Las fusiones y adquisiciones energéticas se recuperarán en el año 2011, según Deloitte

Un estudio sobre «Tendencias del Sector Energético para el 2010», que fue presentado por expertos de la firma consultora, advierte de que el entorno macroeconómico sigue siendo una de las preocupaciones del sector, que requiere estabilidad en el precio de las materias primas y una flexibilización de los mercados de capital para afrontar las operaciones corporativas.

Deloitte considera que en 2011 será posible que se recuperen «por completo» los niveles de adquisiciones y fusiones energéticas por la previsible mejora de las condiciones económicas y el aumento de los precios del petróleo.

Pese a la actual contracción del mercado de fusiones y adquisiciones, los socios de Deloitte especializados en Energía Jesús Navarro y Felipe Requejo vaticinaron para el próximo año ciertas operaciones de concentración en España, especialmente en el segmento de energías renovables, que se caracteriza por su alto nivel de atomización.

Además, vieron factible que Gas Natural pueda cerrar en un plazo de tres o cuatro meses las desinversiones impuestas por la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) para su integración con Unión Fenosa.

En concreto, afirmaron que la empresa gasista ya ha recibido el interés de varios fondos de inversión, entre los que citaron Magnum, CVC y Morgan Stanley, por su red de distribución de gas en Madrid, que cuenta con un total de 600.000 puntos de conexión.

También apuntaron que Gas Natural cuenta con varias ofertas, tanto de fondos como de empresas nacionales e internacionales, por los 2.000 megavatios de ciclos combinados (gas) que la empresa prevé desinvertir, a pesar de que, según dijeron, este segmento de negocio «no es muy rentable» en estos momentos y conlleva un «riesgo» por las actuales condiciones del mercado eléctrico.

Deloitte coincide con las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que apuntan a un crecimiento medio de la demanda energética mundial del 1,5 por ciento hasta 2030, después de que este año se haya producido una caída del 3,5 por ciento.

No obstante, el 93 por ciento del incremento de la demanda energética corresponderá a los países no pertenecientes a la OCDE, sobre todo a China y la India.

Según el estudio, pese al creciente interés de todos los gobiernos por mejorar la eficiencia energética, el carbón -combustible fósil con elevadas emisiones de CO2 en comparación con otras tecnologías de generación- aumentará su peso en los próximos años y en 2030 cubrirá el 29 por ciento de la demanda, frente al 26 por ciento de 2006.

Por ello, Deloitte subraya que los gobiernos deben incentivar la investigación y mejora de las tecnologías de captura y almacenamiento de CO2, que pueden convertirse en una solución a las emisiones, pero que en este momento todavía son caras y reducen la producción de las centrales eléctricas entre un 30 y un 40 por ciento.

Reducir un 30 por ciento las emisiones contaminantes sería desastroso para Francia

La representante empresarial indicó que Francia «no ha hecho el mismo trabajo» desde 1990 en reducción de emisiones de gases contaminantes, por lo que imponer acelerar la reducción de emisiones sería peligroso para la economía.

«No tener esto en cuenta puede provocar consecuencias económicas y sociales desastrosas«, indicó Laurence Parisot.

La presidenta de los empresarios aseguró que esa medida podría acarrear «destrucciones de fábricas, de empleos» ya que «en muchos sectores sería tan costoso en términos de competitividad que algunos no podrían hacerlo».

Aseguró que es favorable a que se adopte un objetivo vinculante de reducción de emisiones de gases a efecto invernadero durante la cumbre sobre el cambio climático que tiene lugar en Copenhague.

Parisot indicó que la principal patronal gala apuesta por mantener el compromiso de reducir un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero en el horizonte de 2020 con respecto a los niveles de 1990, lo que constituye la primera propuesta de la Unión Europea.

Posteriormente, los Veintisiete se mostraron dispuestos a reducir hasta un 30% estas emisiones en caso de que el resto de los países apuesten por un acuerdo ambicioso en Copenhague.

Por el momento, Estados Unidos se compromete a reducir un 17% sus emisiones hasta 2020 con respecto a los niveles de 2005.

