Endesa inicia la construcción de una planta que captura CO2 con calizas en Asturias

Este proyecto se enmarca dentro del acuerdo de colaboración firmado por Endesa, Hunosa y el CSIC para el desarrollo de la tecnología de captura de CO2 mediante el uso de caliza como sorbente.

El objetivo del proyecto es construir una planta piloto que servirá para validar técnicamente esta tecnología de captura, de menor coste económico que otras alternativas. Esta tecnología lleva siendo estudiada por el Instituto del Carbón del CSIC desde hace años, habiéndose obtenido prometedores resultados a nivel de laboratorio, por lo este proyecto supone el siguiente paso de cara al desarrollo de la misma.

La planta consistirá en dos reactores de lecho fluido circulante de 15 metros de altura interconectados. En el reactor de calcinación, la caliza se descompondrá en óxido de calcio y CO2 altamente concentrado. El óxido de calcio se envía al reactor de carbonatación donde reacciona con los gases de combustión capturando el CO2 para formar caliza nuevamente.

La planta esta diseñada para tratar hasta 2.600 m3/h de gases de combustión y poseerá una capacidad de captura de 8 toneladas de CO2 día con eficiencias de alrededor del 90 por ciento. La puesta en marcha de la misma está prevista para el inicio de 2011. La duración del plan de pruebas será de casi un año, durante el cual se evaluará la validez de esta tecnología para su uso en valores comerciales.

El proyecto está subvencionado dentro del Séptimo Programa Marco Europeo en el área de energía con un presupuesto superior a 6,8 millones de euros.

Además de Endesa, CSIC y Hunosa, el proyecto cuenta con la participación de Foster Wheeler Energía, que actúa como principal tecnólogo para el desarrollo de la ingeniería de la planta de 1 MWt, así como de otros cuatro centros de investigación europeos y canadienses.

España pondera si se suma a la posición alemana, inglesa y francesa de reducir un 30 por ciento las emisiones de CO2

Teresa Ribera ha explicado que comparte el «intachable» documento de estos países comunitarios sobre la «necesidad de construir un futuro desarrollo económico bajo en carbono».

En su opinión, la salida de la crisis y las medidas que se adopten para ello deben ir orientadas en esa dirección. Sin embargo, ha manifestado que las decisiones propias «no pueden depender exclusivamente de lo que quieran otros». «Tenemos que analizarlas desde la perspectiva de nuestra propia conveniencia, competitividad y liderazgo», ha subrayado.

En todo caso, Ribera ha insistido en que España coincide en que la asunción de objetivos ambientales ambiciosos constituyen un gran estímulo en esta dirección aunque es consciente de la «necesidad de ponderar con cuidado las dificultades de acceso a financiación que existen actualmente«.

Por tanto, ha indicado que el Gobierno está «precisamente en estos momentos ponderando y orientando las bases de esta transformación», así como las herramientas para permitir que la decisión del paso a una reducción de gases de efecto invernadero del 30 por ciento sea una decisión articulada» en torno a una agenda y programa concretos y viables.

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En su opinión, la salida de la crisis y las medidas que se adopten para ello deben ir orientadas en esa dirección. Sin embargo, ha manifestado que las decisiones propias «no pueden depender exclusivamente de lo que quieran otros». «Tenemos que analizarlas desde la perspectiva de nuestra propia conveniencia, competitividad y liderazgo», ha subrayado.

En todo caso, Ribera ha insistido en que España coincide en que la asunción de objetivos ambientales ambiciosos constituyen un gran estímulo en esta dirección aunque es consciente de la «necesidad de ponderar con cuidado las dificultades de acceso a financiación que existen actualmente«.

Por tanto, ha indicado que el Gobierno está «precisamente en estos momentos ponderando y orientando las bases de esta transformación», así como las herramientas para permitir que la decisión del paso a una reducción de gases de efecto invernadero del 30 por ciento sea una decisión articulada» en torno a una agenda y programa concretos y viables.

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En su opinión, la salida de la crisis y las medidas que se adopten para ello deben ir orientadas en esa dirección. Sin embargo, ha manifestado que las decisiones propias «no pueden depender exclusivamente de lo que quieran otros». «Tenemos que analizarlas desde la perspectiva de nuestra propia conveniencia, competitividad y liderazgo», ha subrayado.

En todo caso, Ribera ha insistido en que España coincide en que la asunción de objetivos ambientales ambiciosos constituyen un gran estímulo en esta dirección aunque es consciente de la «necesidad de ponderar con cuidado las dificultades de acceso a financiación que existen actualmente«.

