El número de consumidores de electricidad en el mercado libre crece un 24,4%

El número de consumidores que compra la electricidad en el mercado liberalizado, fuera de la tarifa regulada, aumentó un 24,4 por ciento en 2008 hasta los 2,11 millones frente a los 1,7 millones con los que cerró un año antes, según datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE).

En este sentido, el acceso de los consumidores al mercado liberalizado de la electricidad mantiene su tendencia alcista y cerró el último trimestre del pasado año con una cuota del 7,83 por ciento, el 0,92 por ciento más que en el mismo periodo de 2007.

Estos datos se conocen después de que el Ejecutivo aprobara la futura tarifa regulada reservada a quienes tengan contratada una potencia inferior o igual a 10 kilovatios (kW), frente al límite de 15 kW previsto inicialmente.

El pasado mes de julio desapareció la tarifa regulada para los clientes de alta tensión y a partir del próximo julio, cuando entrarán en vigor las TUR, la mayoría de los consumidores domésticos y algunas pequeñas empresas podrán optar entre acogerse a las nuevas tarifas o negociar su suministro de electricidad en el mercado libre.

De acuerdo con los datos de la CNE, por segmentos, los consumidores a los que se otorgó el derecho a elegir suministrador antes de 2003 experimentaron el incremento más significativo, con un 22,4 por ciento más de puntos de suministro en el mercado libre.

Por su parte, el total de puntos de suministro de pequeñas y medianas empresas que pueden elegir desde principios de 2003 aumentó el 6,3 por ciento, mientras que para el consumo doméstico, se registró un aumento del 8 por ciento, hasta los 139.000 consumidores.

Pese a este incremento, el número de usuarios que compra gas en el mercado liberalizado siguió superando al de la electricidad, y cerró el año con un incremento del 26,8 por ciento, hasta alcanzar los 2,70 millones de suministros.

El acceso al mercado libre de consumidores domésticos y similares aumentó un 26,64 por ciento con respecto a diciembre de 2007, mientras que en las pymes fue del 4,5 por ciento.

En términos de energía, el 74,86 por ciento del total de la electricidad demandada se adquirió en el mercado libre, mientras que para el gas natural el porcentaje se situó en el 93,52 por ciento.

El consumo eléctrico cayó el 7,5 % en el primer trimestre

La demanda peninsular de energía eléctrica fue de 65.016 gigavatios (GWh) en el primer trimestre del año, lo que supone un descenso del 7,5 por ciento respecto al mismo periodo de 2008, según datos de Red Eléctrica.

Corregidos los efectos de la laboralidad y de las temperaturas, el consumo eléctrico -que coincide con la demanda ya que la electricidad no se puede almacenar- bajó el 8,9 por ciento.

En el mes de marzo, la demanda de electricidad descendió el 8,3 por ciento respecto a marzo de 2008, hasta los 20.773 GWh, cifra que, corregidos los efectos del calendario y de las temperaturas, se eleva al 10,2 por ciento.

Con este descenso, la demanda de electricidad suma seis meses a la baja, debido principalmente al menor consumo de la industria que debido a la crisis ha reducido su producción.

En enero, la caída fue del 2,9 por ciento, mientras que en febrero se amplió al 9,8 por ciento, el mayor recorte el mayor recorte desde enero de 1991, año en el que arranca la base de datos de Red Eléctrica.

Durante el tercer mes del año, las energías renovables, incluidas la hidráulica y la solar, aportaron el 30 por ciento de la producción energética total, mientras que la eólica generó por sí sola el 14,1 por ciento.

Las reservas del conjunto de embalses de aprovechamiento hidroeléctrico se situaban, a 24 de marzo, al 53,4 por ciento de la capacidad total, 16 puntos porcentuales más que hace un año.

Por cuencas, la Norte tiene unas reservas del 75%, el Duero del 72% y el Ebro del 55%, mientras que en la mitad sur las reservas del Guadiana están al 39%, el Guadalquivir al 37% y el Tajo-Júcar-Segura al 33%.

El consumo eléctrico cayó el 7,5 % en el primer trimestre

La demanda peninsular de energía eléctrica fue de 65.016 gigavatios (GWh) en el primer trimestre del año, lo que supone un descenso del 7,5 por ciento respecto al mismo periodo de 2008, según datos de Red Eléctrica.

Corregidos los efectos de la laboralidad y de las temperaturas, el consumo eléctrico -que coincide con la demanda ya que la electricidad no se puede almacenar- bajó el 8,9 por ciento.

