Los fabricantes de automóviles tendrán que incluir las emisiones de CO2 en las tarjetas de la ITV

Así se desprende de una Orden del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y que entrará en vigor el 25 de julio de 2012, fecha en la ya estaba previsto modificar la tarjeta de la ITV por otras razones.

Este medida tiene por objeto facilitar a la Comisión Europea información fidedigna sobre los niveles de emisiones de CO2 comercializados en cada Estado miembro, para el seguimiento de la estrategia de reducción de estas emisiones.

Bruselas pretendía que las emisiones medias de CO2 de los vehículos nuevos comercializados en Europa se situaran en 120 gramos por kilómetro en 2012, si bien los fabricantes solicitaron un aplazamiento hasta 2015.

«Resulta imprescindible regular el modo de obtención de la información necesaria para crear una base de datos que permita la constancia, cruce con la información de los vehículos matriculados, depuración y homologación de los datos imprescindibles para la confección de la información estadística a transmitir a la Comisión Europa«, explicó el texto de Industria.

Endesa desarrolla un sistema de absorción de CO2 con microalgas para lograr reducir las emisiones

La CTA señaló que se trata de una iniciativa con una doble vertiente sostenible: eliminar una fracción significativa de las emisiones de CO2 y aprovechar estas para obtener biomasa de microalgas marinas.

Las microlgas tienen muchas ventajas respecto a las plantas oleaginosas –vegetales como la colza, el girasol y el olivo– muy utilizadas para la producción de biomasa y, concretamente de biodiesel por tener una mayor capacidad de absorción de CO2 y de producción de biocombustibles. Además, no requiere de terrenos ni agua de calidad para su crecimiento, por lo que no consume recursos que pueden ser destinados a la agricultura.

El sistema experimental de captura de CO2 a partir de microalgas marinas se está desarrollando en la planta piloto que la eléctrica instaló en su central de Carboneras (Almería). Uno de los aspectos más importantes de esta línea de investigación es su ciclo integral sostenible: la planta de microalgas se alimenta de los gases de combustión de la propia central.

Estimaciones realizadas por Endesa apuntaron a la captación de unos 30.000 kilos de dióxido de carbono al año, lo que equivale al CO2 que puede absorber casi medio centenar de árboles. En esta planta las microalgas se cultivan con el CO2 que produce la central a través de la fotosíntesis, aprovechando la radiación solar y el dióxido de carbono para obtener carbohidratos, hidrógeno y oxígeno.

El proyecto, denominado Valor CO2 y en el que participa el grupo de investigación Biotecnología de microalgas de la Universidad de Almería, pretende optimizar el crecimiento de las microalgas con nuevas estrategias de cultivo y desarrollar el concepto de biorefinería a partir de estos microorganismos, agua de mar y CO2 industrial como materias primas para producir biodiesel, biofertilizantes y otros productos.

Para la optimización del cultivo, los investigadores desarrollan tecnologías aplicadas a los fotobiorreactores. Un fotobiorreactor es un sistema de cultivo intensivo de microalgas que requiere la exposición a la radiación solar para que la fotosíntesis se pueda llevar a cabo y, como consecuencia, el crecimiento de la biomasa. Se trata de un dispositivo transparente con un receptor solar que contiene agua, en este caso del mar, donde crecen las microalgas de forma que lo que se puede apreciar en su interior es agua verdosa.

El objetivo de los estudios que se están llevando a cabo es controlar parámetros como temperatura, nutrientes o concentración de gases para conseguir una mayor productividad. Esta línea de experimentación se completa con la búsqueda de la especie de microalga más adecuada, de forma que se consiga combinar la mejor microalga y el fotobiorreactor con mayor rendimiento, minimizando además, el consumo energético.

Una microalga «gaditana»

Las microalgas utilizadas son marinas. Los cultivos comenzaron con el tipo llamado Nannochloropsis gaditana, aunque se probará con diferentes especies para aumentar el rendimiento de la planta. Las pruebas comenzaron con dos tipos de fotobiorreactores instalados en la planta piloto, a los que se incorporarán otras dos tipologías más cuando finalice la ampliación de esta instalación de microalgas que Endesa está llevando a cabo.