La demanda eléctrica y gasista alcanzan su máximo de otoño

La demanda de energía eléctrica alcanzó el lunes su máximo del otoño a las 18.50 horas, al alcanzar los 42.103 megavatios (MW), coincidiendo con la llegada del temporal de frío y nieve que afecta a la Península Ibérica.

Según datos de Red Eléctrica este consumo supone un aumento del 28,1% en comparación con el pico de demanda de hace una semana (el lunes 7, cuando se llegó a los 32.862 MW) y del 10,8% frente al máximo del último día laborable, el viernes 11, con 37.976 MW.

El máximo anual se registró el 13 de enero pasado, con 44.495 MW.

El máximo histórico de demanda de electricidad se alcanzó el 17 de diciembre de 2007, cuando la demanda fue de 45.450 MW a las 18.53 horas.

Por su parte, la demanda de gas natural aumentó un 5,5% en la jornada del lunes, con respecto al anterior día laborable, el pasado viernes 11, y alcanzó los 1.600,55 gigavatios/hora (GWh), lo que supone el máximo alcanzado desde el inicio del otoño.

Según datos de Enagás, si se compara este consumo con el de la semana anterior, cuando se situó en 1.095,35 GWh, el aumento es del 46,1%.

En la jornada del lunes la demanda convencional (es decir, la demanda doméstica y la industrial) alcanzó los 1.008,07 GWh. De este modo, aumentó un 18% en comparación con el viernes 11 y un 40% frente al lunes anterior.

El consumo de gas natural experimentó su máximo anual el 9 de enero, fecha en la que alcanzó los 1.788 gigavatios/hora (GWh). El máximo histórico se registró el 7 de diciembre de 2007, cuando se alcanzaron los 1.863 GWh.

La Cumbre de Copenhague, estancada por diferencias en la reducción de emisiones

La citada ONG informó de que los países africanos rechazan proseguir las conversaciones a menos que el compromiso para un segundo período de Kyoto se sitúe en el centro del debate.

Desde la ONG destacan las reticencias de las naciones ricas, encabezadas por Australia y Japón, a la hora de discutir la prohibición legal de emisiones, «lo que ha llevado el caos a la cumbre».

Los países pobres pretenden que se fije un objetivo serio de reducción de emisiones, explica Oxfam, mientras que «las naciones desarrolladas intentan retrasar la discusión sobre el único mecanismo que tenemos para conseguirlo: el Protocolo de Kyoto».

En opinión del director ejecutivo de la ONG, Jeremy Hobbs, «África ha tirado del freno de emergencia hoy para evitar que el tren descarrile definitivamente al terminar la semana».

«No se trata de bloquear la cumbre, sino de asegurar que los países ricos garantizan su acción contra el cambio climático y a favor de la supervivencia en África y en el resto del mundo», añadió.

Con todo, Oxfam asegura que antes de la suspensión formal de negociaciones éstas se encontraban ya estancadas, pues «hasta ahora los países ricos no se han mostrado dispuestos a ceder ni en financiación climática ni en metas de limitación de emisiones y, además, los actores principales tampoco quieren hablar sobre la naturaleza jurídica del acuerdo que resultará de la cumbre».

La Universidad Politécnica de Madrid cultiva algas para filtrar las emisiones de CO2

Estas plantas actúan como filtros biológicos que capturan CO2 y, además, producen biomasa que después se puede utilizar en la alimentación humana y para fabricar biocombustibles.

Según los investigadores, el cultivo de algas presentaba varias ventajas respecto al de otras plantas más evolucionadas, ya que fueron los primeros vegetales que habitaron el planeta y sobrevivieron en condiciones muy adversas, por lo que están muy bien adaptadas a él.

Además, bajo determinadas formas de cultivo, las algas apenas necesitan agua y no sufren enfermedades, con lo que no precisan plaguicidas.

Esta investigación forma parte del proyecto CENIT SOST-CO2 «Nuevas utilizaciones industriales sostenibles del CO2», desarrollado por un consorcio que integran 15 empresas encabezadas por Carburos Metálicos y entre las que figura Repsol.

El Gobierno regula el almacenamiento de CO2 bajo tierra y Greenpeace denuncia los costes y «graves riesgos»

La ley se limita a regular la actividad de almacenamiento geológico de dióxido de carbono, y sólo contiene previsiones puntuales en relación con la captura y el transporte.

