La Xunta de Galicia no va a «descansar» hasta paralizar el decreto del carbón nacional

Así lo apuntó en el pleno del Parlamento gallego en respuesta al diputado nacionalista Henrique Viéitez, que recordó las diversas movilizaciones convocadas contra las «nefastas» consecuencias que, a su juicio, tendrá el decreto para la actividad económica de las térmicas y para la generación de empleo.

Además, el parlamentario del BNG negó que el Ejecutivo autónomo haya liderado el proceso contra esta disposición y, por el contrario, dijo que han estado «ausentes, negando el impacto del decreto cuando los nacionalistas lo estábamos denunciando» desde el primer momento.

El consejero de Industria le replicó que esta es una de las «grandes preocupaciones» del Gobierno gallego, no así del central, que trata de «condenar al ostracismo a las minas gallegas y a 3.500 trabajadores».

Insistió en que la Xunta ha sido la «primera en decir a las claras que era un problema para Galicia» y el decreto es lesivo para los intereses de la Comunidad, motivo por el cual insistió en que el Gobierno autónomo, «desde los instrumentos que pone el Estado de derecho», hará todo lo que está en su mano para «frenar el decreto».

Apuntó también que el Gobierno está desatendiendo «una gestión equilibrada de todas las CCAA», mientras también niega la realidad, incluso en la intervención que sobre este asunto protagonizó el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero.

«El Gobierno socialista niega permanentemente los perjuicios» que la norma tendrá para la minería gallega, señaló el consejero, que insistió en que rechaza «con firmeza ese decreto».

«Nuestro planteamiento es claro: paralización del decreto», insistió Javier Guerra. «No vamos a descansar» hasta conseguirlo, ante lo que insistió en que irán por la vía judicial para paralizar las consecuencias del decreto «ante el Supremo y Luxemburgo».

IU cree que el decreto del carbón es un paso adelante para las zonas mineras

Por su parte, Izquierda Unida considera que el decreto del carbón es un pequeño avance ya que supone un paso adelante para resolver los problemas por los que atraviesan las comarcas mineras españolas.

Sin embargo, IU cree que es «imprescindible» que el Gobierno plantee de forma urgente alternativas para garantizar el futuro de las cuencas mineras más allá de 2014, fecha hasta la que se autoriza la concesión de compensaciones económicas a las compañías eléctricas que utilicen carbón autóctono.

Según subrayó el responsable federal de Energía de IU, Adolfo Barrena, el decreto del carbón marca un plazo de tiempo «insuficiente» para implantar alternativas de empleo que impidan la despoblación de las comarcas mineras españolas.

Por ello, Barrena pide al Ejecutivo que luche para conseguir ampliar estas ayudas hasta el año 2018 como mínimo y para conseguir que el carbón autóctono sea declarado como reserva estratégica necesaria para asegurar el mix energético.

El Gobierno aprobó el decreto del carbón el pasado 1 de octubre, dos días después de que la Comisión Europea autorizara este tipo de ayudas, con el propósito de evitar que el mineral nacional sea relegado ante el descenso en el consumo de electricidad que se ha producido como consecuencia de la crisis económica.

Areces pide no cerrar las minas porque se trabaja en sistemas de captura de CO2

Asimismo, el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, pidió «tiempo» a la Unión Europea para que se prolongue el cierre de minas deficitarias de carbón en 2014 porque «se está trabajando» en la solución del problema ambiental que generan, con la investigación de sistemas de captura del dióxido de carbono (CO2).

Muestra de ese trabajo «en tiempo real» es el inicio de la construcción de una planta de captura de CO2 en Mieres -junto a la central térmica de La Pereda-, en cuyo acto Areces advirtió: «Tendría poco sentido seguir investigando cosas que a lo mejor se liquidan antes en el ámbito político».

Areces deseó que el Europarlamento muestre en noviembre su rechazo a la decisión inicial de ese cierre de minas de carbón europeas en 2014, y especialmente de que también lo haga el Consejo, que tomará la decisión final este diciembre.

El hecho de que ya se haya iniciado la construcción de la planta de captura de CO2, según dijo el presidente regional, «da credibilidad al argumento» de que es viable el secuestro del CO2 para que la combustión del carbón no coadyuve al cambio climático.