Otra de las líneas de investigación se encamina a mejorar el rendimiento de las técnicas de recolección mediante la búsqueda de un método de cosechado que disminuya los costes. Uno de los principales problemas tecnológicos actuales radica precisamente en la recolección de esta biomasa, ya que resulta un proceso muy costoso económica y energéticamente debido al reducido tamaño de las células de las microalgas. Estos microorganismos son imperceptibles para el ojo humano, su tamaño oscila entre un rango de dos a 15 micras, casi ocho veces más pequeño que el diámetro de un cabello, que mide 80 micras.

Endesa prevé patentar los desarrollos tecnológicos en valorización de biomasa además de la patente que ya obtuvo del sistema de captura de gases. Los resultados de este proyecto pueden aplicarse además, a industria de sectores responsables de grandes emisiones de dióxido de carbono como cementeras, refinerías, etc.

La planta de microalgas de la central de Endesa de Carboneras (Almería) es la mayor de este tipo de Europa. Cuenta actualmente con 500 metros cuadrados y a finales de 2011 se verá ampliada con otros mil metros cuadrados. La instalación de ensayo se gestó durante el proyecto Cenit CO2, desarrollado por un consorcio de empresas liderado por Endesa con el respaldo del Ministerio de Ciencia e Innovación. Su ubicación, la central almeriense, ha sido escogida estratégicamente por la eléctrica ya que las condiciones climáticas de esta zona favorecen el crecimiento y cultivo de estos microorganismos.

La ONU describe cómo conseguir en 2020 la reducción de emisiones necesaria para salvar el planeta

Así, advirtió de que reducir las emisiones antes de 2020 a niveles que permitan evitar que en el siglo XXI la temperatura global suba más de dos grados centígrados es «tecnológica y económicamente factible». A su vez, llegó a la conclusión de que las autoridades reguladoras podrían estrechar o cerrar la brecha de las emisiones en 2020.

En este sentido, estimó que serían necesarios acuerdos entre los países a la hora de ejecutar sus promesas de reducción de emisiones, con normas más estrictas para cumplir tales compromisos; además de focalizar sus sistemas energéticos, usando más combustibles no fósiles y fuentes de energía renovables, además de implementar mejoras en el aprovechamiento de la energía.

Consideró preciso también la «sólida instauración» de políticas específicas para los diversos sectores de la economía, con el fin de alcanzar todo el potencial de reducción de las emisiones. Estas medidas se centrarían desde una mayor penetración del transporte público hasta la utilización de vehículos con un consumo menor, u otras en áreas como la agricultura y la gestión de los desechos.

El informe hizo igualmente referencia a la aviación y al transporte marítimo, como casos especiales pero significativos, ya que actualmente estas «emisiones internacionales» no se contemplan en el Protocolo de Kioto. Juntos, apuntó que son responsables de alrededor del 5% de las emisiones de C02, y en 2020 podrían representar hasta 2,5 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono equivalente (CO2e) por año.

«Para reducir las emisiones de ambos sectores, entre otras opciones, se puede mejorar la eficiencia en el uso de los combustibles y utilizar combustibles con bajos índices de emisión de carbono. En el caso del sector del transporte marítimo, otra opción prometedora y sencilla es reducir las velocidades de los barcos«, dijo el informe, en el cual participaron 55 científicos y expertos de 28 grupos científicos de 15 países.

El trabajo, denominado «Bridging the Emissions Gap«, fue publicado unos días antes de las negociaciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Clima en Sudáfrica y siete meses antes de la celebración de la cumbre Río +20 en Brasil, proporcionó, según la ONU, los «más claros indicadores» de que el mundo ya dispone de las soluciones para evitar un «destructivo» cambio climático y ofreció a las autoridades reguladoras «ideas claras» para reducir antes de 2020 la disparidad en las emisiones.

