Los edificios deberían ser «el primer objetivo» para reducir el consumo energético

Lo dijo durante su ponencia «Innovación en el gas; nuevos usos y nuevas aplicaciones», en la que también participó el CEO de General Electric, Rafael Díaz-Granados y el director de Rafael de La-Hoz Arquitectos, Rafael de La-Hoz, en la segunda jornada de la reunión anual de la Asociación Española del Gas (Sedigas).

Para lograr este ahorro de consumo energético, Jordi Mestres resaltó que el nuevo escenario técnico lleva a «soluciones mixtas», y a un mix en el que son partícipes la energía solar-fotovoltaica, la solar-térmica y la microcogeneración.

En esta línea, la apuesta se centra en la microcogeneración, que conseguiría un ahorro del 30 por ciento de energía primaria, al generar electricidad en el punto de uso, y una reducción de las emisiones de CO2 del 35 por ciento.

«La microcogeneración produce precios más competitivos y es capaz de no generar energía fósil ni emisiones nocivas«, explicó Mestres, quien además indicó que este proceso además es una «apuesta» por la sostenibilidad.

Según destacó Mestres, cada vez hay un porcentaje mayor de usuarios que se muestra «capaz de pagar un sobreprecio por obtener un producto sostenible», por lo que la utilización de la microcogeneración es más factible que antes, aunque sigue contando con «dos enemigos: la resistencia al cambio y la crisis».

Para introducir esta aplicación, tendría que facilitarse más información al profesional y usuario, que la administración pueda ayudar por medio de financiación, y unos trámites de conexión a red simplificados. Sin embargo, a pesar de «los enemigos», y de las carencias y solicitudes, Mestres indicó que existen proyectos de aplicación de la microcogeneración en toda España.

Por su parte, Rafael de La-Hoz, se sumó a las palabras de Mestres, y reiteró que los arquitectos deberían «conocer mejor» toda la información relativa a las novedades e innovaciones, respecto al ahorro energético, para poder hacer edificios más eficientes.

Asimismo, indicó que es posible lograr «calidad y confort sin exceso de consumo» en los edificios, utilizando viejas y nuevas fórmulas, y que «no pasa nada por llevar un abrigo en invierno y abrir la ventana en verano».

El PSOE defiende en Bruselas la meta del 30 por ciento de reducción de emisiones CO2

Para Hugo Morán, los resultados de la Cumbre del Clima de Copenhague «no pueden justificar una rebaja en las ambiciones de la Unión Europea contra el cambio climático».

«Europa debe de manifestar con claridad que apuesta por el 30% de reducción en emisiones, porque es la única manera de mandar un mensaje claro a la sociedad: que no se trata de tácticas, sino de compromiso», destacó el dirigente socialista.

Según recordó el PSOE, Morán participó en Bruselas en la reunión del Grupo de Trabajo de Medio Ambiente y Cambio Climático del PES, donde se han tratado de poner en común las estrategias que este partido debe de desplegar tanto de cara a la puesta en marcha de una política europea de sostenibilidad de lucha contra el cambio climático, como para tomar una posición común de cara a la próxima conferencia de cambio climático, que se celebrará en México en diciembre.

Greenpeace propone a los Gobiernos medidas para alcanzar las reducciones de CO2 dictadas por los expertos

El acto de presentación del informe, que tuvo lugar durante las negociaciones sobre el clima que empezaron en Bonn, contó con la presencia de expertos climáticos mundiales y de los representantes de Corea del Sur y de los Estados Federados de Micronesia.

El estudio reitera la preocupación de Greenpeace sobre los compromisos que recoge el Acuerdo de Copenhague y que, en su opinión, «darán lugar a un calentamiento global de más de 3ºC (basándose en los niveles preindustriales), lo que situaría al planeta en un escenario de impactos catastróficos».