La nueva planta que se ha comenzado a construir en Mieres utilizará la técnica de la carbonatación-calcinación para la captura del CO2 después de la combustión y comenzará su fase de ensayos a partir de junio de 2011, una vez que desde 2000 se han realizado pruebas en laboratorio.

Areces pidió que no exista competencia entre las diversas plantas de investigación que están surgiendo en España sobre el «carbón limpio» en las diferentes técnicas que usen, ya que los resultados que obtengan serán siempre en beneficio de toda España y Europa.

«Es absolutamente falso asociar la imagen del carbón al pasado, a lo obsoleto, a lo que no tiene sentido», dijo Areces, que ve «perfectamente asumible en Asturias combinar el carbón con las renovables».

Zapatero afirma que el efecto del decreto del carbón sobre las centrales térmicas gallegas será «limitado y transitorio»

En la sesión de control al Gobierno en el Congreso, el responsable del Ejecutivo respondía así al diputado del BNG Francisco Jorquera, quien preguntó sobre su disposición para reorientar las políticas para el sector del carbón al objeto de evitar los «evidentes perjuicios para Galicia».

La crisis económica ha hecho descender la demanda de electricidad, pero también la producción de carbón nacional, de ahí que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero haya adoptado una normativa de garantía de abastecimiento del suministro «para evitar la pérdida de una fuente autóctona de energía».

Según el presidente del Gobierno, la Unión Europea ha dado su visto bueno a esta regulación, si bien recordó que la medida tiene «carácter transitorio» y está «concebida para que el sector pueda superar este periodo de crisis económica», si bien ha reconocido que la crisis económica ha afectado a su producción.

El presidente del Gobierno indicó que las centrales térmicas en Galicia «son esenciales para el sistema eléctrico español», y que el efecto sobre las mismas del decreto del carbón será «limitado y transitorio».

En todo caso, destacó la «voluntad del Gobierno para atender los efectos de la crisis», y apuntó que «siempre hemos dado muestras de buena disposición para analizar medidas complementarias, propuestas alternativas que redunden en beneficio de nuestra economía».

En este sentido, anunció que en los próximos días el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, va a reunir una comisión con el objetivo de que analice la situación de las centrales térmicas en Galicia, a la que están convocados ayuntamientos, empresas y sindicatos afectados de Galicia

«No hay una amenaza de futuro para las centrales gallegas», insistió Zapatero, quien añadió que «estamos dispuestos a trabajar con todos los sectores afectados y con las administraciones locales por los efectos limitados que en buena parte del sector energético está teniendo la crisis».

Sin embargo, el diputado del BNG Francisco Jorquera pidió a Zapatero que sea «mucho más preciso en sus compromisos» porque Galicia «vive del carbón», y el impacto de la actual crisis puede hacer caer «dos o tres puntos» el PIB de esta comunidad, la cual, advirtió, puede pasar a ser «deficitaria» en producción eléctrica.

En su opinión, «no se puede solucionar un problema en un sector», el del carbón, «generando otro problema mucho más grave en otro», como el eléctrico. «No se puede solucionar un problema que afecta a unos territorios transfiriéndoselo a otros», apuntó.

Por todo ello, Jorquera mostró su desconfianza con las políticas del Gobierno de Zapatero, ya que recordó que, aunque ahora «se vuelca en Bruselas para que se apruebe» la nueva normativa del carbón y anuncia medidas para que las ayudas al sector se prolonguen hasta 2020, se «inhibió a la hora de defender los astilleros».

Zapatero afirma que el efecto del decreto del carbón sobre las centrales térmicas gallegas será «limitado y transitorio»

En la sesión de control al Gobierno en el Congreso, el responsable del Ejecutivo respondía así al diputado del BNG Francisco Jorquera, quien preguntó sobre su disposición para reorientar las políticas para el sector del carbón al objeto de evitar los «evidentes perjuicios para Galicia».

La crisis económica ha hecho descender la demanda de electricidad, pero también la producción de carbón nacional, de ahí que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero haya adoptado una normativa de garantía de abastecimiento del suministro «para evitar la pérdida de una fuente autóctona de energía».

Según el presidente del Gobierno, la Unión Europea ha dado su visto bueno a esta regulación, si bien recordó que la medida tiene «carácter transitorio» y está «concebida para que el sector pueda superar este periodo de crisis económica», si bien ha reconocido que la crisis económica ha afectado a su producción.