Escenarios pesimistas

A partir de un modelo mejorado basado en la evaluación del año pasado, la ONU estimó que, en los escenarios «más optimistas», dichas emisiones serían de seis gigatoneladas de CO2e, en lugar de cinco.

En el informe también se describieron escenarios mucho «más pesimistas», que se producirían si no se cumplen «a rajatabla» los compromisos y las promesas de los países desarrollados, que incluyen niveles de financiación de cien mil millones de dólares anuales para 2020 y las intenciones de los países en desarrollo. En tal caso, en 2020 la brecha sería de 11 Gt de CO2e. En las condiciones habituales, podría ser incluso de 12 Gt de CO2e.

«El informe anual del PNUMA sobre la disparidad en las emisiones de los países desarrollados y los países en desarrollo es una contribución fundamental al esfuerzo mundial por abordar el peligroso cambio climático. Demuestra que queda mucho por hacer, tanto en términos de ambición como en políticas, pero también señala que la brecha todavía puede cerrarse si actuamos ahora. Se trata de un mensaje de esperanza y un importante llamamiento a la acción», ha declarado el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

«Bridging the Emissions Gap» es el segundo informe de la serie del PNUMA sobre este tema. El primero fue el «Informe sobre la disparidad en las emisiones«, que se convirtió en una referencia en las negociaciones internacionales sobre el clima que tuvieron lugar el año pasado en Cancún (México).

El área mediterránea multiplicará por dos sus emisiones de gases de efecto invernadero para el 2025

Ribera, que participó en un coloquio sobre los objetivos energéticos y medioambientales de cara al horizonte 2020 -en el marco del V Foro Euromediterráneo de la Energía que se celebró en Barcelona- señaló que entre dos tercios y tres cuartas partes de las emisiones de estos gases están vinculados con el consumo de energía (un 72% en el área mediterránea).

El aumento demográfico de los países del norte de África y su desarrollo económico provocaron un aumento de la demanda energética de estos estados que conllevó un incremento de estas emisiones de un 58% (frente al 18% de los países de Unión Europea que, no obstante, tiene unos niveles de emisiones más elevados per cápita).

Según Ribera, Europa deberá invertir hasta el año 2025 cerca de un trillón de euros para actualizar sus infraestructuras obsoletas o construir unas nuevas que faciliten la transición hacia el nuevo modelo energético, donde la lucha contra el cambio climático tendrá un papel preponderante, por la influencia que este fenómeno puede tener en ámbitos como el suministro de agua, las precipitaciones o la agricultura.

Para Theodore Tsakiris, director del Observatorio de Políticas Energéticas Europeas, el sector se encuentra en una situación de fuerte inestabilidad por los efectos de las llamadas primaveras árabes del norte de África y Oriente Próximo, situación, que reconoció, no era previsible hace apenas un año, y que podrían haber generado incluso un mayor aumento de los precios del petróleo en occidente de haberse extendido a otros países de Oriente Medio.

Sobre el caso de Libia, uno de los principales productores de petróleo del continente africano, Tsakiris indicó que habrá que esperar a ver cómo finaliza el conflicto. «El trabajo duro empieza ahora, no digo que vaya a ser un nuevo Irak, pero el rol de la Unión Europea en Libia tiene que ser más importante en los próximos meses», remarcó.

La representante de la Agencia Europea de Medio Ambiente, Anca-Diana Barbu, que advirtió que el cambio climático es un fenómeno que afectará a todos los países de la cuenca, insistió en que aunque en Europa se logró estabilizar la demanda energética y con ello las emisiones, difícilmente se logrará alcanzar los objetivos para que la temperatura no suban por encima de 3,5º a final de siglo.

«Mantener un equilibrio correcto en un sistema que garantice el suministro de forma sostenible es un reto difícil», afirmó Barbu.

