La cogeneración anuncia su «colapso total» por los retrasos en los pagos de su retribución por parte de la CNMC

Acogen señaló que la CNMC abonará en marzo solo el 25% de la retribución de enero, en cumplimiento de la regulación promulgada por el Gobierno para la estabilidad económica del sistema eléctrico que amplía la obligación de financiar los desajustes temporales a todos los agentes sujetos al sistema de liquidaciones.

La cogeneración indicó que ya asumió 650 millones de euros de recorte en 2013 y que este impacto puede ser de más de 1.000 millones de euros en 2014 si se confirma la última propuesta del Gobierno.

Acogen señaló que las 970 instalaciones de cogeneración recibieron 2.912 millones de euros en 2013 por la venta de electricidad de sus plantas, equivalente al 12% de la producida a nivel nacional. Esta cifra es 350 millones de euros inferior a la de 2012.

Los nuevos impuestos y recortes incluidos en la reforma energética supusieron «650 millones de euros más de cargas», señaló la asociación, que estimó en 3.000 millones de euros el importe del gas que compran cada año para desarrollar su actividad, es decir, el 80% de sus costes de fabricación.

De esta forma, ante el retraso de los pagos de las facturas de venta de electricidad a cogeneradores, la asociación advirtió de que se hace «imposible» hacer frente al pago de sus suministradores, principalmente de combustibles, puesto que «el único ingreso recibido por la electricidad vendida en lo que va de año ha sido sólo la cuarta parte de su retribución de enero».

En el escenario actual, «los directores financieros de las cogeneraciones e industrias asociadas se afanan en plantear escenarios sin información oficial ni de las cantidades a pagar ni por cuánto tiempo».

«La tensión es máxima en empresas que han recibido avisos de sus proveedores de combustibles anunciando que si no proceden al pago se cortarán de inmediato los suministros, dada la total incertidumbre y retrasos en la reforma energética», señaló la asociación.

La industria cogeneradora pide cambios en la reforma eléctrica ante su pérdida de competitividad

“Cuando coincidimos representantes de sectores muy diferentes, que además muchos no nos conocíamos ni en persona, y estamos todos de acuerdo en señalar que hay un error en la reforma energética del Gobierno, creo que algo de razón tendremos y que merecemos más atención”. Con estas palabras resumía Fernando Marcén, presidente de las Cooperativas Agroalimentarias, el sentir de las seis organizaciones que han elaborado un manifiesto en defensa de las plantas cogeneradoras mientras reclaman una reunión con José Manuel Soria.

Las organizaciones que han elaborado el manifiesto representan a la industria azulejera y cerámica (Ascer), la patronal papelera Aspapel, los fabricantes de ladrillos y tejas (Hispalyt), la industria alimentaria (FIAB), así como la agraria Asaja y las mencionadas Cooperativas Agroalimentarias. Todas coinciden, desde la realidad de su sector, que si el Ministerio de Industria sigue adelante con su propuesta actual de orden ministerial que desarrolla la Ley del Sector Eléctrico, muchas de las plantas cogeneradores entrarán en pérdidas operativas.

Aseguran que los costes e impuestos serán superiores que la retribución que ahora fija el Gobierno con el nuevo modelo, regido por el concepto de rentabilidad razonable. De hecho, desde estas organizaciones consideran que el impacto ya se está notando en la industria cogeneradora y estiman que aproximadamente 2.000 MW, un tercio de la capacidad instalada en cogeneración “ya está parada” como consecuencia de los primeros recortes aprobados en 2012 y previendo el impacto con carácter retroactivo de las medidas articuladas dentro de la reforma energética.

En su manifiesto, enviado al Ministerio de Industria, estos sectores industriales reivindican la cogeneración como “herramienta clave” para reindustrializar España y consideran que el nuevo modelo retributivo planteado para las energías renovables supone un impacto económico de 660 millones de euros y convierte a la cogeneración en una actividad “inviable”, lo que amenaza la continuidad de las 9.000 instalaciones existentes, el mantenimiento de 70.000 empleos directos así como la competitividad de la industria asociada. Además, como otras consecuencias, los sectores implicados también aludieron a una caída de la demanda nacional de gas del 10% y una pérdida de la eficiencia energética del país del 2%.

