente para seguir en otros países», dijo el director del proyecto, el ingeniero de Iberdrola Juan Ignacio de la Fuente Rodríguez.

El proyecto es una de las más modernas plantas de generación de energía eléctrica de ciclo combinado híbrido de gas y energía solar del mundo, y será capaz de suministrar 150 Mw de energía eléctrica.

«Es un prototipo, un precedente en el que muchos países de Oriente están manifestando interés«, agregó De la Fuente, y recordó que uno de esos países es Arabia Saudí, el primer productor mundial de petróleo y cuyo ministro de Energía visitó la planta.

La central híbrida gas-solar de Kyraymat comenzó a levantarse el 16 de enero del 2008, con un plazo de 30 meses de construcción y puesta en marcha que concluirán el 16 de julio del 2010, más un periodo de dos meses de integración con el campo solar seguidos de un mes de para pruebas de fiabilidad.

Está en juego una inversión de 150 millones de euros financiados por el Banco de Cooperación Internacional de Japón, el Fondo para el Medioambiente del Banco Mundial y el Banco Nacional Egipcio.

Se trata de un proyecto de entrega llave en mano, que se hará al cliente New Renewable Energy Authority (NREA), del Ministerio de Electricidad del Gobierno egipcio.

A pocos meses del final de la construcción, el ritmo es incesante en el sitio de obras. Son cerca de mil operarios los que están involucrados ahora en la obra, incluidos 35 técnicos españoles de Iberdrola. En determinado momento, llegaron a implicarse más de 1.300 operarios.

Nunca hasta ahora se había intentado integrar en una sola central el gas y el calor del sol. Aunque hay otras dos centrales termosolares que se están construyendo en Marruecos y Argelia, la de Egipto será la primera que entrará en operación.

De la Fuente admite que para desarrollar este proyecto Iberdrola se ha enfrentado a muchos desafíos, porque se trataba de un país en el que el grupo español no estaba presente, con una cultura distinta y con un programa innovador tecnológicamente.

«Como diría Napoleón, las grandes batallas se hacen con grandes dificultades, y aquí las dificultades eran muy grandes», agrega.

La central híbrida integra un ciclo combinado de generación de gas y vapor, con dos turbinas de gas y de vapor con una potencia de 74 megavatios y 80 megavatios eléctricos, respectivamente, apoyados por el aporte térmico que genera un campo solar de 1.900 metros cuadrados de paneles solares parabólicos que ocupan una superficie de 60 hectáreas, en el medio de la nada.

«Cuando llegamos aquí, no había nada», sostiene De la Fuente mientras contempla la amplia extensión de terreno que se divisa al otro lado de las placas solares.

Las tierras áridas donde se levanta la central eran propiedad del Gobierno egipcio. Sólo merodeaban algunos agricultores cerca de la ribera del Nilo y grupos de beduinos en las zonas más áridas.

Con los primeros no fue posible llegar a acuerdos para que permitieran pasar por sus tierras los canales de descarga que devolviera al Nilo las aguas procedentes de las purgas de las torres de refrigeración, por lo que el tendido tuvo que desviarse a través de la central térmica colindante para evitar las tierras en litigio.

Y con los beduinos también hubo que negociar los acuerdos de seguridad, aunque al final quedaron incorporados al sistema y, de hecho, forman parte del esquema que garantiza la seguridad de las instalaciones.

La central de Kuraymat es capaz de cubrir las necesidades de energía de una población de unas 250.000 personas, con una generación aproximada de 850 GW/h, de los cuales 33 GW/h son aportados por la fuente solar.

Aunque el final está programado para el 16 de julio próximo, la central comenzará varios meses después, en octubre, cuando se complete la formación de los operadores y una vez realizadas las pruebas de fiabilidad.

Y ese es precisamente uno de los principales desafíos que afronta ahora el proyecto: garantizar que, una vez entre en operación, la central termosolar será manejada adecuadamente.

Según el director del proyecto, los futuros operadores «van a tener un gran reto en la operación de la planta».

«Nosotros, que tenemos campos solares en España como el de Puertollano, sabemos de las dificultades que hay. En cambio, en Egipto, es el primer proyecto con esta tecnología», sostiene.