El consejero de la Comisión Nacional de la Energía, Joan Batalla Bejerano, defendió la necesidad de un mercado interior de energía en la Unión Europea que garantice el suministro y resulte competitivo y sostenible, y abogó por establecer alianzas privilegiadas con socios de la otra ribera mediterránea (de donde procede el 20% del gas y el 10% del petróleo que se consume en Europa).

«Hay que integrar los mercados y fijar una convergencia regulatoria», dijo Batalla, que ve esencial un marco estable en el norte de África que «facilite la inversión».

Por su parte, el consejero de la división de Energía de la Unión para el Mediterráneo, Marc Strauss, indicó que el Plan Solar del Mediterráneo -que tiene como objetivo impulsar todos los ámbitos de las energías renovables- es uno de los pilares básicos de la colaboración en la cuenca mediterránea.

Para Strauss, es necesario alcanzar una generación sostenible de energía a precio de mercado, y para ello se deben identificar aquellos proyectos que puedan resultar emblemáticos, es decir, capaces de tener un impacto regional sobre el empleo y la economía (interconexiones o producción con renovables, entre otros), para lo que será necesario contar con herramientas de financiación específica.

El Gobierno británico renuncia al proyecto de Iberdrola de captura y almacenamiento de emisiones CO2

Esta instalación, aledaña a la central de Longannet, tenía un presupuesto de 1.150 millones de euros, de los que Iberdrola y sus socios en el consorcio National Grid y Shell habían invertido unos 20 millones hasta la fecha.

Fuentes de Iberdrola explicaron que los trabajos en la planta «han llegado exitosamente a su fin, demostrando la viabilidad técnica del proceso», al tiempo que subrayaron los «valiosos resultados» obtenidos, que podrán ser utilizados en el desarrollo de futuros proyectos.

El secretario británico de Energía, Chris Huhne, anunció la decisión del Gobierno de desechar el proyecto con el argumento de que no se había podido alcanzar un acuerdo con los socios del proyecto, indicaron la BBC y otros medios británicos. Huhne aludió a problemas con la longitud del «ceoducto» que había de trasladar el CO2 a una cavidad submarina.

El Gobierno, señaló, espera ahora que puedan prosperar otros proyectos, entre ellos el de la planta de Peterhead, operada por la compañía Scottish and Southern Energy. La resolución de los problemas técnicos «específicos» de Longannet, dijo, habría requerido mucho más dinero.

El primer ministro escocés, Alex Salmond, se mostró «profundamente en desacuerdo» con la decisión de renunciar al proyecto de Scottish Power, mientras que la organizaciómn ecologista WWF Scotland aseguró que, con la decisión, se pierde tiempo en la lucha contra el cambio climático.

El consorcio de Iberdrola se había convertido en el único capaz de seguir adelante en el desarrollo de la tecnologías de secuestro y almacenamiento de dióxido de carbono.

No obstante, durante el desarrollo del proyecto, los técnicos establecieron que los costes de diseño y construcción de una unidad de 300 MW superan los 1.000 millones de libras asignados por el Gobierno británico, que decidió no seguir adelante con el proyecto.

Por su parte, Scottish Power dijo que el consorcio dedicó 400 profesionales a trabajar en el proyecto durante cuatro años y que cumplió en tiempo y en presupuesto con el diseño de una planta de captura de CO2 para su uso a escala comercial.

El consorcio está «inmensamente orgulloso» del trabajo realizado y por haber sido capaz de trasladar «del laboratorio a la realidad» esta tecnología. Sus hallazgos están disponibles para el Gobierno, que podría transferirlos a otros competidores, lamentó.

España aprueba un programa y nueve proyectos que reducirán 609.927 toneladas anuales de CO2

Entre los proyectos presentados se encuentra el de Repsol YPF sobre recuperación y utilización de gases residuales de antorcha en el complejo industrial de Luján de Cuyo (Argentina); el de ‘Recuperación y combustión de metano para producción de electricidad a través de digestión anaerobia de purines de Land Bank de Filipinas’, presentado por el Banco Mundial para el Fondo Español de Carbono (FEC); o el Programa de Eficiencia Energética de las plantas de LLC «Astarta-Kyiv» (Ucrania), presentado por el Banco Europeo de Inversiones-Banco Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo (BEI-BERD) para el Fondo multilateral de Créditos de Carbono (MCCF).