La industria cogeneradora considera que “España necesita una política energética que potencie la cogeneración para favorecer la competitividad de una industria nacional con capacidad exportadora”. Por ello reivindican la eficiencia que supone esta actividad, promovida por la Unión Europea “por sus ventajas energéticas, ambientales pues ahorra emisiones, y económicas”. Por ello, arremeten contra la propuesta de orden ministerial ya que «no tiene en cuenta las circunstancias y necesidades de las industrias cogeneradoras, estableciendo límites a las horas de funcionamiento y fijando niveles de precios de mercado y sistemas de compensación inadecuados que suponen la inviabilidad del funcionamiento de estas instalaciones”.

“La reforma eléctrica maltrata a la cogeneración”, sentencia el manifiesto que pide al Gobierno que modifique el nuevo modelo retributivo propuesto ante un panorama, con el inminente cierre de plantas de cogeneración y las consecuencias que arrastraría esta circunstancia, que califican como “el peor escenario para la anunciada recuperación económica”. Por último, considerarían como “un fracaso” de la política energética e industrial de España si el Ministerio no los tiene en cuenta.

Riesgos para los sectores implicados

El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), Isidro Zarzoso, señaló que el sector azulejero «no se entiende sin la cogeneración» ya que les convierte en “altamente eficientes” y facilita la exportación, que supone un 80% de las ventas. Zarzoso cifró el impacto para esta industria en 53 millones y reivindicó que no sea la industria cogeneradora “la que pague una desastrosa política energética”. También se mostró “decepcionado” por la respuesta que su sector ha recibido en las interlocuciones con el ministro.

Por parte de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), su presidente Eduardo Querol señaló que la cogeneración está “casada” con la industria. “Y aquí no hay divorcio: si muere la cogeneración muere la industria asociada», aseguró Querol. El presidente de Aspapel indicó que la reforma aumentará en un 50% la factura eléctrica de su industria, lo que es “inasumible” y supondrá cierres y deslocalizaciones ante la pérdida de la capacidad exportadora, que suponen el 50% del negocio papelero de España.

El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida (Hispalyt), José Malpesa, calificó la propuesta de orden ministerial como «nefasta” para su sector y alertó de la “inseguridad jurídica” que introduce. Malpesa recordó que invirtieron en cogeneración siguiendo las recomendaciones del propio Gobierno español y de la Unión Europea. En este sentido, el presidente de Hispalyt lamentó los cambios regulatorios puestos en marcha desde 2012 y consideró que, con la reforma energética propuesta, el impacto será de 60 millones de euros para esta industria.

En lo que respecta al sector alimentario, el de mayor peso dentro de la industria nacional, el presidente de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (Fiab), Pedro Astals, consideró la cogeneración como “fundamental” para su competitividad. Astals cifró en 150 las plantas de cogeneración afectadas dentro de esta industria y aseguró que, teniendo en cuenta las consecuencias, “no se puede aplicar esta regulación”.

El presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja), Pedro Barato, señaló que el Gobierno «no puede cambiar las reglas del partido permanentemente « y reclamó “respeto” a sectores productivos que generan y mantienen empleos. También alertó de la situación en la que queda el sector porcino con el cierre de plantas de purines.

Por último, el presidente de Cooperativas Agroalimentarias, Fernando Marcén, también auguró que la reforma traerá problemas a muchos sectores como el porcino, aceitero, lácteo y de zumos, entre otros.

Sniace se plantea abandonar la cogeneración tras cifrar en 32 millones de euros la repercusión de la reforma del sector energético

Ante esta «fuertísima» repercusión la empresa -que en su día facturaba 140 millones y tenía un coste salarial de 22- tendrá que modificar y adaptar el plan de viabilidad presentado, ya que la repercusión es «mayor de la esperada» en un principio (se empezó hablando de 9 millones, con el céntimo verde, y luego se subió a 20, tras la supresión de las primas, de modo que ahora, con 32 millones, estaría «peor» que en el punto de partida).

Así, a priori, y «vistos los números» y el «elevado coste» de la producción energética, que se ha determinado a raíz del reglamento introducido en la reforma para calcular la repercusión, la dirección se está planteando que la cogeneración no vuelva a funcionar y «buscar otras soluciones», como comprar otra caldera de carbón (la fábrica ya tiene una).

Así se lo ha trasladado este viernes la empresa al comité en la reunión que ambas partes han mantenido en la fábrica, encuentro del que ha informado el portavoz de los trabajadores, Antonio Pérez Portilla, que ha admitido que la repercusión de la reforma energética hace que la situación de Sniace sea «muy crítica».