El presidente del Gobierno indicó que las centrales térmicas en Galicia «son esenciales para el sistema eléctrico español», y que el efecto sobre las mismas del decreto del carbón será «limitado y transitorio».

En todo caso, destacó la «voluntad del Gobierno para atender los efectos de la crisis», y apuntó que «siempre hemos dado muestras de buena disposición para analizar medidas complementarias, propuestas alternativas que redunden en beneficio de nuestra economía».

En este sentido, anunció que en los próximos días el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, va a reunir una comisión con el objetivo de que analice la situación de las centrales térmicas en Galicia, a la que están convocados ayuntamientos, empresas y sindicatos afectados de Galicia

«No hay una amenaza de futuro para las centrales gallegas», insistió Zapatero, quien añadió que «estamos dispuestos a trabajar con todos los sectores afectados y con las administraciones locales por los efectos limitados que en buena parte del sector energético está teniendo la crisis».

Sin embargo, el diputado del BNG Francisco Jorquera pidió a Zapatero que sea «mucho más preciso en sus compromisos» porque Galicia «vive del carbón», y el impacto de la actual crisis puede hacer caer «dos o tres puntos» el PIB de esta comunidad, la cual, advirtió, puede pasar a ser «deficitaria» en producción eléctrica.

En su opinión, «no se puede solucionar un problema en un sector», el del carbón, «generando otro problema mucho más grave en otro», como el eléctrico. «No se puede solucionar un problema que afecta a unos territorios transfiriéndoselo a otros», apuntó.

Por todo ello, Jorquera mostró su desconfianza con las políticas del Gobierno de Zapatero, ya que recordó que, aunque ahora «se vuelca en Bruselas para que se apruebe» la nueva normativa del carbón y anuncia medidas para que las ayudas al sector se prolonguen hasta 2020, se «inhibió a la hora de defender los astilleros».

Zapatero afirma que el efecto del decreto del carbón sobre las centrales térmicas gallegas será «limitado y transitorio»

En la sesión de control al Gobierno en el Congreso, el responsable del Ejecutivo respondía así al diputado del BNG Francisco Jorquera, quien preguntó sobre su disposición para reorientar las políticas para el sector del carbón al objeto de evitar los «evidentes perjuicios para Galicia».

La crisis económica ha hecho descender la demanda de electricidad, pero también la producción de carbón nacional, de ahí que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero haya adoptado una normativa de garantía de abastecimiento del suministro «para evitar la pérdida de una fuente autóctona de energía».

Según el presidente del Gobierno, la Unión Europea ha dado su visto bueno a esta regulación, si bien recordó que la medida tiene «carácter transitorio» y está «concebida para que el sector pueda superar este periodo de crisis económica», si bien ha reconocido que la crisis económica ha afectado a su producción.

El presidente del Gobierno indicó que las centrales térmicas en Galicia «son esenciales para el sistema eléctrico español», y que el efecto sobre las mismas del decreto del carbón será «limitado y transitorio».

En todo caso, destacó la «voluntad del Gobierno para atender los efectos de la crisis», y apuntó que «siempre hemos dado muestras de buena disposición para analizar medidas complementarias, propuestas alternativas que redunden en beneficio de nuestra economía».

En este sentido, anunció que en los próximos días el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, va a reunir una comisión con el objetivo de que analice la situación de las centrales térmicas en Galicia, a la que están convocados ayuntamientos, empresas y sindicatos afectados de Galicia

«No hay una amenaza de futuro para las centrales gallegas», insistió Zapatero, quien añadió que «estamos dispuestos a trabajar con todos los sectores afectados y con las administraciones locales por los efectos limitados que en buena parte del sector energético está teniendo la crisis».

Sin embargo, el diputado del BNG Francisco Jorquera pidió a Zapatero que sea «mucho más preciso en sus compromisos» porque Galicia «vive del carbón», y el impacto de la actual crisis puede hacer caer «dos o tres puntos» el PIB de esta comunidad, la cual, advirtió, puede pasar a ser «deficitaria» en producción eléctrica.

En su opinión, «no se puede solucionar un problema en un sector», el del carbón, «generando otro problema mucho más grave en otro», como el eléctrico. «No se puede solucionar un problema que afecta a unos territorios transfiriéndoselo a otros», apuntó.