Por tanto, ha indicado que el Gobierno está «precisamente en estos momentos ponderando y orientando las bases de esta transformación», así como las herramientas para permitir que la decisión del paso a una reducción de gases de efecto invernadero del 30 por ciento sea una decisión articulada» en torno a una agenda y programa concretos y viables.

Francia, Alemania y Reino Unido piden aumentar al 30% el recorte de emisiones de la Unión Europea hasta 2020

La Unión Europea dispone ya de una legislación que garantiza para 2020 una reducción de un 20% de las emisiones. Y mantiene su oferta condicional de subir el recorte hasta el 30% si el resto de países desarrollados se comprometen a reducciones comparables y los países emergentes contribuyen a estos esfuerzos de forma adecuada, unas condiciones que, según la evaluación de Bruselas, no se cumplen en estos momentos.

Alemania y Francia se encontraban entre los máximos opositores a mejorar unilateralmente la oferta de la Unión Europea en las negociaciones internacionales sobre cambio climático. La portavoz de Cambio Climático, Maria Kokkonen, afirmó que la carta de los tres ministros es una «contribución interesante a este debate, que no está muerto, como han querido dar a entender algunos». Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea abordarán la cuestión en su reunión de octubre.

«Hoy estamos convencidos de la necesidad de que la Unión Europea adopte un objetivo de reducción de emisiones de CO2 que suponga un auténtico incentivo para la innovación y la acción en el contexto internacional: una reducción del 30% de aquí a 2020″, afirman los ministros de Medio Ambiente de Alemania, Norbert Röttgen; Francia, Jean-Louis Borloo; y Reino Unido, Chris Huhne, en una carta conjunta publicada en varios periódicos europeos.

Los tres países sostienen que el actual objetivo de la Unión Europea del 20% es «insuficiente» para impulsar la transición hacia una economía verde. «Si nos quedamos en un recorte del 20%, Europa podría perder esta carrera hacia un modelo con bajas emisiones de CO2 frente a países como China, Japón o Estados Unidos, los cuales tratan de crear un entorno más atractivo para las inversiones bajas en carbono», alertan los ministros.

Según un estudio de Bloomberg New Energy Finance, citado por el Financial Times, China ha dado un salto al frente en las inversiones en tecnología verde y así el año pasado atrajo 40.300 millones de dólares de inversiones en ese sector frente a sólo 29.300 millones en el caso de Europa.

Aumentar el recorte hasta el 30% garantizaría que las temperaturas no suban más de dos grados respecto a la era preindustrial, el umbral para contener el impacto del cambio climático, y animaría a los países de fuera de la Unión Europea que se resisten a recortar sus emisiones. Además, también supondría «un buen negocio» desde el punto de vista económico y «proporcionaría una mayor seguridad y previsibilidad para los inversores«, según los tres países.

Debido a la caída de las emisiones por la recesión, los costos anuales de cumplir el objetivo del 20% de reducción se han reducido en un tercio y han pasado de 70.000 millones a 48.000 millones. Además, se estima que el coste anual de pasar al 30% sería sólo de 11.000 millones de euros más que el del objetivo original del 20%, es decir, un aumento de menos del 0,1% del valor de la economía europea.

También, el coste de cada año de retraso en la inversión en fuentes de energía verdes oscilará entre 300.000 y 400.000 millones de euros a nivel mundial, según resaltan los ministros citando un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Esos costos se estimaron además partiendo del «supuesto conservador» de que el barril de petróleo costaría 88 dólares (69 euros) en 2020, pero dado el crecimiento del consumo en Asia, los recortes en las inversiones en la producción y el impacto del derrame en el Golfo de México, el precio del petróleo podría crecer mucho más. De acuerdo con uno de los escenarios que maneja la AIE, podría llegarse a los 130 dólares el barril.

«Nuestras empresas ganarán una ventaja preciosa si adoptamos rápidamente las medidas necesarias. Por eso pensamos que el paso al objetivo de un recorte del 30% de las emisiones es buena para Europa. Es una política favorable al empleo, el crecimiento, el refuerzo de la seguridad energética y la lucha contra el cambio climático«, concluyeron los ministros de Francia, Alemania y Reino Unido.

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Alemania y Francia se encontraban entre los máximos opositores a mejorar unilateralmente la oferta de la Unión Europea en las negociaciones internacionales sobre cambio climático. La portavoz de Cambio Climático, Maria Kokkonen, afirmó que la carta de los tres ministros es una «contribución interesante a este debate, que no está muerto, como han querido dar a entender algunos». Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea abordarán la cuestión en su reunión de octubre.