En declaraciones a esta agencia, el secretario del comité de empresa ha valorado como «un paso más» las conclusiones del informe que los administradores concursales han entregado al juzgado de lo mercantil número 2 de Madrid, y que apuntaría a que las tres plantas (Sniace, Celltech y Viscocel) serían más viables unidas. Aún así, esto no supone la «solución a los problemas», porque «los peligros de alrededor siguen estando ahí», ha advertido.

No obstante, el sindicalista -que ha indicado que el comité todavía no ha tenido acceso al informe- ha señalado que la empresa va a presentar alegaciones al documento, extremo que puede llevar a cabo cualquier acreedor. Así, en función del número de alegaciones, el documento podría ser definitivo en un plazo de varios meses, ha apuntado.

En cuanto al aspecto laboral, el secretario del comité ha indicado que el próximo miércoles se reunirán, a las 11 horas en la fábrica, con la dirección, para abordar el futuro de las prejubilaciones de los trabajadores, que están todos afectados por el ERE. En este punto, ha recordado que este aspecto tiene que estar solucionado antes del juicio del 22 de abril en la Audiencia Nacional.

El comité también pedirá que se planteen las plantillas necesarias para arrancar de nuevo la producción de Sniace y las condiciones de las mismas. En este sentido, Pérez Portilla ha remarcado que los trabajadores quieren que les presenten «todas las posibilidades» y no les hablen de «hipótesis». Para finalizar, ha recordado que los trabajadores se sumarán este sábado a la Marcha por la Dignidad.

Sedigas advierte del impacto de los nuevos recortes a la cogeneración

Sedigas señaló que la cogeneración, que está regida por el régimen especial del sistema eléctrico, recibió «una señal esperanzadora» con la Ley del sector eléctrico de finales de 2012, con un año 2013 con un 22% de recortes en la retribución.

Actualmente en España, el sector agrícola-alimentario, el papelero y el químico representan entre el 50% y el 60% de la capacidad cogeneradora. Pero, además de estos tres ámbitos líderes, hay otras industrias que también hacen un uso intensivo de la cogeneración, como la industria textil, las refinerías y las fábricas de coches, junto a la industria azulejera.

España cuenta con más de 6.000 empresas que consumen gas en sus procesos productivos, de las cuales más de 1.000 mejoran su factura energética utilizando gas para la generación térmica y eléctrica a través de la cogeneración, consiguiendo ahorros para el país superiores al 10% en energía primaria, según indicó la patronal.

En concreto, las industrias que cogeneran pertenecen a sectores con gran capacidad de exportación y que representan el 40% del PIB industrial.

Peris destacó que el gas es «un aliado para la industria, ya que su utilización directa o a través de la cogeneración mejora la competitividad de las empresas al permitir producir electricidad a precios muy ventajosos«.

El consumo del gas en la industria, como uso primario y secundario, es, por otra parte, uno de los factores de crecimiento y consolidación del sector gasista, ya que supone el 64% de cuota en España.

La cogeneración reporta beneficios significativos al conseguir alcanzar rendimientos de hasta el 90% y ahorros relevantes en energía primaria, al igual que beneficios ambientales.

Además, Peris subrayó el potencial de crecimiento que tiene este sector en España, ya que «mientras que la media europea de cogeneración sobre generación eléctrica es del 11,7%, en España esta cifra alcanza el 7,4%». «Elemento que denota el camino por recorrer que todavía le queda al gas», añadió.

Soria afirma que el consumidor ha pagado 3.000 millones de euros desde 1999 para tratar los purines

Así respondió el ministro en el Pleno del Senado a una interpelación planteada por Manel Plana, senador de CiU, en la que pedía que aclarase si el Gobierno llevará a cabo medidas urgentes para evitar el cierre de las plantas de tratamiento de purines y reducir el impacto que supondrá para las explotaciones ganaderas, en particular, las porcinas.

En su intervención, el ministro destacó que la reforma pretende que estas plantas reciban las mismas primas que las de las plantas de cogeneración convencional y no «un incentivo diferenciado», como el que perciben ahora.

En ese sentido, añadió que en la regulación, ahora en fase de alegaciones, «estas instalaciones se consideran como de cogeneración a todos los efectos, eliminando el trato diferencial», por lo que se reducirán en un 40% su sistema retributivo.

Soria señaló, en este sentido, que no se trata de que los españoles dejen de pagar en la factura de la luz el tratamiento de los purines, pero si que de que paguen menos. No obstante, señaló que «una parte» del incremento de la factura eléctrica en los últimos años «se debe» a esos incentivos otorgados.