En el mes de marzo, la demanda de electricidad descendió el 8,3 por ciento respecto a marzo de 2008, hasta los 20.773 GWh, cifra que, corregidos los efectos del calendario y de las temperaturas, se eleva al 10,2 por ciento.

Con este descenso, la demanda de electricidad suma seis meses a la baja, debido principalmente al menor consumo de la industria que debido a la crisis ha reducido su producción.

En enero, la caída fue del 2,9 por ciento, mientras que en febrero se amplió al 9,8 por ciento, el mayor recorte el mayor recorte desde enero de 1991, año en el que arranca la base de datos de Red Eléctrica.

Durante el tercer mes del año, las energías renovables, incluidas la hidráulica y la solar, aportaron el 30 por ciento de la producción energética total, mientras que la eólica generó por sí sola el 14,1 por ciento.

Las reservas del conjunto de embalses de aprovechamiento hidroeléctrico se situaban, a 24 de marzo, al 53,4 por ciento de la capacidad total, 16 puntos porcentuales más que hace un año.

Por cuencas, la Norte tiene unas reservas del 75%, el Duero del 72% y el Ebro del 55%, mientras que en la mitad sur las reservas del Guadiana están al 39%, el Guadalquivir al 37% y el Tajo-Júcar-Segura al 33%.

OMEL realiza la octava subasta CESUR

La Comisión Nacional de Energía adjudicó a OMEL el pasado mes de julio de 2008, mediante un concurso público, la organización de las siguientes subastas CESUR (Compra de Energía para el Suministro de Ultimo Recurso), reguladas por la Orden ITC/400/2007, de 26 de febrero, como entidad responsable.

La octava subasta CESUR, tercera subasta gestionada por OMEL, se llevo a cabo con éxito el 26 de marzo de 2009, según lo previsto en la Orden Ministerial ITC/400/2007de 26 de febrero y en las Resoluciones del Ministerio de Industria de 23 de febrero de 2009 y de 11 de marzo de 2009.

En la octava subasta se ofertaron simultáneamente un producto de carga base trimestral (desde las 0 a las 24 horas) por un total de 2.40O MWh en cada una de las horas del segundo trimestre de 2009, y un producto de carga punta a tres meses (Producto Punta Trimestral), que consiste en el suministro horario de 450 MWh en cada una de las 12 horas de cada día, comprendidas entre las 8:00 y las 20:00 CET, de todos los días naturales, excepto sábados, domingos y festivos nacionales españoles, no sustituibles, durante el segundo trimestre del año 2009.

En la subasta participaron 30 entidades vendedoras (productores de régimen ordinario y de régimen especial, comercializadores y representantes de agentes), españolas y extranjeras.

La subasta se desarrolló por medios telemáticos mediante el sistema informático de subastas de OMEL, con total normalidad. Se utilizó un procedimiento de “subasta de reloj descendente” en el que, partiendo de unos precios de salida (diferentes en cada producto), se procedió a una reducción progresiva de los mismos en sucesivas rondas hasta llegar al equilibrio entre oferta y demanda en cada producto.

La cantidad total de energía subastada fue adjudicada a 21 agentes vendedores, resultando atribuido el producto de carga base trimestral a un precio de cierre de 36,58 €/MWh y el producto punta trimestral a un precio de cierre de 38,22 €/MWh.

Las cantidades de energía fueron adquiridas por las seis empresas distribuidoras, según señalaba la Resolución de la Secretaría General de la Energía de 23 de febrero de 2009.

La próxima subasta está previsto que tenga lugar en junio de 2009.

OMEL realiza la octava subasta CESUR

La Comisión Nacional de Energía adjudicó a OMEL el pasado mes de julio de 2008, mediante un concurso público, la organización de las siguientes subastas CESUR (Compra de Energía para el Suministro de Ultimo Recurso), reguladas por la Orden ITC/400/2007, de 26 de febrero, como entidad responsable.

La octava subasta CESUR, tercera subasta gestionada por OMEL, se llevo a cabo con éxito el 26 de marzo de 2009, según lo previsto en la Orden Ministerial ITC/400/2007de 26 de febrero y en las Resoluciones del Ministerio de Industria de 23 de febrero de 2009 y de 11 de marzo de 2009.