«Hoy estamos convencidos de la necesidad de que la Unión Europea adopte un objetivo de reducción de emisiones de CO2 que suponga un auténtico incentivo para la innovación y la acción en el contexto internacional: una reducción del 30% de aquí a 2020″, afirman los ministros de Medio Ambiente de Alemania, Norbert Röttgen; Francia, Jean-Louis Borloo; y Reino Unido, Chris Huhne, en una carta conjunta publicada en varios periódicos europeos.

Los tres países sostienen que el actual objetivo de la Unión Europea del 20% es «insuficiente» para impulsar la transición hacia una economía verde. «Si nos quedamos en un recorte del 20%, Europa podría perder esta carrera hacia un modelo con bajas emisiones de CO2 frente a países como China, Japón o Estados Unidos, los cuales tratan de crear un entorno más atractivo para las inversiones bajas en carbono», alertan los ministros.

Según un estudio de Bloomberg New Energy Finance, citado por el Financial Times, China ha dado un salto al frente en las inversiones en tecnología verde y así el año pasado atrajo 40.300 millones de dólares de inversiones en ese sector frente a sólo 29.300 millones en el caso de Europa.

Aumentar el recorte hasta el 30% garantizaría que las temperaturas no suban más de dos grados respecto a la era preindustrial, el umbral para contener el impacto del cambio climático, y animaría a los países de fuera de la Unión Europea que se resisten a recortar sus emisiones. Además, también supondría «un buen negocio» desde el punto de vista económico y «proporcionaría una mayor seguridad y previsibilidad para los inversores«, según los tres países.

Debido a la caída de las emisiones por la recesión, los costos anuales de cumplir el objetivo del 20% de reducción se han reducido en un tercio y han pasado de 70.000 millones a 48.000 millones. Además, se estima que el coste anual de pasar al 30% sería sólo de 11.000 millones de euros más que el del objetivo original del 20%, es decir, un aumento de menos del 0,1% del valor de la economía europea.

También, el coste de cada año de retraso en la inversión en fuentes de energía verdes oscilará entre 300.000 y 400.000 millones de euros a nivel mundial, según resaltan los ministros citando un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Esos costos se estimaron además partiendo del «supuesto conservador» de que el barril de petróleo costaría 88 dólares (69 euros) en 2020, pero dado el crecimiento del consumo en Asia, los recortes en las inversiones en la producción y el impacto del derrame en el Golfo de México, el precio del petróleo podría crecer mucho más. De acuerdo con uno de los escenarios que maneja la AIE, podría llegarse a los 130 dólares el barril.

«Nuestras empresas ganarán una ventaja preciosa si adoptamos rápidamente las medidas necesarias. Por eso pensamos que el paso al objetivo de un recorte del 30% de las emisiones es buena para Europa. Es una política favorable al empleo, el crecimiento, el refuerzo de la seguridad energética y la lucha contra el cambio climático«, concluyeron los ministros de Francia, Alemania y Reino Unido.

Francia, Alemania y Reino Unido piden aumentar al 30% el recorte de emisiones de la Unión Europea hasta 2020

La Unión Europea dispone ya de una legislación que garantiza para 2020 una reducción de un 20% de las emisiones. Y mantiene su oferta condicional de subir el recorte hasta el 30% si el resto de países desarrollados se comprometen a reducciones comparables y los países emergentes contribuyen a estos esfuerzos de forma adecuada, unas condiciones que, según la evaluación de Bruselas, no se cumplen en estos momentos.

Alemania y Francia se encontraban entre los máximos opositores a mejorar unilateralmente la oferta de la Unión Europea en las negociaciones internacionales sobre cambio climático. La portavoz de Cambio Climático, Maria Kokkonen, afirmó que la carta de los tres ministros es una «contribución interesante a este debate, que no está muerto, como han querido dar a entender algunos». Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea abordarán la cuestión en su reunión de octubre.

«Hoy estamos convencidos de la necesidad de que la Unión Europea adopte un objetivo de reducción de emisiones de CO2 que suponga un auténtico incentivo para la innovación y la acción en el contexto internacional: una reducción del 30% de aquí a 2020″, afirman los ministros de Medio Ambiente de Alemania, Norbert Röttgen; Francia, Jean-Louis Borloo; y Reino Unido, Chris Huhne, en una carta conjunta publicada en varios periódicos europeos.

Los tres países sostienen que el actual objetivo de la Unión Europea del 20% es «insuficiente» para impulsar la transición hacia una economía verde. «Si nos quedamos en un recorte del 20%, Europa podría perder esta carrera hacia un modelo con bajas emisiones de CO2 frente a países como China, Japón o Estados Unidos, los cuales tratan de crear un entorno más atractivo para las inversiones bajas en carbono», alertan los ministros.