«Nadie puede seguir apostando por que en la factura de la luz se nos siga metiendo el tratamiento de los purines. Hay que darle otro tipo de solución, y no es el recibo de la luz donde ha de financiarse«, sentenció.

«En definitiva, se trata de si realmente queremos o no aliviar el coste de la electricidad y, por ello, de la factura, tanto para el consumo doméstico como la de la energía en ‘inputs’, que es un factor fundamental para la industria», remarcó.

Según el ministro, estas instalaciones tratan el 5% del volumen de los excrementos que se generan en España, es decir, unos 2,5 millones de toneladas al año de los 50 millones totales. «No hay ni un sólo país europeo que tenga un sistema de incentivos al tratamiento de los purines tan elevado», defendió.

Por su parte, Plana consideró que, con la propuesta del Gobierno, el sector se verá abocado «al cierre de una gran cantidad de explotaciones ganaderas», por lo que pidió coordinación entre el Departamento de Soria y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) para tratar de encontrar una solución al problema que, a su juicio, es de índole económica y medioambiental.

«No puede ser» que «intente culpabilizar del incremento de la factura eléctrica a esas plantas», indicó, después de pedir «diálogo y puntos de encuentro por parte de todos los actores para dar salida a una situación que puede ser grave».

COAG y UPA ven «lamentable» la actitud de Arias Cañete en torno al cierre de las plantas de purines

A pesar de las reiteradas peticiones de reunión, el ministro de Agricultura no accede a mantener un encuentro con el conjunto del sector porcino para abordar posibles soluciones, según señalaron las organizaciones agrarias.

En concreto, el cierre de las plantas pone en peligro la sostenibilidad de las más de 3.000 explotaciones ganaderas que actualmente gestionan sus excedentes de purines en las 29 plantas de tratamiento que hay en España, e implica la pérdida de más de 4.200 empleos directos e indirectos, en su mayoría en entornos rurales.

Además, según indicaron COAG y UPA, estas centrales permiten a las explotaciones porcinas llevar a cabo una gestión adecuada de los purines, de manera que se pueda mantener la actividad ganadera en el territorio y se garantice una correcta gestión de 2,5 millones de toneladas anuales de residuos que, de no ser tratados, conllevan un importante impacto medioambiental.

El cierre de las plantas implicará, previsiblemente, el incumplimiento de la Directiva Nitratos 91/676/CEE, con la posibilidad de sanciones por parte de la Unión Europea.

El sector porcino es el principal motor económico de muchas comarcas, representa más del 14% del PIB industrial y genera más de dos millones y medio de empleos, de los cuales cerca de 200.000 son puestos de trabajo directos, y con un volumen de negocio de más de 6.000 millones de euros anuales.

Ascer pide a Rajoy un mejor trato de la cogeneración en la industria para no perder la competitividad

Así, en la misiva, Zarzoso explicó que la industria de fabricación de baldosas cerámicas es un sector «intensivo en energía, con un importante consumo de energía térmica en el proceso y que utiliza la cogeneración como herramienta de competitividad». «Las turbinas de gas de cogeneración son la tecnología idónea para cubrir esta necesidad de calor, ajustando la producción de calor a las necesidades del proceso industrial», indicó.

Según explicó, actualmente existen unas 80 instalaciones de cogeneración, con una potencia instalada de 300 megavatios (MW) y una producción de electricidad de 1.500 Gwh/año. «Somos un sector eminentemente exportador, aportando un superávit a la balanza comercial española de 1.800 millones de euros, y mantenemos casi 15.000 empleos directos en la actualidad», aunque cayeron «casi en un 50 por ciento desde el inicio de la crisis en 2008».

Además, agregó que más del 80% de la producción del sector se dirige a mercados exteriores, «compitiendo por tanto en un mercado global, y soportamos costes energéticos muy superiores a los de países competidores, sin posibilidad de trasladarlos al precio final del producto».

Por eso, según Zarzoso, «la cogeneración resulta vital para nosotros, ya que nos ayuda a minorar esos costes incrementando nuestra competitividad y nuestra capacidad competitiva y exportadora».

El presidente de Ascer informó a Rajoy de que la industria fabricante de baldosas cerámicas «viene sufriendo un gravoso tratamiento, derivado de la puesta en marcha de normativas y leyes que buscan resolver situaciones en las que poco o nada tenemos que ver, en el marco de la reforma energética».