En relación con la captura, las instalaciones dedicadas a esta actividad se someten a la normativa sobre control integrado de la contaminación, por lo que necesitarán obtener la correspondiente autorización ambiental integrada, y quedan sujetas también a la normativa sobre evaluación de impacto ambiental. Además, se contempla que las redes de transporte por tubería deban someterse a declaración de impacto ambiental.

El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino recuerda que el Panel Intergubernamental de expertos contra el cambio climático (IPCC) contempla estas tecnologías entre las medidas que se pueden adoptar para la reducción de emisiones.

En su tercer informe de evaluación, el IPCC señalaba la necesidad de una combinación de opciones tecnológicas de mitigación para lograr las reducciones necesarias. La captura y almacenamiento de carbono sería, en su opinión, una opción apropiada para los países que tienen un número considerable de fuentes de CO2 adecuadas para la captación, acceso a lugares de almacenamiento y experiencia en actividades con petróleo y gas, y que necesitan cumplir sus objetivos de desarrollo en un entorno en el que el carbono está restringido.

España se encuentra en este supuesto, por lo que Medio Ambiente cree que el empleo de esta técnica «puede contribuir a hacer posible la consecución de sus objetivos en materia de cambio climático».

La captura y almacenamiento de carbono consiste en captar el dióxido de carbono emitido por las instalaciones industriales, transportarlo a un emplazamiento de almacenamiento y finalmente inyectarlo y confinarlo en una formación geológica subterránea adecuada, con vista a su almacenamiento permanente.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, señaló que «no están determinados los sitios» en los que se ubicarán estos almacenes.

Según dijo, «se está hablando con las comunidades autónomas para buscar los lugares donde se puedan establecer los centros de almacenamiento», e insistió en que, «desde luego, se hará respetando todas las normas de impacto ambiental para garantizar la seguridad».

No obstante, el Consejo de Ministros aprobó un real decreto para declarar «zona de reserva provisional a favor del Estado» la comprendida en el área denominada «Asturias Centro», situada en el Principado de Asturias y parte de la plataforma continental, y cuyo perímetro delimita una superficie de 31.040 cuadrículas mineras.

Dicha zona se dedicará a la exploración de recursos de la «sección B», que comprenden estructuras subterráneas susceptibles de ser un efectivo almacenamiento de dióxido de carbono (CO2).

La exploración de esta zona de reserva será realizada por Hunosa, de acuerdo con el programa general de exploración aprobado. La zona de reserva a favor del Estado tendrá una vigencia de un año, un plazo que será prorrogable por orden ministerial si las circunstancias lo aconsejan de acuerdo a los resultados obtenidos.

Recientemente, la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, explicó que «el texto que salió a información pública» hace meses ha requerido «la introducción de más matices», por lo que «se ha ultimado una nueva versión donde queda mejor resuelto».

La intención del Gobierno era que el texto pasara por Consejo de Ministros y enviarlo posteriormente al Consejo de Estado para que «entre enero y principios de febrero pueda remitirse a las Cortes».

Greenpeace: «Los almacenes de CO2 bajo tierra son caros e implican riesgos»

Las tecnologías para la captura y almacenamiento de CO2 generan «elevados costes» e implican «graves riesgos», según Greenpeace, que alerta de la posibilidad de que se produzcan fugas en los depósitos geológicos que albergarán este gas e, incluso, «se pongan en peligro vidas humanas».

Según dijo la ONG, entre sus «riesgos medioambientales» se encuentra la posibilidad de que se produzca una «emisión lenta y a largo plazo» de CO2 en los lugares de almacenamiento, a través de fallas y grietas geológicas, o de fugas puntuales, con el consiguiente «escape a gran escala» de dióxido de carbono por grietas en los pozos de inyección.

Los ecologistas señalan también la posibilidad de que se produzcan escapes de CO2 en las aguas subterráneas poco profundas o de que «se liberen otros gases y materiales nocivos capturados con la corriente de dióxido de carbono». Greenpeace cree que si el CO2 de estos depósitos alcanza la superficie y las concentraciones son elevadas, «se pondrían en peligro vidas humanas».