«Los gobiernos no están viendo todas las soluciones que tienen a su disposición para asumir este reto y, en cambio, se limitan a escuchar las excusas que el lobby industrial presenta para intentar evitar un aumento de los compromisos de reducción de emisiones«, comenta Kaisa Kosonen, asesora política de Greenpeace Internacional en las negociaciones climáticas.

Entre las medidas que propone Greenpeace, destaca que los países industrializados asuman un objetivo incondicional de reducción de emisiones del 30 por ciento para 2020; evitar algunos mecanismos del Protocolo de Kioto, como el permiso para trasladar los derechos de emisión sobrantes al siguiente periodo de compromiso y obtener beneficios netos de su venta o el establecimiento de reglas «fraudulentas» en el cómputo del CO2 no emitido gracias al uso adecuado del suelo o la deforestación evitada.

Igualmente, subraya la necesidad de que los gobiernos apuesten por reducciones de emisiones efectivas en el territorio nacional y que los mecanismos de compensación funcionen como forma de alcanzar reducciones de emisiones adicionales; así como que los países en vías de desarrollo asuman compromisos superiores; y que se alcance el compromiso de poner fin a la deforestación tropical y al drenaje y la quema de las turberas.

España valora positivamente «ir más allá» del 20% para reducir las emisiones de CO2

Así, Teresa Ribera ha explicado que el texto presentado por la Comisión Europea aporta datos «muy interesantes» sobre cómo avanzar en la reducción de las emisiones GEI en la Unión Europea y lo que supone traspasar este 20 por ciento y la evaluación de las fugas de carbono de la Unión Europea.

La secretaria de Estado ha subrayado que este documento ayudará a «orientar el debate» sobre cómo «profundizar» en las reducciones y cómo identificar nuevas oportunidades y riesgos de los futuros pasos de la Unión Europea.

«Estamos ante una revolución tecnológica verde y es el momento de apostar con una visión a largo plazo», ha destacado, al tiempo que ha explicado que, en su opinión, el texto es un primer paso sobre el que seguir trabajando en «perfilar» las decisiones de los Veintisiete que «mejor» puedan adaptarse a la situación actual y que «orienten» la economía hacia un futuro «sin carbono, resistente y sostenible» y que ofrezca nuevas oportunidades de actividad económica y empleo.

Greenpeace pide a la UE que apoye el informe de la Comisión Europea

Por su parte, Greenpeace ha solicitado a los estados miembros de la Unión Europea que apoyen el informe que ha publicado la Comisión Europea, en el que se analiza que una reducción de las emisiones en un 30 por ciento no perjudicará a la industria sino que generará empleo y riqueza.

La organización medioambiental destaca que las conclusiones del informe de la Comisión Europea ponen de manifiesto que «aumentar el compromiso de reducción de emisiones de la Unión Europea sería mucho más barato de lo que se había predicho y que generaría empleo y el desarrollo económico que Europa necesita».

Asimismo, indica que la comisión estima que alcanzar el compromiso actual europeo de reducción de emisiones -el 20 por ciento para 2020- es una tercera parte más barato que cuando se calcularon los costes en 2008 con carácter previo a la asunción de dicho compromiso.

En ese sentido, la responsable de la campaña Cambio Climático y Energía de Greenpeace, Aida Vila, ha señalado que algunos «lobistas de la industria» argumentan que un aumento del objetivo de reducción de emisiones de la Unión Europea se traducirá en pérdidas de empleo y descensos de la producción pero, tal como demuestra el informe de la Comisión, esta medida provocaría lo contrario.

«Un objetivo climático europeo más fuerte implicaría simplemente que, en lugar de beneficiarse de contaminar, las compañías obtendrían beneficios verdes», concluye.

Bruselas dice que reducir las emisiones un 30% en 2020 costará menos de lo previsto

La comisaria de Acción para el Clima, Connie Hedegaard, explicó en rueda de prensa que, según los nuevos cálculos, el coste de 70.000 millones de euros anuales estimado para reducir al 20% las emisiones contaminantes serviría en realidad para «llegar a un objetivo del 25%», porque el precio del objetivo del 20% se ha reducido a 48.000 millones por año de aquí a 2020.