«Acusamos las consecuencias de la entrada en vigor de la tasa al consumo de gas industrial, viéndose particularmente castigadas las
instalaciones cogeneradoras del sector con una tasa que cuadriplica la tasa al consumo industrial, a lo que hubo que sumar un impuesto del 7% a la generación eléctrica«, afirmó Zarzoso.

Asimismo, añadió que, posteriormente, «sufrimos la entrada en vigor del Real Decreto Ley 9/2013 de medidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sector eléctrico, que supuso de inmediato la supresión del complemento por eficiencia y la bonificación por reactiva, con una pérdida global de ingresos cifrada en 25 millones de euros anuales«.

La carta recogió que, una vez conocida y analizada la reciente propuesta normativa que regula el nuevo régimen retributivo para la cogeneración «se puede concluir que la repercusión económica anual para el sector puede alcanzar los 28 millones de euros adicionales, poniendo en riesgo la viabilidad de la cogeneración instalada y la competitividad de las empresas, que ya tienen una cuenta de resultados global negativa y con márgenes operativos muy estrechos».

Ascer consideró que el nuevo régimen económico «establece límites a las horas de funcionamiento que serán retribuidas, lo que carece de sentido para la tecnología de cogeneración, pues su funcionamiento está condicionado al régimen de funcionamiento de la industria a la que está asociada».

Por otro lado, apuntó que la normativa propuesta establece un mecanismo de compensación de ajuste de la retribución por desviaciones de precio de mercado «en un marco temporal demasiado largo que puede provocar situaciones de pérdidas operativas y necesidades de circulante inasumibles para las empresas».

«Esto hace totalmente inviable el funcionamiento de las cogeneraciones, y por tanto urgimos a que se modifique la propuesta para que se ajuste el plazo de compensación a un periodo razonable, que consideramos debería ser trimestral«, añadió.

Zarzoso instó de igual modo al presidente del Gobierno a escuchar al sector y a «tomar urgentemente acciones acertadas porque somos industria, eficiente y exportadora, y el país nos necesita».

Los cogeneradores denuncian la parálisis del sector por la reforma eléctrica aprobada por el Gobierno

Entre estas medidas, Acogen citó los impuestos a la producción de electricidad e hidrocarburos, la eliminación de complementos (primas) y el borrador de la orden ministerial que fijará la remuneración que percibirá el régimen especial (renovables y cogeneración) en función a instalaciones «tipo».

La asociación aseguró que en lo que va del mes de febrero y tras conocerse el citado borrador, la producción del sector se desplomó un 22%.

«La parada de las plantas de cogeneración confirma que los cálculos reales realizados por las empresas conforme las metodologías del nuevo borrador de Orden Ministerial de retribuciones aparecido a principios de mes, hacen inviable la actividad», añadió Acogen.

Según la misma fuente, dichos cálculos arrojan unas retribuciones que sitúan en pérdidas operativas a la mayoría de las plantas ya en funcionamiento, una realidad que contradice las expectativas de mantenimiento de la potencia instalada que la Secretaría de Estado de la Energía comunicó a Acogen.

Además, advirtió la asociación, la falta de rentabilidad pone en peligro la consecución de importantes objetivos de política energética tanto nacional como europea, plasmados en directivas comunitarias.

Acogen aseguró que las medidas adoptadas hasta 2013 restaron al sector el 22% de sus ingresos (650 millones de euros) y estimó que la entrada en vigor del nuevo sistema de retribución supondrá recortar 1.000 millones de euros.

Esto, añadió, ha provocado el «pánico» en el sector, puesto que «no se adecúa en absoluto ni al funcionamiento ni a la situación de las industrias que utilizan cogeneración para fabricar sus productos».

Los cogeneradores acumulan un recorte de retribución del 34% tras el último «sartenazo» del Gobierno

Tanto el presidente de Acogen, José Manuel Collados, como su director general, Javier Rodríguez, aseguraron que la oficina de la asociación se encuentra estos días «colapsada» por las llamadas telefónicas en las que «los consejeros delegados y directores financieros» de las empresas «intentan entender por qué se pega este mazazo a la industria».

Acogen calculó que con los nuevos impuestos a la producción eléctrica ya les rebajaron en 220 millones de euros la retribución anual, a lo que se suman otros 140 millones de euros por el impuesto al gas y otros 50 millones de euros por los derechos de emisión que ahora deben pagar.