En la octava subasta se ofertaron simultáneamente un producto de carga base trimestral (desde las 0 a las 24 horas) por un total de 2.40O MWh en cada una de las horas del segundo trimestre de 2009, y un producto de carga punta a tres meses (Producto Punta Trimestral), que consiste en el suministro horario de 450 MWh en cada una de las 12 horas de cada día, comprendidas entre las 8:00 y las 20:00 CET, de todos los días naturales, excepto sábados, domingos y festivos nacionales españoles, no sustituibles, durante el segundo trimestre del año 2009.

En la subasta participaron 30 entidades vendedoras (productores de régimen ordinario y de régimen especial, comercializadores y representantes de agentes), españolas y extranjeras.

La subasta se desarrolló por medios telemáticos mediante el sistema informático de subastas de OMEL, con total normalidad. Se utilizó un procedimiento de “subasta de reloj descendente” en el que, partiendo de unos precios de salida (diferentes en cada producto), se procedió a una reducción progresiva de los mismos en sucesivas rondas hasta llegar al equilibrio entre oferta y demanda en cada producto.

La cantidad total de energía subastada fue adjudicada a 21 agentes vendedores, resultando atribuido el producto de carga base trimestral a un precio de cierre de 36,58 €/MWh y el producto punta trimestral a un precio de cierre de 38,22 €/MWh.

Las cantidades de energía fueron adquiridas por las seis empresas distribuidoras, según señalaba la Resolución de la Secretaría General de la Energía de 23 de febrero de 2009.

La próxima subasta está previsto que tenga lugar en junio de 2009.

La CNE ve riesgos para la «competencia efectiva» en la TUR eléctrica

La presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), Maite Costa, advirtió de que, para que exista competencia efectiva, la tarifa de último recurso (TUR) eléctrica debe tener en cuenta todos los costes de la energía y ser aplicada a menos clientes de lo previsto hasta ahora.

Durante su participación en unas jornadas sobre energía, Costa subrayó que un «diseño inadecuado» del suministro de último recurso, que ignore el grado de liberalización y la estructura del mercado español, puede convertirlo en un «obstáculo» para el desarrollo de la competencia.

Costa recordó que la adopción de esta figura aparece en la normativa europea como una opción voluntaria y reiteró la petición de que sea la CNE la que fije las tarifas.

Actualmente, las TUR, que entrarán en vigor el 1 de julio, se configuran como un modelo de precios máximos y se revisarán trimestralmente en base a una metodología que incluirá el coste de la energía, los peajes de acceso y un margen comercial.

Su finalidad es servir de refugio a los consumidores más pequeños y podrán disfrutar de ellas los consumidores con una potencia contratada inferior a los 15 kilovatios (KW), según el anteproyecto de ley elaborado por el Ministerio de Industria y que podría ser aprobado en el Consejo de Ministros del próximo viernes.

Según Costa, si se mantiene este límite, podrán acogerse a las TUR unos 28 millones de clientes, que representan al 88 por ciento del total y al 34 por ciento de la demanda, lo que, subrayó, va más allá del concepto de consumidores «vulnerables» y no coincide «con el criterio de consumidores doméstico y pequeña empresa que era el enfoque original de la directiva europea«.

Advirtió de que ofrecer el suministro de último recurso a un numero «excesivamente amplio» de usuarios y de forma indefinida en el tiempo puede obstaculizar la competencia, máxime si su precio no refleja todos los costes subyacentes de la electricidad, porque los ciudadanos seguirán sin tener incentivos para elegir comercializador.

Explicó que la existencia de esta modalidad obedece a la presencia de dificultades para encontrar un suministrador en determinadas circunstancias, que abarcan desde la localización geográfica hasta la consideración de que los pequeños consumidores no tienen acceso a ofertas competitivas.

Apuntó que aunque existe cierto consenso sobre la necesidad de dar protección a los usuarios de rentas más baja, mediante tarifas subvencionadas o compensaciones directas, en su opinión, ésta no debería cubrirse con las TUR, que sustituirán el actual sistema de tarifas integrales.

Respecto a la fijación del precio de suministro de último recurso, Costa señaló que el modelo diseñado por Industria establece que el coste de la energía se fije mediante un mecanismo establecido por el regulador que tenga en cuenta los precios de mercado de la electricidad.

Añadió que la definición de la TUR como precio máximo en lugar de como precio único, como defiende la CNE, podría implicar que los comercializadores de último recurso actúen de forma activa en el mercado por la posibilidad de aplicar descuentos «para retener clientes en competencia directa con otros comercializadores«.