Por otra parte, critican su «elevado coste» ya que, según estima Greenpeace, «supone un aumento del 40 al 80% de los gastos de generación de energía respecto de los gastos de las centrales eléctricas convencionales«, dependiendo de la localización de las instalaciones y el lugar del almacenaje, el transporte y la tecnología de captura utilizada.

La posibilidad de realizar también almacenamiento de CO2 en océanos podría, según indican, «acelerar enormemente la acidificación (reducción del pH) de grandes áreas», lo que «sería perjudicial para muchos organismos y ecosistemas enteros».

Los ecologistas se oponen a que se dé «prioridad financiera o política» a esta técnica, frente a «soluciones reales como la promoción de las energías renovables o de la eficiencia energética».

La demanda de gas en el mercado español bajó el 11,7 por ciento hasta octubre

Este retroceso es fruto de un descenso del 15,5 por ciento en la demanda de gas para el sector eléctrico y de una bajada del 9,2 por ciento en la demanda convencional.

En lo que va de año, el mercado español se abasteció de un conjunto de doce países, principalmente de Argelia, con un 32,7 por ciento del total; Egipto, con un 13,2%; Qatar, con un 12,5%; Trinidad y Tobago, con un 12,3%; Nigeria, con un 11,3%, y Noruega, con un 10%.

La CNE destaca la bajada de gas importado desde Nigeria y Argelia, con 40.540 y 13.989 gigavatios hora (GWh) menos que en el mismo periodo del año pasado, así como el aumento de Noruega y Omán, con 11.441 y 4.986 GWh más.

El Gobierno y las eléctricas prevén que la luz suba en torno al 3 por ciento en enero

En el cálculo de la TUR influyen los peajes de acceso, que Industria propone que suban el 14,23% en baja tensión (hogares y pymes, habitualmente), y el resultado de la subasta CESUR para la adquisición de la energía, que se celebrará el 15 de diciembre.

Fuentes de Unesa explicaron que la previsión es que el resultado de la CESUR sea inferior al de hace un año y no descartaron que si la caída es muy fuerte la tarifa de último recurso pueda mantenerse o incluso bajar. No obstante, consideraron más factible una subida de en torno al 3 por ciento.

Por su parte, Industria subrayó que a fecha de hoy «no es posible determinar con precisión cuál será el precio de la electricidad aplicable a partir del próximo 1 de enero».

Recordó que en el cálculo de la TUR, a la que sólo tienen acceso los usuarios con potencias contratadas inferiores o iguales a los 10 kilovatios (kW), influyen principalmente dos elementos: las tarifas de acceso (que retribuyen el uso de las infraestructuras) y el coste de la energía (que se determina mediante la subasta competitiva entre las comercializadoras de último recurso).

Industria añade que las «estimaciones» realizadas, basadas en la cotización de la electricidad en los mercados de futuros, «apuntan a que el resultado de la revisión de la TUR podría representar un incremento de entorno al 2,7 por ciento».

Industria ha remitido a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) una propuesta de Orden para la revisión de las tarifas de acceso y en la que plantea un incremento de los peajes del 14,23 por ciento para la baja tensión y del 22,12 por ciento para la alta tensión (grandes consumos).

Entre otros conceptos, los «peajes» retribuyen conceptos como las primas a las renovables, los incentivos al uso del carbón autóctono (vía garantía de potencia) y el déficit de tarifa que se genera porque los ingresos obtenidos vía recibo de la luz no cubren todos los costes que soporta el sistema.

En la Orden se estable para 2010 una previsión de costes de las actividades reguladas de 16.050 millones de euros, mientras que los ingresos se cifran en 13.784 millones, por lo que el déficit no alcanzará los 3.000 millones fijados como límite por el Ejecutivo en el decreto para poner fin a la generación de déficit tarifario en 2013.

Las primas e incentivos al régimen especial (renovables y cogeneración) supondrán un coste de 5.888 millones de euros, según el documento.

Tanto Industria como las eléctricas han explicado en varias ocasiones que, dados los bajos precios actuales de la energía, la TUR debería bajar y que si no lo hace es debido al déficit de tarifa.

Por su parte, la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE se ha posicionado junto al Ministerio de Industria para afirmar que el aumento de la tarifa eléctrica estará en torno al 2,7 por ciento en 2010.