Si estos recortes suponían una reducción del 8% en la retribución, la propuesta de orden ministerial con los nuevos parámetros retributivos implica una minoración adicional de 567 millones de euros por la menor facturación y de 203 millones de euros por las limitaciones horarias.

«La nueva orden ministerial es demoledora» y «ya estamos viendo que las plantas tienen Ebitda negativo, así que no nos queda más remedio que cerrar. No sé si el Ministerio de Industria es consciente de lo que esto supone de pérdida de competitividad y de si tiene sensibilidad con la industria», afirmó Collados.

La potencia de cogeneración en funcionamiento es ahora 1.500 megavatios (MW) inferior al nivel habitual, después de que en lo que va de febrero se hayan retirado otros 700 MW. En total, Acogen calculó que el 25% del parque cogenerador, que incluye 978 instalaciones, ya está cerrado.

Collados dio por hecho que, si el borrador de orden ministerial se mantiene en su enunciado actual, «habrá una catástrofe en seis meses» que puede obligar a nuevos cierres y a la consecuente pérdida de empleo en la industria, que ve cómo el coste de la electricidad daña su competitividad relativa con respecto a otros países de Europa.

Las alegaciones de Acogen ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) acerca de esta norma parten del principio de que «los números de Industria tienen que estar mal hechos si es que el Gobierno quiere defender a la industria», explicó Rodríguez.

Entre las alegaciones, figura la previsión de un precio medio del «pool» de 48 euros por megavatio hora (MWh) que puede verse sometido a volatilidad y que implica de por sí una retribución más baja para la cogeneración, así como la falta de reconocimiento retributivo para todas las horas con actividad cogeneradora o la «incertidumbre» añadida acerca de la forma en que se calcula y actualiza el precio del combustible.

«Lo que pedimos es sentido común», señaló Rodríguez, antes de considerar adecuado que Industria reconozca en el caso de la cogeneración no sólo el coste de la inversión eléctrica, sino el de otros componentes asociados. «La ley habla de instalaciones eficientes y bien gestionadas, y nosotros somos una actividad de alta eficiencia», aseguró.

Acogen advirtió de que la orden ministerial provocará un resultado negativo en las plantas, que se verán abocadas a cerrar porque, a diferencia de otras instalaciones como las renovables con costes nulos de operación, la cogeneración tiene el coste operativo del gas. «En nuestro caso no es un problema financiero, sino un problema operativo que afecta al mantenimiento de la propia actividad», advirtió Rodríguez.

Sobre la posibilidad de desarrollar un «plan renove» de cogeneración incluida en la nueva Ley del Sector Eléctrico, el director general de la asociación se preguntó «quién se renueva en un cementerio» y consideró que su aplicación será difícil cuando, en paralelo, se lanza una norma que «quiebra la confianza» de los inversores.

Cataluña pide al Estado que ofrezca su apoyo a empresas con plantas de cogeneración y tratamiento de purín

Pelegrí hizo estas declaraciones días después de que representantes de los ganaderos y de las empresas expresaran su preocupación por las consecuencias de la orden del Ministerio de Industria y plantearan que el recorte fuera de un máximo del 10%, igual que en otros sectores.

La medida perjudica a las empresas propietarias de las plantas, algunas de ellas todavía sin amortizar y a los ganaderos de las zonas con mayor densidad ganadera que llevan a estas instalaciones el purín de sus granjas.

En España hay 29 plantas de este tipo de las que seis están en Cataluña: cuatro están ubicadas en Lleida (dos en Juneda, una en Alcarràs y otra en Miralcamp) y dos en Barcelona (una en Santa Maria de Corcó y otra en Les Masies de Voltregà).

«El Gobierno del Estado está comprometiendo la viabilidad de las plantas de cogeneración y tratamiento de purines, recortando la retribución de las energías renovables», afirmó Pelegrí en Almenar, donde visitó la planta de biogas Bioenenergía.

Según Pelegrí, su departamento, consciente de la problemática que se planeaba sobre estas plantas, puso en marcha un grupo de trabajo dentro de la comisión Interdepartamental de nitratos en el que están representados todos los departamentos y entidades de la Generalitat implicados: Territorio, Presidencia, Economía, Agricultura, ICAEN, ACA y ARC.

Esta comisión, aseguró la Conselleria, trabaja en evaluar una solución tecnológica que permita la evolución de las plantas y en buscar alternativas que se pudieran aplicar con rapidez en caso del cierre de las plantas.