La CNE ve riesgos para la «competencia efectiva» en la TUR eléctrica

La presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), Maite Costa, advirtió de que, para que exista competencia efectiva, la tarifa de último recurso (TUR) eléctrica debe tener en cuenta todos los costes de la energía y ser aplicada a menos clientes de lo previsto hasta ahora.

Durante su participación en unas jornadas sobre energía, Costa subrayó que un «diseño inadecuado» del suministro de último recurso, que ignore el grado de liberalización y la estructura del mercado español, puede convertirlo en un «obstáculo» para el desarrollo de la competencia.

Costa recordó que la adopción de esta figura aparece en la normativa europea como una opción voluntaria y reiteró la petición de que sea la CNE la que fije las tarifas.

Actualmente, las TUR, que entrarán en vigor el 1 de julio, se configuran como un modelo de precios máximos y se revisarán trimestralmente en base a una metodología que incluirá el coste de la energía, los peajes de acceso y un margen comercial.

Su finalidad es servir de refugio a los consumidores más pequeños y podrán disfrutar de ellas los consumidores con una potencia contratada inferior a los 15 kilovatios (KW), según el anteproyecto de ley elaborado por el Ministerio de Industria y que podría ser aprobado en el Consejo de Ministros del próximo viernes.

Según Costa, si se mantiene este límite, podrán acogerse a las TUR unos 28 millones de clientes, que representan al 88 por ciento del total y al 34 por ciento de la demanda, lo que, subrayó, va más allá del concepto de consumidores «vulnerables» y no coincide «con el criterio de consumidores doméstico y pequeña empresa que era el enfoque original de la directiva europea«.

Advirtió de que ofrecer el suministro de último recurso a un numero «excesivamente amplio» de usuarios y de forma indefinida en el tiempo puede obstaculizar la competencia, máxime si su precio no refleja todos los costes subyacentes de la electricidad, porque los ciudadanos seguirán sin tener incentivos para elegir comercializador.

Explicó que la existencia de esta modalidad obedece a la presencia de dificultades para encontrar un suministrador en determinadas circunstancias, que abarcan desde la localización geográfica hasta la consideración de que los pequeños consumidores no tienen acceso a ofertas competitivas.

Apuntó que aunque existe cierto consenso sobre la necesidad de dar protección a los usuarios de rentas más baja, mediante tarifas subvencionadas o compensaciones directas, en su opinión, ésta no debería cubrirse con las TUR, que sustituirán el actual sistema de tarifas integrales.

Respecto a la fijación del precio de suministro de último recurso, Costa señaló que el modelo diseñado por Industria establece que el coste de la energía se fije mediante un mecanismo establecido por el regulador que tenga en cuenta los precios de mercado de la electricidad.

Añadió que la definición de la TUR como precio máximo en lugar de como precio único, como defiende la CNE, podría implicar que los comercializadores de último recurso actúen de forma activa en el mercado por la posibilidad de aplicar descuentos «para retener clientes en competencia directa con otros comercializadores«.

La planificación energética española es la más cara de Europa según la CEOE

El vicepresidente de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía y miembro de la comisión energética de la CEOE, Javier Penacho, señaló que la planificación energética española es la más costosa de Europa y advirtió de que esto puede hacer fluctuar los precios eléctricos.

Penacho, que participó en Oviedo en una jornada sobre ahorro y eficiencia energética en la Cámara de Comercio, explicó que en el libre mercado de la energía son los gobiernos quienes deciden las líneas energéticas «y por tanto el precio final«, razón por la que, según este experto, «no tiene nada que ver un mercado sólo con nucleares o uno sólo con viento».

Según Penacho, «es la política y no los mercados quien considera la forma de generación» de la energía, aunque matizó que las compañías eléctricas hacen un servicio público fundamental por lo que su relación con las instituciones es diferente.

En esta jornada dedicada a la pequeña y mediana empresa, Penacho explicó que, a nivel de costes eléctricos, el mensaje que recibe el empresario europeo es que «o se compite a precios de nuclear o no se puede competir«.

Sobre esta cuestión también habló el consejero de Industria y Empleo del Principado, Graciano Torre, quien dijo que la energía nuclear no es tanto «un elemento abaratador del sistema tarifario» como «una garantía del suministro para evitar fluctuaciones«.