Por todo ello, Jorquera mostró su desconfianza con las políticas del Gobierno de Zapatero, ya que recordó que, aunque ahora «se vuelca en Bruselas para que se apruebe» la nueva normativa del carbón y anuncia medidas para que las ayudas al sector se prolonguen hasta 2020, se «inhibió a la hora de defender los astilleros».

La Fundación Gas Natural pide conciliar los distintos intereses en torno al carbón nacional

A preguntas de los periodistas, Pedro Fábregas ha remarcado que «es un tema en el que hay intereses de diferentes tipos» y ha insistido en que «se debe hablar y conciliar estos intereses».

Además, ha apuntado, teniendo en cuenta el consumo de carbón existente en el mundo y, en particular, en España, que se debería debatir sobre «de dónde tiene que venir, a qué precio se ha de pagar y para que se utiliza», ha añadido.

El director general de la Fundación Gas Natural ha realizado estas manifestaciones tras inaugurar, en A Coruña, el seminario «La microgeneración de electricidad», un sistema que permite aprovechar el calor que en una central eléctrica se perdería por la chimenea sin llegar a transformarse en electricidad y cuya aplicación permite la utilización de este calor para usos como el agua caliente.

Fábregas ha destacado que este sistema permite alcanzar un rendimiento energético del 80 por ciento, frente al 30 ó 40 por ciento de una central eléctrica normal o el 60 por ciento en el caso de los ciclos combinados.

No obstante, ha apuntado que se trata de un sistema «poco» implantado en España «donde hay unos centenares de instalaciones de microgeneración cuando en Alemania hay más de 20.000», ha añadido al incidir en que su importancia para lograr una mayor «eficacia» del sistema energético español.

El seminario sobre microgeneración forma parte de los convenios suscritos entre Gas Natural y la Xunta de Galicia para la organización de actividades relacionadas con la energía y el medioambiente.

La Fundación Gas Natural pide conciliar los distintos intereses en torno al carbón nacional

A preguntas de los periodistas, Pedro Fábregas ha remarcado que «es un tema en el que hay intereses de diferentes tipos» y ha insistido en que «se debe hablar y conciliar estos intereses».

Además, ha apuntado, teniendo en cuenta el consumo de carbón existente en el mundo y, en particular, en España, que se debería debatir sobre «de dónde tiene que venir, a qué precio se ha de pagar y para que se utiliza», ha añadido.

El director general de la Fundación Gas Natural ha realizado estas manifestaciones tras inaugurar, en A Coruña, el seminario «La microgeneración de electricidad», un sistema que permite aprovechar el calor que en una central eléctrica se perdería por la chimenea sin llegar a transformarse en electricidad y cuya aplicación permite la utilización de este calor para usos como el agua caliente.

Fábregas ha destacado que este sistema permite alcanzar un rendimiento energético del 80 por ciento, frente al 30 ó 40 por ciento de una central eléctrica normal o el 60 por ciento en el caso de los ciclos combinados.

No obstante, ha apuntado que se trata de un sistema «poco» implantado en España «donde hay unos centenares de instalaciones de microgeneración cuando en Alemania hay más de 20.000», ha añadido al incidir en que su importancia para lograr una mayor «eficacia» del sistema energético español.

El seminario sobre microgeneración forma parte de los convenios suscritos entre Gas Natural y la Xunta de Galicia para la organización de actividades relacionadas con la energía y el medioambiente.

La Fundación Gas Natural pide conciliar los distintos intereses en torno al carbón nacional

A preguntas de los periodistas, Pedro Fábregas ha remarcado que «es un tema en el que hay intereses de diferentes tipos» y ha insistido en que «se debe hablar y conciliar estos intereses».

Además, ha apuntado, teniendo en cuenta el consumo de carbón existente en el mundo y, en particular, en España, que se debería debatir sobre «de dónde tiene que venir, a qué precio se ha de pagar y para que se utiliza», ha añadido.

El director general de la Fundación Gas Natural ha realizado estas manifestaciones tras inaugurar, en A Coruña, el seminario «La microgeneración de electricidad», un sistema que permite aprovechar el calor que en una central eléctrica se perdería por la chimenea sin llegar a transformarse en electricidad y cuya aplicación permite la utilización de este calor para usos como el agua caliente.