A estos se unen, los proyectos del Banco Asiático de Desarrollo para el Fondo de Carbono de Asia Pacífico, el parque eólico Urad Houqi Wuliji en Mongolia Interior (China); el Proyecto eólico de 75 MW en Maharashtra por Essel Mining Indsutries Ltd. (India); la Fase I del proyecto de generación fotovoltaica conectada a la red de CECIC Taiyangshan (China); y la Fase I del proyecto de generación fotovoltaica conectada a la red de CECIC Shizuishan (China).

Además, el Banco Mundial para el Fondo de BioCarbono presentó el Proyecto nº 5 de reforestación de la cuenca del río Nilo en Uganda; y el Proyecto de reforestación de la sabana degradada de Ibi Batéké para producción de madera para combustibles, en la República Democrática del Congo.

La AND española dio por primera vez su carta de aprobación a dos proyectos de energía solar fotovoltaica desarrollados en China, y aumentó la lista de proyectos forestales aprobados hasta la fecha, que asciende a 16 proyectos. En sus veintiocho reuniones, la AND concedió el informe de participación voluntaria a 185 proyectos, 82 de ellos presentados por empresas, dos por el Fondo de Carbono de la Empresa Española (FC2E) y el resto procedentes de los distintos fondos de carbono en los que España participa.

En cuanto a la distribución geográfica de los proyectos autorizados, el 35% de estos proyectos estaba localizado en el área de Latinoamérica y el Caribe, el 50% en Asia, el 8% en Europa del Este, el 6% en el continente Africano, y el 1% restante en Oceanía.

En relación con la distribución por sectores, la mayoría de los proyectos aprobados por la AND hasta este momento corresponden a proyectos de energías renovables. Con este tipo de proyectos se relacionan el 53% de los aprobados por la AND, es decir 99 proyectos. De estos, 41 están dedicados a la generación de energía eólica, 38 a la generación de energía hidráulica y 20 corresponden a distintas tecnologías agrupadas en la categoría de «otras renovables».

España e Irlanda son los países de la UE donde más descendieron las emisiones de CO2 en el año 2010

Las emisiones cayeron también en Grecia y Chipre (-1,8%), Rumania (-0,9%), Bulgaria (-0,7%). «Las emisiones disminuyeron en España, Grecia e Irlanda, en parte debido a la recesión económica», resaltó el estudio.

En Portugal y Malta se mantuvieron prácticamente estables y en el resto de Estados miembros aumentaron. Entre los grandes países de la Unión Europea, los mayores incrementos corresponden a Alemania y Polonia (+3,8%), Reino Unido (+3%) y Francia (+1,4%).

El aumento global del 2,4% en las emisiones de la Unión Europea se explica, según la Agencia del Medio Ambiente, por «el retorno al crecimiento económico en muchos países y un invierno más frío que provocó un aumento de la demanda de calefacción». «No obstante, el incremento de las emisiones se vio contenido por el cambio del carbón al gas natural y el fuerte crecimiento sostenido en generación de renovables», apuntó.

Pese a este repunte, las emisiones de los 15 antiguos Estados miembros de la Unión Europea se situaron el año pasado un 10,7% por debajo del nivel de 1990, más allá del objetivo colectivo de un 8% de reducción. Sólo Austria, Italia y Luxemburgo incumplen claramente su objetivo.

En el caso de España, el nivel de emisiones de efecto invernadero es un 26% superior al de 1990, por encima del tope del 15% autorizado en el reparto interno de la Unión Europea. No obstante, las autoridades españolas ya se comprometieron a cubrir la diferencia con créditos logrados en inversiones en países en vías de desarrollo, por lo que la Agencia no lo considera un incumplimiento.

Según una encuesta del Eurobarómetro publicada, el 51% de los europeos considera que el cambio climático es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta el mundo (porcentaje que aumenta al 56% en el caso de España).