Torre indicó que la estabilidad de costes en la factura de la luz de las empresas «ayuda a tomar decisiones en cuanto a las inversiones» y reconoció la dependencia que tiene España en energía primaria, lo que en consecuencia «trae fluctuaciones, fundamentalmente de precios«.

La planificación energética española es la más cara de Europa según la CEOE

El vicepresidente de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía y miembro de la comisión energética de la CEOE, Javier Penacho, señaló que la planificación energética española es la más costosa de Europa y advirtió de que esto puede hacer fluctuar los precios eléctricos.

Penacho, que participó en Oviedo en una jornada sobre ahorro y eficiencia energética en la Cámara de Comercio, explicó que en el libre mercado de la energía son los gobiernos quienes deciden las líneas energéticas «y por tanto el precio final«, razón por la que, según este experto, «no tiene nada que ver un mercado sólo con nucleares o uno sólo con viento».

Según Penacho, «es la política y no los mercados quien considera la forma de generación» de la energía, aunque matizó que las compañías eléctricas hacen un servicio público fundamental por lo que su relación con las instituciones es diferente.

En esta jornada dedicada a la pequeña y mediana empresa, Penacho explicó que, a nivel de costes eléctricos, el mensaje que recibe el empresario europeo es que «o se compite a precios de nuclear o no se puede competir«.

Sobre esta cuestión también habló el consejero de Industria y Empleo del Principado, Graciano Torre, quien dijo que la energía nuclear no es tanto «un elemento abaratador del sistema tarifario» como «una garantía del suministro para evitar fluctuaciones«.

Torre indicó que la estabilidad de costes en la factura de la luz de las empresas «ayuda a tomar decisiones en cuanto a las inversiones» y reconoció la dependencia que tiene España en energía primaria, lo que en consecuencia «trae fluctuaciones, fundamentalmente de precios«.

El IV Foro Euromediterráneo de Energía aboga por las interconexiones gasistas

España pide a Francia que acelere la interconexión gasista entre ambos países

España ha pedido a Francia que acelere la interconexión gasista entre los dos países para poder optimizar los 900 millones de euros invertidos en el gasoducto de Medgaz, que unirá la costa Argelina con Almería.

Esta petición la han hecho tanto el presidente de Cepsa, Santiago Bergareche, como la presidenta de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Maite Costa, aprovechando su presencia en el IV Foro Euromediterráneo de Energía, organizado por el Club de la Energía y el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed), que se celebra en Barcelona.

Bergareche ha defendido la necesidad de «acelerar» la ampliación de las infraestructuras gasistas francesas para aumentar las conexiones entre el sur y el norte del continente europeo y evitar así las dependencias actuales que tiene Europa, y especialmente España. El directivo de Cepsa ha indicado que con estas nuevas infraestructuras aumentaría la seguridad energética europea.

Por su parte, Costa ha asegurado que «la lógica» de la construcción del gasoducto de Medgaz «está vinculada a la interconexión de Francia«.

El nuevo gasoducto Medgaz tiene una longitud de 210 kilómetros, transportará 8 bcm (miles de millones de metros cúbicos), está previsto que entre en funcionamiento en el segundo semestre de este año.

Marruecos pide que se refuerce la interconexión eléctrica con España

Asimismo, el director general de la Oficina Nacional de Electricidad de Marruecos, Ali Fassi Fihri, ha pedido el refuerzo de las interconexiones eléctricas entre España y Marruecos.

Esta conexión sería a través de una futura tercera línea -actualmente hay dos en servicio- que sirva para que la electricidad que llega a España desde Francia pueda alcanzar también Africa.

En este sentido, Fassi Fihrt ha reivindicado el papel de Marruecos como enclave «estratégico» en la conexión energética entre el Magreb y Europa.

Sin embargo, el directivo marroquí ha alertado de las «grandes» disparidades de acceso y consumo energético entre los distintos países de la orilla del Mediterráneo, lo que se traduce en una «fractura» entre los países del norte y los del sur.

Pese que a los estados europeos tienen un nivel de consumo significativamente superior al de los africanos, la diferencia entre ambos se ha reducido en los últimos años, con un aumento del consumo eléctrico en los países de la orilla sur. De este modo, Fassi Fihrt ha subrayado que este incremento implica una mayor inversión en infraestructuras energéticas en los países africanos.

Para el directivo marroquí, el Plan Solar del Mediterráneo es un claro ejemplo de los efectos positivos que comporta la cooperación energética en la región, como es el refuerzo de la seguridad en el abastecimiento eléctrico.