Fábregas ha destacado que este sistema permite alcanzar un rendimiento energético del 80 por ciento, frente al 30 ó 40 por ciento de una central eléctrica normal o el 60 por ciento en el caso de los ciclos combinados.

No obstante, ha apuntado que se trata de un sistema «poco» implantado en España «donde hay unos centenares de instalaciones de microgeneración cuando en Alemania hay más de 20.000», ha añadido al incidir en que su importancia para lograr una mayor «eficacia» del sistema energético español.

El seminario sobre microgeneración forma parte de los convenios suscritos entre Gas Natural y la Xunta de Galicia para la organización de actividades relacionadas con la energía y el medioambiente.

El coste de los incentivos al carbón nacional sumará 592 millones de euros hasta 2011

En su informe sobre la propuesta de resolución por la que se fijan las cantidades de carbón, el volumen máximo de producción y los precios de retribución de la energía que se aplicarán en 2010, el organismo supervisor cifra en 89 millones el coste de la medida para este año, si comienza a aplicarse en noviembre.

Para el próximo ejercicio, el coste del decreto, que será sufragado con cargo a los «pagos por capacidad» -para los que anualmente se reserva una parte en las tarifas de acceso y que retribuyen a centrales por estar operativas para atender puntas de demanda-, se eleva a 503 millones de euros.

El saldo previsto en 2010 para los pagos por capacidad es de 551 millones de euros, cifra que para el año que viene quedaría reducida a 406 millones.

Según la CNE, la propuesta de la Secretaría de Estado de Energía implica que este año, un coste medio por megavatio hora (MWh) para las diez centrales que participarán en el procedimiento de 60,26 euros, frente a un precio medio de mercado estimado en 46 MWh. En 2011, el coste medio (que incluye parte variable y fija), se elevará a 66,62 euros, mientras que el precio medio del mercado rondará los 45 euros.

Los cálculos del regulador parten de la hipotética entrada en funcionamiento del decreto el próximo 1 de noviembre y de que, como establece Industria, cada año se programará una producción de 23 teravatios hora (TWh) de electricidad en las centrales de carbón nacional, lo que permitirá dar salida a 10,1 millones de toneladas de carbón autóctono.

Estos 23 TWh equivaldrían en 2011 a un 9% de la demanda eléctrica estimada peninsular, de 263,6 TWh, y a un 6% si sólo se toma en cuenta el carbón nacional dentro de la mezcla de distintos combustibles utilizada por las plantas.

Estos porcentajes no alcanzarán en ningún caso el límite del 15% hasta el que la Comisión Europea permite primar el combustible nacional para reducir la dependencia energética de los Estados miembros.

Por otro lado, dados los compromisos de compra de carbón nacional por parte de las centrales, la CNE calcula que el ‘stock’ de Hunosa, de unos 10 millones de toneladas, irá reduciéndose a un ritmo de un millón de toneladas al año.

Los 23 TWh programados al año son, de hecho, inferiores a la producción anual de las minas de carbón españolas, de cerca de 34 TWh. Esta circunstancia contribuye a que «la producción con carbón de importación sería reducida de forma importante», advierte la CNE.

En el informe, la CNE añade que la producción máxima de 2010, si bien resulta físicamente posible, podría no alcanzarse por indisponibilidad fortuita de centrales o por que el operador del sistema no programa suficiente generación por limitaciones de seguridad.

Según el regulador energético, esto impediría el consumo de las adquisiciones de carbón autóctono fijado por la propuesta y, por tanto, no conllevaría la reducción del stock de estas centrales (que se estima que almacenan el equivalente a un año normal del consumo). La propuesta fija para 2010 la adquisición de 4,1 millones de toneladas de carbón autóctono.

La CNE añade que si se mantiene un escenario similar al de 2009, la producción con carbón de importación hasta 2014 (año hasta el que se extenderán los incentivos) se verá reducida «de forma importante».

A la vista de que el uso de estas centrales de importación se limitará a resolver los problemas puntuales de demanda y de que los propietarios «pudieran plantearse el cierre» de las instalaciones, la CNE propone revisar el sistema de incentivos mediante pagos por capacidad.