Así las cosas, con 11.000 millones adicionales al año respecto a las cuentas iniciales, la Unión Europea podría asumir el reto de reducir las emisiones en un 30%, una oferta que por el momento mantiene «condicionada» a que otros socios internacionales asuman metas equivalentes.

Hedegaard dejó claro que corresponde a los líderes europeos, que se reunirán en Bruselas el próximo 17 de junio, decidir si mejorar el compromiso de la Unión Europea o no, pero confió en que este estudio ofrezca una «base sólida» para iniciar el debate.

La comisaria se mostró prudente y dijo que «aún no es el momento» de aumentar a 30% el compromiso europeo, para evitar «desvelar las cartas» de los 27 antes de avanzar en las negociaciones internacionales y conocer los pasos de otros países desarrollados y economías emergentes como Estados Unidos, Brasil o China.

En cualquier caso, admitió que marcarse un objetivo más ambicioso «no es barato» pero subrayó que no sería «dinero perdido» en tanto en que se traduciría en un estímulo para la innovación, mejoraría la seguridad energética y contribuiría a la creación de empleo.

España vuelve a niveles de emisiones de CO2 de 1999

Así se desprende del Avance de la estimación de emisiones de gases de efecto invernadero 2009 que hizo público el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

Según estos datos, esto supone que los índices de España sobre la referencia para el Protocolo de Kioto se situaron en niveles cercanos a los del año 1999, cuando se alcanzó un 26,8% sobre el año base. El objetivo del escenario de cumplimiento del Gobierno para el promedio 2008-2012 es de un 37% sobre los niveles de 1990.

Según afirmó la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, las «principales caídas» se han producido en el ámbito de la energía, tanto en el ámbito de la electricidad como en el de combustibles para transporte, y en el ámbito de los procesos industriales.

El descenso fue «muy significativo» en las asociadas a la combustión de carbón, gas natural y en el fuel.

Además, el Ministerio considera que la caída de las emisiones imputables a procesos industriales «tiene mucho que ver con los sectores más directamente asociados al sector de la construcción».

Las emisiones del sector del transporte por carretera disminuyeron en un 5%, y en un 3,5% las correspondientes a otros modos de transporte. Ribera asoció estos datos a la existencia de «un cambio de patrón cultural» y a la menor demanda en el ámbito del transporte profesional.

Sin embargo, el Ministerio cree que «un cambio tan sustancial en el perfil energético de generación de electricidad que es difícil pensar que se pueda mantener en el tiempo una intensidad en la caída tan importante«.

En cuanto al año 2010, el primer cuatrimestre del año se ha cerrado con una caída de las emisiones del sector eléctrico cercanas a un 43,8%, sobre el mismo periodo del año anterior, porque «sigue cayendo el carbón, sigue la generación de origen eólico y porque ha llovido de forma importante».

Para Medio Ambiente, las energías renovables siguen siendo «una de las banderas más importantes de la industria en España», y «una de las mejores imágenes de modernidad, tecnología y eficiencia que aporta el país».

España participará en once proyectos de emisiones que reducirán una media anual de 420.695 emisiones de CO2

En concreto, se llevará a cabo un proyecto de ‘Gas de relleno sanitario y conversión de residuos en energía’, en el vertedero de la ciudad de Cebú (Filipinas), presentado por Endesa Generación; así como varios proyectos de Aplicación Conjunta en España, como el ‘Proyecto de abatimiento de N2O de Fertiberia Puertollano II en España’; el ‘Proyecto de abatimiento de N2O de Fertiberia Sagunto en España’; y el ‘Proyecto de abatimiento de N2O de Fertiberia Avilés en España’, presentados por Fertiberia, N.Serve y Jonson Matthey.