Según un estudio de Bloomberg New Energy Finance, citado por el Financial Times, China ha dado un salto al frente en las inversiones en tecnología verde y así el año pasado atrajo 40.300 millones de dólares de inversiones en ese sector frente a sólo 29.300 millones en el caso de Europa.

Aumentar el recorte hasta el 30% garantizaría que las temperaturas no suban más de dos grados respecto a la era preindustrial, el umbral para contener el impacto del cambio climático, y animaría a los países de fuera de la Unión Europea que se resisten a recortar sus emisiones. Además, también supondría «un buen negocio» desde el punto de vista económico y «proporcionaría una mayor seguridad y previsibilidad para los inversores«, según los tres países.

Debido a la caída de las emisiones por la recesión, los costos anuales de cumplir el objetivo del 20% de reducción se han reducido en un tercio y han pasado de 70.000 millones a 48.000 millones. Además, se estima que el coste anual de pasar al 30% sería sólo de 11.000 millones de euros más que el del objetivo original del 20%, es decir, un aumento de menos del 0,1% del valor de la economía europea.

También, el coste de cada año de retraso en la inversión en fuentes de energía verdes oscilará entre 300.000 y 400.000 millones de euros a nivel mundial, según resaltan los ministros citando un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Esos costos se estimaron además partiendo del «supuesto conservador» de que el barril de petróleo costaría 88 dólares (69 euros) en 2020, pero dado el crecimiento del consumo en Asia, los recortes en las inversiones en la producción y el impacto del derrame en el Golfo de México, el precio del petróleo podría crecer mucho más. De acuerdo con uno de los escenarios que maneja la AIE, podría llegarse a los 130 dólares el barril.

«Nuestras empresas ganarán una ventaja preciosa si adoptamos rápidamente las medidas necesarias. Por eso pensamos que el paso al objetivo de un recorte del 30% de las emisiones es buena para Europa. Es una política favorable al empleo, el crecimiento, el refuerzo de la seguridad energética y la lucha contra el cambio climático«, concluyeron los ministros de Francia, Alemania y Reino Unido.

Las emisiones de CO2 de los coches vendidos en lo que va de año se redujeron un 4%

Según la patronal de los concesionarios, la puesta en marcha del Plan 2000E ha supuesto un cambio en los hábitos de compra de los conductores, imponiéndose la adquisición de vehículos más pequeños, más baratos, más eficientes y menos contaminantes.

Así, cerca del 75% de los coches adquiridos entre enero y junio de este año emitían menos de 150 gramos de CO2 por kilómetro.

Para Faconauto, la reducción del nivel de emisiones está permitiendo acercarse al límite de 130 gramos de CO2 por kilómetro recorrido establecido por la Comisión Europea para 2015.

No obstante, Faconauto advierte de que el nivel de emisiones volverá a crecer en el segundo semestre del año, concidiendo con la finalización de las ayudas públicas del Plan 2000E.

Según la patronal, esta tendencia se ha empezado ya a notar, puesto que en junio la media de emisiones de los nuevos vehículos matriculados se situó en los 141 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, tres gramos por encima de la registrada el mes anterior.

Las emisiones de CO2 de los coches vendidos en lo que va de año se redujeron un 4%

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Así, cerca del 75% de los coches adquiridos entre enero y junio de este año emitían menos de 150 gramos de CO2 por kilómetro.

Para Faconauto, la reducción del nivel de emisiones está permitiendo acercarse al límite de 130 gramos de CO2 por kilómetro recorrido establecido por la Comisión Europea para 2015.

No obstante, Faconauto advierte de que el nivel de emisiones volverá a crecer en el segundo semestre del año, concidiendo con la finalización de las ayudas públicas del Plan 2000E.

Según la patronal, esta tendencia se ha empezado ya a notar, puesto que en junio la media de emisiones de los nuevos vehículos matriculados se situó en los 141 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, tres gramos por encima de la registrada el mes anterior.

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Así, cerca del 75% de los coches adquiridos entre enero y junio de este año emitían menos de 150 gramos de CO2 por kilómetro.

Para Faconauto, la reducción del nivel de emisiones está permitiendo acercarse al límite de 130 gramos de CO2 por kilómetro recorrido establecido por la Comisión Europea para 2015.

No obstante, Faconauto advierte de que el nivel de emisiones volverá a crecer en el segundo semestre del año, concidiendo con la finalización de las ayudas públicas del Plan 2000E.

Según la patronal, esta tendencia se ha empezado ya a notar, puesto que en junio la media de emisiones de los nuevos vehículos matriculados se situó en los 141 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, tres gramos por encima de la registrada el mes anterior.