Por su parte, las centrales de ciclo combinado (gas natural) no se verían, «en principio», desplazadas por la puesta en marcha del mecanismo de restricciones por garantía de suministro en el que se basa el real decreto del carbón.

En este proceso podrán participar las centrales de Soto de Ribera, Narcea, Anllares, La Robla, Compostilla, Teruel, Velilla, Puente Nuevo y Escucha y Elcogas.

El mecanismo de resolución de restricciones permite modificar el programa diario del mercado eléctrico para cumplir los criterios de seguridad de suministro.

El coste de los incentivos al carbón nacional sumará 592 millones de euros hasta 2011

En su informe sobre la propuesta de resolución por la que se fijan las cantidades de carbón, el volumen máximo de producción y los precios de retribución de la energía que se aplicarán en 2010, el organismo supervisor cifra en 89 millones el coste de la medida para este año, si comienza a aplicarse en noviembre.

Para el próximo ejercicio, el coste del decreto, que será sufragado con cargo a los «pagos por capacidad» -para los que anualmente se reserva una parte en las tarifas de acceso y que retribuyen a centrales por estar operativas para atender puntas de demanda-, se eleva a 503 millones de euros.

El saldo previsto en 2010 para los pagos por capacidad es de 551 millones de euros, cifra que para el año que viene quedaría reducida a 406 millones.

Según la CNE, la propuesta de la Secretaría de Estado de Energía implica que este año, un coste medio por megavatio hora (MWh) para las diez centrales que participarán en el procedimiento de 60,26 euros, frente a un precio medio de mercado estimado en 46 MWh. En 2011, el coste medio (que incluye parte variable y fija), se elevará a 66,62 euros, mientras que el precio medio del mercado rondará los 45 euros.

Los cálculos del regulador parten de la hipotética entrada en funcionamiento del decreto el próximo 1 de noviembre y de que, como establece Industria, cada año se programará una producción de 23 teravatios hora (TWh) de electricidad en las centrales de carbón nacional, lo que permitirá dar salida a 10,1 millones de toneladas de carbón autóctono.

Estos 23 TWh equivaldrían en 2011 a un 9% de la demanda eléctrica estimada peninsular, de 263,6 TWh, y a un 6% si sólo se toma en cuenta el carbón nacional dentro de la mezcla de distintos combustibles utilizada por las plantas.

Estos porcentajes no alcanzarán en ningún caso el límite del 15% hasta el que la Comisión Europea permite primar el combustible nacional para reducir la dependencia energética de los Estados miembros.

Por otro lado, dados los compromisos de compra de carbón nacional por parte de las centrales, la CNE calcula que el ‘stock’ de Hunosa, de unos 10 millones de toneladas, irá reduciéndose a un ritmo de un millón de toneladas al año.

Los 23 TWh programados al año son, de hecho, inferiores a la producción anual de las minas de carbón españolas, de cerca de 34 TWh. Esta circunstancia contribuye a que «la producción con carbón de importación sería reducida de forma importante», advierte la CNE.

En el informe, la CNE añade que la producción máxima de 2010, si bien resulta físicamente posible, podría no alcanzarse por indisponibilidad fortuita de centrales o por que el operador del sistema no programa suficiente generación por limitaciones de seguridad.

Según el regulador energético, esto impediría el consumo de las adquisiciones de carbón autóctono fijado por la propuesta y, por tanto, no conllevaría la reducción del stock de estas centrales (que se estima que almacenan el equivalente a un año normal del consumo). La propuesta fija para 2010 la adquisición de 4,1 millones de toneladas de carbón autóctono.

La CNE añade que si se mantiene un escenario similar al de 2009, la producción con carbón de importación hasta 2014 (año hasta el que se extenderán los incentivos) se verá reducida «de forma importante».

A la vista de que el uso de estas centrales de importación se limitará a resolver los problemas puntuales de demanda y de que los propietarios «pudieran plantearse el cierre» de las instalaciones, la CNE propone revisar el sistema de incentivos mediante pagos por capacidad.

Por su parte, las centrales de ciclo combinado (gas natural) no se verían, «en principio», desplazadas por la puesta en marcha del mecanismo de restricciones por garantía de suministro en el que se basa el real decreto del carbón.