Entre las recetas para combatirlo, los españoles se encuentran entre los ciudadanos de la Unión Europea más partidarios de aumentar los impuestos sobre la energía. Portugal encabeza la clasificación (con un 87% de sus ciudadanos partidarios de basar la fiscalidad en el uso de la energía), seguido de España (83%), Chipre (81%) y Austria, Eslovenia y Suecia (78%). La media de la Unión Europea se sitúa en el 68%).

La entrada de las aerolíneas en el mercado de las emisiones de CO2 de la UE costará por pasajero entre dos y doce euros por cada trayecto

A partir de 2012, se asignarán derechos de emisión de gases contaminantes a las aerolíneas que operen en la Unión Europea, teniendo en cuenta sus registros históricos, hasta el año 2020. De este modo, la industria del transporte aéreo se sumará a otros sectores económicos en la lucha contra el cambio climático.

En concreto, Bruselas publicó los valores de referencia que servirán para asignar gratuitamente derechos de emisión de gases de efecto invernadero a más de 900 operadores aéreos.

En el período de comercio comprendido entre el 1 de enero de 2012 y el 31 de diciembre de 2012, el 85% de los derechos de emisión del transporte aéreo se asignará gratuitamente a los operadores aéreos. En el período comprendido entre el 1 de enero de 2013 y el 31 de diciembre de 2020, la cifra será del 82%, con lo que deberán asumir el pago del 15%, esto es unos 380 millones de euros en 2012. Entre 2013-2020, el 3% se apartará en una reserva especial para nuevos participantes y compañías aéreas en rápido crecimiento.

La comisaria responsable de Cambio Climático, Connie Hedegaard, señaló que los derechos que las aerolíneas recibirán gratuitamente supondrán en torno a 20.000 millones de euros. Por eso confió en que con estos ingresos las compañías aéreas «inviertan en la modernización de sus flotas, en la mejora de la eficiencia de los carburantes y en el uso de combustibles de aviación no fósiles».

Fuentes comunitarias insistieron en que corresponde a las aerolíneas decidir cómo repercutirán estas medidas en el coste del billete que paga el pasajero. «Hay (cálculos) pesimistas y los hay optimistas, por eso la horquilla oscila entre los dos y los doce euros«, declararon las fuentes.

Para que las compañías puedan calcular con precisión de cuántos derechos de emisión dispondrán de aquí a 2020, el Ejecutivo comunitario publicó los valores de referencia que se utilizarán para el reparto. De 2013 a 2020, las aerolíneas recibirán 0.6422 derechos de emisión por 1.000 toneladas/kilómetro, mientras que recibirán 0.6797 derechos de emisión en 2012.

Por otra parte, la comisaria defendió la decisión de la Unión Europea de cobrar a las compañías del sector por sus emisiones de CO2, pese al rechazo que esta medida generó en países como Estados Unidos y China. «No podemos alegar que el sector aéreo no necesita contribuir porque no se pueden llegar a acuerdos internacionales», advirtió.

De hecho, el próximo mes de octubre el abogado general del Tribunal de Justicia de la UE (TUE) debe emitir un dictamen sobre una queja planteada por aerolíneas estadounidenses contra la decisión de la UE de cobrar a las compañías del sector por sus emisiones de CO2.

«Respetaremos y aplicaremos el fallo del tribunal», concedieron las fuentes, pero advirtieron de que la legislación comunitaria prevé sanciones para quienes no acaten las normas de este régimen de emisiones.

Las emisiones del transporte aéreo de la Unión Europea aumentaron rápidamente, habiéndose duplicado prácticamente desde 1990. Se calcula que una aeronave que vuele de Bruselas a Nueva York en trayecto de ida y vuelta genera unos 800 kilogramos de CO2 por pasajero. El transporte aéreo representa alrededor del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero cubiertas por el RCDE UE.