Además, se realizará un proyecto de distribución de bombillas de bajo consumo por Electrogaz en Ruanda, presentado por el Banco Mundial para el Fondo de Carbono para el Desarrollo Comunitario (CDCF); y un programa de Actividades (PoA) de compostaje de residuos municipales de Uganda y del proyecto MDL del PoA (CPA) correspondiente a la municipalidad de Jinga, presentado por CDCF.

Asimismo, se realizarán varios proyectos presentados por el Banco Asiático de Desarrollo para el Fondo de Carbono de Asia Pacífico (APCF), como un proyecto energético de agro biogás de Chao Khun; de biogás de Jiratpattana y Kitroongruang; de Biogás de TBEC en Tha Chang; o el proyecto eólico agrupado de pequeña escala de 7.5 MW en el distrito de Sangli, Maharashtra e India.

La reunión ha estado presidida por la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM), Alicia Montalvo, y ha contado con la presencia de Andalucía, en representación de las comunidades autónomas.

Con estos nuevos proyectos, la ADN ha aprobado un total de 137 proyectos, que suponen una reducción media anual de 30,1 millones de tCO2e y 151,08 millones de toneladas de CO2 equivalente durante el primer periodo del compromiso de Kioto, durante el periodo 2008-2012.

El Ministerio de Medio Ambiente destaca que España mantiene la prioridad por los proyectos de energías renovables, que suponen el 54 por ciento del total. Por áreas geográficas, la región asiática es la más representada, seguida por la latinoamericana.

La AND es una comisión interministerial por la que se regula el régimen del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero. Este organismo actúa como punto focal nacional para la autorización de los proyectos del Mecanismo de Desarrollo Limpio y Aplicación Conjunta en los que tomen parte España y las empresas autorizadas por la AND.

Las emisiones de CO2 del sector eléctrico se reducen un 58 por ciento en abril

Así, con 111 gramos de CO2 por kilowatio por hora generado, WWF considera que las emisiones del sector eléctrico «siguen manteniéndose en niveles bajos».

Además, ha señalado que durante el mes de abril, más del 35 por ciento de la generación total peninsular se ha debido a las energías limpias, que contribuyeron con un 39 por ciento más de electricidad al sistema en que en abril de 2009.

Concretamente, subraya la posición «relevante» en el mix energético de la energía hidráulica, que generó el 20,2 por ciento del total, así como la eólica, que aportó el 12,5 por ciento de la producción peninsular. La organización apunta a la importancia de estas cifras como «factores clave» para mejorar la calidad ambiental del sistema eléctrico peninsular en términos de emisiones.

No obstante, a pesar de estos datos, en abril se registró un «ligero incremento» de las emisiones de CO2 por KWH respecto al mes anterior de este mismo año, algo que se debe, según la ONG a la mayor producción de electricidad de las centrales de ciclo combinado y de las de fuel, junto a la menor generación eólica.

También califica de positivo que la demanda de electricidad disminuyó un 12,3 por ciento respecto a marzo, aunque fue un 5,7 por ciento superior a la de abril de 2009, mientras que señala como «dato negativo» que continúa por segundo mes consecutivo el aumento de la cantidad de residuos generados a consecuencia de la mayor producción nuclear, por lo que el indicador de residuos radiactivos de alta actividad se mantiene en la clase D, dentro de un baremo A-G de mayor a peor calidad.

Finalmente, la responsable del Programa de Cambio Climático de WWF España, Mar Asunción, insiste en que es «muy importante» seguir apoyando el desarrollo de las energías renovables para llegar a un sistema eléctrico de cero emisiones. «Es imprescindible una regulación estable y suficiente, ya que estas energías han demostrado que son una alternativa a los combustibles fósiles y contribuyen decididamente a la reducción de emisiones», reclama.

La generación eléctrica emitió casi un 18 por ciento menos de emisiones de CO2 en 2009

Así se desprende del balance de emisiones verificadas en 2009 que el Gobierno presentó en la Mesa de Diálogo Social.