En este proceso podrán participar las centrales de Soto de Ribera, Narcea, Anllares, La Robla, Compostilla, Teruel, Velilla, Puente Nuevo y Escucha y Elcogas.

El mecanismo de resolución de restricciones permite modificar el programa diario del mercado eléctrico para cumplir los criterios de seguridad de suministro.

El coste de los incentivos al carbón nacional sumará 592 millones de euros hasta 2011

En su informe sobre la propuesta de resolución por la que se fijan las cantidades de carbón, el volumen máximo de producción y los precios de retribución de la energía que se aplicarán en 2010, el organismo supervisor cifra en 89 millones el coste de la medida para este año, si comienza a aplicarse en noviembre.

Para el próximo ejercicio, el coste del decreto, que será sufragado con cargo a los «pagos por capacidad» -para los que anualmente se reserva una parte en las tarifas de acceso y que retribuyen a centrales por estar operativas para atender puntas de demanda-, se eleva a 503 millones de euros.

El saldo previsto en 2010 para los pagos por capacidad es de 551 millones de euros, cifra que para el año que viene quedaría reducida a 406 millones.

Según la CNE, la propuesta de la Secretaría de Estado de Energía implica que este año, un coste medio por megavatio hora (MWh) para las diez centrales que participarán en el procedimiento de 60,26 euros, frente a un precio medio de mercado estimado en 46 MWh. En 2011, el coste medio (que incluye parte variable y fija), se elevará a 66,62 euros, mientras que el precio medio del mercado rondará los 45 euros.

Los cálculos del regulador parten de la hipotética entrada en funcionamiento del decreto el próximo 1 de noviembre y de que, como establece Industria, cada año se programará una producción de 23 teravatios hora (TWh) de electricidad en las centrales de carbón nacional, lo que permitirá dar salida a 10,1 millones de toneladas de carbón autóctono.

Estos 23 TWh equivaldrían en 2011 a un 9% de la demanda eléctrica estimada peninsular, de 263,6 TWh, y a un 6% si sólo se toma en cuenta el carbón nacional dentro de la mezcla de distintos combustibles utilizada por las plantas.

Estos porcentajes no alcanzarán en ningún caso el límite del 15% hasta el que la Comisión Europea permite primar el combustible nacional para reducir la dependencia energética de los Estados miembros.

Por otro lado, dados los compromisos de compra de carbón nacional por parte de las centrales, la CNE calcula que el ‘stock’ de Hunosa, de unos 10 millones de toneladas, irá reduciéndose a un ritmo de un millón de toneladas al año.

Los 23 TWh programados al año son, de hecho, inferiores a la producción anual de las minas de carbón españolas, de cerca de 34 TWh. Esta circunstancia contribuye a que «la producción con carbón de importación sería reducida de forma importante», advierte la CNE.

En el informe, la CNE añade que la producción máxima de 2010, si bien resulta físicamente posible, podría no alcanzarse por indisponibilidad fortuita de centrales o por que el operador del sistema no programa suficiente generación por limitaciones de seguridad.

Según el regulador energético, esto impediría el consumo de las adquisiciones de carbón autóctono fijado por la propuesta y, por tanto, no conllevaría la reducción del stock de estas centrales (que se estima que almacenan el equivalente a un año normal del consumo). La propuesta fija para 2010 la adquisición de 4,1 millones de toneladas de carbón autóctono.

La CNE añade que si se mantiene un escenario similar al de 2009, la producción con carbón de importación hasta 2014 (año hasta el que se extenderán los incentivos) se verá reducida «de forma importante».

A la vista de que el uso de estas centrales de importación se limitará a resolver los problemas puntuales de demanda y de que los propietarios «pudieran plantearse el cierre» de las instalaciones, la CNE propone revisar el sistema de incentivos mediante pagos por capacidad.

Por su parte, las centrales de ciclo combinado (gas natural) no se verían, «en principio», desplazadas por la puesta en marcha del mecanismo de restricciones por garantía de suministro en el que se basa el real decreto del carbón.

En este proceso podrán participar las centrales de Soto de Ribera, Narcea, Anllares, La Robla, Compostilla, Teruel, Velilla, Puente Nuevo y Escucha y Elcogas.

El mecanismo de resolución de restricciones permite modificar el programa diario del mercado eléctrico para cumplir los criterios de seguridad de suministro.