El almacenamiento geológico del CO2 tiene aún muchas cartas para jugar la partida, según Ciuden

Azuara reiteró que «la apuesta está funcionando» y recordó que sus actividades en tecnología de captura y almacenamiento de CO2 «han merecido la atención de la Unión Europea».

«Tenemos un proyecto financiado conjuntamente con Endesa por 180 millones de euros, un Museo Nacional de la Energía que ya está funcionando y actividades en el área de la recuperación de espacios degradados por la minería bastante interesantes. El que venga se va a encontrar con bastantes proyectos que tienen respaldo desde nivel local a europeo», añadió.

Por esta razón, y aunque «el futuro es siempre incierto», Azuara cree que Ciuden «tiene muchas cartas para jugar la partida».

«Si hemos conseguido consolidar el proyecto en estos cinco años, lo lógico sería que cualquier gobierno que viniera lo analizara, revisara y tratara de ver que hay de valor en él», subrayó.

Según explicó el director de la fundación, la instalación del Centro de Desarrollo de Tecnologías de Captura de CO2 de Cubillos del Sil (León) se encuentra ya en fase de pruebas. Posteriormente, se avanzará con los programas comprometidos con la UE, de forma que «hay trabajo hasta 2015» en esa instalación.

Hontomín (Burgos) es la localidad en la que se encuentra el yacimiento geológico para almacenar bajo tierra el CO2 capturado. A este respecto, informó de que el proyecto se encuentra en fase de licitación para la construcción de pozos.

«La sociedad nos ha recibido bien, y no existe peligrosidad: el CO2 es un gas inerte, que no es tóxico ni peligroso. No existe peligro ni por la naturaleza del gas ni por el tipo de instalaciones que se usa«, aclaró Azuara.

A través de la fundación Ciuden, el Gobierno está poniendo también en marcha en Ponferrada (León) el Ene.Museo Nacional de la Energía, con el que tratará de acercar la ciencia a la población y contribuir al desarrollo de la comarca de El Bierzo.

«El museo quiere dar información y conocimiento, pero no conclusiones. Tiene que ser objetivo y riguroso», concluyó Azuara.

Francia lanza una licitación de 450 MW para plantas fotovoltaicas

Este concurso va dirigido a las instalaciones en edificios o en tierra de más de 250 kilovatios cresta (kwc), y en particular a las tecnologías de grandes centrales solares que «tienen un papel estructurador en el desarrollo de un sector industrial competitivo y creador de empleo», destacaron los ministerios de Ecología, Economía e Industria.

Se segmentó en siete lotes -explicaron los departamentos-, de los cuales cuatro van dirigidos a «tecnologías innovadoras nacionales con fuertes perspectivas de exportación»: dispositivos que siguen el movimiento del sol, fotovoltaicos de concentración, solares termodinámicos y de almacenamiento de energía para los departamentos de ultramar y la isla de Córcega.

Los candidatos, que tendrán hasta el 8 de febrero del año próximo para presentar sus propuestas, serán elegidos en función de cuatro criterios, que son el precio, el impacto medioambiental, la innovación industrial y el plazo de realización.

Aunque este procedimiento cubre una potencia de 450 megavatios, el objetivo del Gobierno es alcanzar los 900 megavatios con este tipo de instalaciones de aquí a 2015.

Después de haber congelado durante meses el proceso de autorizaciones de instalaciones fotovoltaicas por la burbuja que se había creado en el sector, el Gobierno francés puso en marcha en marzo pasado un nuevo dispositivo.

Eso incluía un «sistema auto-ajustable» de tarifas subvencionadas para las pequeñas instalaciones de particulares y una primera licitación, abierta el pasado 1 de agosto y todavía en curso, para aquellas de una potencia de entre 100 y 250 kilovatios (lo que representa entre 1.000 y 2.500 metros cuadrados de placas solares).

La ministra de Ecología, Nathalie Kosciusko-Morizet, destacó que este nuevo concurso «al dar visibilidad a los industriales, debe permitir restablecer la confianza indispensable para el desarrollo de un sector competitivo y creador de empleo».