Estas emisiones corresponden al 40% del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero, y afectan a los sectores de generación eléctrica e industrial sujetos a la Directiva de comercio de derechos de emisión.

En su conjunto, las emisiones verificadas disminuyeron en 2009 un 16,2% respecto al año anterior.

Según informó el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, la intensidad energética de la economía española cayó el 3,6%, mientras que la producción eléctrica con renovables creció más de un 17% respecto a 2008.

El sector de generación eléctrica, responsable de más del 50% de las emisiones de los sectores afectados ha registrado una disminución del 17,9%. Sin embargo, la evolución de las distintas tecnologías es dispar.

Así, Medio Ambiente asegura que las emisiones en generación con carbón disminuyeron un 27,1%, mientras que las correspondientes al ciclo combinado lo hicieron en menor medida, un 11,1%.

En cuanto a los sectores industriales, se observa una disminución de las emisiones en 2009 que alcanzó el 17,5%.

España reduce un 8,7 por ciento las emisiones de CO2

Así lo afirmó en Madrid el secretario confederal de Medio Ambiente de CCOO, Llorenç Serrano, en la presentación del «Informe de evolución de gases de efecto invernadero en España 1990-2009» que ha elaborado el sindicato a partir de datos facilitados por el director de la edición española de la revista «World Watch«, José Santamarta.

Según indicó Serrano, la situación registrada en 2009 es «parecida» a la ocurrida en 2008, y en 2010 «es previsible» que se presente «un patrón parecido» al del pasado ejercicio, «seguramente sin una caída tan brusca».

«Creemos que puede haber un ligero descenso de las emisiones y, en el peor de los casos, un mantenimiento. No creemos que se vaya a producir un repunte de la actividad que nos lleve a un incremento de emisiones», señaló.

En concreto, España emitió en 2009 un total de 370,4 millones de toneladas de CO2 equivalentes, lo que supone un aumento sobre 1990 (año base del Protocolo de Kioto) del 27,82%.

En cuanto al cómputo per cápita, CCOO sitúa a España en torno a las 7,2 toneladas de CO2 por persona y año, «cifra muy superior a la media mundial, aunque inferior a los socios de la Unión Europea».

Serrano recordó que Kioto establece para España que el promedio de las emisiones de gases de efecto invernadero en el periodo 2008-2012 no debe superar en más de un 15% los datos de 1990.

Para CCOO, la «fuerte reducción» de los años 2008 y 2009 implican «un cambio de tendencia» que, «de consolidarse», acercaría al país a Kioto y a la llamada «senda de cumplimiento» elaborada por el Ejecutivo, que prevé un aumento del 37% de las emisiones.

El sector que tuvo más peso en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera en 2009 fue el del transporte por carretera, que generó el 23,6% del total. Le siguen el sector eléctrico (19,5%), la industria (16,7%) y la agricultura y ganadería (10,5%).

La reducción de las emisiones en el sector de la generación eléctrica fue del 21% en 2009 respecto a 2008, dato que «va más allá del que corresponde por la caída de la demanda» y que Serrano achaca con el mayor peso de las renovables, que cubrieron ese año el 23,4% de la generación de electricidad y evitaron la emisión de 29 millones de toneladas de CO2, según CCOO.

En cuanto al transporte por carretera, «que por primera vez superó al de la energía eléctrica», el informe señala una reducción del 5,2%. El sindicato considera que «sigue siendo el sector más preocupante» por su evolución respecto a 1990 (un 170% más) y por «la ausencia de políticas para reducirlas», que sí han existido en otros sectores.

«Nos queda la incógnita de si cuando se produzca la recuperación económica las emisiones del sector industrial volverán a subir«, añadió Serrano.

CCOO considera que España «necesita medidas políticas más fuertes» en sectores como el del transporte por carretera y la edificación y la vivienda (porque las ya adoptadas no son «suficientes»), y pide «un mayor apoyo» al desarrollo de las energías renovables en el país.