El PSOE asegura que las estimaciones de Industria «responden al compromiso del Gobierno socialista de evitar que estos incrementos dañen a las economías domésticas».

Las reservas de petróleo de Estados Unidos bajaron en 3,8 millones de barriles

Según este departamento, las reservas de crudo se encuentran dentro del promedio para esta época del año y son un 4,4 por ciento superiores a las de un año antes.

Después de divulgarse los datos oficiales el precio de los futuros del petróleo para entrega en enero subió 7 centavos de dólar, a 72,69 dólares por barril (159 litros), en la Bolsa Mercantil de Nueva York.

Por lo que se refiere a los inventarios de gasolina, el informe precisa que aumentaron en 2,2 millones de barriles (1 por ciento) con lo que se situaron en 216,3 millones, frente a los 214,1 millones de la semana precedente.

En la Bolsa Mercantil de Nueva York el precio de la gasolina reformulada para entrega en enero bajó 1,46 centavos de dólar y se situó en 1,91 dólares por galón (0,5052 dólar por litro).

Las reservas de combustible para calefacción aumentaron en 1,6 millones de barriles (1 por ciento) y se ubicaron en 167,3 millones de barriles, frente a los 165,7 millones de barriles de la semana anterior.

En la Bolsa Mercantil de Nueva York el precio del combustible para calefacción para entrega en diciembre bajó 1,56 centavos de dólar y quedó en 1,9753 dólares por galón (0,5225 dólar por litro).

El informe señaló asimismo que en la semana pasada las refinerías petroleras en Estados Unidos operaron al 81,1 por ciento de su capacidad, comparado con 79,7 por ciento la semana anterior.

Estas cifras excluyen la Reserva Estratégica de Petróleo del Gobierno de Estados Unidos, que cuenta con 726,1 millones de barriles, comparado con los 725,6 millones de barriles de la semana anterior.

El total de existencias de crudo y productos refinados en Estados Unidos, incluida la Reserva Estratégica, alcanzó la pasada semana los 1.812,4 millones de barriles frente a los 1.816,2 millones de barriles de la semana anterior.

La CNC calcula un sobrecoste de 1.200 millones de euros si se incentiva el carbón

Así consta en el informe elaborado por la Comisión Nacional de la Competencia en relación al Real Decreto que el Gobierno ha diseñado para incentivar la utilización de carbón nacional por parte de las compañías eléctricas.

La CNC considera que la futura norma creará una «distorsión significativa de los procesos de funcionamiento de los mercados energéticos en España y de los mecanismos de formación de precios», e implicará un «sobrecoste directo importante para la electricidad producida», así como un «previsible» encarecimiento de los precios en el mercado mayorista.

Además, calcula un sobrecoste de más de 45 euros por megavatio/hora (MWh) debido al precio fijo que se pagará a las centrales que utilicen carbón y a las compensaciones que recibirán las instalaciones que tengan que ceder al carbón parte de su espacio en el mercado mayorista de la electricidad.

Así, el sobrecoste total en caso de que se generase el máximo de energía previsto por el proyecto de real decreto superaría los 1.200 millones de euros, advierte Competencia.

El informe recuerda que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha advertido de la existencia de dos errores en la fórmula utilizada para calcular el «lucro cesante» de las centrales afectadas por los incentivos al carbón nacional. En caso de ser subsanados dichos errores en el texto final, el sobrecoste total se situaría entre 700 y 800 millones de euros, precisa la CNC.

Con la fórmula modificada, los incentivos al carbón nacional supondrían un encarecimiento de la electricidad en el mercado mayorista superior al 9 por ciento, de acuerdo a los precios y cantidades vendidas en los nueve primeros meses del año.

En caso de mantenerse la actual fórmula, que reconoce un mayor lucro cesante y, por tanto, mayores compensaciones para las centrales desplazadas, el encarecimiento de la electricidad en el mercado mayorista alcanzaría el 16 por ciento en los nueve primeros meses de 2009.

El organismo presidido por Luis Berenguer concluye que la normativa diseñada por el Gobierno «genera determinadas ineficiencias y distorsiones a la competencia efectiva» que resultan «injustificadas y extraordinariamente lesivas del bienestar general», y por ello considera que la medida «debería ser reconsiderada».